Haz click aquí para copiar la URL

Corrientes ocultas

Drama. Intriga. Cine negro Una mujer decide casarse con un hombre de negocios del que está totalmente enamorada. Sin embargo, tras la boda, empieza a sospechar del oscuro pasado de su esposo, un hombre perverso y lleno de maldad. La misteriosa desaparición del hermano de su marido será el punto de partida de una larga investigación... (FILMAFFINITY)
1 2 3 >>
Críticas 14
Críticas ordenadas por utilidad
26 de junio de 2007
33 de 35 usuarios han encontrado esta crítica útil
Realizada por un correoso Vincente Minnelli e interpretada en el papel principal por Katharine Hepburn, la obra se basa en una novela de éxito, "You Where There" (1940), de Thelma Strabell. Pese a la calidad de los ingredientes y al interés añadido por el realizador en su primer drama psicológico y de suspense, la película no alcanza los niveles esperados. Contribuyen a ello tres causas principales: la escasa credibilidad que inspira Hepburn como mujer psicologicamente vulnerable, la inexperiencia de Minnelli en el manejo de los resortes de un género que no domina y algunos defectos del guión, que peca de largo y de cierta dispersión.

El film se enmarca en el contexto de la serie de dramas psicológicos ("Sospecha", "Luz que agoniza", etc.) que habían obtenido en los años anteriores una buena acogida de público y crítica. La comparación con los films más destacados de esta serie pone de manifiesto que la obra de Minnelli queda por debajo de los mismos en densidad, fuerza e intensidad dramática, pese a ser un trabajo notable y meritorio.

La fotografía corre a cargo de Karl Freund, en cuyo currículum figuran obras tan distantes en el tiempo y tan emblemáticas como "El último" (Murnau, 1924) y "Cayo Largo" (Huston, 1948). La narración visual es fluida, con tomas targas, encuadres de detalle, planos inquietantes (taza de café, perros que ladran al amo) e imágenes que crean ambientes sombríos (caída de hojas, reflejos sobre mesa de cristal, árboles fantasmagóricos del bosque). Proyecta sombras expresionistas y se beneficia de una excelente decoración, de Credic Gibbons. La música, de Herbert Stothart ("El mago de Oz", 1939), aporta una acertada partitura de intriga, inspirada en la 3ª Sinfonía de Brahms. Reitera el tema principal mediante variaciones y arreglos al piano, cuerdas, viento y orquesta.

La introducción en la trama de la figura del mal se produce gradualmente y de un modo que me parece demasiado lento y que en mi opinión perjudica la expresión fatalista del mismo y propicia su insuficiente reciedumbre. El mal se describe como una suma de engaños, manipulaciones, perversidad y locura. El proceso subjetivo de generación de temores, miedo y sensaciones de peligro, se perfila algo mejor gracias a la identificación del espectador con los personajes víctimas del mal.

No faltan toques de humor, servidos por Lucy (Marjorie Main) y, posiblemente, por los vestidos, tocados estrafalarios y temas de conversación, de las damas de la alta sociedad de Washington. La acción tiene lugar, entre el invierno y el otoño de 1945/46, en Nueva Inglaterra (residencia natal de Ann Hamilton), Georgetown (Washington DC), San Francisco, Seattle y la finca de Alan Garroway (Robert Taylor) en Virginia. Producido por Pandro S. Berman, habitual de las películas de Hepburn, el film se estrena el 28-XI-1946 (EEUU).
Miquel
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
17 de diciembre de 2009
17 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
Rutinaria cinta de suspense psicológico que sigue la estela de “Sospecha” sin ofrecer demasiados estímulos. La trama no es más que un trámite a la mayor gloria de la Hepburn, una historia típica del género thriller-psicoanalítico de moda entonces (“Secreto tras la puerta”, “Recuerda”, etc.) con escasísimas virtudes para atrapar ya sea desde su vertiente melodramática o policíaca.

Película de transición para Minnelli y para el espectador empeñado en cerrar filmografías, que pese a todo ofrece la curiosidad de la actuación principal sosteniendo el metraje, y el gusto en el diseño de decorados y vestuario como parte de esos recursos típicos del director californiano que van asomando la patita (elementos que sirven para hacer avanzar la trama y proyectar el interior de los personajes).

Y es un poco ahí, en el atrezzo y la dirección artística, donde Minnelli se iba haciendo fuerte, no tanto en una puesta en escena basada en manejos de cámara de técnica simplemente funcional, adecuada y eficaz.

Que no es que sea poco.
Bloomsday
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
20 de enero de 2011
15 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
Minelli nunca alcanzó las cotas a las que llegó en el género musical ("Un americano en París") y en la comedia ("Mi desconfiada esposa") en el melodrama y otros géneros parecidos. Lo intentó pero, quizás la farragosidad y la complejidad de los textos que eligió, le impidió una conexión más cálida con el publico.
"Corrientes ocultas", su séptima película, cuenta la historia de Ann Garroway. Se acaba de casar con un rico industrial y nada sabe de su vida anterior. Poco a poco irá descubriendo que éste no es trigo limpio y que vive obsesionado con la fantasmagórica presencia de su hermano Mike.
Y Minelli nos conduce magistralmente por la senda de la curiosidad y el suspense. Nos mantiene atrapados y ansiosos pero entonces... algo falla. De un lado el personaje de Ann, bueno no el personaje sino sus reacciones se vuelven estrambóticas, y, de otro, es el propio Minelli quien no resuelve bien el final de la película.
Notable guión como también la puesta en escena. Buena fotografía en blanco y negro y excelente dirección de actores. Maravillosa Katharine Hepburn y una de las primeras apariciones como protagonista de Robert Mitchum. Por cierto, la película merece la pena sólo por ver a Mitchum encender su cigarro (mini puro) en las caballerizas.
el chulucu
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
4 de marzo de 2011
10 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Los seres humanos somos un poco como la luna llena: cuando la vemos de lejos, luce con un brillo romántico y esplendoroso, pero, si gradualmente nos acercamos a ella, comenzamos a ver que surgen cráteres y manchones que la hacen deslucir un poco, y para algunos, pierde totalmente su encanto. Así ocurre al estar conociendo a la pareja: cuando apenas compartimos algunas horas del día, dos o tres veces por semana, todo pareciera perfecto, pero, cuando se convive las 24 horas de cada día, es inevitable que salgan a la luz nuestras limitaciones y falencias.

Por fortuna, el lado oscuro de la mayoría de los seres humanos es como el de una luna en cuarto creciente, tiende a desvanecerse poco a poco con la relación de pareja, o es de tan livianas flaquezas, que se hace llevadero y soportable.

Pero, hay seres que han caído en la trampa que les ofrece el miedo, la soledad o el afán de significar… y entonces se dan cuenta de que, en vez de salir de esto, más se han hundido en aquello de lo que querían escapar. Y a veces, en su afán de permanecer en ese estado de aparente seguridad que talvez han logrado alcanzar, caen en otra y en otra trampa… hasta destruirse totalmente.

Lo curioso de esto es que, cuando se conocen sus motivaciones más hondas, resulta imposible odiarles o despreciarles, y en los seres más sensibles, es más un sentimiento de profunda consideración y solidaridad lo que se manifiesta en su alma.

Con un impecable entramado narrativo donde se involucra la perspicacia femenina, la apremiante necesidad de conseguir el éxito y el amor contra todas las reglas del deber ser y la dignidad, y con la presencia, “invisible” pero palpitante, de la integridad que se preserva por encima de toda sospecha, Vincente Minnelli nos ofrece una significativa e impactante película de intriga, que da cuenta de unos personajes tan bien estructurados, que su mayor mérito es que consiguen colocarse por encima de toda ficción.

No es difícil pensar en alguien que se conoce y que ha vivido más o menos así, y el filme te mantiene atrapado en una telaraña que se sigue tejiendo hasta el último segundo.

Otra especial oportunidad de lucimiento para una actriz de muchos quilates: Katharine Hepburn.
Luis Guillermo Cardona
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
27 de julio de 2015
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si no lo hubiese hecho Hitchcock años antes con “Rebeca” o “Sospecha” podríamos ser más indulgentes con esta película de un Minnelli aprendiendo el oficio en un melodrama de intriga psicologista y suspense tan a la moda en el Hollywood de los años cuarenta y apreciar de este modo algunos de sus variados dones como la gran dirección de actores -en especial con una excelente Katherine Hepburn a la que Minnelli prohíbe, thanks God ,cualquier exceso o un más que digno Robert Taylor en un complicado papel de gran ambigüedad- por no hablar del sentido pictórico de la composición que Minnelli iría acentuando aún más a lo largo de los años. El director sostiene la trama con discreta pero eficaz pericia y la mínima pero decisiva presencia de Robert Mitchum mejora el aprecio de un producto que no pasará a la historia pero que se deja ver con gran interés.
Gould
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
1 2 3 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow