Haz click aquí para copiar la URL

Deseo prohibido

Drama Thelma no es una chica normal. Desesperada, le pregunta insistentemente a Dios por qué la ha hecho así. Sus padres tampoco son de gran ayuda, sino dos personas misteriosas que se muestran tranquilas ante los poderes que muestra su hija, que, cada vez que siente algo, causa desastres. Cuando Thelma inicie una relación con una compañera, las emociones propias del amor harán estragos. (FILMAFFINITY)
Críticas 64
Críticas ordenadas por utilidad
escribe tu crítica
6
14 de noviembre de 2017
8 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Se plantea siempre un debate muy curioso con el cine nórdico, nadie duda de su capacidad creativa y su talento para factores técnicos como la puesta en escena, o la fotografía de paisajes helados, pero justamente, y en contraposición, ese aliento gélido bien puede convertir la apuesta en un viaje incomodo y a veces, difícilmente soportable.

Escrita y dirigida por Joachim Trier, un director noruego en alza, Thelma recoge todas las virtudes y algunos de los defectos recién mencionados, recurre, desde el comienzo, a un concepto espacial muy adecuado, perfecto para mostrar la soledad y el aislamiento de su protagonista, pero igualmente, cocina su historia con un ritmo lento, lo que puede desesperar a aquellos que requieran una narración más dinámica.

Thelma esta dotada de un poder sobrenatural, una vez inicia la universidad, y conoce a una compañera de la que se enamora, se desata de manera incontrolada, poniendo en peligro su propia integridad física y la de los que la rodean.

Un trabajo construido desde la base de forma impecable, esto es, con un guión solido y conveniente, que recoge conceptos como la familia o la religión, así como un componente romántico directo, expresado desde un punto de vista homosexual, que insertado en una historia de corte fantástico, consigue potenciar sus virtudes.

En el apartado interpretativo, destaca el esfuerzo de Eili Harboe, por hacer del todo creíble a un personaje torturado y maldito, suyo es el triunfo máximo de un film que puede presumir de un elenco de actores que roza la impecable, muy comprometidos con la causa que Trier expone.

Finalmente, es justo reconocer, pese a las carencias de ritmo, que el pulso firme y extremadamente serio de Thelma, declina la balanza a favor de tan cuidada producción, galardonada con los premios a mejor guión y la mención especial del jurado en el Festival de Sitges, donde se señaló como vencedora moral del certamen. Justo en ese punto, serán muchos los que encuentre poco entusiasmo en su recorrido argumental, pero pocos podrán negar su capacidad para generar el magnetismo adecuado, ese que solo suele aportar el cine de calidad.



<Lee esta crítica, y muchas más, en Fusion-Freak.com>
4
24 de marzo de 2018
14 de 24 usuarios han encontrado esta crítica útil
Creo que hay un mal extendido en el cine actual, independientemente de la nacionalidad que sea. Puede que esto sea debido a una globalización del mercado en el que se han ido perdiendo identidades y donde, cada vez más, no queda sitio para la sorpresa, donde las productoras más potentes controlan fechas de estrenos y programaciones de festivales, vendiéndonos lo que más les convierne. Y ya en el género de terror, en la mayoría de los casos, la cosa está peor. No es que las ideas se agoten, es que no se desea investigar más. Y no se trata de innovar, simplemente de plantear algo que nos atraiga y resolverlo, sin caer en “clichés” o en el aburrimiento.
“Thelma”, aunque de nacionalidad noruega, ha contado en la producción con la participación de Dinamarca, Suecia y Francia, contando además con buena promoción a través de festivales. Lo que le ha ocurrido a este film de Joachim Trier, director con familia artística y vinculado con Lars Von Trier, ha sido el contar con una aceptación entre los “fans” del género y los críticos que a mi parecer la han sobrevalorado, pero, en mi modesta opinión, le ha hundido el exceso de pretenciosidad y el pretender abarcar demasiados temas, que muchos sobran porque tampoco aportan nada. Su director, seguidor de Antonioni y de Brian De Palma, intenta inspirarse en ellos, sobre todo en De Palma, pero a duras penas pasa de ser, más que homenaje, un plagio de las adaptaciones de Stephen King.
Y, por si acaso me excedo en mis argumentos, paso directamente a la zona del “spoiler”.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
El personaje de “Thelma” surge a la sombra del personaje de “Carrie”, pero más que imitar exclusivamente a “Carrie”, sobre todo al incluir los elementos religiosos, también mezcla “La furia” de Brian De Palma, al provocar la protagonista, desde su ira, una serie de “infortunios”, algunos espectaculares y cocidos a la sombra de Hitchcock. Francamente en este caso, los tintes religiosos, sobraban por doquier. La sombra de los films de Dreyer también planea por este gazpacho de films y de ideas, pero tampoco logra encontrar su propósito analítico ni darle el cariz de “milagro” del cine de Dreyer, como al final pretende su autor con la resolución entre “madre- hija”. Son muchas las películas a las que recuerda, pero que a ninguna supera ya que cuenta con un endeble guión. No genera “suspense”, está plagado de agujeros, y lo peor, su director se salta la línea que plantea, hace trampas en su tercio final y pretende dar un “golpe maestro” pretendiendo hilar lo que ha contado en sus casi dos horas. Eso sí, sazonando el meollo con toques lésbicos con cierto tono de “qualité”, evocando lejanamente y de forma más pudorosa a “Cisne negro” de Aronofsky.
Mejor está Trier dirigiendo, como es habitual en lo que se reclama hoy día del cine nórdico: ambientes de claroscuros, con fríos tonos y escenas correctamente desarrolladas, mezclando la realidad y lo onírico. Para ello su equipo técnico, sabiendo lo que tiene que hacer, cumple las intenciones requeridas. Como los actores, que cumplen dignamente sus papeles.
Pero es una pena que en todo esto se pretenda ver una actualización positiva u original del género. Para mí es más de lo mismo, pero para colmo sin gracia a la hora de evocar tanto “autor” y tanta película venerada con algunos baches en su narración, con un principio y cierre cíclico a lo Polansky. Pero hasta ahí sus logros y sus aportaciones.
Todo esto no me es suficiente para darle aunque sea un aprobado por lo pelos, pero tampoco considero que sea un film olvidable y horrendo. Ha sido un quiero y no puedo que ha contado con más apoyo del que merecía. Ojalá, al menos por parte del público que son quienes pagan, se hubiera dispensado esta benevolencia en otros films menos ambiciosos pero más divertidos, incluso con otras connotaciones cinéfilas quizás más descabelladas. Una vez más puede parecer que los premios y laureles que se otorgan son más méritos de los contactos que se tenían más que una cuestión de justicia.
1 de abril de 2018
6 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si nos atenemos a la ficha técnica oficial de Thelma (2017) de Joachim Trier, conceptos como lo sobrenatural, la adolescencia o la homosexualidad surgen por sí mismos, y no van desencaminados quienes observen esas posibilidades en la cinta que nos ocupa, pero ya también en dicha ficha técnica se alude implícitamente a lo que quiero destacar en este comentario. Cito literalmente, referido a Thelma, la joven protagonista: «cada vez que siente algo, causa desastres», lo que desde luego admite un análisis desde lo sobrenatural, la adolescencia o la homosexualidad, pero creo que hay ir más allá, puesto de lo que este filme de Trier nos habla es de la percepción distorsionada de la realidad de las personas que padecen (en realidad casi todas las que pertenecemos a la órbita judeocristaiana) el sentimiento de culpa.
En una obra mítica al respecto, pionera de los manuales de autoayuda que tanto han proliferado en nuestros días, como Tus zonas erróneas, de William Dyer, dedica a los sentimientos de culpa (el sufrimiento por el pasado) y preocupación (el sufrimiento por el futuro) el capítulo V, titulado precisamente así: «Las emociones inútiles: culpabilidad y preocupación».
Ahora bien, ¿qué es lo que causa el sentimiento de culpa en Thelma? Ya lo hemos adelantado, más o menos: cada vez que siente algo, causa desastres; puesto que la joven protagonista de este largometraje se ha criado en el seno de una familia extraordinariamente carente de sentimientos, extraordinariamente religiosa. De alguna manera, con el pan nuestro de cada día, los padres han inoculado a Thelma el virus de la vida entendida como pecado. Vivir mancha, eso ya lo sabemos. Es imposible llevar una vida aséptica, por la más elemental de las razones: una vida concebida en esos términos no es vida y a duras penas podemos considerarla una mera existencia. Incluso el agua, origen de toda vida, ha de contener impurezas para que cumpla su función: el agua destilada es insuficiente para mantener el aliento vital.
Por ello, Thelma, una vez que abandona el hogar familiar para iniciar los estudios universitarios, de manera totalmente contraria a su voluntad, y es muy triste decir esto, empieza a contagiarse de la vida, lo que le provoca un dolor insufrible. En su caso, además, la cuestión se agudiza cuando inicia una relación con otra joven, que además pertenece a una cultura diferente. A partir de ahí desciende a un mundo de pesadilla, que es lo que Trier retrata en su película, puesto que a lo que el espectador asiste es al desarrollo en imágenes de toda la tortura interna que padece la protagonista.
¿Hay elementos sobrenaturales? Afirmativo. ¿Se trata de las vivencias de una chica adolescente? Sin duda, pues Thelma acaba de iniciar los estudios universitarios, de donde cabe inferir que su edad no va más allá de los diecinueve años, con toda la fragilidad que eso implica en cualquier caso, pero sobre todo en el de alguien que, insisto, ha sido educada para no vivir, más bien para desarrollar una existencia insípida de pasiones extirpadas.
¿Aborda este largometraje el tema de la homosexualidad? Naturalmente que sí. ¿No acabamos de decir que Thelma inicia una relación con otra joven? Pero todo ello no son nada más que los pilares necesarios para sostener el tormento íntimo de quien se siente culpable por sentirse viva. De ahí que los elementos sobrenaturales a que aludía al principio de este párrafo no son naturales, valga la redundancia, no son reales, siga valiendo la redundancia, sino que se corresponden a la percepción deformada del mundo que Thelma padece en su interior. Imágenes de su alma torturada.
Hace más de veinte años, concretamente en 1995, Patricia Rozema dirigió la magnífica cinta Cuando cae la noche, que también aborda la cuestión de las relaciones lesbianas entre una joven, en este caso ya instalada en la veinteañería y con intenciones de casarse, con todo el peso que la rigidez católica ha impuesto en la zona francófona de Canadá, y una artista de circo, que también pertenece a otro origen étnico. Sin duda la principal diferencia entre uno y otro filme es que el de Trier es mucho más metafórico en el sentido de bucear, según hemos venido comentando en las líneas anteriores, en las plasmaciones propias de la tortura personal, mientras que el de Rozema indaga en las posibilidades (ilusión, duda, desconcierto, valentía) que un delicioso amor como el que retrata en su película permite.
También podríamos recordar otro largometraje con una enorme carga de religiosidad castrante como Fanny y Alexander (1982), nada menos que de Ingmar Bergman, como todos sabemos, pero no es que Trier quiera enmendar la plana al director sueco (vamos, no creo), pero la originalidad en el caso de Thelma consiste en que nada de lo que vemos en pantalla se corresponde a la realidad sensorial, siendo así que Bergman sitúa la cámara para que veamos los hechos tal cual en micromundo construido alrededor de rigideces irracionales, valga una vez más la redundancia. El tutor en Fanny y Alexander impone un modo de vida. Los padres en Thelma han renunciado al aliento vital.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
¿Cómo se soluciona todo? Pues escupiendo al pájaro negro que había anidado y crecido dentro de Thelma en una escena cargada de intención, pues eso exactamente lo que vemos en pantalla: la chica expulsa un pájaro negro por la boca, pero en el cine muchas veces es más rico lo que no se ve, dado que esa negrura interior que la joven consigue soltar cuando ya sus pesadillas están a punto de hacerle estallar la cabeza ha de recordarnos necesariamente a la bilis negra, que según la tradición milenaria era la causante de las grandes aflicciones del alma: dos fluidos consideraron los griegos que dieron lugar a dos «humores» independientes, la bilis amarilla y la bilis negra, y esta última era la causante del humor atrabiliario.
Pena negra, que nos aleja de la realidad y nos impone un mundo de sufrimientos indecibles. Creo sinceramente que pocas películas como Thelma han descendido con tanta eficacia a la profundidad de la sima de la culpa y han mostrado cómo ven la vida quienes viven dominados por una emoción tan inútil como ésta.
6
13 de agosto de 2020
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Buen ejercicio de género a la nórdica, esto es, a ritmo pausado y cocinándose a fuego lento. Una chica con una particular relación con sus padres basada en la religión acude a la universidad y allí comienza a experimentar poderosas sensaciones que afectan en el plano físico a su entorno más inmediato.

Algunos la han comparado con "Carrie", o incluso con "X-Men", conclusión a la que se llega después de que el guión renuncie a dar un matiz más folklórico y local al proceso que vive la joven Thelma, camino que en un principio parecía estar emprendiendo. La contención se hace virtud en este film ya que se huye de aparatosidades dando más relevancia al plano emocional, enlazándolo con la entrada en la madurez y los cambios que se producen al abrirse al mundo desde un entorno cerrado.

Navega por los parajes transitados por otra cinta nórdica de corte fantástico como "Déjame Entrar" pero sin caer en los defectos de la tediosa película sueca. Si me quiero explayar más me tengo que ir a la zona espoiler. Ah, y es más de 6,5 que de 6.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
A medio metraje parece que la revelación es que Thelma es una bruja, y que proviene de una estirpe de brujas ya que su abuela también está rodeada del mismo misterio. En ese punto me acordé de la sueca "Border", estrenada un año después, y cómo un relato fantástico podía ser contado con ese punto de veracidad. Me hubiera gustado que la cosa hubiera seguido discurriendo por ahí a ver como lo resolvían pero, aunque la pulcritud y la elegancia narrativa siguen sumándole puntos, en la resolución estamos más cerca del cine de lo que conocemos como súper heroes. Aunque hay que matizar.

En la críticas leídas se hace hincapié en las comparativas con X-Men, como si Thelma estuviera ahí para buscar súper villanos de los que librar al mundo. Ella no es una heroína, es solo una post adolescente confusa y asustada por sus habilidades heredadas y que solo al final aprende a controlar y entender. Pero, aunque inconscientemente, también es capaz de hacer el mal, ya que provocó la muerte de su hermano bebé por puros celos, aunque fuera en sueños, y termina haciendo lo propio con su padre, al que culpa de una vida de represión y angustia. Una vez cobra consciencia de su poder, trata de reparar parte del daño hecho devolviendo la movilidad a las piernas de su madre, paralítica desde un intento de suicidio tras la muerte del bebé. Una vez libre de las ataduras paternas se marcha para disfrutar de sus poderes a pleno rendimiento, y su primer consciente acto es moldear la realidad para que se ajuste a sus deseos, haciendo volver a su novia, igual de enamorada que la hizo desaparecer. Así que, de súper heroína, nada. ¿Quién querría tener cerca a alguien capaz de modificar los sentimientos y las emociones de sus semejantes? Es el principio que Charles Xavier, de los X-Men, nunca quiso transgredir.

Sobre la religión, aunque se apunta a que la hermética educación religiosa es en parte detonante de lo que ocurre, y se señala al padre como una especie de culpable represivo, en realidad yo lo veo como un elemento de contención ante lo que el poder desatado de Thelma puede causar. Su padre utiliza la fuerza sofocante de la religión para reprimir la energía interior de su hija, tratando de evitar males mayores a tenor de lo que pasó con su otro hijo, aunque la naturaleza mutante de ella, o como queramos llamarlo, finalmente se abre paso. Me recordó al uso que de la religión hace la madre del protagonista de la cinta italiana de 2019 "In The Trap", en este caso, para reprimir la naturaleza psicópata y criminal de su retoño.
10
12 de diciembre de 2017
11 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
Yo creo que, algo parecido a lo que sucede con las Musas, (más en las del pedante Somoza que en la de mi pobrecico Balagueró, que se ha atragantado con la adaptación), las películas pueden contener planos, sumas de imágenes y sonidos, secuencias, poderosas, que afectan a quién las contempla y su entorno, y en el caso de la MAGNÍFICA "Thelma", hay dos de estas escenas.
No recuerdo haber asistido a ningún pase del pasado Sitges donde el aplauso final fuera tan unánime y la gente saliera con esa sensación angustiosa y maravillosa de tener el corazón encogido como en la que nos ocupa y que finalmente, aunque merecedora del premio gordo, se tuvo que conformar con el de consolación.
Se trata de una cinta que podemos encuadrar en el manido subgénero de " iniciática ", a lo " Crudo" o "Carrie", si bien en la comparación, y eso que amo sobre todo a DePalma y su adaptación, " Thelma" sale vencedora, pues es mucho más profunda, oscura y analítica que aquellas.
Nos cuenta cómo la adolescente que da título a la cinta se adapta a su primer año de carrera y a un amor contenido y sorpresivo para ella, que procede de una familia fanática religiosa. A la vez, va descubriendo que lo que aparenta ser una enfermedad no es sino un don, una maldición, una capacidad sobrehumana que ha heredado de una abuela a la que creía muerta.
La cinta tiene tantísimas virtudes que es difícil resumirlas todas, pero a destacar sin duda la gélida y potente interpretación de su protagonista, la banda sonora y fotografía, ambas espectaculares, y un guión cuidado hasta el extremo que hace que nos reconciliemos con el genero.
Poderosa, efectiva y tremenda.
Un diez.
Lo peor: Nada.
Lo mejor: en spóiler.

Spóiler:
La escena de la barca es algo demasiado bueno para dejar escapar. Cómo el padre intenta volver a subir, lo que cualquiera espera, y lo bien resuelto que está es simplemente magnífico.
Y el momento en el que a continuación de la escena anterior, Anja levanta a Thelma de la piscina mientras vemos la bandada de pájaros acercarse al ventanal contra el que nunca veremos chocar, delicioso.
Lo mejor del festival de este año, sin duda.
Y con "Wind River", " Tres mensajes..." y "En realidad nunca estuviste aquí", lo mejor del año.
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow
    Bienvenido al nuevo buscador de FA: permite buscar incluso con errores ortográficos
    hacer búsquedas múltiples (Ej: De Niro Pacino) y búsquedas coloquiales (Ej: Spiderman de Tom Holland)
    Se muestran resultados para
    Sin resultados para