Vivir es fácil con los ojos cerrados

Típica tarde de domingo en el que toca elegir película, dentro de nuestros rituales, tocaba película española, y resulta ser una perfecta opción para pasar un domingo por la tarde con tu pareja.

Tiene momentos para la risa, momentos entrañables y momentos que hacen pensar en la España de la época.

El reparto cumple a la perfección.

Películas como ésta insuflan esperanza sobre el cine español. Es la primera vez que (David) Trueba me convence en su doble cometido de director y guionista. Claro, soy un fanático de los Beatles, pero tenemos entre manos una historia real (lo cual siempre me da miedo) narrada con mimo y especial atención a los personajes, para convertirlos en seres humanos y no simples arquetipos. La anécdota del profesor de inglés beatlemaníaco que quiere conocer a Jonh Lennon mientras éste rueda en Almería Cómo gané la guerra está salpicada de anécdotas, como toda road movie que se precie, y se beneficia del añadido de los dos menores huidos, interpretados de manera espectacular por los jóvenes Francesc Colomer y Natalia de Molina, con un enorme Javier Cámara en el papel de su vida. Mención especial para Ramon Fontserè, demasiado olvidado por el cine. En aquella España de los 60, a la que empezaban a llegar tímidamente y de macuto algunos ecos de lo que sucedía al otro lado de los Pirineos, sobre todo en Inglaterra, la zarpa del franquismo, de la España de charanga y pandereta, todavía aplastaba al personal, tal como queda patente en algunas escenas: el padre de Juanjo, policía nacional, abofeteándole por el pelo largo, los zotes del pueblo que lo tratan de afeminado, el ambiente opresivo que rodea a Belén, el silencio de lo que no se puede decir. Excelente película.

Un coche y tres historias con algo en común: la persecución de un sueño basado en la libertad. Tres personas se lanzan a la carretera para buscar algo que les de aliento para seguir viviendo en el contexto oscuro y represivo de los años 60.

La punta de lanza del grupo es Antonio, un profesor de inglés apasionado de los Beatles y de unas canciones que le regalan lo que el régimen le quita. Canciones con letras que hablan de sentimientos y de libertad, términos proscritos en aquel entonces. Sin pensarlo dos veces, se hecha la manta al cuello y emprende un viaje para tratar de conocer a Lennon en persona.

En su camino, el buenazo de Antonio se encuentra a dos compañeros de viaje inesperados y rápidamente comprende que todos están en el mismo barco y de alguna forma decide apadrinarlos.

Vivir es fácil con los ojos cerrados es una comedía entretenida, con escenas muy divertidas y con un claro mensaje crítico. Una película que le debe mucho a Javier Cámara y su entrañable personaje, siempre dispuesto a enfrentar las adversidades cotidianas con picardía y sentido del humor.

Yo intenté presentarme al casting de ésta película para el papel de Francesc Colomer, pero no di la talla con la edad, era demasiado mayor para el mismo, así que después de hablar con la directora de casting, ni me fue posible. Por aquel entonces el proyecto se llamaba "Almería 66", título que no me parecía nada mal en comparación con el que le han terminado poniendo que queda hasta algo soso, pero no sabía por qué, tenía la ligera sensación de que ésta película iba a llegar lejos. La he dado buena puntuación por la sencilla razón de que no es la típica película española, y además no parece española, el estar basada en hechos reales me es indiferente (aunque hay que tener en cuenta que la historia tenía un elevado potencial cinematográfico). Trueba sorprende con la composición de personajes, el guión es bueno, aunque desde mi punto de vista a la película tal vez le falte algo de chicha, y algo más de situaciones conflictivas, al fin y al cabo los personajes de Juanjo y Belén se me quedan un poco huecos, y la acción de Ramón Fontseré actúa casi como un deux ex maxina mal tapado con el fin de resolverlo todo. Lo que me sorprende de verdad es que el personaje de Cámara llegase a conocer al mismísimo John Lenon, del que soy enormemente fan, todo un lujo para este Antonio, profesor de inglés muy poco convencional para la época que estaba atravesando el país. La película podía haber durado un poco más, y las escena final con Strawerry fields forever de fondo, es una verdadera gozada para los sentidos, a ello sumar que es un road movie, un género que me gusta mucho. En interpretaciones no tengo nada que decir contra Cámara, su personaje es una maravilla, merecido Goya a mejor actor principal. Colomer no está mal, resulta creíble y Natalia de Molina se me queda un poco sosa, no creo que se mereciese el Goya. Estupendos secundarios como Fontseré, o Jorge Sanz del que hacía un montón que no trabajaba en cine, e incluso la participación especial de Ariadna Gil. Muy recomendable para pasar un buen rato y ver una película española, que aunque políticamente correcta, te arranca una sonrisa al final.

Si eres amante de los Beatles, si además eres docente, si por un casual te gusta Machado, si haciendo un inciso te gusta educar poniendo tu alma, si eres un Quijotesco en contra de las injusticias, si te gustan las pequeñas historias insignificantes para el resto y si te gusta escuchar el acento acento autóctono de los lugareños… esta es tu película.

Las interpretaciones son geniales, de un realismo increíble. Y gran mérito lo tiene la dirección, porque ha echado mano de auténticos almerienses. De ahí el gran papel del hostelero, y de la chavalilla jiennense embarazada.

No estoy de acuerdo con el título, que no dice nada de la película. Propongo el que he cotado al principio, o "Pasión por tus sueños", "El desfacedor de entuertos", etc...