11.22.63Miniserie
2016 

Bridget Carpenter (Creador), Kevin Macdonald ...
6.7
5,526
Serie de TV. Thriller. Intriga. Ciencia ficción
Miniserie de TV (2016). 8 episodios. El 22 de noviembre de 1963, los disparos que acabaron con la vida del Presidente Kennedy cambiaron el mundo. El profesor Jake Epping (James Franco) intenta viajar al pasado para impedir el magnicidio, pero su misión se verá amenazada. (FILMAFFINITY)
2 de marzo de 2016
2 de marzo de 2016
70 de 79 usuarios han encontrado esta crítica útil
He de decir que mi opinión sobre la serie es totalmente parcial, ya que leí el libro y me encantó. Me fascinó. Ciencia ficción de andar por casa, al estilo Twilight Zone, una historia que engancha y un contexto (los sesenta) recreado a la perfección. Además, métele a JFK, viajes en el tiempo y realidades paralelas. Stephen King me embaucó, y yo bien que lo disfruté.
Pero yo no he venido a hablar de mi libro. No mucho, al menos.
11/22/63 me dejó con ganas de más. Y esta serie ha venido tres años después para agradar a los que disfrutaron el libro. Pero ya está. Por mucho que me duela decir esto, la serie de televisión sigue el mismo patrón que la adaptaciones de Harry Potter. Están muy bien, molan mucho, pero el libro... ¡Ay el libro! ¡Cuánto lo disfruté!
La serie no es una genialidad ni una maravilla. Es una adapación, con muchas licencias y variaciones respecto a la novela. Cambios importantes. IMPORTANTES. Lo pongo en mayúsculas. Si el lector es exigente, le chirriarán estos cambios. Pero creo que si un aficionado de la ciencia ficción ve la serie sin haber leído el libro, la disfrutará. Tampoco es una serie histórica esto. Avisados quedan.
Un ejemplo (no destripo). En el libro, el Pasado tiene mucha más fuerza. Parece casi un personaje más. "El pasado es obstinado", y vaya si lo es. Y lees el libro y lo sientes, y ves que hay una fuerza oscura detrás de todo. La serie, sin embargo, es bastante más light. Pero yo veo la serie como complemento al libro, así que compro.
En resumen: 11/22/63 es uno de mis 3 libros preferidos. ¿Es 11/22/63 una de mis 3 series preferidas? No. Pero yo perdono a los creadores, al fin y al cabo han conseguido hacerme viajar en el tiempo hasta 2013, cuando leí un libro tremendo, tremendo. Qué potente es la nostalgia, amigos.
Pero yo no he venido a hablar de mi libro. No mucho, al menos.
11/22/63 me dejó con ganas de más. Y esta serie ha venido tres años después para agradar a los que disfrutaron el libro. Pero ya está. Por mucho que me duela decir esto, la serie de televisión sigue el mismo patrón que la adaptaciones de Harry Potter. Están muy bien, molan mucho, pero el libro... ¡Ay el libro! ¡Cuánto lo disfruté!
La serie no es una genialidad ni una maravilla. Es una adapación, con muchas licencias y variaciones respecto a la novela. Cambios importantes. IMPORTANTES. Lo pongo en mayúsculas. Si el lector es exigente, le chirriarán estos cambios. Pero creo que si un aficionado de la ciencia ficción ve la serie sin haber leído el libro, la disfrutará. Tampoco es una serie histórica esto. Avisados quedan.
Un ejemplo (no destripo). En el libro, el Pasado tiene mucha más fuerza. Parece casi un personaje más. "El pasado es obstinado", y vaya si lo es. Y lees el libro y lo sientes, y ves que hay una fuerza oscura detrás de todo. La serie, sin embargo, es bastante más light. Pero yo veo la serie como complemento al libro, así que compro.
En resumen: 11/22/63 es uno de mis 3 libros preferidos. ¿Es 11/22/63 una de mis 3 series preferidas? No. Pero yo perdono a los creadores, al fin y al cabo han conseguido hacerme viajar en el tiempo hasta 2013, cuando leí un libro tremendo, tremendo. Qué potente es la nostalgia, amigos.
29 de abril de 2016
29 de abril de 2016
38 de 43 usuarios han encontrado esta crítica útil
Desde hace muchos años, casi cualquier cosa que escriba Stephen King tiene el éxito garantizado, (y eso que no todo lo que escribe es bueno), así que la tentación de adaptarlo al cine o la TV es demasiado alta como para dejarla pasar.
Muchos directores, entre ellos muy conocidos y famosos lo han intentado llevar al cine, con resultados desiguales (tuvo que llegar Frank Darabont para que se le empezara a sacar todo el partido a King en pantalla grande). A la TV se lo ha intentado adaptar en menos ocasiones, pero los resultados tampoco han sido especialmente buenos.
La más reciente (que yo recuerde) fue la infame La Cúpula: un ejemplo de manual de los pasos que hay que seguir para arruinar una historia que parte de una buena idea y unos buenos personajes, simplemente serializándola y estirándola como chicle hasta el infinito (bueno hasta que te la cancelen pro baja audiencia).
¿Qué tiene pues de distinto 11.22.63 para no ser otro fiasco? (Por mucho que esté metido J.J. Abrams en el proyecto
Bueno, pues la respuesta es simple: no hay temporadas, no hay prolongación innecesaria de la historia, no hay más historia que la King escribió (mejor o peor adaptada, dejándose atrás unas cosas e inventándose otras,... lo que queráis, pero es una historia cerrada: 8 episodios y se acabó. (Deberían tomar ejemplo más a menudo los que se dedican a hacer series).
A ver, antes de empezar: no he leído la novela. Así que no se si está bien o mal adaptada y mi percepción de lo buena o lo mala que sea la serie viene sólo de esta, sin estar influenciada por el original. Así que allá vamos.
Como en la mayoría de las historias de King, el protagonista es un alter ego de si mismo, alguien que se dedica a lo que él hace o hacía en el pasado: King es escritor, fue profesor de literatura,... incluso celador en un hotel de temporada... ¿os suena? Bueno pues, aquí el protagonista es un profesor de literatura (James Franco) que tiene un amigo que regenta un dinner, una de esas cafeterías típicas americanas.
Y (aquí la cosa arranca rápido, no se andan con chiquitas con preliminares), su amigo se está muriendo de cáncer, así que le cuenta un secreto y le encarga una misión.
El secreto es que en la despensa de su cafetería hay una especie de portal a otro mundo, o mejor dicho a este mundo, pero a otro tiempo, al año 1960. Puedes entrar y salir cada vez que quieras, pero siempre apareces en el mismo instante de 1960, no importa cuanto tiempo pasaras allí la última vez ni lo que hicieras: el portal siempre se resetea.
Y la misión es... impedir que maten a Kennedy. Su viejo amigo le confiesa que ya lo ha intentado antes sin conseguirlo, y que ha pasado años allí intentándolo (al fin y al cabo el portal te lleva tres años antes de la muerte de JFK), investigando, informándose....
La verdad es que esto fue una de las cosas que más me desconcertó: no se explica nada, no se cuenta porqué está allí es portal, que es o deja de ser, no se le da suspense de ningún tipo a este planteamiento, simplemente se revela de golpe. Está muy claro que lo que interesa es lo otro: no tanto el hecho de retroceder en el tiempo, sino el de evitar el asesinato de Kennedy, y de paso darnos la propia de versión de King de que pasó o dejó de pasar en el magnicidio más famoso de la historia.
A partir de ahí la trama avanza de forma más regular. El profesor del siglo XXI tiene que adaptarse a vivir y pensar como un americano medio de principio de los años 60, y no solo en temas superficiales como en la manera de vestir, el corte de pelo, etc.
También tiene que adaptarse a la mentalidad de la época, donde es raro que las mujeres trabajen, donde todavía hay segregación racial en muchos estados (y concretamente en un estado sureño como es Texas), etc.
Así que se pone manos a la obra: cambia su look, se muda a Texas, se busca un trabajo que le haga de tapadera (bueno, realmente el mismo trabajo que ya tiene: profesor de literatura en un instituto, solo que ahora en los 60), y consigue los recursos económicos que necesita haciendo apuestas deportivas más o menos discretas (como si de Regreso al Futuro se tratara, él sabe quien va a ganar cada combate o cada partido, pero si es demasiado ambicioso con las apuestas puede llamar demasiado la atención.
Mientras tanto tiene por delante casi tres años para avanzar en su investigación, para encontrar a Lee Harvey Ostwald, ponerlo bojo vigilancia y tratar de averiguar si realmente fue él o no fue más que un chivo expiatorio, si actuó sólo o si era parte de una conspiración mayor,… y para tomar la decisión de cómo actuar para evitar el asesinato en función de lo que averigüe.
Aunque King es famoso por sus historias de terror, esta no lo es. Es más, quitando la excusa argumental que da pié a la historia, tiene relativamente pocos elementos sobrenaturales. Me gusta sobre todo la idea de que el pasado “se resiste a ser cambiado”, y que hará todo lo posible para entorpecer la misión de este profesor de instituto. Por ejemplo, para mantener el suspense, es muy llamativa la aparición –de vez en cuando- de ese tipo con pinta de vagabundo que parece reconocer al extraño venido del futuro como lo que es, y que advierte con un ominoso “No deberías estar aquí”.
En definitiva, una serie agradable de ver, más que correcta, aunque no sea una de las obras maestras de la televisión. Y lo más importante: cerrada. La historia se plantea, se desarrolla y acaba, no hay que esperar nuevas temporadas ni hay que ir inventando sobre la marcha año tras año.
Más en: http://el-pobre-cito-hablador.blogspot.com/2016/04/112263-no-deberias-estar-aqui.html
Muchos directores, entre ellos muy conocidos y famosos lo han intentado llevar al cine, con resultados desiguales (tuvo que llegar Frank Darabont para que se le empezara a sacar todo el partido a King en pantalla grande). A la TV se lo ha intentado adaptar en menos ocasiones, pero los resultados tampoco han sido especialmente buenos.
La más reciente (que yo recuerde) fue la infame La Cúpula: un ejemplo de manual de los pasos que hay que seguir para arruinar una historia que parte de una buena idea y unos buenos personajes, simplemente serializándola y estirándola como chicle hasta el infinito (bueno hasta que te la cancelen pro baja audiencia).
¿Qué tiene pues de distinto 11.22.63 para no ser otro fiasco? (Por mucho que esté metido J.J. Abrams en el proyecto
Bueno, pues la respuesta es simple: no hay temporadas, no hay prolongación innecesaria de la historia, no hay más historia que la King escribió (mejor o peor adaptada, dejándose atrás unas cosas e inventándose otras,... lo que queráis, pero es una historia cerrada: 8 episodios y se acabó. (Deberían tomar ejemplo más a menudo los que se dedican a hacer series).
A ver, antes de empezar: no he leído la novela. Así que no se si está bien o mal adaptada y mi percepción de lo buena o lo mala que sea la serie viene sólo de esta, sin estar influenciada por el original. Así que allá vamos.
Como en la mayoría de las historias de King, el protagonista es un alter ego de si mismo, alguien que se dedica a lo que él hace o hacía en el pasado: King es escritor, fue profesor de literatura,... incluso celador en un hotel de temporada... ¿os suena? Bueno pues, aquí el protagonista es un profesor de literatura (James Franco) que tiene un amigo que regenta un dinner, una de esas cafeterías típicas americanas.
Y (aquí la cosa arranca rápido, no se andan con chiquitas con preliminares), su amigo se está muriendo de cáncer, así que le cuenta un secreto y le encarga una misión.
El secreto es que en la despensa de su cafetería hay una especie de portal a otro mundo, o mejor dicho a este mundo, pero a otro tiempo, al año 1960. Puedes entrar y salir cada vez que quieras, pero siempre apareces en el mismo instante de 1960, no importa cuanto tiempo pasaras allí la última vez ni lo que hicieras: el portal siempre se resetea.
Y la misión es... impedir que maten a Kennedy. Su viejo amigo le confiesa que ya lo ha intentado antes sin conseguirlo, y que ha pasado años allí intentándolo (al fin y al cabo el portal te lleva tres años antes de la muerte de JFK), investigando, informándose....
La verdad es que esto fue una de las cosas que más me desconcertó: no se explica nada, no se cuenta porqué está allí es portal, que es o deja de ser, no se le da suspense de ningún tipo a este planteamiento, simplemente se revela de golpe. Está muy claro que lo que interesa es lo otro: no tanto el hecho de retroceder en el tiempo, sino el de evitar el asesinato de Kennedy, y de paso darnos la propia de versión de King de que pasó o dejó de pasar en el magnicidio más famoso de la historia.
A partir de ahí la trama avanza de forma más regular. El profesor del siglo XXI tiene que adaptarse a vivir y pensar como un americano medio de principio de los años 60, y no solo en temas superficiales como en la manera de vestir, el corte de pelo, etc.
También tiene que adaptarse a la mentalidad de la época, donde es raro que las mujeres trabajen, donde todavía hay segregación racial en muchos estados (y concretamente en un estado sureño como es Texas), etc.
Así que se pone manos a la obra: cambia su look, se muda a Texas, se busca un trabajo que le haga de tapadera (bueno, realmente el mismo trabajo que ya tiene: profesor de literatura en un instituto, solo que ahora en los 60), y consigue los recursos económicos que necesita haciendo apuestas deportivas más o menos discretas (como si de Regreso al Futuro se tratara, él sabe quien va a ganar cada combate o cada partido, pero si es demasiado ambicioso con las apuestas puede llamar demasiado la atención.
Mientras tanto tiene por delante casi tres años para avanzar en su investigación, para encontrar a Lee Harvey Ostwald, ponerlo bojo vigilancia y tratar de averiguar si realmente fue él o no fue más que un chivo expiatorio, si actuó sólo o si era parte de una conspiración mayor,… y para tomar la decisión de cómo actuar para evitar el asesinato en función de lo que averigüe.
Aunque King es famoso por sus historias de terror, esta no lo es. Es más, quitando la excusa argumental que da pié a la historia, tiene relativamente pocos elementos sobrenaturales. Me gusta sobre todo la idea de que el pasado “se resiste a ser cambiado”, y que hará todo lo posible para entorpecer la misión de este profesor de instituto. Por ejemplo, para mantener el suspense, es muy llamativa la aparición –de vez en cuando- de ese tipo con pinta de vagabundo que parece reconocer al extraño venido del futuro como lo que es, y que advierte con un ominoso “No deberías estar aquí”.
En definitiva, una serie agradable de ver, más que correcta, aunque no sea una de las obras maestras de la televisión. Y lo más importante: cerrada. La historia se plantea, se desarrolla y acaba, no hay que esperar nuevas temporadas ni hay que ir inventando sobre la marcha año tras año.
Más en: http://el-pobre-cito-hablador.blogspot.com/2016/04/112263-no-deberias-estar-aqui.html
25 de abril de 2016
25 de abril de 2016
34 de 46 usuarios han encontrado esta crítica útil
73/14(20/04/16) Acabo de terminar de ver esta a priori prometedora serie, con bastantes alicientes para ser apetecible, un relato basado en el best-seller homónimo del afamado Stephen King, productor ejecutivo JJ Abrams (Creador de la serie “Perdidos”, así como director de “Star Wars: El despertar de la fuerza”), James Franco protagonizándolo, produciéndola e incluso dirigiendo uno de los episodios, así como de show-runner Bridget Carpenter (“(la maravillosa serie “Friday Night Lights”), asimismo el director del primer capítulo es Kevin Macdonald (“Toiching the void” o “El último Rey de Escocia”), aunque en su arranque y presentación de situación consigue atraparte, el conjunto adolece de falta de cohesión, de falta de ritmo, de desequilibrio narrativo. Son ocho episodios donde uno se siente que se la han colado, esperaba ver un thriller que jugara sibilinamente con conspiraciones y paradojas temporales, y me encuentro una serie que incide más en el drama costumbrista de analizar muy livianamente la época de principio de los sesenta.
Jake Epping (James Franco) es un profesor de secundaria, un día en su cafetería habitual el dueño de la misma, Al Templeton (Chris Cooper), le propone una misión, trasladarse al pasado, concretamente al 21 de octubre de 1960, y desde allí intentar impedir el asesinato del presidente JFK, pensando que de este modo el mundo será un lugar mejor. También tendrán importancia personajes como Bill (George MacKay), joven de Kentucky que ayudará a Jake en su misión, Sadie Dunhill (Sarah Gadon), una profesora de instituto, el oficialmente magnicida Lee Harvey Oswald (Daniel Webber), e Sadie Dunhill), o su esposa Marina Oswald (Lucy Fry).
He sentido en el transcurrir de los capítulos que me han metido demasiado relleno, el fuerte debería estar en la investigación de los misterios que entraña el magnicidio de JFK, pero es tratado muy superficialmente, linealmente, sin sorpresas, sin intriga alguna, todo muy plúmbeo. Parecen más preocupados en enfocar como el protagonista del SXXI afronta este convulso tiempo de cambios, de machismo imperante, de segregación racial, acercándose al melodrama, pero en lo que respecta al gancho del producto, las indagaciones sobre el crucial asesinato se quedan en más simple que el mecanismo de un martillo. Tiene la virtud que el primer episodio sabe atraparte, sabe presentar a los personajes, sabe mostrarte el fantasioso mecanismo de la particular “máquina del tiempo”, y de cómo el mayor enemigo de su objetivo será el destino que intentará por todos los medios sabotearle con “supuestos” accidentes, otorgando la licencia dramática de lo fácil que accede Jake a la misión, pero a partir del segundo te sientes un tanto perdido, resulta que Jake desiste para ir a intentar arreglar el pasado trágico de un conocido, esto como excusa para encontrar un “cómplice” del tiempo en su misión, tipo que luego da unos bandazos de una incoherencia vergonzosa. Luego decide hacerse el protagonista profesor de secundaria como tapadera, alejándose torticeramente de su misión, cercenándole tiempo de su “sagrado objetivo”, y como era predecible y muy manido, se echa una novieta con problemas, sin pies ni cabeza, como va dejando en un segundo plano lo importante, orgánicamente me queda chirriante la historia conforme avanza, llegando a un clímax anticlimático. Un thriller que avanza a trompicones, sin decantarse por el tono adecuado, divaga, se dispersa y se desdibuja, perdiéndose la intriga, el suspense y la anhelada intensidad ante un refrito sin fuerza alguna, siendo lo peor que no sabe aprovechar las potenciales oportunidades que da el argumento, desviándote en demasiados momentos de lo esencial. Tampoco el ritmo saben encauzarlo, quizás por la dispersión orgánica referida, con elipsis temporales estridentes, con situaciones rebuscadas y que poco aportan, más allá de alargar una serie que seguro hubiera mejorado sintetizándola en menos metraje de episodios.
También le hubiera faltado no haberse tomado tan en serio, haber salpicado la historia con más humor, este aflora en algunos momentos y queda muy bien, como cuando aparece un Iphone (de Jake) en 1960, o como cuando la charla de Jake con un veterano de la Guerra de Korea y el protagonista se incrusta en esta Guerra como un personaje del film MASH. Escasea hacer ácidas referencias a nuestro presente.
James Franco no está excesivamente bien (siendo benévolo, es que me cae bien), lo siento fuera de lugar, no sabe emitir el desconcierto e intensidad que el protagonista requiere, parece una pluma llevada por las circunstancias. George MacKay como el socio de Jake, Bill, aporta fuerza dramática, pero a su rol le falta profundidad para darle empaque. Sarah Godon como Sadie aporta dulzura y una belleza fascinante, pero como actriz le falta mucho. Daniel Webber es de lo mejor como Oswald, le dota de alma, de humanidad, de fragilidad, con un intenso lenguaje gestual, con gran dominio de la voz para acentuar sus sentimientos, su demencia latente, con su megalomanía, su egocentrismo, su victimismo, muy bueno. Hay dos con menos tiempo que dejan pesada huella, uno es el magnífico Chris Cooper, una actor de talla superlativa que con su poderosa mirada dice en silencio lo que su alma padece, extraordinario como anula franco en cada entente, excelso. El otro es Josh Duhamel exhibiendo, raza, personalidad, carácter, formidable como infunde amenaza, terror, miedo, sublime.
Jake Epping (James Franco) es un profesor de secundaria, un día en su cafetería habitual el dueño de la misma, Al Templeton (Chris Cooper), le propone una misión, trasladarse al pasado, concretamente al 21 de octubre de 1960, y desde allí intentar impedir el asesinato del presidente JFK, pensando que de este modo el mundo será un lugar mejor. También tendrán importancia personajes como Bill (George MacKay), joven de Kentucky que ayudará a Jake en su misión, Sadie Dunhill (Sarah Gadon), una profesora de instituto, el oficialmente magnicida Lee Harvey Oswald (Daniel Webber), e Sadie Dunhill), o su esposa Marina Oswald (Lucy Fry).
He sentido en el transcurrir de los capítulos que me han metido demasiado relleno, el fuerte debería estar en la investigación de los misterios que entraña el magnicidio de JFK, pero es tratado muy superficialmente, linealmente, sin sorpresas, sin intriga alguna, todo muy plúmbeo. Parecen más preocupados en enfocar como el protagonista del SXXI afronta este convulso tiempo de cambios, de machismo imperante, de segregación racial, acercándose al melodrama, pero en lo que respecta al gancho del producto, las indagaciones sobre el crucial asesinato se quedan en más simple que el mecanismo de un martillo. Tiene la virtud que el primer episodio sabe atraparte, sabe presentar a los personajes, sabe mostrarte el fantasioso mecanismo de la particular “máquina del tiempo”, y de cómo el mayor enemigo de su objetivo será el destino que intentará por todos los medios sabotearle con “supuestos” accidentes, otorgando la licencia dramática de lo fácil que accede Jake a la misión, pero a partir del segundo te sientes un tanto perdido, resulta que Jake desiste para ir a intentar arreglar el pasado trágico de un conocido, esto como excusa para encontrar un “cómplice” del tiempo en su misión, tipo que luego da unos bandazos de una incoherencia vergonzosa. Luego decide hacerse el protagonista profesor de secundaria como tapadera, alejándose torticeramente de su misión, cercenándole tiempo de su “sagrado objetivo”, y como era predecible y muy manido, se echa una novieta con problemas, sin pies ni cabeza, como va dejando en un segundo plano lo importante, orgánicamente me queda chirriante la historia conforme avanza, llegando a un clímax anticlimático. Un thriller que avanza a trompicones, sin decantarse por el tono adecuado, divaga, se dispersa y se desdibuja, perdiéndose la intriga, el suspense y la anhelada intensidad ante un refrito sin fuerza alguna, siendo lo peor que no sabe aprovechar las potenciales oportunidades que da el argumento, desviándote en demasiados momentos de lo esencial. Tampoco el ritmo saben encauzarlo, quizás por la dispersión orgánica referida, con elipsis temporales estridentes, con situaciones rebuscadas y que poco aportan, más allá de alargar una serie que seguro hubiera mejorado sintetizándola en menos metraje de episodios.
También le hubiera faltado no haberse tomado tan en serio, haber salpicado la historia con más humor, este aflora en algunos momentos y queda muy bien, como cuando aparece un Iphone (de Jake) en 1960, o como cuando la charla de Jake con un veterano de la Guerra de Korea y el protagonista se incrusta en esta Guerra como un personaje del film MASH. Escasea hacer ácidas referencias a nuestro presente.
James Franco no está excesivamente bien (siendo benévolo, es que me cae bien), lo siento fuera de lugar, no sabe emitir el desconcierto e intensidad que el protagonista requiere, parece una pluma llevada por las circunstancias. George MacKay como el socio de Jake, Bill, aporta fuerza dramática, pero a su rol le falta profundidad para darle empaque. Sarah Godon como Sadie aporta dulzura y una belleza fascinante, pero como actriz le falta mucho. Daniel Webber es de lo mejor como Oswald, le dota de alma, de humanidad, de fragilidad, con un intenso lenguaje gestual, con gran dominio de la voz para acentuar sus sentimientos, su demencia latente, con su megalomanía, su egocentrismo, su victimismo, muy bueno. Hay dos con menos tiempo que dejan pesada huella, uno es el magnífico Chris Cooper, una actor de talla superlativa que con su poderosa mirada dice en silencio lo que su alma padece, extraordinario como anula franco en cada entente, excelso. El otro es Josh Duhamel exhibiendo, raza, personalidad, carácter, formidable como infunde amenaza, terror, miedo, sublime.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
La puesta en escena resulta buena, con un diseño de producción de Carol Spier (“Promesas del este”, “Una historia de violencia” o “Pacific Rim”), rodándose casi toda en Ontario (Canadá) y alrededores, y un poco en Dallas (USA), por supuesto en la icónica Plaza Dealy donde se asesinó a JFK, con una buena fotografía de Adam Suschitzky (7 episodios), y David Katznelson (1 capítulo), aportando un toque granulado a las imágenes para trasladarnos a principios de los sesenta. La música corre a cargo de Alex Heffes (“El último Rey de Escocia” o “La sombra del poder”), quedando excelente la música de los créditos. Asimismo son notables los referidos créditos iníciales representados a modo de un diorama del magnicidio sobre una maqueta de la Plaza Dealey.
Spoiler:
El momento más representativo de la serie puede sea cuando Jake observa en un bar un discurso de JFK, el carisma del presidente desborda la pantalla, y se demuestra con los rostros de la gente que lo admira con devoción transparentado en sus devotas caras.
Demencial que no se juegue con las decenas de teorias conspirativas que hay alrededor del magnicidio de JFK, estaba implicada la CIA? El FBI? Fidel castro? Los soviéticos? El vicepresidente Lyndon B. Johnson? La mafia? Se da como diáfano que Lee actuó solo, movido por su odio y punto, no se juega con la ambigüedad, con la duda, quedando todo tan políticamente correcto como deshinchado de atractivo de complejidad alguna.
El final en que Jake vuelve al presente y se encuentra en medios de clima apocalíptico se explica ramplonamente no se sabe que ha pasado, un medio loco le suelta un par de noticias y Jake entra en pánico, debería habérsele paseado al protagonista por algún lugar más para infundirnos el terror de Jake y no la paranoia en un par de minutos que le abruma.
En conjunto queda una interesante serie, aunque desaprovechada, entretenida a ratos, poco intrigante, que deja la sensación de lo que pudo haber sido y no fue si hubieran potenciado lo bueno y aminorado lo defectuoso, quizás todo nazca en el libro en que se basa, que no he leído. Fuerza y honor!!!
Spoiler:
El momento más representativo de la serie puede sea cuando Jake observa en un bar un discurso de JFK, el carisma del presidente desborda la pantalla, y se demuestra con los rostros de la gente que lo admira con devoción transparentado en sus devotas caras.
Demencial que no se juegue con las decenas de teorias conspirativas que hay alrededor del magnicidio de JFK, estaba implicada la CIA? El FBI? Fidel castro? Los soviéticos? El vicepresidente Lyndon B. Johnson? La mafia? Se da como diáfano que Lee actuó solo, movido por su odio y punto, no se juega con la ambigüedad, con la duda, quedando todo tan políticamente correcto como deshinchado de atractivo de complejidad alguna.
El final en que Jake vuelve al presente y se encuentra en medios de clima apocalíptico se explica ramplonamente no se sabe que ha pasado, un medio loco le suelta un par de noticias y Jake entra en pánico, debería habérsele paseado al protagonista por algún lugar más para infundirnos el terror de Jake y no la paranoia en un par de minutos que le abruma.
En conjunto queda una interesante serie, aunque desaprovechada, entretenida a ratos, poco intrigante, que deja la sensación de lo que pudo haber sido y no fue si hubieran potenciado lo bueno y aminorado lo defectuoso, quizás todo nazca en el libro en que se basa, que no he leído. Fuerza y honor!!!
23 de mayo de 2016
23 de mayo de 2016
23 de 28 usuarios han encontrado esta crítica útil
Acabo de terminarla. Vaya por delante que los viajes en el tiempo son MI GÉNERO. Es muy difícil que no disfrute con una buena paradoja, un futuro alternativo o una distopía. Vamos, que sin ser el mayor de los frikis, intento consumir cuantos productos caen en mis manos con esta temática. Fue así como descubrí 11.22.63, miniserie basada en la novela homónima de Stephen King.
La nota que he puesto a la serie lo dice todo sobre mi opinión: 5 - Pasable.
Es entretenida de principio a fin, está bien interpretada y ofrece pinceladas interesantes sobre los viajes en el tiempo. Sin embargo, es tramposa como pocas. Las propias reglas de la serie cambian constantemente según las necesidades del guión y eso es inaceptable. Lo que en un capítulo es un dogma de fe, en el siguiente es pasado por alto insultando así la inteligencia (o memoria) del espectador (pongo un ejemplo en el Spoiler).
Antes de seguir, quiero aclarar que en esta crítica me centro en los aspectos que no me han gustado. Para leer alabanzas sobre la serie deberás echar un ojo al resto de críticas (parece que la gente ha quedado encantada).
Dejando a un lado las constantes trampas del guión (venga vale, le concedo esos errorcitos porque la serie va de viajes en el tiempo) el siguiente gran problema es que, pese a lo que diga la sinópsis, la serie no trata sobre la investigación del asesinato de Kennedy. Sí, algo nos cuentan, pero NO va de eso. Va de las experiencias que vive James Franco en el pasado. La historia de amor es bonita y emociona, pero es demasiado superficial. En nueve capítulos tenían tiempo para desarrollarla bien, pero prefirieron hacer giros raros al final de cada capítulo para mantener el interés en lugar de contar bien las cosas.
Otro aspecto negativo es el de las conclusiones que sacan los personajes. Es de esas series en las que el personaje piensa la teoría más disparatada del mundo... y acierta!!! Yo se lo acepto, pero son pequeños detalles que poco a poco te van sacando de la trama. Muy mal.
Por último, le copio a otra reseña un apartado en el que tiene toda la razón. Podían haber utilizado más el recurso (humorístico o no) de los anacronismos. Gracietas, pequeñas cagadas del viajero en el tiempo, ese tipo de cosas.
Lamento profundamente haberla visto sin leer antes la novela, que seguramente será mucho mejor que la serie (eso me pasa por vago). Elegiré muy bien a quién se la recomiendo, aunque al fan incondicional del género le gustará... a mi me ha entretenido aunque la haya puesto de vuelta y media...
La nota que he puesto a la serie lo dice todo sobre mi opinión: 5 - Pasable.
Es entretenida de principio a fin, está bien interpretada y ofrece pinceladas interesantes sobre los viajes en el tiempo. Sin embargo, es tramposa como pocas. Las propias reglas de la serie cambian constantemente según las necesidades del guión y eso es inaceptable. Lo que en un capítulo es un dogma de fe, en el siguiente es pasado por alto insultando así la inteligencia (o memoria) del espectador (pongo un ejemplo en el Spoiler).
Antes de seguir, quiero aclarar que en esta crítica me centro en los aspectos que no me han gustado. Para leer alabanzas sobre la serie deberás echar un ojo al resto de críticas (parece que la gente ha quedado encantada).
Dejando a un lado las constantes trampas del guión (venga vale, le concedo esos errorcitos porque la serie va de viajes en el tiempo) el siguiente gran problema es que, pese a lo que diga la sinópsis, la serie no trata sobre la investigación del asesinato de Kennedy. Sí, algo nos cuentan, pero NO va de eso. Va de las experiencias que vive James Franco en el pasado. La historia de amor es bonita y emociona, pero es demasiado superficial. En nueve capítulos tenían tiempo para desarrollarla bien, pero prefirieron hacer giros raros al final de cada capítulo para mantener el interés en lugar de contar bien las cosas.
Otro aspecto negativo es el de las conclusiones que sacan los personajes. Es de esas series en las que el personaje piensa la teoría más disparatada del mundo... y acierta!!! Yo se lo acepto, pero son pequeños detalles que poco a poco te van sacando de la trama. Muy mal.
Por último, le copio a otra reseña un apartado en el que tiene toda la razón. Podían haber utilizado más el recurso (humorístico o no) de los anacronismos. Gracietas, pequeñas cagadas del viajero en el tiempo, ese tipo de cosas.
Lamento profundamente haberla visto sin leer antes la novela, que seguramente será mucho mejor que la serie (eso me pasa por vago). Elegiré muy bien a quién se la recomiendo, aunque al fan incondicional del género le gustará... a mi me ha entretenido aunque la haya puesto de vuelta y media...
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Al comienzo de la serie el personaje de James Franco mantiene una conversación con Bill que a lo largo de la serie irá siendo desentrañanda a base de 'flasbacks'. En uno de los primeros, asistimos al momento (en 1962) en que Lee Harvey Oswald regresa de la Unión Soviética y Bill se presenta en el aeropuerto para verle, conocerle y estudiarle.
James Franco le hace entonces a Bill la pregunta obvia: "¿Por qué no le mataste en aquel momento?". Bill, muy digno, le responde algo así como: "No pude. No sabía si él era realmente el asesino de Kennedy, así que no podía matar a un posible inocente". Recuerdo que me pregunté: "¿Y por qué no lo mata, vuelve al presente, comprueba si era él y en caso de que no, regresa de nuevo a 1960 para reiniciarlo todo y empezar de nuevo?"
Acepto que no lo haga, son las reglas de la serie o la moral de ese personaje. Lo que no acepto es que en un capítulo posterior (que recuerde ahora mismo ocurre al menos en la presentación del 9) nos presenten otro 'flashback' de la misma conversación en el que Bill cambia TOTALMENTE su discurso y le dice a James Franco: "Necesito que vayas al pasado y mates a Lee Harvey Oswald". Ole!!!
Este es el tipo de situaciones a las que me refería en la crítica cuando decía que la serie es tramposa y cambia las reglas a su antojo. No somos tontos!!!
James Franco le hace entonces a Bill la pregunta obvia: "¿Por qué no le mataste en aquel momento?". Bill, muy digno, le responde algo así como: "No pude. No sabía si él era realmente el asesino de Kennedy, así que no podía matar a un posible inocente". Recuerdo que me pregunté: "¿Y por qué no lo mata, vuelve al presente, comprueba si era él y en caso de que no, regresa de nuevo a 1960 para reiniciarlo todo y empezar de nuevo?"
Acepto que no lo haga, son las reglas de la serie o la moral de ese personaje. Lo que no acepto es que en un capítulo posterior (que recuerde ahora mismo ocurre al menos en la presentación del 9) nos presenten otro 'flashback' de la misma conversación en el que Bill cambia TOTALMENTE su discurso y le dice a James Franco: "Necesito que vayas al pasado y mates a Lee Harvey Oswald". Ole!!!
Este es el tipo de situaciones a las que me refería en la crítica cuando decía que la serie es tramposa y cambia las reglas a su antojo. No somos tontos!!!
14 de abril de 2016
14 de abril de 2016
19 de 24 usuarios han encontrado esta crítica útil
El protagonista es Jake Epping, un profesor modernete de 2016 que lleva una vida tirando a mediocre. Se siente escritor pero apenas escribe, está recién recién divorciado y vive anclado en una rutina de tedio.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Entonces, en un día cualquiera, va al restaurante a por su hamburguesa de cada día, porque ya sabemos que los americanos comen hamburguesas todos los días. Su camarero y amigo desde hace 12 años, Al Templeton, entra a la cocina y cuando sale está tosiendo sangre. Jake se lo lleva a casa, donde le da la noticia de que tiene cáncer. ¿Pillaste cáncer en 5 minutos? Un sinsentido, claro; al día siguiente se reúnen en el restaurante y Al le muestra su secreto: un armario que transporta exactamente a las 11:58 del 21 de Octubre de 1960.
Siempre a las 11:58 del 21 de Octubre de 1960, cada vez que atraviesas el armario el tiempo se resetea a ese momento; por lo que solo se producen cambios si no se viaja de nuevo. Además no importa que pases 2 minutos, que dos horas o dos años en el pasado, cuando regresas al presente solo han pasado dos minutos.
Tras mostrarle ésto, Al le encomienda a Jake la misión de salvar a John F. Kennedy de su asesinato el 22 de Noviembre de 1963. Una idea que al profesor le suena a priori disparatada. Su amigo está convencido de que ese hecho cambiará el transcurso de la historia para mejor y para siempre. Evidentemente se trata solo de una corazonada, pero una corazonada en la que se ha dejado literalmente la vida.
Por supuesto Jake acepta aunque le parezca una auténtica locura; pero a fin de cuentas ¿qué tiene que perder? Absolutamente nada. Tiene ante sí una misión trepidante, un mundo nuevo y una oportunidad de oro. Lo mejor de esta serie es que está muy bien presentada, todo lo que sucede tiene sentido; característica que para mí es imprescindible y más cuando se trata de viajes en el tiempo.
Siempre me deleito en los detalles porque soy una friki, pero creedme cuando os digo que son los que marcan la diferencia. La cabecera es una maqueta entrelazada con hilos de lana rojos como puntos de francotirador, que van uniendo pistas y objetos; una monada.
El caso es que Jake nuevo-apellido-Amberson se va a la aventura. Pero para llegar hasta 1963 deberá pasar tres años viviendo en los 60; adaptarse, buscar un trabajo, tener una vida, hacer amigos e investigar a los sospechosos del asesinato de Kennedy. Todo eso con el handicap de que el pasado no quiere ser cambiado. Cada vez que intenta interferir, el pasado se vuelve contra él: un incendio, un coche que lo atropella o se queda sin batería en el peor momento, un ex celoso…Pero cuenta con la ayuda de un compañero de fatigas que se hará pasar por su hermano, Bill.
Consigue un trabajo como profesor de inglés y conoce a Sadie, lo que ellos llaman a new kind of woman. El ejemplo perfecto de esa mujer de los 60 que era demasiado moderna para la época. Recién divorciada, amante de la literatura y con una fuerza que la hace disparar si es necesario, sin pestañear.
Metiéndome en harina y sin querer salpicar mucho, diré que las actuaciones son maravillosas. Soy cero imparcial porque a mí me gusta hasta el Duende Verde de James Franco. Pero es que tanto él como George MacKay, Sarah Gadon o Daniel Webber están brutales. Tienen personajes muy bien construidos, incluso otros como Deke o Mimi son interesantes.
La estética está muy cuidada. Ya dije que me encantan los detalles: la ropa, los peinados, los coches, la gama de colores…Todo ello en contraposición con una historia que tiende a ser oscura. En la trama encontramos prácticamente de todo: viajes en el tiempo, detectives/investigadores, conspiración, espías, suspense y romance.
Pero es que lo mejor de 11.22.63 es que te atrapa, engancha y no tiene un final de mierda ni facilón. Es más, a mí personalmente ese final no me gusta, y lo considero algo bueno porque creo que le da personalidad.
Siempre a las 11:58 del 21 de Octubre de 1960, cada vez que atraviesas el armario el tiempo se resetea a ese momento; por lo que solo se producen cambios si no se viaja de nuevo. Además no importa que pases 2 minutos, que dos horas o dos años en el pasado, cuando regresas al presente solo han pasado dos minutos.
Tras mostrarle ésto, Al le encomienda a Jake la misión de salvar a John F. Kennedy de su asesinato el 22 de Noviembre de 1963. Una idea que al profesor le suena a priori disparatada. Su amigo está convencido de que ese hecho cambiará el transcurso de la historia para mejor y para siempre. Evidentemente se trata solo de una corazonada, pero una corazonada en la que se ha dejado literalmente la vida.
Por supuesto Jake acepta aunque le parezca una auténtica locura; pero a fin de cuentas ¿qué tiene que perder? Absolutamente nada. Tiene ante sí una misión trepidante, un mundo nuevo y una oportunidad de oro. Lo mejor de esta serie es que está muy bien presentada, todo lo que sucede tiene sentido; característica que para mí es imprescindible y más cuando se trata de viajes en el tiempo.
Siempre me deleito en los detalles porque soy una friki, pero creedme cuando os digo que son los que marcan la diferencia. La cabecera es una maqueta entrelazada con hilos de lana rojos como puntos de francotirador, que van uniendo pistas y objetos; una monada.
El caso es que Jake nuevo-apellido-Amberson se va a la aventura. Pero para llegar hasta 1963 deberá pasar tres años viviendo en los 60; adaptarse, buscar un trabajo, tener una vida, hacer amigos e investigar a los sospechosos del asesinato de Kennedy. Todo eso con el handicap de que el pasado no quiere ser cambiado. Cada vez que intenta interferir, el pasado se vuelve contra él: un incendio, un coche que lo atropella o se queda sin batería en el peor momento, un ex celoso…Pero cuenta con la ayuda de un compañero de fatigas que se hará pasar por su hermano, Bill.
Consigue un trabajo como profesor de inglés y conoce a Sadie, lo que ellos llaman a new kind of woman. El ejemplo perfecto de esa mujer de los 60 que era demasiado moderna para la época. Recién divorciada, amante de la literatura y con una fuerza que la hace disparar si es necesario, sin pestañear.
Metiéndome en harina y sin querer salpicar mucho, diré que las actuaciones son maravillosas. Soy cero imparcial porque a mí me gusta hasta el Duende Verde de James Franco. Pero es que tanto él como George MacKay, Sarah Gadon o Daniel Webber están brutales. Tienen personajes muy bien construidos, incluso otros como Deke o Mimi son interesantes.
La estética está muy cuidada. Ya dije que me encantan los detalles: la ropa, los peinados, los coches, la gama de colores…Todo ello en contraposición con una historia que tiende a ser oscura. En la trama encontramos prácticamente de todo: viajes en el tiempo, detectives/investigadores, conspiración, espías, suspense y romance.
Pero es que lo mejor de 11.22.63 es que te atrapa, engancha y no tiene un final de mierda ni facilón. Es más, a mí personalmente ese final no me gusta, y lo considero algo bueno porque creo que le da personalidad.
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