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El sirviente

Drama. Intriga Un intrigante y manipulador mayordomo consigue, gradualmente, dominar la vida del señor al que sirve, aprovechándose de sus debilidades sexuales. Un tenso y adulto drama psicológico que obtuvo excelentes críticas. (FILMAFFINITY)
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Críticas 52
Críticas ordenadas por utilidad
20 de agosto de 2021
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Reconozco que he tenido mis altibajos viendo esta película. No pensaba que al final le fuera a poner más de un 7, pues me resultaba aburrida cuando iba por la mitad, pero aconsejo que si os pasa esto continuéis viendo la película a pesar de todo. Necesitáis un visionado completo para valorarla, no como con otras obras.
Es una película elegante, pausada y psicológica centrada en los personajes. Contamos en la misma con dos personajes principales en torno a los cuales giara toda la trama. Disponemos del misterioso sirviente y del amo y pronto sabremos que nada es lo que parece en ninguno de los dos.
Es cine a fuego lento, para dejarse saborear lentamente y con sumo cuidado, y al final explota como el brandy en el estómago.
kapinta
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24 de abril de 2022
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
A la muerte de sus padres en Kenia, Tony, joven, rico y perteneciente a la aristocracia, adquiere una mansión. Aunque aparentemente sólida, la casa está semiabandonada. Tony contrata a un sirviente, Barrett, para que le ayude en los quehaceres diarios.

Inquietante y desconcertante película. El cineasta Joseph Losey, huyendo de las garras del Macartismo, se instaló en Inglaterra para continuar su carrera cinematográfica. Colaborando con el dramaturgo Harold Pinter, adaptaron la novela de Robin Maugham convirtiéndose al instante en una obra de culto.

Joseph Losey leyó la novela en 1956 e inmediatamente le ofreció el papel a Dirk Bogarde, pero tuvieron que esperar 6 años por la censura del momento para empezar a rodarla con un escuetísimo presupuesto.

El realizador disecciona la condición humana y las relaciones de poder, creando un drama psicológico muy al estilo del teatro de Bertolt Brecht. Una radical oposición a la forma de vida burguesa muy en línea de su pensamiento político.

A través de una cámara sugerente y un simbolismo presente en toda la película (como el espejo o la escalera), Losey consigue atraparnos en una historia de manipulación, dominación, subyugación y finalmente de anulación contra una persona.

En los papeles protagonistas, aparecen un por aquel entonces novato James Fox, también Sarah Miles que años más tarde protagonizaría "La hija de Ryan" de David Lean y Dick Bogarde que aquel año se llevó el BAFTA a mejor actor y otros reconocimientos más por encarnar al manipulador sirviente en un alarde impresionante de versatilidad en diferentes registros.
Colb
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18 de enero de 2023
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me ha parecido un descubrimiento "the servant". No he visto nada de Losey ni de Bogarde y me han sorprendido mucho. La sutileza en lo diálogos, los pequeños gestos y la narrativa visual... Cuenta muchas cosas de manera indirecta. Visualmente elegante, el elenco está muy bien, destacando a un Borgarde brillante. Pasa de un tipo comedido al extremo a ser todo lo contrario en segundos.

El guion es sólido, puede que al final haya una escalada muy rápida. La parte final tiene una sensación similar al cine de terror psicológico.

Muy redonda, de notable alto para mi. Recomendable clásico donde todos los ingredientes son de alta calidad para crear un gran conjunto.
javinry
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28 de abril de 2023
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Maravillosa. No la tenía por tan importante, tan intensa, tan sugestiva. Las relaciones de dominación clásicas de la política, del poder, del mando, en el ámbito doméstico, en una sociedad tan particular como la británica.
El sirviente consigue dominar al que manda, se impone en las complejas relaciones de dominación que sutilmente se establecen en la casa, en la cocina, en lo que se vive en el día a día.
Me ha encantado Dirk Bogarde. Me parece de una sobriedad inquietante, sofisticada, tenebrosa. No es de fiar. Da un puntito de miedo. Esa tensión que provoca su distancia, su frialdad, la falta de conexión emocional, la ausencia de empatía. Es un actor oscuro, probablemente bisexual en su vida personal, que siempre se le recordará, al menos yo, por Portero de Noche, papel, por cierto, similar a éste en algunos aspectos. No sonríe en toda la película hasta que no tiene el poder completo sobre la vida del amo, sobre la casa y todo su devenir. El mundo gira según su voluntad, las mareas se paran cuando contiene la respiración, es capaz de hacer que el mundo deje de rodar. Utiliza el alcohol de manera sistemática para embotar a su amo. Y probablemente algún tipo de droga, que la película no deja ver, pero que la actitud del amo no deja duda. Cómo va escorando a la novia del amo, hasta hacerla desaparecer de la escena y que pierda todo tipo de ascendiente sobre el amo es sutil pero firme. Luego todo viene rodado...
Está guapísima una Sarah Miles que borda su papel de guarrilla, de busconilla, de putita al servicio del mejor postor. Tiene esa lozanía en la cara de las jóvenes que sabes que no vuelve pasado un tiempo. Le van bien esos papeles de mala, de torturada, de sofisticada, de retorcida.
James Fox está espléndido. Es un actor que me encanta, siempre me ha gustado, siempre he entendido que no ha gozado del favor del público como quizá se merecía. No es uno de los que más repercusión en el mercado del cine. Es muy joven en esta cinta. Esos papeles de aristócrata venido a menos, algo decadente, con vicios ocultos y formas de vivir poco edificantes le van como anillo al dedo. Transita por el papel de forma solvente, sin esfuerzo, con gran credibilidad.
ÁAD
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1 de julio de 2023
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
La aguja no se queda en el medio o se va al extremo de la genialidad o al contrario del dislate inacabado que se le ha ido al director de las manos.
La primera hora transcurre en una historia de engaño y disimulo previsible, mientras que en la segunda hora El sirviente se adentra en vías muertas sin saber que nos quiere transmitir Joseph Losey: ¿una relación masculina con gotas de misoginia?, ¿una relación homosexual encubierta?, ¿una dominación de clases?
Hay que despojarse de mensajes y símbolos, cada uno es libre de entender lo que le plazca, faltaría más, así disfrutaremos de una película con una interpretación de los tres personajes principales de gran altura, un manejo de cámara sencillamente magistral con planos cercanos y medios, preparación de escenas; objetos y figurantes llenas de intención y unos diálogos que pasan a un segundo plano ante lo explícito de encuadres, gestos y expresiones.
Sospecho que la productora dijo "¡Basta!" a las dos horas de metraje abocando a un abrupto final, del cual el verdadero responsable es Joseh Lonsey que consiente que metan mano a su película, más aun cuando no es primerizo en esto del cine.
Pero no descarto que en algún cajón perdido se encuentre el guion que desentrañe esa enigmática frase susurrada con complicidad por este peculiar sirviente a una invitada al marcharse "Vuelve mañana y trae a John"????
José Miguel
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