Casa en llamas
2024 

7.0
17,266
Comedia. Drama
Montse está emocionadísima porque está a punto de pasar un fin de semana con toda la familia en su casa de Cadaqués, en la Costa Brava. Divorciada desde hace años, su ex tiene una nueva pareja, sus hijos han crecido y hace tiempo que hacen su vida sin hacerle ningún caso. Pero a Montse nada ni nadie conseguirá fastidiarle los ánimos; hace demasiado tiempo que espera este momento. Este fin de semana será sí o sí un fin de semana ... [+]
27 de octubre de 2024
27 de octubre de 2024
45 de 65 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hola.
No suelo escribir críticas, pero tras ver esta película ayer -fiándome de las valoraciones de Filmaffinity, página a la que habitualmente doy mucha credibilidad- lo único que se me ocurre es el título que he puesto.
¿Qué cuenta que no se haya contado ya? Es una película muy previsible: en todo momento sabes lo que va a pasar a nada que pienses en de que va la cosa.
Para mí una película por encima de un 6 es recomendable, y por encima de 7 me considero seriamente volver a verla.
La doy un 4 por las interpretaciones, que son buenas, pero de verdad, que no entiendo esta sobrevaloración.
No suelo escribir críticas, pero tras ver esta película ayer -fiándome de las valoraciones de Filmaffinity, página a la que habitualmente doy mucha credibilidad- lo único que se me ocurre es el título que he puesto.
¿Qué cuenta que no se haya contado ya? Es una película muy previsible: en todo momento sabes lo que va a pasar a nada que pienses en de que va la cosa.
Para mí una película por encima de un 6 es recomendable, y por encima de 7 me considero seriamente volver a verla.
La doy un 4 por las interpretaciones, que son buenas, pero de verdad, que no entiendo esta sobrevaloración.
1 de julio de 2024
1 de julio de 2024
35 de 52 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una película con un aire teatral, muchas escenas corales donde explotan conflictos por doquier. Personajes muy perfilados de base, ubicados en sus roles. Toda la trama, muy meritoriamente, termina por converger y redondear la película, lo que produce un efecto estimulante en el espectador, al que las diferentes vueltas de la película, van flipando cada vez más en las escenas finales, hasta un éxtasis definitivo donde, en apariencia, no queda un solo cabo suelto, todo atado, todo redondo. Hay una gran satisfacción en el espectador cuando eso ocurre, cuando ves que las migajas que has ido recogiendo, sí llevaban a alguna parte. En ese sentido, la película es un diez, y además las interpretaciones son muy buenas, especialmente la de Emma Vilarasau, por supuesto.
Esos logros descritos, no dejan de ser fuegos artificiales. Lo cierto es que hay una gran imprecisión en los personajes. Los que en principio están más bien definidos, después se desdibujan y se desinflan, traicionándose hacia una conclusión muy mainstream; los que son más estereotipados, están a mucha distancia del espectador, incluso de los otros personajes, son solo resortes mecánicos de la acción, no tienen cuerpo y menos alma; luego están los ambiguos, que nos van desconcertando, no por los hábiles giros del guion, sino por los defectos del mismo. Hay tantos aportes finales en esta película, tantas tangentes que al fin convergen, que el espectador sufre una sobredosis, y pierde el hilo emocional, termina por no saber cuándo alcanza la cumbre de esta historia, porque cuando cree que ya estás arriba, hay una cumbre más, un más difícil todavía, cuya relevancia, al margen de los circense, es discutible. Les faltan toneladas de simplicidad a esta historia, que al margen de la redondez que en apariencia tiene la trama, es de una gran confusión emocional, porque los personajes son confusos, no hay claridad respecto a su valores.
Por otro lado, hay que aplaudirlo, la película tiene grandes momentos de dirección. Toda la escena del paracaidismo, es verdaderamente genial, con un humor oscuro, que se mezcla con una angustia que los actores manejan muy bien. También la escena de las niñas en la playa, muy bien filmada y muy bien interpretada. El problema de esta película está, no tanto en la dirección, sino en el guion, que quiere poner tantas perlas, que el collar se desengarza. A ello se añade la confusión de algunos actores al conducir a sus personajes. Caso aparte es Emma Vilarasau, que como he dicho, demuestra que tiene un talento excepcional. También a su personaje le falta unos grados de definición, pero poco importa en ese asombroso tramo final de la película.
Los responsables de esta película, han hecho una trama con grandes y resultones giros. Pero para ello, sacrifican la esencia dramática de la historia, que no es más que un hilo discontinuo e imprevisible, que tanto pudo acabar del derecho como del revés. Solo se trata de cuadrar la trama, debieron pensar De la Orden y compañía, lo demás, no importa tanto. Los porqués, la fuerza de las emociones, se manejan a conveniencia para que todo se ensamble, y ya está. Con las buenas puntuaciones que tiene la película, no iban desencaminados. Que aproveche pues.
Esos logros descritos, no dejan de ser fuegos artificiales. Lo cierto es que hay una gran imprecisión en los personajes. Los que en principio están más bien definidos, después se desdibujan y se desinflan, traicionándose hacia una conclusión muy mainstream; los que son más estereotipados, están a mucha distancia del espectador, incluso de los otros personajes, son solo resortes mecánicos de la acción, no tienen cuerpo y menos alma; luego están los ambiguos, que nos van desconcertando, no por los hábiles giros del guion, sino por los defectos del mismo. Hay tantos aportes finales en esta película, tantas tangentes que al fin convergen, que el espectador sufre una sobredosis, y pierde el hilo emocional, termina por no saber cuándo alcanza la cumbre de esta historia, porque cuando cree que ya estás arriba, hay una cumbre más, un más difícil todavía, cuya relevancia, al margen de los circense, es discutible. Les faltan toneladas de simplicidad a esta historia, que al margen de la redondez que en apariencia tiene la trama, es de una gran confusión emocional, porque los personajes son confusos, no hay claridad respecto a su valores.
Por otro lado, hay que aplaudirlo, la película tiene grandes momentos de dirección. Toda la escena del paracaidismo, es verdaderamente genial, con un humor oscuro, que se mezcla con una angustia que los actores manejan muy bien. También la escena de las niñas en la playa, muy bien filmada y muy bien interpretada. El problema de esta película está, no tanto en la dirección, sino en el guion, que quiere poner tantas perlas, que el collar se desengarza. A ello se añade la confusión de algunos actores al conducir a sus personajes. Caso aparte es Emma Vilarasau, que como he dicho, demuestra que tiene un talento excepcional. También a su personaje le falta unos grados de definición, pero poco importa en ese asombroso tramo final de la película.
Los responsables de esta película, han hecho una trama con grandes y resultones giros. Pero para ello, sacrifican la esencia dramática de la historia, que no es más que un hilo discontinuo e imprevisible, que tanto pudo acabar del derecho como del revés. Solo se trata de cuadrar la trama, debieron pensar De la Orden y compañía, lo demás, no importa tanto. Los porqués, la fuerza de las emociones, se manejan a conveniencia para que todo se ensamble, y ya está. Con las buenas puntuaciones que tiene la película, no iban desencaminados. Que aproveche pues.
8 de julio de 2024
8 de julio de 2024
29 de 43 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hay una escena de la película donde aparece una botella de la conocida marca catalana de cerveza. Sus campañas publicitarias han conseguido instalar en el imaginario colectivo una asociación entre el verano y Estrella Damm, poniendo énfasis en el estilo de vida mediterrándeo, la costa brava, las playas, nuestro clima cálido, la amistad, el amor, etc...
Ello conlleva que esa premisa de grupo de pijos de Barcelona que se van a pasar un fin de semana a Cadaqués, nos lleve en algún momento a pensar aquello de "parece un anuncio de Estrella Damm". Así se nos confirma cuando aparece esa botella en un primer plano.
Hay un aura empalagosa y repelente en esos anuncios, que generan amor y odio a partes iguales. Quizás por ese aire hippie tan impostado, o porque sus protagonistas casualmente siempre sean guapos y parezcan de buena casa, de los que nunca compran cerveza de marca blanca, claro.
Pero en la película de Dani de la Orden aparece la cara oculta y oscura de todo ese embrollo de felicidad y alegría y terracitas y cervecitas. Aparecen los traumas, los cuernos, la familia rota, una psicóloga sin filtros que pone ante el espejo las miserias de todos, el artista frustrado y tóxico, el padre de familia que encarna el orden y encierra hipócresía, la desubicada e inadaptada a la catalanor, e incluso el típico brasileño empotrador que trabaja en el chiringuito y que evidentemente habrá desnudado el orden y la falsa moral de alguno de los personajes. Y por encima de todo hay una Emma Vilarasau encarnando a una madre incomprendida y necesitada de amor y de familia, en un papel que probablemente le haga llover premios a la actriz. "Casa en llamas" es la vida misma sin filtros, es un anuncio de una Estrella Damm negra y sin azúcares.
Ello conlleva que esa premisa de grupo de pijos de Barcelona que se van a pasar un fin de semana a Cadaqués, nos lleve en algún momento a pensar aquello de "parece un anuncio de Estrella Damm". Así se nos confirma cuando aparece esa botella en un primer plano.
Hay un aura empalagosa y repelente en esos anuncios, que generan amor y odio a partes iguales. Quizás por ese aire hippie tan impostado, o porque sus protagonistas casualmente siempre sean guapos y parezcan de buena casa, de los que nunca compran cerveza de marca blanca, claro.
Pero en la película de Dani de la Orden aparece la cara oculta y oscura de todo ese embrollo de felicidad y alegría y terracitas y cervecitas. Aparecen los traumas, los cuernos, la familia rota, una psicóloga sin filtros que pone ante el espejo las miserias de todos, el artista frustrado y tóxico, el padre de familia que encarna el orden y encierra hipócresía, la desubicada e inadaptada a la catalanor, e incluso el típico brasileño empotrador que trabaja en el chiringuito y que evidentemente habrá desnudado el orden y la falsa moral de alguno de los personajes. Y por encima de todo hay una Emma Vilarasau encarnando a una madre incomprendida y necesitada de amor y de familia, en un papel que probablemente le haga llover premios a la actriz. "Casa en llamas" es la vida misma sin filtros, es un anuncio de una Estrella Damm negra y sin azúcares.
24 de octubre de 2024
24 de octubre de 2024
24 de 34 usuarios han encontrado esta crítica útil
Algunos dirán que esta familia es disfuncional. Me gustaría saber cuál no lo es. Aquí todo está concentrado en un fin de semana en un mismo lugar, pero en mi familia hemos tenido broncas como las de ellos, incluso peores, y algunos miembros de la misma aún mantienen relaciones tan viciadas como las que vemos en "Casa en flames". Ese es el éxito de una película pretendidamente satírica que no lo es tanto.
Madres que mienten, embrollan, lían, hacen y deshacen porque se creen con ese poder. Padres que se desentienden porque pueden. Hijos que sobreviven a sus padres, uno es un miserable y la otra una infeliz. El cuñado es más cuñado imposible. La nueva novia se hace la simpática aún sabiendo que su suegra es una manipuladora de cuidado, pues aún es demasiado joven para plantarle cara. La nueva pareja del padre entra en escena sabiendo que su presencia es incómoda y aguanta el tipo, pero con límites. Ella ya no es tan joven como la otra y no se dejará avasallar.
En resumen, tenemos a una caterva de personajes dignos de la mejor novela. Personajes dignos de la vida más real. Yo crecí en una familia catalana parecida a la protagonista, también casa en la playa, también barco y también padres separados, y reconozco infinidad de cosas en todos ellos todo el rato. A propósito, los hijos de padres separados verán aquí verdad a borbotones en ese padre que la lía y jamás se responsabiliza de nada, en esa madre rea de la rabia y en esa dinámica matrimonial en la que cualquier chorrada servía para retomar la batalla. La construcción del personaje de Montse es especialmente asombrosa, tan chantajista y maquiavélica que sólo puede ser real.
El plantel de actores es inmejorable. Todos están perfectos en su papel. Enric Auquer dice las cosas de una forma tan natural que asombra*(1). A propósito, un guion de escándalo que radiografía a cada uno de ellos. María Rodríguez Soto muestra una frustración típica en tantas madres que se ven atrapadas entre unas hijas que no paran quietas y un marido negligente como padre. Aunque asombre las cosas que llega a confesar, podemos entenderla. Alberto San Juan está más visto que el tebeo, pero le basta soltar un gruñido en medio de un ataque de ciática para que te arrepientas de ese pensamiento. Y luego está Emma Vilarasau...
En Catalunya estamos hartos de apreciar su talento. La señora estrena una obra de teatro al año, a veces dos, siempre las más sofisticadas del panorama. De Tracy Letts a Arthur Miller pasando por Eurípides. Y muchos recordamos cómo antaño protagonizaba los culebrones más vibrantes de TV3, los cuales yo veía con edad indebida porque mi madre no los perdonaba. Como ninguna de sus amigas, esas burguesas catalanas que ella personifica aquí. Si no le dan el Goya no sé a quién se lo van a dar. ¿A la puñetera Bette Davis resucitada?
Sólo un fallo, y uno gordo: no conozco a ningún matrimonio en el que, entre ellos, uno de ellos hable en castellano y la otra en catalán o viceversa. Sí existen matrimonios que les hablan en idiomas distintos a sus hijos, mis padres mismamente, pero jamás entre ellos. No comprendo cómo Dani de la Orden ha podido caer en eso. Por lo demás, celebro una película catalana situada en Catalunya en la que los personajes hablan catalán y castellano indistintamente, porque eso sí que es así. Películas como esta son una celebración por el mero hecho de existir (ni falta decir que hay que verla en original). Que sean líderes en taquilla ya es la pera. Y que sean tan extraordinarias como "Casa en llames" es el apoteosis.
Madres que mienten, embrollan, lían, hacen y deshacen porque se creen con ese poder. Padres que se desentienden porque pueden. Hijos que sobreviven a sus padres, uno es un miserable y la otra una infeliz. El cuñado es más cuñado imposible. La nueva novia se hace la simpática aún sabiendo que su suegra es una manipuladora de cuidado, pues aún es demasiado joven para plantarle cara. La nueva pareja del padre entra en escena sabiendo que su presencia es incómoda y aguanta el tipo, pero con límites. Ella ya no es tan joven como la otra y no se dejará avasallar.
En resumen, tenemos a una caterva de personajes dignos de la mejor novela. Personajes dignos de la vida más real. Yo crecí en una familia catalana parecida a la protagonista, también casa en la playa, también barco y también padres separados, y reconozco infinidad de cosas en todos ellos todo el rato. A propósito, los hijos de padres separados verán aquí verdad a borbotones en ese padre que la lía y jamás se responsabiliza de nada, en esa madre rea de la rabia y en esa dinámica matrimonial en la que cualquier chorrada servía para retomar la batalla. La construcción del personaje de Montse es especialmente asombrosa, tan chantajista y maquiavélica que sólo puede ser real.
El plantel de actores es inmejorable. Todos están perfectos en su papel. Enric Auquer dice las cosas de una forma tan natural que asombra*(1). A propósito, un guion de escándalo que radiografía a cada uno de ellos. María Rodríguez Soto muestra una frustración típica en tantas madres que se ven atrapadas entre unas hijas que no paran quietas y un marido negligente como padre. Aunque asombre las cosas que llega a confesar, podemos entenderla. Alberto San Juan está más visto que el tebeo, pero le basta soltar un gruñido en medio de un ataque de ciática para que te arrepientas de ese pensamiento. Y luego está Emma Vilarasau...
En Catalunya estamos hartos de apreciar su talento. La señora estrena una obra de teatro al año, a veces dos, siempre las más sofisticadas del panorama. De Tracy Letts a Arthur Miller pasando por Eurípides. Y muchos recordamos cómo antaño protagonizaba los culebrones más vibrantes de TV3, los cuales yo veía con edad indebida porque mi madre no los perdonaba. Como ninguna de sus amigas, esas burguesas catalanas que ella personifica aquí. Si no le dan el Goya no sé a quién se lo van a dar. ¿A la puñetera Bette Davis resucitada?
Sólo un fallo, y uno gordo: no conozco a ningún matrimonio en el que, entre ellos, uno de ellos hable en castellano y la otra en catalán o viceversa. Sí existen matrimonios que les hablan en idiomas distintos a sus hijos, mis padres mismamente, pero jamás entre ellos. No comprendo cómo Dani de la Orden ha podido caer en eso. Por lo demás, celebro una película catalana situada en Catalunya en la que los personajes hablan catalán y castellano indistintamente, porque eso sí que es así. Películas como esta son una celebración por el mero hecho de existir (ni falta decir que hay que verla en original). Que sean líderes en taquilla ya es la pera. Y que sean tan extraordinarias como "Casa en llames" es el apoteosis.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
*(1) ¿Ahora soy el hijo de Bárcenas? ¿El de Taburete?
2 de agosto de 2024
2 de agosto de 2024
23 de 32 usuarios han encontrado esta crítica útil
Debo reconocer que nunca hasta ahora me había sentido atraído por ninguna de las películas que ha dirigido Dani de la Orden. No puedo opinar sobre sus anteriores trabajos. Obviamente, he oído hablar de sus títulos más exitosos como son Barcelona nit d'estiu (2013), Barcelona nit d''hivern (2015) o 42 segundos (2022), pero también de fracasos como El pregón (2016) o Hasta que la boda nos separe (2020). Así pues, fui al cine atraído por las buenas críticas tanto profesionales como de público y para seguir dando impulso en taquilla a nuestro cine.
Pues bien, grata sorpresa es su nueva película, Casa en flames. Un gran trabajo de dirección de actores, de puesta en escena y de guion.
Todos los actores lucen excelentes con sus respectivos trabajos. Una inmensa Emma Vilarasau, actriz de gran recorrido en Catalunya, que hemos podido ver en Los sin nombre (Balagueró, 1999) o series catalanas de éxito como Majoria Absoluta y Ventdelplà. Enric Auquer, visto en Quien a hierro mata (2015) o en la reciente El mestre que va prometre el mar (2023), sigue maravillando con su variedad de papeles, y bien reencontrada Clara Segura, que al igual que Vilarasau, es muy conocida por sus papeles en series y obras de teatro catalanas como Porca misèria (Joel Joan, 2004) o Nit i dia (varis, 2016). El resto del elenco, sin el gran protagonismo de estos tres, lucen naturales y correctos en todo momento.
Otro punto donde destaca la película es su guion. Espléndido. Intercalando momentos de comedia ácida con momentos dramáticos donde se nos muestran las costuras de cada personaje y de la familia en su totalidad.
Si bien es cierto que quizás en su último tramo la película decae un poco, no deja de regalarnos grandes momentos, todo esperando un acto final que sabemos que llegará pero cuyo resultado y algún que otro pequeño giro de guion, harán las delicias de los espectadores.
En definitiva, Casa en flames, rodada prácticamente en su totalidad en catalán, se convierte en el primer gran éxito de verano y una gran oportunidad para reencontrarnos con nuestro cine y pasar un rato agradable, divertido pero también punzante en su final.
Habrá que seguir bien de cerca el director catalán, cuyo nuevo trabajo confirmado es una serie titulada A muerte.
Pues bien, grata sorpresa es su nueva película, Casa en flames. Un gran trabajo de dirección de actores, de puesta en escena y de guion.
Todos los actores lucen excelentes con sus respectivos trabajos. Una inmensa Emma Vilarasau, actriz de gran recorrido en Catalunya, que hemos podido ver en Los sin nombre (Balagueró, 1999) o series catalanas de éxito como Majoria Absoluta y Ventdelplà. Enric Auquer, visto en Quien a hierro mata (2015) o en la reciente El mestre que va prometre el mar (2023), sigue maravillando con su variedad de papeles, y bien reencontrada Clara Segura, que al igual que Vilarasau, es muy conocida por sus papeles en series y obras de teatro catalanas como Porca misèria (Joel Joan, 2004) o Nit i dia (varis, 2016). El resto del elenco, sin el gran protagonismo de estos tres, lucen naturales y correctos en todo momento.
Otro punto donde destaca la película es su guion. Espléndido. Intercalando momentos de comedia ácida con momentos dramáticos donde se nos muestran las costuras de cada personaje y de la familia en su totalidad.
Si bien es cierto que quizás en su último tramo la película decae un poco, no deja de regalarnos grandes momentos, todo esperando un acto final que sabemos que llegará pero cuyo resultado y algún que otro pequeño giro de guion, harán las delicias de los espectadores.
En definitiva, Casa en flames, rodada prácticamente en su totalidad en catalán, se convierte en el primer gran éxito de verano y una gran oportunidad para reencontrarnos con nuestro cine y pasar un rato agradable, divertido pero también punzante en su final.
Habrá que seguir bien de cerca el director catalán, cuyo nuevo trabajo confirmado es una serie titulada A muerte.
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