Monamour

La última película hasta la fecha, y quien sabe si la última por su avanzada edad, del mítico lombardo Tinto Brass me hizo recordar la esencia de sus mejores trabajos de los años setenta. Si al final se confirma que es su despedida, me parece bastante digna.

“Monamour” es una aceptable propuesta de cine erótico que está bastante por encima de lo que vemos actualmente. En realidad es una historia que se sumerge en los problemas de la pareja que se producen después del matrimonio, como la pérdida de pasión.

Puede parecer una frivolidad lo que voy a decir, pero casi todo el cine de Brass tiene una clara semejanza con el de Ingmar Bergman. La diferencia radica en que el italiano prefiere que además de hablar en la cama, se lo monten. Lo cual es más verídico.

La protagonista Anna Jimskaia es uzbeca, es decir una descendiente de colonos rusos, traducido al castellano, que está buenísima.

Un drama erótico muy potable para ver solo o acompañado.

Anna Jimskaia
Anna Jimskaia
Anna Jimskaia
Anna Jimskaia
Anna Jimskaia
Anna Jimskaia
Y... sólo por Anna Jimskaia este film es interesante.
Vaya mujer! Una cosa hermosa! Impresionantemente sexy, con un cuerpo de Diosa!
Recordad que es una película de Tino Brass, la temática no va más allá de lo esperado, pero aún así puede entretenerte y por supuesto, calentar los ánimos de cualquiera.

Una joven calenturienta casada con un marido indulgente, se sumergirá en un mundo de sexo y fantasías eróticas.
Amigos lectores de Filmaffinity y de esta humilde crítica. La películas que nos ocupa es simplemente un film de fuerte carga erótica e incluso traspasando los limites del erotismo y con profusión de desnudos. Está envuelta de un tratamiento refinado y selecto, con una bella fotografía, unos exteriores bien localizados y una música muy adecuada. Pero todo este sofisticado envoltorio no puede esconder un film sin argumento ni ideas, una especie de bodrio sonrojante de poca calidad y de nulo interés. Tiene un guión inexistente, unos diálogos superficiales, puercos y groseros y unos actores regulares. Todos estos ingredientes revueltos y agitados, dan como resultado un film bastante superficial y aburrido.
Resumen de todo lo dicho, sin interés cinematográfico y solo para incondicionales de este genero de películas y de este peculiar director.

Quizá lo más raro de esta película es que es de 2005. Por su conjunto, si me dicen que es de principios de los 90 lo firmaría sin dudar.

No nos engañemos, es Tinto Brass, mira ese póster y esa sinopsis... no encontrarás más ni menos.

Aunque la protagonista es una mujer impresionante, el argumento es absurdo. E insisto, Jimskaia tiene un cuerpo perfecto, pero los desnudos tienen momentos ridículos.
Lejos estoy de ir en contra de los desnudos o escenas subidas de tono, pero o le pones algo en el guion o para eso ya existe el porno.

P.D. ¿He dicho ya que Anna Jimskaia es un regalo para la vista?

La historia esperada de Brass. Esperada pero lo hace bien. Un erotismo sofisticado, nada palurdo, nada romántico, fuera de los cánones explícitos actuales.
Me gusta mucho la fotografía, un color cálido, suave, con tonos ocres que otorgan una sensualidad a la cinta apropiada. Un clasicismo en los decorados, unos escenarios cerrados muy italianos: frescos, papel pintado, etc.
Una chica guapísima, Anna Jimskaia, que sólo ha rodado otras dos cosas más. Un guión bastante intuitivo, encuadres, planos y escenas bien trazadas, correcta programación de la intensidad erótica y un resultado decente. Último largometraje de Brass, que luego hizo un mediometraje, Kick the Cock, de 16 minutos, que no creo que pueda ser considerado para valorar su obra.
Además creo que aparece como personaje en una escena.
No es que su cine sea especialmente brillante, pero en este subgénero parece el rey. No hay otro director que sepa llevar estas historias con este nivel de realización. Jesús Franco es otra cosa, y en España no conozco a realizador alguno que camino por estos derroteros.