Thunderbolts*
2025 

6.5
4,068
Acción. Fantástico
Un grupo de supervillanos poco convencional es reclutado para hacer misiones para el gobierno: Yelena Belova, Bucky Barnes, Red Guardian, Ghost, Taskmaster y John Walker. Después de verse atrapados en una trampa mortal urdida por Valentina Allegra de Fontaine, estos marginados deben embarcarse en una peligrosa misión que les obligará a enfrentarse a los recovecos más oscuros de su pasado. (FILMAFFINITY)
30 de abril de 2025
30 de abril de 2025
62 de 80 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Cuántas veces han leído aquello de que "la última película de Marvel es la mejor", o algo parecido? Por mera estadística, es una afirmación que tarde o temprano, alguna vez, tenía que ser verdad... aunque a decir verdad, eso no quiera decir demasiado.. Porque sigue siendo una película de Marvel Studios; quiero decir, sigue siendo una película del Universo Cinematográfico de Marvel.
"De eso se trata precisamente, ababol", responderá alguno. En efecto, de eso se trata. De cine de superhéroes, y de una narrativa continuista. Algo que no termina de reafirmar con rotundidad a "la mejor película que ha hecho Marvel en años". Es lo que la impulsa, cierto, pero al mismo tiempo es también lo que la condiciona... no necesariamente para mal, ojo. Pero sí la supedita.
Se abren tres vías: o eres demasiado exigente porque no eres fan; o eres demasiado transigente porque lo eres; o ni lo uno, ni lo otro. 'Thunderbolts*', más que como un 'Escuadrón suicida' se siente como una versión de andar por casa de 'Los Vengadores' que, al igual que aquella en 2012, se beneficia de no tener que presentar más que a Bob. De poder ir al grano.
Una versión que empieza con Florence Pugh saltando "de verdad" de un edificio muy alto, en plan Tom Cruise. Claro que nada más saltar, pasamos a un plano general con la doble de acción. Toda una declaración de intenciones que define a una película que se mueve, con acierto aunque no grandes alegrías, entre medias de un universo que mantiene a raya su incipiente rebeldía.
No es por hacer de menos a 'Thunderbolts*', una película equilibrada y bien armada que se disfruta; que cuenta con grandes aciertos, donde hay muy pocas cosas que molestan; o que, sobre todo, en vista de algunos de los últimos traspiés, reconstituye el honor de una Marvel que, ya que está, recupera de paso la sensación de "realidad corpórea" de sus primeros filmes.
O sea, es una buena película... a la que, sin embargo, se le encomienda, quizá, un propósito demasiado humilde y modesto. Una versión, en muchos sentidos, de andar por casa de 'Los Vengadores' sin grandes responsabilidades ni ambiciones que podría haberse rodado con mucho menos dinero, y con la que sobre todo se podría haber corrido algún auténtico riesgo...
Pero hablamos de una superproducción de más de 180 millones de Marvel Studios tutelada por la narrativa del MCU. Con todo lo que eso supone. En lo bueno, y en lo no tan bueno; en especial, cuando se trata de una película que, por constitución y naturaleza, no tendría por qué encajar de forma tan higiénica y aseada en el molde superheroico en el que está atrapada.
No es por hacer de menos a la que, ciertamente, podría ser "la mejor película que ha hecho Marvel en años". No he visto todas, así que no lo puedo corroborar. Pero en virtud de las que he visto, sí me lo puedo creer. Esta vez... sí. Aunque eso no sea tanto ni para tanto como pueda parecer De aquí al Óscar aún queda mucho, por más no haya nada serio que podamos recriminarle.
Sin embargo... 'Thunderbolts*' ni rompe el molde, ni transgrede su modelo. Si bien está lograda y se disfruta, no deja de reincidir y conjugar una narrativa de sobra conocida a la que apela con prudente y acomodada sumisión, sirviendo a una causa mayor que la empequeñece con tanta dignidad como subordinación, lo que reduce su capacidad de sorpresa al "buen trabajo".
A ese "buen trabajo" que Terence Fletcher precisamente calificaba como "las dos palabras más daniñas que hay en inglés".
"De eso se trata precisamente, ababol", responderá alguno. En efecto, de eso se trata. De cine de superhéroes, y de una narrativa continuista. Algo que no termina de reafirmar con rotundidad a "la mejor película que ha hecho Marvel en años". Es lo que la impulsa, cierto, pero al mismo tiempo es también lo que la condiciona... no necesariamente para mal, ojo. Pero sí la supedita.
Se abren tres vías: o eres demasiado exigente porque no eres fan; o eres demasiado transigente porque lo eres; o ni lo uno, ni lo otro. 'Thunderbolts*', más que como un 'Escuadrón suicida' se siente como una versión de andar por casa de 'Los Vengadores' que, al igual que aquella en 2012, se beneficia de no tener que presentar más que a Bob. De poder ir al grano.
Una versión que empieza con Florence Pugh saltando "de verdad" de un edificio muy alto, en plan Tom Cruise. Claro que nada más saltar, pasamos a un plano general con la doble de acción. Toda una declaración de intenciones que define a una película que se mueve, con acierto aunque no grandes alegrías, entre medias de un universo que mantiene a raya su incipiente rebeldía.
No es por hacer de menos a 'Thunderbolts*', una película equilibrada y bien armada que se disfruta; que cuenta con grandes aciertos, donde hay muy pocas cosas que molestan; o que, sobre todo, en vista de algunos de los últimos traspiés, reconstituye el honor de una Marvel que, ya que está, recupera de paso la sensación de "realidad corpórea" de sus primeros filmes.
O sea, es una buena película... a la que, sin embargo, se le encomienda, quizá, un propósito demasiado humilde y modesto. Una versión, en muchos sentidos, de andar por casa de 'Los Vengadores' sin grandes responsabilidades ni ambiciones que podría haberse rodado con mucho menos dinero, y con la que sobre todo se podría haber corrido algún auténtico riesgo...
Pero hablamos de una superproducción de más de 180 millones de Marvel Studios tutelada por la narrativa del MCU. Con todo lo que eso supone. En lo bueno, y en lo no tan bueno; en especial, cuando se trata de una película que, por constitución y naturaleza, no tendría por qué encajar de forma tan higiénica y aseada en el molde superheroico en el que está atrapada.
No es por hacer de menos a la que, ciertamente, podría ser "la mejor película que ha hecho Marvel en años". No he visto todas, así que no lo puedo corroborar. Pero en virtud de las que he visto, sí me lo puedo creer. Esta vez... sí. Aunque eso no sea tanto ni para tanto como pueda parecer De aquí al Óscar aún queda mucho, por más no haya nada serio que podamos recriminarle.
Sin embargo... 'Thunderbolts*' ni rompe el molde, ni transgrede su modelo. Si bien está lograda y se disfruta, no deja de reincidir y conjugar una narrativa de sobra conocida a la que apela con prudente y acomodada sumisión, sirviendo a una causa mayor que la empequeñece con tanta dignidad como subordinación, lo que reduce su capacidad de sorpresa al "buen trabajo".
A ese "buen trabajo" que Terence Fletcher precisamente calificaba como "las dos palabras más daniñas que hay en inglés".
30 de abril de 2025
30 de abril de 2025
60 de 78 usuarios han encontrado esta crítica útil
Podemos hacer como que Capitán América Brave New World no ha existido y realmente es esta película la que inicia la siguiente fase del MCU.
Voy a resumir todo lo que indiqué en la crítica de Brave New World que fallaba y que Thunderbolts soluciona, al menos de manera parcial:
- El nuevo Capitán América (al que voy a rebautizar definitivamente como Sam-Sin-Suero, porque tiene de Capitán América lo que yo de bailaor flamenco) tiene súper fuerza, súper reflejos y súper agilidad, aparte de cien mil gadgets, y todo eso sin súper suero; son todo ventajas y ninguna vulnerabilidad. En Thunderbolts cada personaje tiene sus habilidades y virtudes pero sobre todo, vulnerabilidades y defectos. Ver cómo lidian con ello y funcionan como equipo me interesa, al contrario que IronCapi que no podría importarme menos lo que le sucede.
- El CGI saturaba para hacerte creer cosas que son irreales hasta para ser MCU, como que Sam se pueda enfrentar a un Hulk rojo sin súper suero. Aquí las coreografías son muy buenas y efectivas, de las que echábamos de menos, relegando al CGI a los momentos imprescindibles.
- La trama política en plan espionaje cutre y los personajes secundarios sin carisma (como Retaco Sionista, la pitufina viuda negra de Brave New World), por no decir directamente unos villanos de pacotilla, lastraban el interés por la trama. Aquí plantean un personaje y una subtrama de los cómics muy interesante (que me sorprendía, de hecho, que aún no lo hubiesen sacado en el MCU) y los personajes tienen carisma y personalidad como para que me interese lo que les pasa. Las consecuencias de lo que plantean en Thunderbolts podrían ser muy bestias y, bien usadas, podrían dar pie a peliculones.
- En Brave New World no quedaba nada al terminar la película que te llamase y te dejase con las ganas de ver las siguientes películas. Thunderbolts sí consigue que estés pendiente del futuro y te intereses por las nuevas películas del MCU.
- Brave New World usaba un humor blanco, muy trillado, mal empleado, con situaciones y comentarios absurdos. Thunderbolts es más oscura y, aún así, emplea el humor adecuadamente de manera más negra o más sarcástica, alternando correctamente los momentos cómicos con los de acción y no generando un espectáculo de payasos de circo como en las bochornosas y deleznables películas de Taika Waititi (Thor Ragnarok y Love and Thunder tratan temas bestiales y parece Los Payasos de la Tele con Thor haciendo de Miliki).
En resumen, sin ser un peliculón, Thunderbolts busca tener una personalidad propia y darle una dirección y sentido diferentes a la siguiente fase del MCU, planteando interesantes subtramas y nuevos personajes. Es entretenida, te interesan los dilemas de los diferentes héroes, te llama ver cómo lidian con sus mierdas, las coreografías están chulas... Tiene algunos detalles que podrían ser mejorables, por ejemplo, que aún no hay definido un súper villano claro en sustitución de Kang, así que no hay sensación de peligro inminente como antes cuando nos mostraron a Thanos y nos prepararon para él varias películas antes de la Infinity War; pero aún así, las sensaciones son buenas, al contrario que al ver Brave New World que la sensación era de decrepitud y mediocridad.
A ver si consiguen darle buen desarrollo a lo que plantean en Thunderbolts, que puede definir totalmente la siguiente fase y generar eventos y consecuencias muy interesantes. Así sí, Marvel.
Voy a resumir todo lo que indiqué en la crítica de Brave New World que fallaba y que Thunderbolts soluciona, al menos de manera parcial:
- El nuevo Capitán América (al que voy a rebautizar definitivamente como Sam-Sin-Suero, porque tiene de Capitán América lo que yo de bailaor flamenco) tiene súper fuerza, súper reflejos y súper agilidad, aparte de cien mil gadgets, y todo eso sin súper suero; son todo ventajas y ninguna vulnerabilidad. En Thunderbolts cada personaje tiene sus habilidades y virtudes pero sobre todo, vulnerabilidades y defectos. Ver cómo lidian con ello y funcionan como equipo me interesa, al contrario que IronCapi que no podría importarme menos lo que le sucede.
- El CGI saturaba para hacerte creer cosas que son irreales hasta para ser MCU, como que Sam se pueda enfrentar a un Hulk rojo sin súper suero. Aquí las coreografías son muy buenas y efectivas, de las que echábamos de menos, relegando al CGI a los momentos imprescindibles.
- La trama política en plan espionaje cutre y los personajes secundarios sin carisma (como Retaco Sionista, la pitufina viuda negra de Brave New World), por no decir directamente unos villanos de pacotilla, lastraban el interés por la trama. Aquí plantean un personaje y una subtrama de los cómics muy interesante (que me sorprendía, de hecho, que aún no lo hubiesen sacado en el MCU) y los personajes tienen carisma y personalidad como para que me interese lo que les pasa. Las consecuencias de lo que plantean en Thunderbolts podrían ser muy bestias y, bien usadas, podrían dar pie a peliculones.
- En Brave New World no quedaba nada al terminar la película que te llamase y te dejase con las ganas de ver las siguientes películas. Thunderbolts sí consigue que estés pendiente del futuro y te intereses por las nuevas películas del MCU.
- Brave New World usaba un humor blanco, muy trillado, mal empleado, con situaciones y comentarios absurdos. Thunderbolts es más oscura y, aún así, emplea el humor adecuadamente de manera más negra o más sarcástica, alternando correctamente los momentos cómicos con los de acción y no generando un espectáculo de payasos de circo como en las bochornosas y deleznables películas de Taika Waititi (Thor Ragnarok y Love and Thunder tratan temas bestiales y parece Los Payasos de la Tele con Thor haciendo de Miliki).
En resumen, sin ser un peliculón, Thunderbolts busca tener una personalidad propia y darle una dirección y sentido diferentes a la siguiente fase del MCU, planteando interesantes subtramas y nuevos personajes. Es entretenida, te interesan los dilemas de los diferentes héroes, te llama ver cómo lidian con sus mierdas, las coreografías están chulas... Tiene algunos detalles que podrían ser mejorables, por ejemplo, que aún no hay definido un súper villano claro en sustitución de Kang, así que no hay sensación de peligro inminente como antes cuando nos mostraron a Thanos y nos prepararon para él varias películas antes de la Infinity War; pero aún así, las sensaciones son buenas, al contrario que al ver Brave New World que la sensación era de decrepitud y mediocridad.
A ver si consiguen darle buen desarrollo a lo que plantean en Thunderbolts, que puede definir totalmente la siguiente fase y generar eventos y consecuencias muy interesantes. Así sí, Marvel.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Me ha cabreado enormemente lo de Supervisora: sale en todos los carteles de la película, es un personaje interesantísimo y con enorme potencial, y lo despachan de manera súper cutre a la media hora de película, completamente injustificado. Vale que a veces cansa lo de dar por muerto a un personaje y que lo revivan mediante un Deus Ex, pero en este caso, ni había justificación ni motivo para matarlo y su desarrollo como personaje ha sido completamente desaprovechado.
Lo mismo lo "reviven" para siguientes películas, porque yo lo considero un punto muy negativo de la película.
De igual forma, lo de la escena postcréditos con Sam haciendo su propio equipo de Vengadores, insisto, no podría importarme menos ni IronCapi súper Sam-Sin-Suero ni su equipo de pacotilla, sobre todo si incluye a la pitufina israelí, el Retaco Sionista.
Lo mismo lo "reviven" para siguientes películas, porque yo lo considero un punto muy negativo de la película.
De igual forma, lo de la escena postcréditos con Sam haciendo su propio equipo de Vengadores, insisto, no podría importarme menos ni IronCapi súper Sam-Sin-Suero ni su equipo de pacotilla, sobre todo si incluye a la pitufina israelí, el Retaco Sionista.
2 de mayo de 2025
2 de mayo de 2025
23 de 34 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sinceramente no daba un duro por este equipo, reconozco que soy de los que dijo aquello de “Esta gente son el Escuadrón Suicida de Marvel” pero ¡Coño! Anonadado me hallo, porque resulta que me ha gustado muchísimo más de lo que me pensaba, la he disfrutado muchísimo (y ya le gustaría al Escuadrón Suicida de la Distinguida Competencia parecerse un poquito a estos bandarras Thunderbolts).
¿Por qué? Simple, llana y básicamente porque ha sido casi como volver a esa época en la que cada película de Marvel que se estrenaba hacia ilusión, hasta las malas. Esa época en que todo tenía sentido, en que intentaban que todo lo que veíamos fuese razonablemente realista (o al menos que tuviese coherencia), esa en la que había cabida para todo: que tenía miga, sustancia, enjundia, momentos serios, buenos golpes cómicos, misterio esperando a la vuelta de la esquina, que no querías que se resolviese porque entonces la película habría acabado y tu querías más y más. Sí, joder, así de ESPECIAL es esta “Thunderbolts*”, que encima habla de algo de mi especial interés: la salud mental, lo psicológico de los personajes. Me flipa, vaya. No pienso dar muchos detalles de la cinta salvo en la Zona spoiler, si podéis verla lo más en limpio posible: mejor que mejor, más la disfrutareis. Aun así, creo que es una cinta muy disfrutona y entretenida que recuerda a cuando Marvel era especial de verdad.
El guion lo firman a cuatro manos dos guionistas muy interesantes: por un lado está Joanna Calo, curtida en producciones televisivas de calidad, y por otro Eric Pearson, que ya había trabajado para Marvel Studios en los guiones de “Thor: Ragnarok” (2017) y “Black Widow” (2021), así que ya sabía como trabajar con los personajes. Ambos guionistas se han compenetrado muy bien, y aunque se nota que el estudio ha metido algo de mano, han intentado entregarnos algo distinto y especial y, en mi humilde opinión, lo han conseguido.
Y capitanea la producción Jake Schreier, un director con una visión y una sensibilidad únicas. Ha intentando hacerlo a su manera y, vuelvo a repetirlo, se nota que Marvel Studios ha metido mano en el proyecto, pero creo que Schreier ha sabido imponerse y defender su visión del proyecto con bastante solvencia y personalidad.
Aunque la que de verdad brilla sobremanera es Florence Pugh, que no veas la tía el peaso’ de actriz que es. A mí me encanta, es un bicharraco. Su Yelena Belova es de los pocos personajes de las nuevas películas que ha tenido un espaldarazo en condiciones (ella y Hailee Steinfeld y su Kate Bishop, personaje del que tengo ganas de más), Scarlett Johansson le dio sus bendiciones como Dios manda en la interesante, infravalorada y reivindicable “Black Widow”, el resto no han tenido la misma suerte: a Sam Wilson le dio el escudo el Capi porque sí, vaya, sin ninguna razón de peso y ya hemos visto como le ha ido a Sam Wilson en su peli en solitario.
Luego está Sebastian Stan como Bucky Barnes. Me agrada siempre volver a ver a Bucky, pero creo que Calo y Pearson podrían haberse currado un poco más la subtrama del ex-Soldado de Invierno en esta cinta.
El que se nota que se lo pasa como un enano es David Harbour como Alexei Shostakov, está claro que a Harbour le gustan estas producciones tela, lo transmite al público y hace que nos lo pasemos bien.
Julia Louis-Dreyfus también entrega una buena actuación como la buena para nada Valentina Allegra de Fontaine.
Me alegro muchísimo de que Geraldine Viswanathan haya sustituido a Ayo Edebiri. Aunque sea un personaje muy pequeñito y secundario, por Viswanathan siento debilidad y me ha encantado verla en la peli.
Hannah John-Kamen y Wyatt Russell ambos correctos, no son la repanocha, pero los he visto mejor de lo que me pensaba y esperaba.
Pero el que, junto a Pugh, se roba la película es Lewis Pullman. No es por despreciar a Steven Yeun, pero me alegro MUCHÍSIMO de que sea Pullman el que haya interpretado finalmente al misterioso “Bob”, un personaje realmente interesante al que Pullman borda, porque el chaval tiene talento y cuando se lo permiten lo demuestra. Os recomiendo que veáis (o revisitéis) “Bad Times at the El Royale” (2018), en la que Pullman está IN-CRE-Í-BLE.
Y tengo que mencionarlo: he echado en falta a Rachel Weisz, que en principio iba a retomar su papel de Melina Vostokoff que interpretó en “Black Widow” (2021) pero no sé qué ha podido pasar para que se quede fuera, la verdad. Aparecía hasta en artes conceptuales de la cinta.
Hay que destacar lo bien coreografiadas que están las peleas y lo refinados que son los efectos especiales CGI, otro punto más a favor de la cinta.
Entrega un estupendo trabajo fotográfico Andrew Droz Palermo, que ya había trabajado para Marvel en la miniserie “Moon Knight” (2022).
Y el cojonudo score (me ha gustado muchísimo) lo ha compuesto Son Lux, una banda de música experimental estadounidense integrada por Ryan Lott, Rafiq Bhatia y Ian Chang. Creo que el score es realmente bueno para una película de corte comercial como esta. Bueno, de corte comercial, la cinta tiene un puntito indie muy curioso. Y para que mentir: me ha ENCANTADO que usen el “Nothing's Gonna Stop Us Now” de Starship, casa a las mil maravillas con la peli.
Una curiosidad:
El salto en paracaídas que ejecuta Yelena Belova desde el segundo edificio más alto del mundo, el Merdeka 118 en Kuala Lumpur, Malasia (el edificio tiene una altura de 822 metros), realmente lo hizo Florence Pugh, un poco al estilo Tom Cruise. A Pugh le encantan las alturas y quería ser ella quien saltara y añadió que hacerlo requirió tanta adrenalina que "me quedé dormida durante tres horas después de hacer la acrobacia porque mi cerebro se desplomó".
Resumiendo: no esperaba que me fuese ha gustar tantísimo como me ha gustado, la verdad. De hecho, quiero volver a verla en el cine y voy a intentar volverla a ver. Si siguen así, puede que Marvel remonte, esperemos que sí, sino por lo menos nos quedará esta genialidad llamada “Thunderbolts*”.
¿Por qué? Simple, llana y básicamente porque ha sido casi como volver a esa época en la que cada película de Marvel que se estrenaba hacia ilusión, hasta las malas. Esa época en que todo tenía sentido, en que intentaban que todo lo que veíamos fuese razonablemente realista (o al menos que tuviese coherencia), esa en la que había cabida para todo: que tenía miga, sustancia, enjundia, momentos serios, buenos golpes cómicos, misterio esperando a la vuelta de la esquina, que no querías que se resolviese porque entonces la película habría acabado y tu querías más y más. Sí, joder, así de ESPECIAL es esta “Thunderbolts*”, que encima habla de algo de mi especial interés: la salud mental, lo psicológico de los personajes. Me flipa, vaya. No pienso dar muchos detalles de la cinta salvo en la Zona spoiler, si podéis verla lo más en limpio posible: mejor que mejor, más la disfrutareis. Aun así, creo que es una cinta muy disfrutona y entretenida que recuerda a cuando Marvel era especial de verdad.
El guion lo firman a cuatro manos dos guionistas muy interesantes: por un lado está Joanna Calo, curtida en producciones televisivas de calidad, y por otro Eric Pearson, que ya había trabajado para Marvel Studios en los guiones de “Thor: Ragnarok” (2017) y “Black Widow” (2021), así que ya sabía como trabajar con los personajes. Ambos guionistas se han compenetrado muy bien, y aunque se nota que el estudio ha metido algo de mano, han intentado entregarnos algo distinto y especial y, en mi humilde opinión, lo han conseguido.
Y capitanea la producción Jake Schreier, un director con una visión y una sensibilidad únicas. Ha intentando hacerlo a su manera y, vuelvo a repetirlo, se nota que Marvel Studios ha metido mano en el proyecto, pero creo que Schreier ha sabido imponerse y defender su visión del proyecto con bastante solvencia y personalidad.
Aunque la que de verdad brilla sobremanera es Florence Pugh, que no veas la tía el peaso’ de actriz que es. A mí me encanta, es un bicharraco. Su Yelena Belova es de los pocos personajes de las nuevas películas que ha tenido un espaldarazo en condiciones (ella y Hailee Steinfeld y su Kate Bishop, personaje del que tengo ganas de más), Scarlett Johansson le dio sus bendiciones como Dios manda en la interesante, infravalorada y reivindicable “Black Widow”, el resto no han tenido la misma suerte: a Sam Wilson le dio el escudo el Capi porque sí, vaya, sin ninguna razón de peso y ya hemos visto como le ha ido a Sam Wilson en su peli en solitario.
Luego está Sebastian Stan como Bucky Barnes. Me agrada siempre volver a ver a Bucky, pero creo que Calo y Pearson podrían haberse currado un poco más la subtrama del ex-Soldado de Invierno en esta cinta.
El que se nota que se lo pasa como un enano es David Harbour como Alexei Shostakov, está claro que a Harbour le gustan estas producciones tela, lo transmite al público y hace que nos lo pasemos bien.
Julia Louis-Dreyfus también entrega una buena actuación como la buena para nada Valentina Allegra de Fontaine.
Me alegro muchísimo de que Geraldine Viswanathan haya sustituido a Ayo Edebiri. Aunque sea un personaje muy pequeñito y secundario, por Viswanathan siento debilidad y me ha encantado verla en la peli.
Hannah John-Kamen y Wyatt Russell ambos correctos, no son la repanocha, pero los he visto mejor de lo que me pensaba y esperaba.
Pero el que, junto a Pugh, se roba la película es Lewis Pullman. No es por despreciar a Steven Yeun, pero me alegro MUCHÍSIMO de que sea Pullman el que haya interpretado finalmente al misterioso “Bob”, un personaje realmente interesante al que Pullman borda, porque el chaval tiene talento y cuando se lo permiten lo demuestra. Os recomiendo que veáis (o revisitéis) “Bad Times at the El Royale” (2018), en la que Pullman está IN-CRE-Í-BLE.
Y tengo que mencionarlo: he echado en falta a Rachel Weisz, que en principio iba a retomar su papel de Melina Vostokoff que interpretó en “Black Widow” (2021) pero no sé qué ha podido pasar para que se quede fuera, la verdad. Aparecía hasta en artes conceptuales de la cinta.
Hay que destacar lo bien coreografiadas que están las peleas y lo refinados que son los efectos especiales CGI, otro punto más a favor de la cinta.
Entrega un estupendo trabajo fotográfico Andrew Droz Palermo, que ya había trabajado para Marvel en la miniserie “Moon Knight” (2022).
Y el cojonudo score (me ha gustado muchísimo) lo ha compuesto Son Lux, una banda de música experimental estadounidense integrada por Ryan Lott, Rafiq Bhatia y Ian Chang. Creo que el score es realmente bueno para una película de corte comercial como esta. Bueno, de corte comercial, la cinta tiene un puntito indie muy curioso. Y para que mentir: me ha ENCANTADO que usen el “Nothing's Gonna Stop Us Now” de Starship, casa a las mil maravillas con la peli.
Una curiosidad:
El salto en paracaídas que ejecuta Yelena Belova desde el segundo edificio más alto del mundo, el Merdeka 118 en Kuala Lumpur, Malasia (el edificio tiene una altura de 822 metros), realmente lo hizo Florence Pugh, un poco al estilo Tom Cruise. A Pugh le encantan las alturas y quería ser ella quien saltara y añadió que hacerlo requirió tanta adrenalina que "me quedé dormida durante tres horas después de hacer la acrobacia porque mi cerebro se desplomó".
Resumiendo: no esperaba que me fuese ha gustar tantísimo como me ha gustado, la verdad. De hecho, quiero volver a verla en el cine y voy a intentar volverla a ver. Si siguen así, puede que Marvel remonte, esperemos que sí, sino por lo menos nos quedará esta genialidad llamada “Thunderbolts*”.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
¿Pa’ qué carajos han traído de vuelta a Taskmaster? Joder, macho, pa’ matarla en cinco minutos no era plan, vaya…
La decisión de usar al famoso y poderoso Sentry contra los Thunderbolts fue deliberada por parte de los cineastas: "Cuando tienes a Sentry y al Vacío, y la gente ha dicho en Internet: '¿Cómo se supone que van a vencer a ese tipo?', sabíamos que siempre tendría que ser una batalla más interna. ¿Cómo conectamos los arcos argumentales de los demás personajes para que encajen con ese antagonista? En este mundo, hay muchos traumas que explorar. Han pasado por mucho. Cuando tienes un personaje como Bob, Sentry y el Vacío, sabes que es parte de la historia, y es un personaje muy rico. Siempre se concibió como una parábola para la salud mental". A mi el Vacío me ha dando bastante mal rollo, necesitamos más villanos así de chungos en Marvel. Además, que el villano sea vencido mediante un abrazo y no a base de tollinas es MUY especial, me ha gustado mucho ese punto.
Y realmente la villana para mí es Valentia, que actúa un poco como lo hizo Zemo (que debería haber aparecido en esta peli) en “Civil War” (2016), manipulando a todos para que se líe, Robert Reynolds es simple y llanamente una víctima.
Según el director Jake Schreier, utilizó sombras explosivas (un fenómeno en el que una explosión nuclear puede erradicar personas, pero dejar sus sombras quemadas en el suelo o la pared) como parte de los poderes de sombra del Vacío por su simplicidad y horror.
Estos Thunderbolts no tendrán un lujoso Quinjet pero tiene una espectacular limusina, jajaja.
Hostia puta, y lo del pollo con el cartel que les da una capuana a los Thunderbolts es ya demasié...
Y lo de los “Vengadorez” es la hostia, de verdad, una auténtica genialidad.
La decisión de usar al famoso y poderoso Sentry contra los Thunderbolts fue deliberada por parte de los cineastas: "Cuando tienes a Sentry y al Vacío, y la gente ha dicho en Internet: '¿Cómo se supone que van a vencer a ese tipo?', sabíamos que siempre tendría que ser una batalla más interna. ¿Cómo conectamos los arcos argumentales de los demás personajes para que encajen con ese antagonista? En este mundo, hay muchos traumas que explorar. Han pasado por mucho. Cuando tienes un personaje como Bob, Sentry y el Vacío, sabes que es parte de la historia, y es un personaje muy rico. Siempre se concibió como una parábola para la salud mental". A mi el Vacío me ha dando bastante mal rollo, necesitamos más villanos así de chungos en Marvel. Además, que el villano sea vencido mediante un abrazo y no a base de tollinas es MUY especial, me ha gustado mucho ese punto.
Y realmente la villana para mí es Valentia, que actúa un poco como lo hizo Zemo (que debería haber aparecido en esta peli) en “Civil War” (2016), manipulando a todos para que se líe, Robert Reynolds es simple y llanamente una víctima.
Según el director Jake Schreier, utilizó sombras explosivas (un fenómeno en el que una explosión nuclear puede erradicar personas, pero dejar sus sombras quemadas en el suelo o la pared) como parte de los poderes de sombra del Vacío por su simplicidad y horror.
Estos Thunderbolts no tendrán un lujoso Quinjet pero tiene una espectacular limusina, jajaja.
Hostia puta, y lo del pollo con el cartel que les da una capuana a los Thunderbolts es ya demasié...
Y lo de los “Vengadorez” es la hostia, de verdad, una auténtica genialidad.
6 de mayo de 2025
6 de mayo de 2025
13 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
No soy fan del universo Marvel, pero Thunderbolts me sorprendió en algunos aspectos. A pesar de no ser una película especialmente memorable, no se me hizo pesada. Lo que más destaco es cómo aborda el tema de la salud mental y esa lucha interna que muchos vivimos.
Agradezco que una película de este tipo se atreva a ir un poco más allá de la acción superficial para tocar algo más humano.
A nivel visual y narrativo sigue el estilo típico de Marvel, con escenas de acción y diálogos que no arriesgan demasiado, pero agradezco que, al menos, haya una intención de ir un poco más allá. No me atrapó del todo, pero tampoco me hizo arrepentirme de verla.
Agradezco que una película de este tipo se atreva a ir un poco más allá de la acción superficial para tocar algo más humano.
A nivel visual y narrativo sigue el estilo típico de Marvel, con escenas de acción y diálogos que no arriesgan demasiado, pero agradezco que, al menos, haya una intención de ir un poco más allá. No me atrapó del todo, pero tampoco me hizo arrepentirme de verla.
3 de mayo de 2025
3 de mayo de 2025
12 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una película de acción con poca acción. Mucha sensiblería en todos sus personajes y un debate filosófico en su argumento para el que no pagué. Fui a ver una película de acción y ni siquiera la batalla final merece la pena. Sus personajes son poco impresionantes, al contrario que los vengadores originales. No me imagino a ninguno de estos luchando contra un Thor, un Hulk o un verdadero Capitán América, parecen una parodia de superhéroes, un quiero y no puedo que provoca mi enfado a la hora de ir a ver una película de Marvel. Desde que acabara la saga de Thanos, ninguna más ha merecido la pena, de ahí que no haya ido al cine a ver mucha más. Mi recomendación es que vuelvan a lo que funcionaba, escenas de acción increíbles, personajes increíbles y malvados que lo pongan muy difícil. Los debates filosóficos son para otro género cinematográfico.
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