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Subhumanos (Sub-Humanos)

Terror. Thriller En los subterráneos de Londres se suceden numerosas desapariciones. Una pareja y un detective de policía descubren que allí habita una sociedad caníbal. (FILMAFFINITY)
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Críticas 10
Críticas ordenadas por utilidad
5 de enero de 2012
9 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Irregular film del director Gary Sherman (Muertos y enterrados, 1981), (Poltergeist III, 1988) que cuenta la historia de unos seres deformes y caníbales que inexplicablemente viven bajo el metro de Londres.

Una joven pareja será testigo de un extraño episodio que advertirá a las autoridades correspondientes.
Las investigaciones policiales lideradas por el jefe inspector de la policía (Donald Pleasence) y su grupo de colaboradores intentarán resolver el misterioso caso de los caníbales londinenses...

Título que en un principio podía haber sido mucho más pero debido a una floja elaboración en el desarrollo del guión y probablemente su excesiva lentitud en algunos tramos del metraje le restan puntos dejando el film en un buen intento y poco más.

Lo mejor sin duda, el metro de Londres y como no, las actuaciones de Donald Pleasence y una pequeña aparición del mítico Christopher Lee.
Película recomendable a los seguidores de los años setenta.

La edición en DVD incluye el doblaje original de 1973.
Pasable/Regular-Regular/Pasable
Zorthon Thrash
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25 de diciembre de 2012
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ya desde los títulos de crédito, Gary Sherman parece decidido a mostrarnos el reverso de su ciudad, esas zonas que los turistas sueles evitar: prostíbulos, shows eróticos, túneles del metro vacíos...

La idea de que existan subhumanos en nuestras ciudades, unos cuantos metros bajo tierra, siempre me ha hechizado, por la cercanía del misterio. Por ello, es natural que en esta película, Sherman quiera centrarse en la vida cotidiana, en lo que sucede en la superficie, para después sumergirnos en la demencia.

El problema está en la falta de tablas del cineasta, que, aún contando con actores destacados, como Donald Pleasance o -en un brevísimo papel- Christopher Lee, no consigue arrancárles más que diálogos declamatorios. Y es que el retrato que hace Sherman de la superficie no hace más que acumular lugares comunes: policías panzudos enfrentados por conflictos de competencias. La policía metropolitana VS MI5....
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Panadero
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29 de julio de 2018
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Lo polis deberían ser como los elefantes: pies grandes y buena memoria".

Vista dos veces, la primera vez pensé esto de ella (no recordaba haberla visto pero al meterme en mi base de datos he comprobado que la tenía vista...):

"Bien considerada por la crítica, lo cierto es que es un film inquietante, pero aburridillo.
La historia es atrayente, atractiva, pero se desarrolla según pautas oscuras, tenebrosas, que hacen desconectar al espectador con lo que está viendo.
El ritmo es irregular, alternando los buenos (y escasos) momentos, con los corrientuchos.
A mi modo de ver, mediocre."

Al verla de nuevo ahora pienso lo siguiente:

Interesante film de horror aunque algo malogrado al resultar irregular en su ritmo en la muestra en pantalla de los diversos pero no poco distinguidos elementos con los que se cuenta.
La historia tiene posibilidades y cuando el guión se mete en la morada del "monstruo", Gary Sherman (no olvidemos, el realizador de la excelente "Muertos y entrerrados"), demuestra un tempo que le va bien al filme, tomándose su buen tiempo en que el espectador puede ver la cochambre del lugar, sus moradores, utensilios y mobiliario, así como los diversos cuerpos desmembrados de lo/as incauto/as que han caído en la trampa del "Ser".
Sin embargo, el posterior desarrollo de los acontecimientos peca de falta de pasión narrativa aunque la cinta en todo momento sea respetuosa (salvo en la frase final que se oye en off...) para con el respetable.
Y es que no cabe duda que se trata de una peli seria, sobria, muy bien fotografiada y con unas estupendas interpretaciones, sobre todo del dúo protagonista, un Donald Pleasence sensacional, que se toma su trabajo (su personaje como policía quiero decir) con rigor y seriedad pero también con su ironía y sarcasmo al por mayor. Sus diálogos con su atribulado sargento (magnífico Norman Rossington) son muy divertidos pero también irrespetuosos y un tanto dañinos y faltos de empatía hacia con su inmediato inferior y con el estudiante que descubrió el primer cuerpo que aparece desvanecido en las escaleras del metro.
Se ve sin problemas, interesa saber cómo finalizará y el final es por otra parte previsible y con algún tópico que felizmente no molesta.
En fin, que no es un trabajo desdeñable pero podría haber sido algo mejor. Creo que en parte es una cinta malograda, no decepcionante pero sí mejorable. Y el problema quizás esté (y es harto curioso) en que la historia es del propio director pero no el guión, a cargo de Ceri Jones. Quizás le ha otorgado libertad y/o licencias y no han quedado finalmente todo lo bien que hubiera sido menester (culpa también del director, claro).

https://filmsencajatonta.blogspot.com
Constancio
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25 de julio de 2021
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Contaba Gary Sherman que Christopher Lee se le acercó cuando estaba a punto de rodar Death Line, ya que estaba interesado en participar a pesar de que Sherman no podía permitirse su sueldo, así que Christopher Lee le propuso un trato: una secuencia con un solo día de rodaje con Donald Pleasance. Esto nos indica que Lee sospechaba lo especial que sería Death Line.

Dos jóvenes americanos, Patricia y Alex, son los últimos que vieron a James Manfred, un agente gubernamental, antes de su extraña desaparición en el metro. Sospechosos ante la policía, curiosos por leyendas locales acerca de un túnel perdido bajo tierra, ambos darán con un terrible secreto.

Estrenada con distintos nombres, siendo Raw Meat el más conocido y Death Line el favorito del director, la ópera prima de Gary Sherman es una extraña mezcla entre terror, parábola social y policíaco. Coescrita por Sherman junto a Ceri Jones, Death Line arranca de forma ligera, al ritmo del tema burlón de Will Malone, con un gentleman ingles entrando y saliendo de peep show y puticlubs antes de ser brutalmente atacado en una siniestra estación de metro. En apenas veinte minutos, el espectador ya conoce tanto a los personajes principales como a la amenaza – atención al plano secuencia que nos muestra la guarida subterránea – así que uno se pregunta: ¿Qué peligros y misterios aguardan durante la siguiente hora?

Tal vez uno de los puntos más interesantes de la historia es su disparadero: que en una estación desaparezca gente vulgar no importa a las autoridades, pero todo cambia al tratarse de un hombre con alto prestigio social. Sobre toda Death Line sobrevuela un elemento social muy sutil, ya que cada personaje está en una escala superior respecto a otro y uno debe preguntarse qué protagonista es mejor/peor: ¿El dandy inglés amante de lo perverso, el policía más preocupado por tener un té decente que por el caso, la pareja de americanos que se meten donde nadie les llama, aquellos que taparon el accidente del pasado o el subhumano que sobrevive lo mejor que sabe?

La fotografía del Alex Thomson resulta espectacular ya que sus interiores en el metro de Londres y la guarida de los subhumanos, tienen una luz especial – a mitad de camino entre lo confortable, lo siniestro y lo orgánico de los túneles – con tonalidades que luego repetirá en Alien 3 de David Fincher. Imposible imaginarse otro director de fotografía.

En esta película cuasi coral, donde el protagonismo salta continuamente de unos a otros, la pareja joven interpretada por David Ladd/Sharon Gurney da muy bien en imagen como reflejo de una época, aunque pierden frente a la gran química de los veteranos Donald Pleasance/Norman Rossington, interpretando a los policías, y al increíblemente british James Cossins. Fijaos en el cameo de Christopher Lee, ya que la secuencia que comparte con Donald Pleasance no solo es el único encuentro en pantalla de dos grandes actores sino que Sherman juega con los encuadres como si fuera un duelo.

Como curiosidad decir que en el 2004, Christopher Smith dirigió Creep, que tiene tantos puntos en común con Death Line que básicamente es un remake inconfeso. ¿Y sabéis qué? Death Line no solo es mejor, sino que resulta mucho más moderna a pesar de tener cincuenta años a sus espaldas.

Así que ya sabes, baja a los túneles para tomarte algo con los Death Line.

https://www.terrorweekend.com/2021/07/death-line-review.html
TerrorWeekend
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27 de abril de 2021
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
El director de Muertos y enterrados debutó en el género del terror con esta discreta producción de serie b que pasó desapercibida en el momento de su estreno.

Cuenta la historia de unas misteriosas desapariciones que se producen en el metro de Londres y la posterior investigación policial liderada por un sarcástico inspector encarnado con gracia por Donald Pleasence.

El reparto cuenta también con la aparición estelar del mítico Christopher Lee. Pero la película es bastante mala. Se hace aburrida, hasta la mitad del metraje no hay algo de acción y el final es muy previsible. Tampoco ayuda que su protagonista no se tome demasiado en serio su trabajo y esté constantemente en modo irónico.

En definitiva una cinta cutre y rutinaria que no merece la pena ni para los aficionados al género.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Harold Angel
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