Karate Kid, el momento de la verdad

Crítica – Valoración de la Película “Karate Kid, el momento de la verdad”.

Resumen: Daniel Larusso llega a Los Ángeles procedente de la costa Este de Estados Unidos dispuesto a hacer nuevos amigos. Sin embargo, se convierte en el blanco de los ataques de los Cobras, un hostil grupo de estudiantes de kárate, cuando comienza a salir con Ali, la antigua novia del cabecilla del grupo. En tal situación, no tiene más remedio que pedirle ayuda a Miyagi, un maestro de artes marciales, para que le enseñe kárate. Bajo la tutela de Miyagi, Daniel desarrolla no sólo sus aptitudes físicas, sino también la seguridad en sí mismo que necesita para superar todos los obstáculos.

Crítica: Es una película estadounidense en el año 1984 que es dirigida por John G. Avildsen y protagonizada por Ralph Macchio (Daniel Larusso). Es una película que habla de no rendirse nunca, la amistad, del acoso escolar y el karate, pertenece al género de drama y artes marciales, con una duración de 126 minutos.

Es una película que nos cuenta una historia emocionante y con unos de los relatos de amistad más bonitos de la historia del cine. Es un ejemplo perfecto del tipo de película en el que su protagonista supera las adversidades y triunfa gracias a su persistencia.

Mención aparte para el Sr. Miyagi y su relación con Daniel la cual ha marcado un hito en las películas de amistad y en las de aprendizaje personal. Esta relación nos regala frases que muestran lecciones de vida y una filosofía compleja hecha con gran simpleza y fácil de recordar para todos.

La paciencia, el esfuerzo, ser uno mismo, la superación por parte de los personajes principales en todos los ámbitos o el respeto son valores que esta película encarna de una forma muy tierna y por tanto creo que es una película que se debería poner en los colegios para crear en los chavales ilusión por ser mejores.

En cuanto a lo más técnico destacar una fotografía excelente con momentos que se quedan grabados en la retina, un guión quizá algo simple pero muy efectivo demostrando que las grandes historias no necesitan ser complejas, se muestra de una forma exquisita la evolución de los personajes y la música es impecable y a veces imperceptible pero está muy presente dando mucha más profundidad a la mayoría de las escenas.

A modo de conclusión, he de decir que es una película que deberían de ver muchos adolescentes hoy en día, ya que gran parte de la crisis de identidad y de apatía que demuestra la juventud actual es precisamente por no saber valorar lo que es valioso. Por todo esto les puedo decir que Karate Kid jamás pasará de moda, jamás será una película anticuada y mucho menos un mal film, al contrario está más vigente que nunca.

Puntuación: 9,5/10.

10 lecciones para Daniel San.

1. En los 80 los malos eran una caricatura.
2. Hay que tener mucho cuidado con la chavala a la que te arrimas.
3. La moda es una traicionera.
4. No todos tenemos la suerte de tener un señor Miyagi que nos guíe.
5. Un buen personaje gusta, un gran personaje entusiasma y un personaje único se vuelve inolvidable.
6. Hacer karate en una playa al atardecer se puede convertir en historia del cine.
7. Una frase tan simple pero tan original como Dar cera, pulir cera se puede hacer inmortal.
8. La música es esencial para cualquier película.
9. Un final épico, con un buen desarrollo hacia el mismo, hace feliz al espectador.
10. Las películas familiares de los 80 son las mejores.

Clásica pelicula de aprendizaje, realizada de tal forma, con un diseño de personajes inolvidables tan bueno que aún sabiendo el desenlace seguimos viéndola con las mismas ganas que si no la hubiéramos visto nunca.
Miyagi es un clásico y su famosa frase está ya entre las miticas del cine.
Muy buena.

Volvieron a dar esta película en televisión, y continuó entreteniéndome, y tiene la friolera de 36 años de antigüedad.

Creo que lo más interesante son las técnicas que emplea el Sr Miyagi para enseñar a su alumno. Pat Morita (Miyagi) borda su personaje en todos sus aspectos y Ralph Macchio (Daniel) da el perfil de su personaje.

De pasada nos da algunas pinceladas sobre la diferencias sociales y la amistad. Siendo lo más interesante la idea de evitar en lo posible la confrontación y la lucha directa que nos envía Miyagi.

El final es quizás lo que menos me cuadró, creo que demasiado triunfalista e improbable.

Si tuviera que señalar cual ha sido el atractivo principal que ha tenido “Karate Kid” para mí, ese ha sido el de la rebeldía. Porque pensemos lo que nos cuenta. Una familia desestructurada del este del país, de Nueva Jersey, de claro origen italo-americano que sin amistades de ningún tipo tienen que luchar en la jungla de California. El protagonista se echa de amigo a un viejo japonés que es el chapucillas de la urbanización y encima le encanta el soccer, en vez del béisbol o chorradas por el estilo. ¿Y contra quién luchan? Pues contra todos esos jóvenes WASP de ojos azules y pelo rubio, capitaneados por un veterano de la Guerra de Vietnam, que odia a los asiáticos. Es un choque evidente de culturas, donde el racismo está presente en todo momento.

El problema de toda la cinta es que no puede evitar ser tan sólo una versión juvenil de “Rocky”, hecho que me parece un paso atrás en la carrera del director John G. Avildsen.

Tampoco creo que los grandes aficionados de las artes marciales disfruten soberanamente con los números que vemos, aunque compensa sobradamente la actuación de Pat Morita que es magnífica como maestro sui generis.

Una teen movie muy superior a lo que se hace ahora pero que tampoco llega a más.

Nota: 5,5.