Nomadland
6.7
25,816
Drama
Una mujer, después de perderlo todo durante la recesión, se embarca en un viaje hacia el Oeste americano viviendo como una nómada en una caravana. Tras el colapso económico que afectó también a su ciudad en la zona rural de Nevada, Fern toma su camioneta y se pone en camino para explorar una vida fuera de la sociedad convencional, como nómada moderna. (FILMAFFINITY)
12 de abril de 2021
12 de abril de 2021
17 de 26 usuarios han encontrado esta crítica útil
Nos encontramos ante una excelente película meceredora, como mínimo, del Oscar a la mejor dirección, actriz y película. El personaje de Fern podría valerle a la estadounidense Frances McDormand su tercera estatuilla. Y ojalá sea así, pues sin duda también lo merece.
Recuerdo muchas películas del estilo de Nomadland, dirigidas por hombres blancos, que les han valido a sus directores varios premios, Por ejemplo El arbol de la Vida que le valió a Terrence Malick el Oscar al mejor director.
Nadie se cuestionó que le dieran un Oscar a Terrence por ser hombre y blanco, Una película tan contemplativa y sin argumento alguno. Pues la de Terrence consiste en una série de imágenes en silencio.
Y digo que son del estilo, porque Nomadland es bastante contemplativa también , pero a diferencia de la de Malick tiene su historia y su mensaje.
Decir que a la directora le van a dar el Oscar porque es mujer y/o china, es no sólo de ser un misógino, y por tanto un mal tio pero con mayúsculas, es de ser imbécil profundo, además de un nazi. Normal que a tal personaje no le paguen por escribir críticas si lo que hace al comentar una película es describirse a sí mismo (y para mal), y no a la cinta en absoluto. Pues haciendo una simple regla de tres, las miles de peliculas lentas y contemplativas que se han llevado el premio al mejor director, lo han sido no por la calidad de la película, sino porque estaban dirigidas por hombres blancos, primero supremacismo y luego lo demás.
La película tiene un 7.1 a día de hoy, y 6.680 votos así que no será tan mediocre como El arbol de la vida, que no llega ni al 6. Gustando en general, en el caso que nos ocupa tanto a crítica como a público.
Además, dirige una magnífica Chloé Zhao, que ya despuntaba como una gran cineasta con 'The rider', y que se merece sin duda el Oscar por realizar ten impecablemente esta historia basada en un libro de Jessica Bruder. Aunque probablemente no le darán el Oscar precisamente por ser mujer, ya que los prejuicios, envidia, maldad, piedras en el camino se las encuentran habitualmente las mujeres simplemente por serlo. Una mujer siempre tiene que demostrar 10 veces más que un hombre, y aún así siempre es cuestionada o mirada con recelo sólo por su género. Señal que las cosas no han cambiado nada y muchos siguen estancados en la caverna.
La película, o la historia podrá gustar más o menos, la gente noble y que merece la pena, empatizará sin duda, con estos nomadas sobre ruedas. Pero gustando más o menos la historia, no cabe duda que está excelentemente dirigida, mereciéndose tanto Chloé como Frances sendos Oscars el presente año.
Recuerdo muchas películas del estilo de Nomadland, dirigidas por hombres blancos, que les han valido a sus directores varios premios, Por ejemplo El arbol de la Vida que le valió a Terrence Malick el Oscar al mejor director.
Nadie se cuestionó que le dieran un Oscar a Terrence por ser hombre y blanco, Una película tan contemplativa y sin argumento alguno. Pues la de Terrence consiste en una série de imágenes en silencio.
Y digo que son del estilo, porque Nomadland es bastante contemplativa también , pero a diferencia de la de Malick tiene su historia y su mensaje.
Decir que a la directora le van a dar el Oscar porque es mujer y/o china, es no sólo de ser un misógino, y por tanto un mal tio pero con mayúsculas, es de ser imbécil profundo, además de un nazi. Normal que a tal personaje no le paguen por escribir críticas si lo que hace al comentar una película es describirse a sí mismo (y para mal), y no a la cinta en absoluto. Pues haciendo una simple regla de tres, las miles de peliculas lentas y contemplativas que se han llevado el premio al mejor director, lo han sido no por la calidad de la película, sino porque estaban dirigidas por hombres blancos, primero supremacismo y luego lo demás.
La película tiene un 7.1 a día de hoy, y 6.680 votos así que no será tan mediocre como El arbol de la vida, que no llega ni al 6. Gustando en general, en el caso que nos ocupa tanto a crítica como a público.
Además, dirige una magnífica Chloé Zhao, que ya despuntaba como una gran cineasta con 'The rider', y que se merece sin duda el Oscar por realizar ten impecablemente esta historia basada en un libro de Jessica Bruder. Aunque probablemente no le darán el Oscar precisamente por ser mujer, ya que los prejuicios, envidia, maldad, piedras en el camino se las encuentran habitualmente las mujeres simplemente por serlo. Una mujer siempre tiene que demostrar 10 veces más que un hombre, y aún así siempre es cuestionada o mirada con recelo sólo por su género. Señal que las cosas no han cambiado nada y muchos siguen estancados en la caverna.
La película, o la historia podrá gustar más o menos, la gente noble y que merece la pena, empatizará sin duda, con estos nomadas sobre ruedas. Pero gustando más o menos la historia, no cabe duda que está excelentemente dirigida, mereciéndose tanto Chloé como Frances sendos Oscars el presente año.
12 de junio de 2021
12 de junio de 2021
14 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si alguiem sigue mis críticas verá una constante, siento que los festivales de cine me engañan y me hacen sentir como un auténtico tonto.
Vas al cine porque a una película la premian, le dan el premio como mejor película del año, actriz, dirección, que estamos ante una obra maestra, y además estamos ante un tema que produce piedad y tristeza, y así salí del cine, con una depresión de caballo.
Es la típica película que ya desde un principio piensas que algo no funciona, pasan quince minutos y miras el reloj...media hora y ya pierdes la esperanza, y después de una hora ya hablas con tu pareja, y un poco más tarde, el “espectador filósofo” te grita porque no le dejas difrutar de las escenas vacías que llenan su alma.
Y a este punto quiero llegar, escenas vacías que pretenden “evocar” algo que no consigue, y nos quedamos con escenas aburridas, planas y pretenciosas, y así es esta película, terrible.
Es la típica película de final de carrera que quiere ser muy “profunda”, filosofía de cafetería y mucho humo, para gente muy pretenciosa, como el hombre que me gritó en el cine.
Lo que pasa es que este tipo de películas me ponen muy nervioso, y cuesta, de verdad que cuesta, como documental hubiese funcionado mejor, pero la directora es muy ambiciosa, pero en eso se queda, en mucha ambición.
Lo peor de todo es que una gran actriz como la que tenemos aquí tiene que poner su cara dramática en escenas vacías, su rostro y expresión, llenan la pantalla, conseguir salvar el vacío de las escenas, es un gran reto, y eso si que merece un premio, aunque la verdad que no hace mucho más, pero si la película no tiene director...no se puede esperar más.
Una de las películas más malas que he visto, y lo dicho en otras críticas mías...los críticos ya me la han vuelto a jugar, y yo soy tonto por hacerles caso una vez más.
Vas al cine porque a una película la premian, le dan el premio como mejor película del año, actriz, dirección, que estamos ante una obra maestra, y además estamos ante un tema que produce piedad y tristeza, y así salí del cine, con una depresión de caballo.
Es la típica película que ya desde un principio piensas que algo no funciona, pasan quince minutos y miras el reloj...media hora y ya pierdes la esperanza, y después de una hora ya hablas con tu pareja, y un poco más tarde, el “espectador filósofo” te grita porque no le dejas difrutar de las escenas vacías que llenan su alma.
Y a este punto quiero llegar, escenas vacías que pretenden “evocar” algo que no consigue, y nos quedamos con escenas aburridas, planas y pretenciosas, y así es esta película, terrible.
Es la típica película de final de carrera que quiere ser muy “profunda”, filosofía de cafetería y mucho humo, para gente muy pretenciosa, como el hombre que me gritó en el cine.
Lo que pasa es que este tipo de películas me ponen muy nervioso, y cuesta, de verdad que cuesta, como documental hubiese funcionado mejor, pero la directora es muy ambiciosa, pero en eso se queda, en mucha ambición.
Lo peor de todo es que una gran actriz como la que tenemos aquí tiene que poner su cara dramática en escenas vacías, su rostro y expresión, llenan la pantalla, conseguir salvar el vacío de las escenas, es un gran reto, y eso si que merece un premio, aunque la verdad que no hace mucho más, pero si la película no tiene director...no se puede esperar más.
Una de las películas más malas que he visto, y lo dicho en otras críticas mías...los críticos ya me la han vuelto a jugar, y yo soy tonto por hacerles caso una vez más.
29 de marzo de 2021
29 de marzo de 2021
10 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
El nomadismo de estos personajes bien vale que nos detengamos un momento para observarles, para conocer ese extraño estilo de vida, en la mayoría de ocasiones un estilo de vida escogido en un determinado momento, ya que los personajes principales a lo largo de la película, tienen opciones para salir de esa vida rodante. Lo más interesante seguramente está en ir averiguando por qué han llegado allí en primera instancia, ya que es un tipo de vida esencialmente triste, en el que a los amigos te los encuentras por el camino de vez en cuando, con lo que es una vida de adioses, de reencuentros breves, de recuerdos, muchas veces dolorosos. Así pues, por un proceso deductivo, llegamos a la conclusión que esos personajes encajan en esa tristeza vital dominada por el desarrelamiento porque son inválidos emocionales, personas que en algún momento de sus vidas han recibido un golpe que les ha llevado a desconectar de todo y entregarse únicamente a lo esporádico, como si las raíces, tan consustanciales al ser humano, fueran un apéndice del cuerpo demasiado doloroso.
Ello me lleva a pensar que en realidad estos personajes son seres vencidos, sin coraje, cobardes que han escogido huir y cortar con todo para seguir adelante. Y son auténticos, ciertamente, porque lo cierto es que vivir en el interior de una "road movie", puede tener su gracia durante un tiempo, pero la necesidad innata de tener un hogar, de pertenecer a una comunidad, a un barrio, a un grupo es muy poderosa. Así que no están dando vueltas con mirada nostálgica por postureo, sino porque cualquier otra opción es todavía más dolorosa. Se entregan a ello porque son, como digo, inválidos emocionales. No se trata de hacer juicios ni reproches, no procede señalarles para decirles que son unos cobardes. No hay un camino bueno y otro malo, así lo expone la película y así lo siento. Sería una simplificación inaceptable. Es además una cuestión de libertad. Son genuinos, y eso les da fundamento, les llena de sustancia. El retrato de esos seres, en una película que es más coral de lo que dicen las nominaciones, está muy bien medido, sin alardes, lo que casi convierte algunas escenas en una película documental.
Nomadland no es una crítica social, no son personajes - en la película, en la vida real vete a saber - expulsados del sistema, al menos no se plantea así. Son seres desarraigados que encuentran cobijo precisamente en el desapego, criaturas incapaces de enfrentarse a la vida, con lo que se ubican en un limbo, el nomadland, que les permite ir tirando adelante.
Sin embargo, la propia película se queda embadurnada de ese limbo, de ese espíritu nómada de no ir a ninguna parte, o mejor dicho, de ir en círculos, hasta el punto que carece prácticamente de cualquier construcción dramática que permita a los personajes y a la propia película salir del círculo en el que están metidos, y eso, la empobrece, la frustra. No sale de la mera exposición de hechos. Nada que ver con "The rider", de la misma directora, una película extraordinaria, donde los personajes, igualmente golpeados, sí deben enfrentarse a verdaderos abismos. Así que en mi opinión es ésta una película con sensibilidad pero tan cobarde como sus propios personajes.
Ello me lleva a pensar que en realidad estos personajes son seres vencidos, sin coraje, cobardes que han escogido huir y cortar con todo para seguir adelante. Y son auténticos, ciertamente, porque lo cierto es que vivir en el interior de una "road movie", puede tener su gracia durante un tiempo, pero la necesidad innata de tener un hogar, de pertenecer a una comunidad, a un barrio, a un grupo es muy poderosa. Así que no están dando vueltas con mirada nostálgica por postureo, sino porque cualquier otra opción es todavía más dolorosa. Se entregan a ello porque son, como digo, inválidos emocionales. No se trata de hacer juicios ni reproches, no procede señalarles para decirles que son unos cobardes. No hay un camino bueno y otro malo, así lo expone la película y así lo siento. Sería una simplificación inaceptable. Es además una cuestión de libertad. Son genuinos, y eso les da fundamento, les llena de sustancia. El retrato de esos seres, en una película que es más coral de lo que dicen las nominaciones, está muy bien medido, sin alardes, lo que casi convierte algunas escenas en una película documental.
Nomadland no es una crítica social, no son personajes - en la película, en la vida real vete a saber - expulsados del sistema, al menos no se plantea así. Son seres desarraigados que encuentran cobijo precisamente en el desapego, criaturas incapaces de enfrentarse a la vida, con lo que se ubican en un limbo, el nomadland, que les permite ir tirando adelante.
Sin embargo, la propia película se queda embadurnada de ese limbo, de ese espíritu nómada de no ir a ninguna parte, o mejor dicho, de ir en círculos, hasta el punto que carece prácticamente de cualquier construcción dramática que permita a los personajes y a la propia película salir del círculo en el que están metidos, y eso, la empobrece, la frustra. No sale de la mera exposición de hechos. Nada que ver con "The rider", de la misma directora, una película extraordinaria, donde los personajes, igualmente golpeados, sí deben enfrentarse a verdaderos abismos. Así que en mi opinión es ésta una película con sensibilidad pero tan cobarde como sus propios personajes.
3 de mayo de 2021
3 de mayo de 2021
9 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
“Nomadland” es el arte de reinventar la poesía filmando actividades tan prosaicas como la recogida de la remolacha. Las historias de los desheredados de la crisis económica de 2008 encuentran en la escritura minimalista de Zhao el tono exacto de su propuesta vital, la elusión de lo superfluo, el elogio de la frugalidad, convirtiendo la necesidad de vivir en una economía de subsistencia en una elección compatible con la alegría. En las costuras más injustas del capitalismo también habita la redención del hombre solo, si te acostumbras a dormir sin echar de menos un colchón mullido, un cuerpo al costado y sabes dimitir de la dictadura de la sociedad de consumo.
En este caso, el hombre solo es una mujer, Fern, inolvidable Frances McDormand, cuyo rostro es un lienzo capaz de contarnos las heridas del pasado sin un gesto de más. Frente a las opciones de vida convencional que se le ofrecen en el camino, Fern escoge el estoicismo agreste de la libertad, el sentido telúrico de la existencia y el abrigo de la naturaleza para enfrentar la senda sin miedo, porque no puede haberlo cuando se ha perdido casi todo y tu principal problema es encontrar un sitio en el mundo donde aparcar.
Esta “road movie” con hechuras de “western” sin malos, no necesita enfatizar su mensaje contra la explotación laboral que ejercen las grandes corporaciones para hacerse entender. Los nómadas que la protagonizan son en la mayoría de los casos, personajes reales que representan al millón de personas que en Estados Unidos ya no persigue las uvas de la ira y vive en casas rodantes, transitando el reverso del sueño americano, ése en el que la Navidad se celebra cenando una hamburguesa en un camping de Amazon en el que no es probable la aparición de Santa Claus.
Como el soneto dieciocho de Shakespeare que recita Fern ante un joven perdido, “Nomadland” está destinada a perdurar y con ella, la historia de estas gentes sin casa pero no sin hogar, cuya vida está llena a despecho del frío y de las ruedas pinchadas, la intemperie cubierta por la amabilidad de los extraños, la soledad buscada esculpida en plano secuencia. Una filosofía especialmente valiosa para estos tiempos pandémicos en el que nadie está exento de salir malherido de las incertidumbres del destino. Nos vemos en el camino.
En este caso, el hombre solo es una mujer, Fern, inolvidable Frances McDormand, cuyo rostro es un lienzo capaz de contarnos las heridas del pasado sin un gesto de más. Frente a las opciones de vida convencional que se le ofrecen en el camino, Fern escoge el estoicismo agreste de la libertad, el sentido telúrico de la existencia y el abrigo de la naturaleza para enfrentar la senda sin miedo, porque no puede haberlo cuando se ha perdido casi todo y tu principal problema es encontrar un sitio en el mundo donde aparcar.
Esta “road movie” con hechuras de “western” sin malos, no necesita enfatizar su mensaje contra la explotación laboral que ejercen las grandes corporaciones para hacerse entender. Los nómadas que la protagonizan son en la mayoría de los casos, personajes reales que representan al millón de personas que en Estados Unidos ya no persigue las uvas de la ira y vive en casas rodantes, transitando el reverso del sueño americano, ése en el que la Navidad se celebra cenando una hamburguesa en un camping de Amazon en el que no es probable la aparición de Santa Claus.
Como el soneto dieciocho de Shakespeare que recita Fern ante un joven perdido, “Nomadland” está destinada a perdurar y con ella, la historia de estas gentes sin casa pero no sin hogar, cuya vida está llena a despecho del frío y de las ruedas pinchadas, la intemperie cubierta por la amabilidad de los extraños, la soledad buscada esculpida en plano secuencia. Una filosofía especialmente valiosa para estos tiempos pandémicos en el que nadie está exento de salir malherido de las incertidumbres del destino. Nos vemos en el camino.
15 de junio de 2021
15 de junio de 2021
9 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
No es para cualquiera o para cualquier momento. Es bastante depre, hay drama pero no de esos que te quieres cortar las venas o llorar desconsolado. Una persona en un contexto particular con un presente condicionado por el pasado es lo que hay. Con una actuación espectacular.
Puede que hasta te haga pensar y reflexionar profundamente, porque tiene lo necesario para que el espectador se detenga por un momento a pensar en las emociones que siente el personaje y trasladarlo a la vida misma independientemente del contexto de cada uno.
La película es buena, pero no es para cualquiera.
Puede que hasta te haga pensar y reflexionar profundamente, porque tiene lo necesario para que el espectador se detenga por un momento a pensar en las emociones que siente el personaje y trasladarlo a la vida misma independientemente del contexto de cada uno.
La película es buena, pero no es para cualquiera.
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