Objetivo: La Casa Blanca

Una vez más, y ya van unas cuantas, la Casa Blanca es el objetivo del radicales extremistas (esta vez norcoreanos porque el enemigo cambia de nacionalidad segun el momento en el que se haga la película) que consiguen entrar hasta la cocina para disgusto del Presidente y familia, en peligro constante.

Y es que ser Presidente es muy complicado, y mas si un trágico hecho marca su vida y la del jefe de servicio secreto, que para esas alturas ha instruido al hijo del presidente para su futura suerte. Sin duda es un papel complicado en la vida real y en la ficticia, donde Eckhart debe mostrarse fuerte ante las adversidades, y lo hace sobreactuando como suele ser habitual. Eckhart tiene experiencia como alcalde de Gotham City, pero parece haber aprendido poco de Nolan y no consigue nunca hacer creíble su personaje.

En el otro lado, un Butler lastrado por ese hecho trágico, se encuentra retirado como oficial de campo pero da exactamente igual, porque se cuela en el lugar de los hechos con la pericia necesaria, llegando a cargarse a un montón de extras y siendo temido por el líder del asalto. Es un héroe de manual y aunque tampoco convence demasiado, se deja ver.

Mucha acción y un asalto inicial bastante impactante dejan una buena sensación que permanece a medida en que la película va cayendo en su propia rutina y deja de interesar demasiado , pero para entonces el espectador ya quiere saber cómo va a terminar todo aunque, en el fondo de su cerebro, ya sepa en final porque no es la primera vez que atacan la Casa Blanca. Ni será la última...

Bueno pues otra película que veo porque aparece en la misma Gerard Butler porque si no no creo que la hubiera visto. Es que a mí este tipo de películas tipo la «Jungla de cristal» pues no me van mucho. Es la típica de «thriller» de acción en la que el protagonista puede con todo y con todos y salva la situación, como se dice en inglés.

La película en sí no está mal pero tiene demasiado mensaje patriótico y no me termina de calar hondo aunque la calidad de los efectos y de los decorados y del guion pues elevan algo la nota final a un interesante.

"El Olympo ha caído", título original. Evidentemente quien ha caído es Foqua, en una película que quedará en la parte más inferior de su currículum. Lo bueno de tocar fondo es que solo queda mejorar.
Este lamentable y anacrónico despropósito de geyperboys jugando al paintball en el decorado de la Casa Blanca puede ser util para:
1.- La Asociación Nacional del Rifle y sus adeptos.
2.. La cuenta corriente de Freeman.
3.- Patriotas de la acción sin guión.
4.- Los que van al cine a otra cosa ajenos a la película.

Algunos han pensado que toda "La Jungla" es orégano y que Butler es el cabronazo de Willis. Craso error. Lo increible es sus beneficios en taquilla.

En fin , 70 minutos han sido más que suficientes. Imagino que al final todo explota y ganan los "buenos".

Entretenida película de acción que realmente no aporta al género nada más que, quizá, el inusual escenario en el que se desarrolla la historia. Con una clara influencia de otras cintas de acción , sobretodo La jungla de cristal, la cinta es un despliegue de la mayoría de los clichés que estamos acostumbrados a ver en este tipo de títulos. Mezclando momentos de espectacularidad con algunos de vergüenza ajena y lejos del nivel de la estupenda película que pretende emular.

Sin duda, el momento álgido de la película es la secuencia de la conquista de la famosa mansión, que aunque algo inverosímil (a veces parece que los del servicio secreto se colocaran a tiro aposta como patos de feria), no puede negarse que está bien orquestada. Pero a partir de ahí la cosa se vuelve, si no insoportable, al menos sí poco interesante. Uno se entretiene viéndola, pero se encuentra con situaciones vistas ya mil veces en el género, que no aportan nada nuevo. Con esto en mente y a pesar de que no es la ´peor película que uno puede ver, tampoco se encuentran motivos especialmente potentes para recomendar su visionado. No ayudan tampoco ciertos momentos de patriotismo yanqui (por otra parte inevitables, dado el escenario de la peli) que producen cierta vergüenza ajena, incluso a aquellos que no tenemos especial inquina contra el país de las barras y las estrellas.

En definitiva, estamos en un producto típico de acción made in Hollywood, no especialmente peor ni tampoco mejor que el promedio de este tipo de películas, que gustará a los fans del género y quizá entretendrá sin demasiados aspavientos al espectador casual, pero que desde luego no será plato de buen gusto para aquellos que piden un poquito más, siendo decepcionados más que la media aquellos que acudan a ver esta película atraídos por su director Antoine Fuqua, responsable de la magnífica Training Day, que aquí está muy lejos de aquel trabajo.

Me la esperaba algo más espectacular, yo quería ver miembros volando por los aires. O en su defecto, al menos un buen pulso narrativo. Me ha decepcionado. Los espantosos movimientos de cámara matan todo el placer que uno puede experimentar presenciando secuencias de acción. Por si fuera poco, el argumento es malo, el exceso de patriotismo aburre.