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Críticas ordenadas por utilidad
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7.0
10,637
7
9 de julio de 2023
9 de julio de 2023
31 de 34 usuarios han encontrado esta crítica útil
Se calcula que entre el 1 y el 2% de los hombres son pedófilos. Es decir, es muy probable que en algún momento de nuestras vidas nos hayamos topado con alguno o que ahora mismo lo frecuentemos
¿Qué imagen tenemos del pedófilo? Creo que no me columpio mucho si digo que son seres repugnantes que merecen morir. Si se tienen hijos, está afirmación es irrebatible.
En cambio, Julián es alguien sensible, con una gran vida interior y algo Asperger. Sin duda encajaría perfectamente en nuestro grupo de colegas.
El gran acierto del film es reventar nuestros prejuicios. Enfrenta la imagen del monstruo con la del tipo consciente de su problema e incapaz de tener una vida normal. También señala la gran confusión que hacemos muchos entre pedofilia y pederastia.
La peli está plagada de escenas y diálogos que parecen un tanto insulsos, pero que brillan una vez acabado el film. El baile en el bar con un cielo alienígena de fondo, la visita al Prado, las conversaciones sobre la violencia en la vida real y en la ficción.
Durante buena parte de la película se cuestiona la naturaleza de lo extraño y fuera de lo común. El espectador se compadece de la vida alienada de su protagonista y concluye que, al fin y al cabo, ser pedófilo no es lo mismo que ser un hijo de puta.
¿Qué imagen tenemos del pedófilo? Creo que no me columpio mucho si digo que son seres repugnantes que merecen morir. Si se tienen hijos, está afirmación es irrebatible.
En cambio, Julián es alguien sensible, con una gran vida interior y algo Asperger. Sin duda encajaría perfectamente en nuestro grupo de colegas.
El gran acierto del film es reventar nuestros prejuicios. Enfrenta la imagen del monstruo con la del tipo consciente de su problema e incapaz de tener una vida normal. También señala la gran confusión que hacemos muchos entre pedofilia y pederastia.
La peli está plagada de escenas y diálogos que parecen un tanto insulsos, pero que brillan una vez acabado el film. El baile en el bar con un cielo alienígena de fondo, la visita al Prado, las conversaciones sobre la violencia en la vida real y en la ficción.
Durante buena parte de la película se cuestiona la naturaleza de lo extraño y fuera de lo común. El espectador se compadece de la vida alienada de su protagonista y concluye que, al fin y al cabo, ser pedófilo no es lo mismo que ser un hijo de puta.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Sin embargo, a partir de la conversación por el telefonillo, el tono de la peli cambia. El espectador se retuerce en su butaca mientras piensa "ojalá te pudras en la cárcel, puto cabronazo", y sufre calculando si en los minutos que quedan le obligarán a ver una escena de violación infantil.
Afortunadamente, el protagonista, ese que podría ser nuestro colega, se tira por una ventana, dejando a todo el mundo desubicado y preguntándose qué es lo que convierte a los monstruos en tales.
Amigos, a esta peli le han echado un par de huevos.
Afortunadamente, el protagonista, ese que podría ser nuestro colega, se tira por una ventana, dejando a todo el mundo desubicado y preguntándose qué es lo que convierte a los monstruos en tales.
Amigos, a esta peli le han echado un par de huevos.
7
1 de diciembre de 2024
1 de diciembre de 2024
38 de 55 usuarios han encontrado esta crítica útil
Durante los primeros episodios me retorcí algo incómodo en el sillón junto a mi suegra por tanta escena de sexo. En la enésima escena follando (comida de culo incluida) para romper el hielo, carraspeé y dije “es muy explícita para ser televisión, ¿verdad?". A lo que mi suegra añadió de forma acertada "es sumamente gráfica".
A pesar de alguna ocurrencia que chirría (lo de irse después de una noche de juerga a Valencia a comerse una paella parece sacado directamente del monólogo de Leo Harlem) la serie está muy bien. No me creo que el chico de los ojos tristes se tire a la chica más guapa la primera noche, ni tampoco que unos pibes de 30 palos aguanten hasta mediodía de marcha. Yo no lo logré nunca en mi apogeo de borrachuzo durante mis veintitantos. El truqui debe ser la zarpa.
Chavales, si queréis que os pasen cosas en la vida, meteros farlopa.
Si has sido alguna vez joven en Madrid y, seamos sinceros, de clase media-alta, te vas a identificar automáticamente con la serie.
God Soro mejora Estocolmo y le mete los diálogos de Antidisturbios. Muy guay.
A pesar de alguna ocurrencia que chirría (lo de irse después de una noche de juerga a Valencia a comerse una paella parece sacado directamente del monólogo de Leo Harlem) la serie está muy bien. No me creo que el chico de los ojos tristes se tire a la chica más guapa la primera noche, ni tampoco que unos pibes de 30 palos aguanten hasta mediodía de marcha. Yo no lo logré nunca en mi apogeo de borrachuzo durante mis veintitantos. El truqui debe ser la zarpa.
Chavales, si queréis que os pasen cosas en la vida, meteros farlopa.
Si has sido alguna vez joven en Madrid y, seamos sinceros, de clase media-alta, te vas a identificar automáticamente con la serie.
God Soro mejora Estocolmo y le mete los diálogos de Antidisturbios. Muy guay.

7.0
16,981
5
5 de febrero de 2023
5 de febrero de 2023
47 de 75 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hay gente que tiene ese don de parecer interesantísima contando sus últimas vacaciones o como fue la fiesta de anoche. Lógicamente, uno suele pensar que la vida entera de sus protagonistas es la hostia. Luego en cambio descubre que detrás de este autobombo hay un trabajo de 8 a 8, dos niños, una hipoteca. La mierda de siempre vamos.
Con Steven pasa lo mismo. Sabe contar historias y consigue que su acampada en familia parezca una risa cuando en realidad debió de ser un coñazo como un piano. La peli es un poco eso: su vida rebosante de banalidad (familia judía cultureta, infidelidades, hostias en el cole) contada como si fuese la mayor aventura jamás vivida.
Pasadas las dos horas, mientras Steven muestra por enésima vez lo mucho que le gusta su cámara, el espectador se sobresalta como si le hubiesen dado una colleja y se pregunta; ¿pero dónde cojones están Indy, Slot Chocolate y el extraterrestre del teléfono? Uno venía aquí pensando que le iban a explicar de dónde sale el néctar de las mejores historias. En cambio, se encuentra con una escena cutre de una tía bailando delante de un coche y otra de bullying escolar que hemos visto por lo menos veinte veces en el cine.
Antes de sentarnos a ver la peli, ya sabíamos que iba a durar dos minutos y que nos meterían un homenaje al cine. Queda muy bien eso de dejar babeando a la tipa que acaba de romper contigo porque siempre pensó que eras un poco pardo, y es extraño ver a Paul Dano hacer de tío normal ¿Pero de dónde cojones te sacaste lo del T-Rex comiéndose a un notas mientras caga en una letrina? No jodas, Steven.
La peli levanta el vuelo al final, cuando por fin Steven muestra algo de la forja del artista que presume ser. Pero uno se queda con la sensación de que toda la peli debió haber sido así, y no el relato de otra vida anodina más.
Con Steven pasa lo mismo. Sabe contar historias y consigue que su acampada en familia parezca una risa cuando en realidad debió de ser un coñazo como un piano. La peli es un poco eso: su vida rebosante de banalidad (familia judía cultureta, infidelidades, hostias en el cole) contada como si fuese la mayor aventura jamás vivida.
Pasadas las dos horas, mientras Steven muestra por enésima vez lo mucho que le gusta su cámara, el espectador se sobresalta como si le hubiesen dado una colleja y se pregunta; ¿pero dónde cojones están Indy, Slot Chocolate y el extraterrestre del teléfono? Uno venía aquí pensando que le iban a explicar de dónde sale el néctar de las mejores historias. En cambio, se encuentra con una escena cutre de una tía bailando delante de un coche y otra de bullying escolar que hemos visto por lo menos veinte veces en el cine.
Antes de sentarnos a ver la peli, ya sabíamos que iba a durar dos minutos y que nos meterían un homenaje al cine. Queda muy bien eso de dejar babeando a la tipa que acaba de romper contigo porque siempre pensó que eras un poco pardo, y es extraño ver a Paul Dano hacer de tío normal ¿Pero de dónde cojones te sacaste lo del T-Rex comiéndose a un notas mientras caga en una letrina? No jodas, Steven.
La peli levanta el vuelo al final, cuando por fin Steven muestra algo de la forja del artista que presume ser. Pero uno se queda con la sensación de que toda la peli debió haber sido así, y no el relato de otra vida anodina más.

7.3
16,963
7
7 de enero de 2024
7 de enero de 2024
20 de 21 usuarios han encontrado esta crítica útil
Unos chavales de un internado pijo se quedan tirados a pasar las navidades junto a su profesor cascarrabias y la cocinera. La convivencia forjará una amistad entre personajes en principio antagónicos y todos aprenderán lecciones positivas de la vida.
Así contada, la peli parece otro producto navideño más, que junto con el cortilandia y los villancicos, contribuirá a que acabemos rápidamente hasta el rabo de esta época de fiestas. La historia enfrenta al profe amargao con sus alumnos más gamberros, y a los pijos con los pobres pero buenos de espíritu. El guion tiene todas las papeletas de ser un armatoste de clichés navideños del que hay que huir cual visita a unos grandes almacenes la víspera de Reyes (al leer esto mi mujer dijo "a mí todas las pelis navideñas me gustan").
Sin embargo, el guion de The Holdovers resuelve bien la papeleta y hace que sea fácil identificarse con unos protagonistas en lucha con sus demonios interiores. A Paul Giamatti haciendo de aguafiestas le tengo más visto que a mi hija. Aun así, consigue crear un personaje complejo que presume de superioridad moral, pero que solo sabe resolver sus problemas bebiendo y despreciando a los demás.
A veces Club de los Poetas Muertos, otras Los fantasmas atacan al jefe, la clave de la peli reside en la alternancia contenida de momentos crudos y cómicos. Así, la peli no se disuelve cual azucarillo navideño, pero tampoco es un dramón en toda la jeta.
Buena peli, adecuada para ver con la suegra, y que deja un regusto alegre.
Así contada, la peli parece otro producto navideño más, que junto con el cortilandia y los villancicos, contribuirá a que acabemos rápidamente hasta el rabo de esta época de fiestas. La historia enfrenta al profe amargao con sus alumnos más gamberros, y a los pijos con los pobres pero buenos de espíritu. El guion tiene todas las papeletas de ser un armatoste de clichés navideños del que hay que huir cual visita a unos grandes almacenes la víspera de Reyes (al leer esto mi mujer dijo "a mí todas las pelis navideñas me gustan").
Sin embargo, el guion de The Holdovers resuelve bien la papeleta y hace que sea fácil identificarse con unos protagonistas en lucha con sus demonios interiores. A Paul Giamatti haciendo de aguafiestas le tengo más visto que a mi hija. Aun así, consigue crear un personaje complejo que presume de superioridad moral, pero que solo sabe resolver sus problemas bebiendo y despreciando a los demás.
A veces Club de los Poetas Muertos, otras Los fantasmas atacan al jefe, la clave de la peli reside en la alternancia contenida de momentos crudos y cómicos. Así, la peli no se disuelve cual azucarillo navideño, pero tampoco es un dramón en toda la jeta.
Buena peli, adecuada para ver con la suegra, y que deja un regusto alegre.

6.5
6,015
5
10 de marzo de 2024
10 de marzo de 2024
25 de 33 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me pasé la primera media hora de la peli con esa cara que se me pone al abrir el frigorífico y notar que hay algo podrido dentro.
Luego, me dije que quizá la peli tuviera algo del género ciencia ficción, y ya mentalmente me cuadró un poco más.
El espectador, sobre todo si es hombre, pasará una gran parte de la peli con el ceño fruncido.
Luego, me dije que quizá la peli tuviera algo del género ciencia ficción, y ya mentalmente me cuadró un poco más.
El espectador, sobre todo si es hombre, pasará una gran parte de la peli con el ceño fruncido.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
A la peli le pongo un 5 por la parte de los chavales en el pueblo. Me recordó a los veranos de mi propia adolescencia. A mí me gustada la chica guapa de mi pueblo. Yo para ella era un ser invisible y hermafrodita: mi noción del riesgo era leer libros de Elige Tu Propia Aventura y acostarme tarde los domingos por la noche viendo el Megahit en Telemadrid. Ella en cambio se liaba con todos los tíos que fumaran, llevaran tatuajes horteras e hicieran jacos con la moto.
Un par de veranos más tarde, quizá porque la habían mandado a la mierda todos los chicos guays del pueblo, o quizá porque le eché huevos, conseguí por fin pillar. Obviamente, el noviazgo que siguió fue fugaz y ridículo.
Entiendo que el valor de la peli reside en mostrarnos la experiencia sexual de la prota a lo largo del tiempo. Pero hay demasiadas cosas que chirrían o que directamente no pillo.
La urticaria ¿es metáfora de algo? Leo por ahí que la prota tiene un trauma, han reprimido su deseo o no sé qué. Sinceramente, me parece que ha tenido una vida muy normalita. Unos padres al uso, que no tienen ni zorra de cómo ser padres, el guarrerio típico de la adolescencia (ver más arriba), la temprana curiosidad por los rabos. Qué trauma ni qué niño muerto.
A los adultos se les señala como los culpables, por obra u omisión, de los males de la protagonista. Esto es particularmente cierto para los personajes hombres, individuos patéticos, torpes y doctorados en pagafantismo.
La imagen del final también es algo confusa. Para mí la tipa ya no se aguanta ni a sí misma y no le queda otra que follarse al mar. Pásame otra vez ese bong, tron.
Quizá lo peor de todo sea esa especie de tono didáctico de taller de nuevas masculinidades. "A ver pringaos, os vamos a enseñar lo dura que es la sexualidad de las chicas".
Cuando pienso que mi hija hará todas estas mierdas dentro de 10 años, me cago en la hostia.
Un par de veranos más tarde, quizá porque la habían mandado a la mierda todos los chicos guays del pueblo, o quizá porque le eché huevos, conseguí por fin pillar. Obviamente, el noviazgo que siguió fue fugaz y ridículo.
Entiendo que el valor de la peli reside en mostrarnos la experiencia sexual de la prota a lo largo del tiempo. Pero hay demasiadas cosas que chirrían o que directamente no pillo.
La urticaria ¿es metáfora de algo? Leo por ahí que la prota tiene un trauma, han reprimido su deseo o no sé qué. Sinceramente, me parece que ha tenido una vida muy normalita. Unos padres al uso, que no tienen ni zorra de cómo ser padres, el guarrerio típico de la adolescencia (ver más arriba), la temprana curiosidad por los rabos. Qué trauma ni qué niño muerto.
A los adultos se les señala como los culpables, por obra u omisión, de los males de la protagonista. Esto es particularmente cierto para los personajes hombres, individuos patéticos, torpes y doctorados en pagafantismo.
La imagen del final también es algo confusa. Para mí la tipa ya no se aguanta ni a sí misma y no le queda otra que follarse al mar. Pásame otra vez ese bong, tron.
Quizá lo peor de todo sea esa especie de tono didáctico de taller de nuevas masculinidades. "A ver pringaos, os vamos a enseñar lo dura que es la sexualidad de las chicas".
Cuando pienso que mi hija hará todas estas mierdas dentro de 10 años, me cago en la hostia.
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