El planeta de los simios: Nuevo reino
2024 

6.1
11,201
Ciencia ficción. Aventuras
Ambientada varias generaciones en el futuro tras el reinado de César, en la que los simios son la especie dominante que vive en armonía y los humanos se han visto reducidos a vivir en la sombra. Mientras un nuevo y tiránico líder simio construye su imperio, un joven simio emprende un angustioso viaje que le llevará a cuestionarse todo lo que sabe sobre el pasado y a tomar decisiones que definirán el futuro de simios y humanos por igual. (FILMAFFINITY) [+]
12 de mayo de 2024
12 de mayo de 2024
4 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tenía miedo antes de ver esta película. Muchas ganas sí, pero también mucho miedo. En la era que vivimos, cuesta diferenciar antes de verlas las secuelas o precuelas que son historias que merecen la pena y que sus responsables tienen ganas de contar de los intentos desesperados de estudios de explotar la nostalgia para ganar dinero. Por suerte, El reino del planeta de los simios pertenece a la primera categoría.
Que sea la décima película de la franquicia (cuarta de la nueva era) y siga consiguiendo aportar cosas nuevas es todo un mérito, y esa es la clave de su éxito, que tiene muchísimo que contar. Tiene nuevas reflexiones sociales y filosóficas enmarcadas en pura aventura, esta vez relacionadas sobre todo con el legado de las figuras casi religiosas (César, por supuesto). Y además, dicha aventura es fresca, es sorprendente, no solo entretiene y te sumerge en el mundo que presenta el film, sino que lo hace de una manera que se siente original. Especialmente satisfactorio resulta ver cómo deja la puerta abierta a más secuelas.
Desde el minuto se asume que esto no es la trilogía de César, y menos mal, porque no queremos ver más de lo mismo, y eso incluye a sus personajes. A falta de saber si en posibles futuros proyectos regresarán, Noa es un protagonista carismático con un arco fantástico: nadie mejor que un simio joven, curioso y con espíritu rebelde para liderar esta historia. Owen Teague lo borda interpretándole, también Freya Allan se luce en el papel humano más importante de la cinta. Y no podemos dejar sin mencionar al villano Proximus César; fantástico Kevin Durand.
El reino del planeta de los simios no escatima en espectacularidad ni en un despliegue visual que pocas veces se ha visto en el cine, digno de los halagos que suelen recibir las Avatar de James Cameron, pero si triunfa no es únicamente porque esos simios parezcan unos reales que han cogido para la película, ni porque Owen Teague, Kevin Durand y compañía puedan ofrecer actuaciones magníficas a través de la tecnología; sino porque ningún avance técnico opaca lo que siempre debe ser la clave: una historia que rebosa creatividad y alma. Dicen los productores y guionistas que cuando empezaron en 2011 con el reboot tenían en mente hacer 9 películas, lo veían demasiado ambicioso pero ya van por la cuarta, y están engrandeciendo un mito a la vez que construyendo una de las sagas modernas más ricas en todos los aspectos que ha visto el cine. Por mi que no paren.
Que sea la décima película de la franquicia (cuarta de la nueva era) y siga consiguiendo aportar cosas nuevas es todo un mérito, y esa es la clave de su éxito, que tiene muchísimo que contar. Tiene nuevas reflexiones sociales y filosóficas enmarcadas en pura aventura, esta vez relacionadas sobre todo con el legado de las figuras casi religiosas (César, por supuesto). Y además, dicha aventura es fresca, es sorprendente, no solo entretiene y te sumerge en el mundo que presenta el film, sino que lo hace de una manera que se siente original. Especialmente satisfactorio resulta ver cómo deja la puerta abierta a más secuelas.
Desde el minuto se asume que esto no es la trilogía de César, y menos mal, porque no queremos ver más de lo mismo, y eso incluye a sus personajes. A falta de saber si en posibles futuros proyectos regresarán, Noa es un protagonista carismático con un arco fantástico: nadie mejor que un simio joven, curioso y con espíritu rebelde para liderar esta historia. Owen Teague lo borda interpretándole, también Freya Allan se luce en el papel humano más importante de la cinta. Y no podemos dejar sin mencionar al villano Proximus César; fantástico Kevin Durand.
El reino del planeta de los simios no escatima en espectacularidad ni en un despliegue visual que pocas veces se ha visto en el cine, digno de los halagos que suelen recibir las Avatar de James Cameron, pero si triunfa no es únicamente porque esos simios parezcan unos reales que han cogido para la película, ni porque Owen Teague, Kevin Durand y compañía puedan ofrecer actuaciones magníficas a través de la tecnología; sino porque ningún avance técnico opaca lo que siempre debe ser la clave: una historia que rebosa creatividad y alma. Dicen los productores y guionistas que cuando empezaron en 2011 con el reboot tenían en mente hacer 9 películas, lo veían demasiado ambicioso pero ya van por la cuarta, y están engrandeciendo un mito a la vez que construyendo una de las sagas modernas más ricas en todos los aspectos que ha visto el cine. Por mi que no paren.
10 de julio de 2024
10 de julio de 2024
1 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me ha gustado mucho debido a que se centra en la historia principal en como el mundo ha cambiado después de décadas de reinado de los simios, el como el ser humano intenta por todos los medios posibles volver a como estaban antes las cosas. Otras películas teniendo historias principales buenas se desvían a otras como el amor entre dos personajes, ó meten una tercera historia que apenas aporta dejando de lado la historia principal de donde gira toda la película, esta en cambio no es así y eso es lo que la hace buena de verdad.
Ojala sigan haciendo películas así, muy buena la verdad.
Ojala sigan haciendo películas así, muy buena la verdad.
18 de julio de 2024
18 de julio de 2024
0 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es la primera película de la saga que veo desde que hace años vi: "El Planeta de los Simios", de 1968, con Charlton Heston, como protagonista, y una lobotomizada Linda Harrinson como su partner. En mi opinión fue una película de serie B, a la que se le ha dado mucho bombo, algo que nunca entendí.
Pero en esta nueva entrega, que parece es la 10ª todo cambia, en la primera de la saga no se sabían las causas de porqué los simios se habían hecho con el control del planeta, ahora sí, es por un virus, que crean los propios humanos, y que los debilita y hace inteligentes a los simios.
Cuando vi la película de 1968 el mensaje era potente y anti-belicista, somos una especie destructiva, ahora las razones van por otro lado, pero tienen el mismo fondo. Es el mismo concepto autodestructivo de "Don't Look Up" del 2021. Nuestro egoísmo nos ciega, nos lleva a negar la ciencia, a pensar sólo en nosotros y nosotras.
Creo que a mucha gente no le gustó el filme porque tiene momentos en que para ellos es lenta, es la impaciencia que les haría casi imposible ver obras de arte como: "Memorias de África" donde para una leyenda como Sydney Pollack era vital el sumergirte en África, antes de imbuirte en la historia entre Redford y Streep.
Además de poder sumergirnos en la jungla, donde vive el protagonista Noa y su clan, nos narran sus tradiciones, para él y sus jóvenes amigos, muy importantes, porque son de iniciación. Además de dar un semblante sobre la personalidad de Noa, un simio valiente, curioso, intrépido, pero sobre todo de gran corazón.
Es importante que comprendamos la personalidad de Noa porque queda atrapado entre los dos grandes "depredadores" del filme, por un lado la del codicioso monarca Proximus Caesar, que no duda en esclavizar, con buenas palabras eso si, a más tribus simias, con tal de tener una gran nación simia de su lado, y que persigue la tecnología humana porque, aunque lejos de su comprensión, tiene la sensación que con ella será mucho más poderoso, en este punto persuadido por un humano sin escrúpulos como Trevathan.
La otra gran personalidad es la de Mae, una humana a la que no ves venir, en el fondo una guerrera, que tiene muy claros sus objetivos. Tremendamente inteligente y audaz, cumple una misión.
El director quiere remarcar la diferencia intelectual entre simios y humanos, que en esos tiempos, era muy marcada. Mae es mucho más inteligente que los simios, que cualquiera de ellos, a nivel cognitivo, de lenguaje, es capaz de planificar con mucha antelación, cosas que los simios ni sospechan.
La gran esperanza de la especie humana, es gente como Mae, ella pone la primera piedra en la vuelta de los humanos. Sin embargo algo ocurre, el personaje del simio Noa, pierde ese velo de inocencia que tenía, nace en él un nuevo espíritu de liderazgo y ahora mira hacia cosas que no prestó nunca atención, como es la tecnología humana.
Habrá segunda entrega de esta película, con los mismos personajes, estoy convencido, y los ingredientes ya están en la cocina. Se vislumbra una secuela espectacular.
Pero en esta nueva entrega, que parece es la 10ª todo cambia, en la primera de la saga no se sabían las causas de porqué los simios se habían hecho con el control del planeta, ahora sí, es por un virus, que crean los propios humanos, y que los debilita y hace inteligentes a los simios.
Cuando vi la película de 1968 el mensaje era potente y anti-belicista, somos una especie destructiva, ahora las razones van por otro lado, pero tienen el mismo fondo. Es el mismo concepto autodestructivo de "Don't Look Up" del 2021. Nuestro egoísmo nos ciega, nos lleva a negar la ciencia, a pensar sólo en nosotros y nosotras.
Creo que a mucha gente no le gustó el filme porque tiene momentos en que para ellos es lenta, es la impaciencia que les haría casi imposible ver obras de arte como: "Memorias de África" donde para una leyenda como Sydney Pollack era vital el sumergirte en África, antes de imbuirte en la historia entre Redford y Streep.
Además de poder sumergirnos en la jungla, donde vive el protagonista Noa y su clan, nos narran sus tradiciones, para él y sus jóvenes amigos, muy importantes, porque son de iniciación. Además de dar un semblante sobre la personalidad de Noa, un simio valiente, curioso, intrépido, pero sobre todo de gran corazón.
Es importante que comprendamos la personalidad de Noa porque queda atrapado entre los dos grandes "depredadores" del filme, por un lado la del codicioso monarca Proximus Caesar, que no duda en esclavizar, con buenas palabras eso si, a más tribus simias, con tal de tener una gran nación simia de su lado, y que persigue la tecnología humana porque, aunque lejos de su comprensión, tiene la sensación que con ella será mucho más poderoso, en este punto persuadido por un humano sin escrúpulos como Trevathan.
La otra gran personalidad es la de Mae, una humana a la que no ves venir, en el fondo una guerrera, que tiene muy claros sus objetivos. Tremendamente inteligente y audaz, cumple una misión.
El director quiere remarcar la diferencia intelectual entre simios y humanos, que en esos tiempos, era muy marcada. Mae es mucho más inteligente que los simios, que cualquiera de ellos, a nivel cognitivo, de lenguaje, es capaz de planificar con mucha antelación, cosas que los simios ni sospechan.
La gran esperanza de la especie humana, es gente como Mae, ella pone la primera piedra en la vuelta de los humanos. Sin embargo algo ocurre, el personaje del simio Noa, pierde ese velo de inocencia que tenía, nace en él un nuevo espíritu de liderazgo y ahora mira hacia cosas que no prestó nunca atención, como es la tecnología humana.
Habrá segunda entrega de esta película, con los mismos personajes, estoy convencido, y los ingredientes ya están en la cocina. Se vislumbra una secuela espectacular.
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