Machuca
7.4
7,350
Drama
Santiago de Chile, 1973. Gonzalo Infante y Pedro Machuca, dos niños de once años, viven en dos mundos diametralmente opuestos: el primero en un barrio residencial, y el segundo en un poblado ilegal a pocas manzanas de distancia. El director de un colegio religioso privado, el padre McEnroe, es un idealista que, con el apoyo de algunos padres, intenta integrar en el elitista colegio a chicos procedentes del poblado. Es así como Pedro ... [+]
22 de octubre de 2023
22 de octubre de 2023
11 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Andrés Wood utiliza la amistad entre un niño indígena (Machuca!) y un lechoso (Gordito) para enseñarnos la realidad social del Chile de principios de los 70. A pesar de pertenecer a diferentes clases sociales (“Cuándo se ha visto que un blanco sea amigo de un indio?”), el bullying que ambos sufren en la escuela les vuelve inseparables.
Nos muestra la división social de la época dentro de esa utopía socialista de los estertores del gobierno Allende (escasez y buenas intenciones) y el vuelco provocado por el golpe de estado de Pinochet. Se ve un país al límite, desesperado, caldo de cultivo para los fanáticos y donde cada uno hace lo que puede para salir adelante.
Una historia entrañable a la vez que cruda y previsible, que intenta retratar antes que tomar partido (se agradece), pero que también cae por momentos en la caricatura.
Nos muestra la división social de la época dentro de esa utopía socialista de los estertores del gobierno Allende (escasez y buenas intenciones) y el vuelco provocado por el golpe de estado de Pinochet. Se ve un país al límite, desesperado, caldo de cultivo para los fanáticos y donde cada uno hace lo que puede para salir adelante.
Una historia entrañable a la vez que cruda y previsible, que intenta retratar antes que tomar partido (se agradece), pero que también cae por momentos en la caricatura.
23 de octubre de 2023
23 de octubre de 2023
11 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Santiago de Chile, 1973, conocemos a Gonzalo mientras se viste, frente al espejo de su habitación, el uniforme escolar de un colegio segregado bilingüe que, en principio, no imagino tan diferente de los de ahora. Pero esta primera impresión no es del todo acertada ya que al frente de esta escuela, a la que asisten hijos de las familias acomodadas de la ciudad, está el padre McEnroe. Este cura, personaje clave para la historia, apuesta por un modelo más integrador, en el que algunos niños con menos (o ningún) recurso puedan asistir a St. Patricks a recibir la misma educación que sus privilegiados compañeros. Y es así como Gonzalo tiene la oportunidad de conocer a Pedro, ¡Machuca!, un niño que reside en una zona de infraviviendas de su misma ciudad y con el que difícilmente habría coincidido o entablado una relación en circunstancias diferentes.
De fondo, durante toda la película, la tensa situación política y social que atraviesa Chile en aquella época, "crónica de una muerte anunciada".
De frente, y como protagonista absoluta, la infancia (o más bien el final de ésta) qué, para bien y para mal, nos duele y nos influye durante toda nuestra vida.
A través de la amistad de Gonzalo y "Machuca", la peli nos cuenta muchas cosas, cosas que nos remueven y resuenan porque, de alguna manera, la mayoría de nosotros hemos pasado por ellas:
El acoso escolar que sufren los que son diferentes, o conformistas, o "rotos", los que llevan una diana pintada en el pecho.
La valentía inusual, de algunos, que eligen no seguir al rebaño y ponerse de parte del débil, incluso si actuando así pierden la ocasión de dejar de ser el blanco fácil y diario de esos abusos.
El descubrir, casi de golpe, que el mundo en el que vivimos no es justo.
El sentir, por primera vez, dolor ante la desigualdad.
La vergüenza y la culpa derivada de tener más que el de enfrente (más recursos, más estabilidad, más oportunidades). Pero también, la vergüenza y la rabia resultante de estar en el otro lado.
El estupor que produce descubrir, que la vida no es como te la contaron tus padres, punto de inflexión que todos atravesamos y que supone el comienzo de la formación de la propia personalidad.
Y es que, hasta que no conectamos de verdad con alguien que se encuentra en el polo opuesto de nuestra realidad, mientras vivimos únicamente en nuestra burbuja, difícilmente adquirimos la empatía necesaria para empezar a cuestionarnos todo.
"Machuca" me ha gustado mucho. Las interpretaciones, las distintas miradas, los silencios, la ambientación y el transfondo histórico la convierten sin duda en una película que merece la pena ver. Una historia que, por desgracia, estará siempre de actualidad, en este mundo nuestro con tantos "rotos".
"La infancia es el lugar donde las cosas suceden una vez y para siempre".
De fondo, durante toda la película, la tensa situación política y social que atraviesa Chile en aquella época, "crónica de una muerte anunciada".
De frente, y como protagonista absoluta, la infancia (o más bien el final de ésta) qué, para bien y para mal, nos duele y nos influye durante toda nuestra vida.
A través de la amistad de Gonzalo y "Machuca", la peli nos cuenta muchas cosas, cosas que nos remueven y resuenan porque, de alguna manera, la mayoría de nosotros hemos pasado por ellas:
El acoso escolar que sufren los que son diferentes, o conformistas, o "rotos", los que llevan una diana pintada en el pecho.
La valentía inusual, de algunos, que eligen no seguir al rebaño y ponerse de parte del débil, incluso si actuando así pierden la ocasión de dejar de ser el blanco fácil y diario de esos abusos.
El descubrir, casi de golpe, que el mundo en el que vivimos no es justo.
El sentir, por primera vez, dolor ante la desigualdad.
La vergüenza y la culpa derivada de tener más que el de enfrente (más recursos, más estabilidad, más oportunidades). Pero también, la vergüenza y la rabia resultante de estar en el otro lado.
El estupor que produce descubrir, que la vida no es como te la contaron tus padres, punto de inflexión que todos atravesamos y que supone el comienzo de la formación de la propia personalidad.
Y es que, hasta que no conectamos de verdad con alguien que se encuentra en el polo opuesto de nuestra realidad, mientras vivimos únicamente en nuestra burbuja, difícilmente adquirimos la empatía necesaria para empezar a cuestionarnos todo.
"Machuca" me ha gustado mucho. Las interpretaciones, las distintas miradas, los silencios, la ambientación y el transfondo histórico la convierten sin duda en una película que merece la pena ver. Una historia que, por desgracia, estará siempre de actualidad, en este mundo nuestro con tantos "rotos".
"La infancia es el lugar donde las cosas suceden una vez y para siempre".
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Me quedo, además, con estos momentos:
La reunión de padres en el colegio, representación minuciosa y certera de cualquier sociedad. En especial, las palabras de la madre de Pedro que nos transmiten, de manera tan dolorosa, el cansancio y la impotencia ante que siempre sean los mismos los que tuvieron, tienen y tendrán la culpa.
Esta frase de Patricio Infante: "El socialismo es lo mejor para Chile, pero no para nosotros". No se puede contar más con menos.
La ruptura de Gonzalo con sus amigos, Machuca y la gran Silvana, es aquí cuando los tres niños reproducen los estereotipos que inevitablemente han recibido de su entorno.
El angustioso final, que sirve para rememorar, para poner cara, a miles de personas desaparecidas, víctimas de una barbarie que se repite, una y otra vez, a lo largo de nuestra historia.
La reunión de padres en el colegio, representación minuciosa y certera de cualquier sociedad. En especial, las palabras de la madre de Pedro que nos transmiten, de manera tan dolorosa, el cansancio y la impotencia ante que siempre sean los mismos los que tuvieron, tienen y tendrán la culpa.
Esta frase de Patricio Infante: "El socialismo es lo mejor para Chile, pero no para nosotros". No se puede contar más con menos.
La ruptura de Gonzalo con sus amigos, Machuca y la gran Silvana, es aquí cuando los tres niños reproducen los estereotipos que inevitablemente han recibido de su entorno.
El angustioso final, que sirve para rememorar, para poner cara, a miles de personas desaparecidas, víctimas de una barbarie que se repite, una y otra vez, a lo largo de nuestra historia.
22 de octubre de 2023
22 de octubre de 2023
10 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hoy en día, ponerse a ver cine social da bastante pereza. Y es que uno ya educa a sus hijos como el culo, come mal y contamina peor. No se sabe ya donde está el listón y todo es denunciable. No hay ganas de que una peli nos vuelva a recordar donde tenemos que posicionarnos otra vez.
Por otro lado, siempre da un poco de reparo poner mal a este tipo de pelis. Pueden terminar acusándolo a uno de votar a la derecha, de señoro cis género heteronormativo o cosas mucho peores.
Así las cosas, me puse esta peli con todos mis prejuicios engrasados y puestos a punto para reventarla en Filmaffinity.
Por otro lado, siempre da un poco de reparo poner mal a este tipo de pelis. Pueden terminar acusándolo a uno de votar a la derecha, de señoro cis género heteronormativo o cosas mucho peores.
Así las cosas, me puse esta peli con todos mis prejuicios engrasados y puestos a punto para reventarla en Filmaffinity.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Y la verdad es que está bastante bien. Un relato sobre la amistad y el paso a la madurez que sirve para mostrar el clima político del Chile de los años 70, verdadero protagonista de la película.
A mí me recordó, salvando las distancias, a la Mejor Juventud (2003). Toda la parte sobre las aventurillas del prota, sazonada con un poquito de política y conflicto social, está fenomenal. Una pena que no se entienda el 60% de lo que dicen los personajes.
La peli está plagada de simbolismo. El padre del prota representa la clase progre y rica que se puede permitir salir del país cuando la cosa se pone fea, Federico Luppi el arribista casposo. Su madre… En fin, qué decir de esa mujer tan hijade...
Lo de los chavales morreándose tomando leche condensada a la orilla de un riachuelo nauseabundo no lo pillo, pero seguro que tiene su miga.
A mí me recordó, salvando las distancias, a la Mejor Juventud (2003). Toda la parte sobre las aventurillas del prota, sazonada con un poquito de política y conflicto social, está fenomenal. Una pena que no se entienda el 60% de lo que dicen los personajes.
La peli está plagada de simbolismo. El padre del prota representa la clase progre y rica que se puede permitir salir del país cuando la cosa se pone fea, Federico Luppi el arribista casposo. Su madre… En fin, qué decir de esa mujer tan hijade...
Lo de los chavales morreándose tomando leche condensada a la orilla de un riachuelo nauseabundo no lo pillo, pero seguro que tiene su miga.
22 de octubre de 2023
22 de octubre de 2023
10 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Te la recomiendo. Es una historia bonita de amistad entre niños de 2 mundos diferentes en pleno golpe de estado chileno. No pinta bien. El absurdo de la guerra, el absurdo de creernos mejor que el otro, pero sobre todo el absurdo de no ponernos en el lugar del otro.
Qué distinto sería todo si nos pusiéramos en el lugar del otro, tan fácil y tan difícil como eso.
Lo que hacen Gonzalo y Machuca.
Tu lugar (y el mío y el de todos) en el mundo debería ser "el otro", y cuanto más diferente sea de ti mejor.
Ojalá no perder la mirada de Gonzalo nunca.
Ojalá no vivir en un mundo de mierda.
La película es muy entretenida, con una fotografía notable, unas actuaciones infantiles brillantes. El acento chileno cuesta, mejor con subtítulos si puedes.
Qué distinto sería todo si nos pusiéramos en el lugar del otro, tan fácil y tan difícil como eso.
Lo que hacen Gonzalo y Machuca.
Tu lugar (y el mío y el de todos) en el mundo debería ser "el otro", y cuanto más diferente sea de ti mejor.
Ojalá no perder la mirada de Gonzalo nunca.
Ojalá no vivir en un mundo de mierda.
La película es muy entretenida, con una fotografía notable, unas actuaciones infantiles brillantes. El acento chileno cuesta, mejor con subtítulos si puedes.
22 de octubre de 2023
22 de octubre de 2023
10 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
He de decir que hasta ahora conocía poco de la historia de Chile. Darle las gracias a Andrés Wood por esta clase magistral.
La trama se desarrolla en 1973 durante el gobierno del socialista Salvador Allende, un momento en el que Chile se encuentra profundamente dividido. De un lado, los fachas: chilenos acomodados de tez clara, superficiales, abusones, infieles y racistas. En frente, los rojos: chilenos de piel morena y apellidos indígenas, pobres pero amables, abiertos, honrados y trabajadores. El mandato de Allende logra importantes avances sociales como permitir que los hijos de castas marginadas tengan acceso a una educación privada junto a los niños de las familias adineradas. Pero cuando todo parecía avanzar en la dirección correcta, el golpe de estado lo trunca todo y vuelve a marginar a los más desfavorecidos. Un niño de tres años no hubiera escrito un guion más burdo y simplista...
La película tiene un gran potencial, especialmente en lo que respecta a la relación de amistad entre los tres niños, que resulta atractiva y conmovedora. Sin embargo, se echa en falta un enfoque más profundo en los matices de la sociedad chilena en lugar de limitarse a explorar los clichés más evidentes.
Me quedo con la fotografía, que logra captar la esencia de la época, la emotiva banda sonora y los besos con sabor a leche condensada.
La trama se desarrolla en 1973 durante el gobierno del socialista Salvador Allende, un momento en el que Chile se encuentra profundamente dividido. De un lado, los fachas: chilenos acomodados de tez clara, superficiales, abusones, infieles y racistas. En frente, los rojos: chilenos de piel morena y apellidos indígenas, pobres pero amables, abiertos, honrados y trabajadores. El mandato de Allende logra importantes avances sociales como permitir que los hijos de castas marginadas tengan acceso a una educación privada junto a los niños de las familias adineradas. Pero cuando todo parecía avanzar en la dirección correcta, el golpe de estado lo trunca todo y vuelve a marginar a los más desfavorecidos. Un niño de tres años no hubiera escrito un guion más burdo y simplista...
La película tiene un gran potencial, especialmente en lo que respecta a la relación de amistad entre los tres niños, que resulta atractiva y conmovedora. Sin embargo, se echa en falta un enfoque más profundo en los matices de la sociedad chilena en lugar de limitarse a explorar los clichés más evidentes.
Me quedo con la fotografía, que logra captar la esencia de la época, la emotiva banda sonora y los besos con sabor a leche condensada.
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