Machuca
7.4
7,350
Drama
Santiago de Chile, 1973. Gonzalo Infante y Pedro Machuca, dos niños de once años, viven en dos mundos diametralmente opuestos: el primero en un barrio residencial, y el segundo en un poblado ilegal a pocas manzanas de distancia. El director de un colegio religioso privado, el padre McEnroe, es un idealista que, con el apoyo de algunos padres, intenta integrar en el elitista colegio a chicos procedentes del poblado. Es así como Pedro ... [+]
28 de junio de 2006
28 de junio de 2006
54 de 64 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si hay un tema verdaderamente predominante en el cine sudamericano, ese es, sin duda alguna, el cine de cariz social, donde se suelen analizar de modo introspectivo los distintos problemas y causas de estos en la sociedad. Machuca, es uno de esos films que, sin labrar como tema principal ese ámbito, lo usa para crear una historia de amistad, respeto mutuo y aprendizaje, donde sus principales engranajes, funcionan a la perfección mostrando un cine dramático de un poderío impresionante y múltiples virtudes. Y esque, lo que en el primer largometraje de Andrés Wood no funcionaba demasiado bien, aquí avanza, crece y se desarrolla de modo impetuoso y brillante, dotando a la cinta de muy buenas cualidades y otorgando al espectador un trabajo realmente digno de mención, que se apoderará de sus emociones, labrando un intenso camino hacía su enorme tramo final.
La obra en sí, durante sus inicios, avanza de modo un tanto común dejando, sin embargo, claras sus intenciones desde los primeros instantes y motivando al espectador a seguir el interesante viaje que el realizador propone en todo momento. Para todo ello, Wood maniobra con gran acierto, manejando una banda sonora que vale su peso en oro, y es introducida a la perfección en cada instante donde el film requiere una mayor presencia de la misma. Además, otro de sus mejores bazas, es una cuidadísima fotografía a la que el director le otorga un brillante juego, ofreciendo un aspecto más colorido y vitalista en sus inicios, que más adelante se verá totalmente empobrecido y apagado, debido al transcurso de la historia. El tempo, también acompaña perfectamente a la obra, dejando lugar y espacio para que sus personajes se puedan desarrollar sobradamente y se puedan llegar a entender sus distintas historias y motivaciones.
Otro de los grandes logros de esta cinta, es la magnífica profundización que consigue realizar Wood en sus personajes, sorprendentemente bien interpretados por dos chicos de corta edad, que dan vida a los protagonistas, lo que podrían parecer dos polos totalmente opuestos, unidos por un simple y ardiente lazo de amistad, que propone algo más que una mera rotura de barreras sociales, matizando a la perfección sus problemas, diferencias, pensamientos y emociones, y consiguiendo que conecten con el público de un excelente modo, y le hagan sentirse transportado a un lugar donde todos esos aspectos se topan, deslizándose constantemente en el aire, y ofreciendo un sublime elenco de emociones tan desgarradoras, como emotivas.
Si lo que quieren es una película embriagadora de sensaciones, he aquí su film, donde ni los tópicos iniciales ni algún que otro momento desafortunado restan un entero a esta pedazo de joya, que contiene un magnífico guiño a una soberana obra como El club de los poetas muertos y que complacerá a los amantes del drama más cautivador y emocionante. Sobresaliente
La obra en sí, durante sus inicios, avanza de modo un tanto común dejando, sin embargo, claras sus intenciones desde los primeros instantes y motivando al espectador a seguir el interesante viaje que el realizador propone en todo momento. Para todo ello, Wood maniobra con gran acierto, manejando una banda sonora que vale su peso en oro, y es introducida a la perfección en cada instante donde el film requiere una mayor presencia de la misma. Además, otro de sus mejores bazas, es una cuidadísima fotografía a la que el director le otorga un brillante juego, ofreciendo un aspecto más colorido y vitalista en sus inicios, que más adelante se verá totalmente empobrecido y apagado, debido al transcurso de la historia. El tempo, también acompaña perfectamente a la obra, dejando lugar y espacio para que sus personajes se puedan desarrollar sobradamente y se puedan llegar a entender sus distintas historias y motivaciones.
Otro de los grandes logros de esta cinta, es la magnífica profundización que consigue realizar Wood en sus personajes, sorprendentemente bien interpretados por dos chicos de corta edad, que dan vida a los protagonistas, lo que podrían parecer dos polos totalmente opuestos, unidos por un simple y ardiente lazo de amistad, que propone algo más que una mera rotura de barreras sociales, matizando a la perfección sus problemas, diferencias, pensamientos y emociones, y consiguiendo que conecten con el público de un excelente modo, y le hagan sentirse transportado a un lugar donde todos esos aspectos se topan, deslizándose constantemente en el aire, y ofreciendo un sublime elenco de emociones tan desgarradoras, como emotivas.
Si lo que quieren es una película embriagadora de sensaciones, he aquí su film, donde ni los tópicos iniciales ni algún que otro momento desafortunado restan un entero a esta pedazo de joya, que contiene un magnífico guiño a una soberana obra como El club de los poetas muertos y que complacerá a los amantes del drama más cautivador y emocionante. Sobresaliente
11 de octubre de 2007
11 de octubre de 2007
30 de 37 usuarios han encontrado esta crítica útil
No hay peor guerra que la Guerra Civil. La política es para los mayores decía alguien que seguro no pasó a la historia, pero a los niños es a quienes más marca el devenir de una nación, y una guerra civil hace que se rompan amistades, aunque sólo seas un niño, y se maten hermanos.
El 11 de septiembre de 1973 hubo un golpe de Estado al mando del general Augusto Pinochet para quitar del poder a Salvador Allende que murió en el ataque a la sede presidencial “La Moneda”. La película está ambientada antes y después del ataque al Palacio de la Moneda, desde el punto de vista de unos niños de clases sociales muy diferentes que van a un colegio católico y builingüe.
Pedro Machuca representa al niño pobre y "comunista" que recibe ayudas del Gobierno de Allende para ir al prestigioso colegio. Gonzalo Infante es el niño de familia rica de madre "nacionalista" y conservadora poco proclive a los cambios.
Entre los dos niños crece una gran amistad en tiempos de revueltas y agitación social. Los dos aprenderan no sólo a ver como es la vida de "los otros", sino a comprenderla. Pero la guerra es muy puta, y eso también lo saben los niños.
El 11 de septiembre de 1973 hubo un golpe de Estado al mando del general Augusto Pinochet para quitar del poder a Salvador Allende que murió en el ataque a la sede presidencial “La Moneda”. La película está ambientada antes y después del ataque al Palacio de la Moneda, desde el punto de vista de unos niños de clases sociales muy diferentes que van a un colegio católico y builingüe.
Pedro Machuca representa al niño pobre y "comunista" que recibe ayudas del Gobierno de Allende para ir al prestigioso colegio. Gonzalo Infante es el niño de familia rica de madre "nacionalista" y conservadora poco proclive a los cambios.
Entre los dos niños crece una gran amistad en tiempos de revueltas y agitación social. Los dos aprenderan no sólo a ver como es la vida de "los otros", sino a comprenderla. Pero la guerra es muy puta, y eso también lo saben los niños.
28 de enero de 2010
28 de enero de 2010
23 de 26 usuarios han encontrado esta crítica útil
Le agradezco a Wood esta obra visceral, impiadosa. De las últimas diez películas que vi sólo ésta termina de forma diferente; de vez en cuando uno ansía ver otros finales, otras miradas. Machuca se encarga de retratar dos mundos paralelos unidos por una nube rosa que no tarda en disiparse.
Podría comenzar a hacer alusiones al comunismo, al marxismo y a la mar en coche, puesto que como obra de rigor histórico esta peli se encarga de proyectar lo más fielmente posible un período de Chile, período, por cierto, que vivieron la mayoría de los países latinoamericanos. Para no hacer de ésta una tesis histórica prefiero sintetizar el argumento.
Machuca representa un triple enlace: muchacho de los suburbios/chica de los suburbios/muchacho de las clases acomodadas. La chica actúa metafóricamnente como ese frágil puente que pareció unir ambos mundos mediante esos besos de leche condensada y su rol en la trama, como así también el desenlace de la muchacha, sitúa a nivel simbólico su existencia en la peli.
No hay nubes rosas, de los viejos ideales de la revolución francesa, perpetrados por el padre Mc Enroe, Machuca elabora una pastilla ácida para que la digieran los más fuertes: esa cámara parece no filmar, más bien testificar a ese monstruo de dos cabezas que termina por convertirse en un enorme cíclope con traje militar que lo observa todo desde su ojo omnipotente.
Recomendable, definitivamente recomendable.
Podría comenzar a hacer alusiones al comunismo, al marxismo y a la mar en coche, puesto que como obra de rigor histórico esta peli se encarga de proyectar lo más fielmente posible un período de Chile, período, por cierto, que vivieron la mayoría de los países latinoamericanos. Para no hacer de ésta una tesis histórica prefiero sintetizar el argumento.
Machuca representa un triple enlace: muchacho de los suburbios/chica de los suburbios/muchacho de las clases acomodadas. La chica actúa metafóricamnente como ese frágil puente que pareció unir ambos mundos mediante esos besos de leche condensada y su rol en la trama, como así también el desenlace de la muchacha, sitúa a nivel simbólico su existencia en la peli.
No hay nubes rosas, de los viejos ideales de la revolución francesa, perpetrados por el padre Mc Enroe, Machuca elabora una pastilla ácida para que la digieran los más fuertes: esa cámara parece no filmar, más bien testificar a ese monstruo de dos cabezas que termina por convertirse en un enorme cíclope con traje militar que lo observa todo desde su ojo omnipotente.
Recomendable, definitivamente recomendable.
15 de febrero de 2008
15 de febrero de 2008
25 de 31 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta película está dedicada a la memoria del presbítero católico Gerardo Whelan, c.s.c., es decir perteneciente a la Congregación de la Santa Cruz (reflejado en la cinta como "Father McEnroe" e interpretado por Ernesto Malbrán), quien fue rector del "Colegio Saint George" en la capital Santiago de Chile, entre los años 1969 y 1973, hasta el golpe de Estado del general Pinochet, momento de violencia y terror en que fue destituido de su rectoría por la fuerza de las armas militares.
En el fondo el film refleja la polarización social que hervía en Chile a principios de los años setenta del s. XX y como en medio de tales circunstancias siempre se hallan hombres nobles de mente y corazón, en este caso el citado sacerdote Whelan (a cargo de la dirección de un colegio católico donde acostumbraban a educarse los niños de las familias ricas y poderosas de la capital chilena). Whelan era de ese tipo de hombres de mente abierta, justa y con prospectiva, que cuando en una sociedad se dan las demonizaciones de los contrarios, de aquellos que no pertenecen al propio status, partido, cosmovisión o clase social, intentan la conciliación de ambas partes, hacerlos convivir fraternalmente con el fin de comprenderse humana y humanistamente y así respetarse las características que les diferencian sin indignidad. Esto hacía el presbítero McEnroe, allá por 1973 en la capital chilena, pero entonces ciertos padres de alumnos empezaron por los mismo a tacharlo de "cura rojo", "comunista" o "socialista" —¡qué reduccionismo tan ignorante cuando se confunde a Jesús de Nazaret o a cualquiera de sus seguidores de la época contemporánea, por actuar con misericordia, justicia o humanidad, con términos tan politiqueros y desviados como "rojo, comunista o socialista"!—.
El film de Andrés Wood analiza todos estos factores y otros muchos más (de manera sencilla, crítica y sociológica), por medio de los ojos de un niño de clase acomodada, Gonzalo Infante (Matías Quer) y otro procedente de un barrio chabolista, Pedro Machuca (Ariel Mateluna), quienes a pesar de sus distintos escalafones sociales son colocados por el rector "Father McEnroe" en pupitres cercanos dentro del colegio, lo cual hace que entablen una relación de amistad que va más allá de las aulas.
Fej Delvahe
En el fondo el film refleja la polarización social que hervía en Chile a principios de los años setenta del s. XX y como en medio de tales circunstancias siempre se hallan hombres nobles de mente y corazón, en este caso el citado sacerdote Whelan (a cargo de la dirección de un colegio católico donde acostumbraban a educarse los niños de las familias ricas y poderosas de la capital chilena). Whelan era de ese tipo de hombres de mente abierta, justa y con prospectiva, que cuando en una sociedad se dan las demonizaciones de los contrarios, de aquellos que no pertenecen al propio status, partido, cosmovisión o clase social, intentan la conciliación de ambas partes, hacerlos convivir fraternalmente con el fin de comprenderse humana y humanistamente y así respetarse las características que les diferencian sin indignidad. Esto hacía el presbítero McEnroe, allá por 1973 en la capital chilena, pero entonces ciertos padres de alumnos empezaron por los mismo a tacharlo de "cura rojo", "comunista" o "socialista" —¡qué reduccionismo tan ignorante cuando se confunde a Jesús de Nazaret o a cualquiera de sus seguidores de la época contemporánea, por actuar con misericordia, justicia o humanidad, con términos tan politiqueros y desviados como "rojo, comunista o socialista"!—.
El film de Andrés Wood analiza todos estos factores y otros muchos más (de manera sencilla, crítica y sociológica), por medio de los ojos de un niño de clase acomodada, Gonzalo Infante (Matías Quer) y otro procedente de un barrio chabolista, Pedro Machuca (Ariel Mateluna), quienes a pesar de sus distintos escalafones sociales son colocados por el rector "Father McEnroe" en pupitres cercanos dentro del colegio, lo cual hace que entablen una relación de amistad que va más allá de las aulas.
Fej Delvahe
22 de octubre de 2023
22 de octubre de 2023
13 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
“Si una película es capaz de hacerte reír y llorar, es por definición conmovedora. Si es conmovedora, es que tiene que ser buena” (anónimo).
Se titula “Machuca”, pero es tanto la historia de Peter Machuca, como la de su prima, como la de Gonzalo, como la del Father McEnroe… como la del fundido a gris de un país entero.
Santiago de Chile, 1973.
Saint Patrick, an English school for boys. Cambios, nuevos compañeros. ¡¡¡Pedro Machuca!!! Hay que hacerse escuchar.
La Unión Soviética apoya a Chile. Los curas están un poco rojos.
Aviso: Contiene escena con nunchaku.
Aviso parental: Contiene escena de besos y leche condensada (no es una metáfora).
Debate entre bancadas de derecha y de izquierda, dentro de una iglesia: “Los culpables siempre somos los mismos”, dicho por el fondo más desfavorecido, pero curiosamente situado en el lado derecho.
Aviso teológico: Contiene una original forma de desacralizar una iglesia.
ATENCIÓN al papel del fútbol como protagonista sigiloso: un campo de juego separando dos mundos, o sirviendo en algunos casos de conexión entre ellos; y un titular de prensa con el que la FIFA “normaliza la situación en Chile” después del golpe de estado.
Mención especial como síntesis de la película al muro que comienza rezando “No a la guerra civil” (con una tipografía cuya R homenajea a la guerra… de las galaxias), continúa rezando la misma frase, pero con el “No” tachado, y termina silenciado, con un gris homogéneo.
Se titula “Machuca”, pero es tanto la historia de Peter Machuca, como la de su prima, como la de Gonzalo, como la del Father McEnroe… como la del fundido a gris de un país entero.
Santiago de Chile, 1973.
Saint Patrick, an English school for boys. Cambios, nuevos compañeros. ¡¡¡Pedro Machuca!!! Hay que hacerse escuchar.
La Unión Soviética apoya a Chile. Los curas están un poco rojos.
Aviso: Contiene escena con nunchaku.
Aviso parental: Contiene escena de besos y leche condensada (no es una metáfora).
Debate entre bancadas de derecha y de izquierda, dentro de una iglesia: “Los culpables siempre somos los mismos”, dicho por el fondo más desfavorecido, pero curiosamente situado en el lado derecho.
Aviso teológico: Contiene una original forma de desacralizar una iglesia.
ATENCIÓN al papel del fútbol como protagonista sigiloso: un campo de juego separando dos mundos, o sirviendo en algunos casos de conexión entre ellos; y un titular de prensa con el que la FIFA “normaliza la situación en Chile” después del golpe de estado.
Mención especial como síntesis de la película al muro que comienza rezando “No a la guerra civil” (con una tipografía cuya R homenajea a la guerra… de las galaxias), continúa rezando la misma frase, pero con el “No” tachado, y termina silenciado, con un gris homogéneo.
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