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Un pequeño favor

Intriga. Drama. Comedia Stephanie (Anna Kendrick) es una joven madre bloguera de una ciudad pequeña cuya mejor amiga, la sofisticada Emily (Blake Lively), desaparece un día repentinamente. A Stephanie le ayudará en su búsqueda el marido de Emily, Sean (Henry Golding).
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Críticas 62
Críticas ordenadas por utilidad
18 de abril de 2020
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Empecé a verla sin muchas expectativas pero poco a poco me ha ido enganchando a la trama. Tiene puntos de humor y una pizca de intriga. El personaje de Estephani (Ana Kendick) me ha gustado mucho, la actriz me suele gustar en los papeles que la he visto.

No es la película del año pero a mi me ha gustado, la recomiendo para pasar una tarde entretenida.
G7o
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20 de junio de 2020
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
El desconcierto por el batiburrillo de géneros entrelazados juega a favor de la película durante gran parte de su metraje, mientras ese desconcierto se traduce en intriga y curiosidad, pero se termina volviendo en su contra, cuando cansa, marea y todo se revela como una historia simplona que nunca tuvo la intención de ir en serio.

Pero vayamos por partes. Vista en retrospectiva, “Un pequeño favor” parece tener su inspiración en una película de los años 90, “Diabólicas” un triángulo amoroso entre una mujer y la amante de su marido que terminan haciendo piña para acabar con él. No conozco mucho de esa película, nunca llegué a verla entera, sólo fragmentos en Canal+, cuando en uno de mis años de universidad, en la residencia de estudiantes, decidimos contratarlo. Sólo recuerdo una historia enrevesada y artificiosa que no enganchaba a pesar de contar con Sharon Stone, muy de moda en aquella época. También saqué en claro -hay que ver lo que es la memoria, no recuerdo lo que comí ayer y sin embargo recuerdo ciertas reseñas de la revista de Canal + que nos mandaban- que era un remake de otra película francesa mucho más antigua. Centrémonos, que me estoy desviando bastante del tema. “Un pequeño favor” toma abiertamente ciertos elementos de esa trama, incluso hay momentos con referencias directas, así como una banda sonora plagada de éxitos ligeros franceses… y traslada esos elementos a la Norteamérica de las marujas americanas que viven para tener la casa impecable y llevar y traer a sus hijos al colegio en esa especie de ritual en la que la secta marujil despelleja a las madres que se salen del cánon, ya sea por exceso o por defecto.

Inicialmente, el tono de la película es de crítica de ese universo de madres perfectos en barrios perfectos con hijos perfectos, en plan comedia de humor ácido con muchos gags acerca del contraste entre madres empoderadas y amas de casa. La verdad es que yo no veo que la cosa termine de funcionar. Son situaciones muy forzadas y con comportamientos artificiosos en los que Anna Kendrick salva un poco la papeleta con su capacidad interpretativa y Blake Lively hace lo que puede. Sin embargo, de alguna manera, una puesta en escena inteligente hace que la película despierta cierta curiosidad y, aunque la comedia no tenga gracia, lo que hay en pantalla resulta hasta cierto punto ameno. A partir de ahí, la película cambia de género al drama y al thirller. Tan bruscamente que duele a los sentidos y con la misma poca naturalidad, pero igualmente se deja ver e incluso la película gana en interés. La trama se sigue embarullando, hay asesinatos, desapariciones y misterio con toques de ironía y sarcasmo, todo aliñado con aires de desorganización e improvisación que dan al conjunto un atractivo imprevisto.

Pero, ay, aunque la película trata de demorarlo, llega un momento en que hay que acabar y decidir un final, un desenlace. Y tanta mezcla de géneros ha ido dejando tal cantidad de cabos sueltos que es imposible cerrarlos con un mínimo de credibilidad. Algunos cabos directamente se cortan y otros se atan como buenamente se puede, pero la ingenuidad, la complicidad y la ligereza con la que se ha jugado hasta ahora y que había funcionado razonablemente, no sirven en el momento de la verdad cuando el espectador quiere algo que no le haga sentir que ha perdido el tiempo. Y el final de “Un pequeño favor” confirma lo que se venía sospechando, que tanto revoltijo y tanto desorden no formaban parte de un plan maestro para hacer brillar un final deslumbrante.

¿Decepcionante? Quizás, un poco, a la vista de la decepción final… pero para ser honestos, si nos fijamos bien, la película tampoco es que hubiese prometido algo, de hecho fue dejando pistas de que estábamos ante una película sin ambición de nada. Otra cosa es que no las quisiésemos ver o - y esto ya sería mérito del director – nos hicieran intuir algo más grande.
OsitoF
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28 de julio de 2021
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
La historia de fondo está bien, "pasable", pero el personaje de Anna Kendrick resulta cansino con esa necesidad de querer hacerlo todo bien y caerle bien a todo el mundo. La peli la protagonizan actores y actrices de medio pelo, el presupuesto se nota que tampoco ha sido para tirar cohetes porque no se ven grandes efectos especiales, y la trama, bastante artificiosa (ver spoiler). Pero si la ves sin grandes espectativas, se deja ver con algún momento de interés.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
echulin
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5 de octubre de 2018
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Stephenie es una joven y sencilla madre con un videoblog de cocina con el que le gustaría triunfar dentro de ese mundillo. Vive en una ciudad pequeña en Connecticut. En el colegio de su hijo, conoce a su mejor amiga, la elegante y extravagante Emily. Un día, Emily desaparece. Desde ese momento, el marido de Emily y Stephenie harán lo imposible por encontrarla. Por el camino descubrirán secretos sobre su vida que desconocían…

Dato curioso: la película está basada en un libro con el mismo título “A Simple Favor (Un pequeño favor)” escrito por Darcey Bell y publicado en 2017.

Una de las cosas que más me llamaba la atención de la película, antes de verla, fue la publicidad y el marketing que han utilizado para promocionarla (Blake vistiéndose en todos sus actos con los mismos trajes de chaqueta que su personaje, que borrara por unos días todas sus publicaciones de Instagram, los videos cortos promocionales que han ido colgando sus actrices en sus Instagram personales…) y, especialmente su cartel.

El cartel desapercibido precisamente no es que pase y llama bastante la atención por los colores que han escogido (rosa y azul) y poner a Blake Lively y Anna Kendrick en una pose perfectamente cuidada. Ellas están perfectas. Pero a lo mejor tanta perfección no es tan real y esconde algo más… Además, en un principio, me hice una idea totalmente diferente a lo que es en realidad la película (un acierto, que una película te sorprenda así y para bien).

Parece el típico film de comedia romántica pero nada que ver con eso. Totalmente al contrario: el cartel “engaña” y confunde tanto como toda la trama de la historia.

La película es una mezcla de varios elementos: comedia, misterio, intriga, suspense… Con un sin fin de giros (loops) de guión que te dejan, a ratos, bastante desconsolado. Pero al final, todo esa mezcla consigue dar con un cocktel (Emily prefería un Gin-Tonic) explosivo, sensacional y tremendamente asombroso que consigue mantenernos con la expectación desde el minuto uno en que Emily desaparece hasta que se resuelve el caso. Lo admirable de todo esto es que se ve de manera natural y para nada formado este repentino cambio de géneros. Esa metamorfosis, aparentemente imposible, está muy bien lograda.

La elección de las actrices no ha podido ser más acertada. Blake Lively y Anna Kendrick forman un pareja magnífica. Las dos están muy bien en sus papeles y, por una vez, Blake me ha sorprendido para bien, ya que no es que tenga un dotes interpretativas muy interesantes. Y como no podía ser menos, Anna Kendrick está brillante, como siempre. Lo cierto es que ha sabido mantenerse después de su paso por la saga Crepúsculo (película que la dio a conocer) y convertirse, poco a poco, en una de las mejores actrices de su tiempo; siempre es un placer verla en cualquier película. Y en ésta, en especial, porque toca registros a los que no nos tiene acostumbrados, como el thriller y el suspense.

El personaje de Emily es enigmático, es un imán (nos atrae durante todo el filme), es misteriosa, es una mujer fuerte con carácter y sin pelos en la lengua. Es un placer verla y sorprendernos con los trajes que utiliza, convirtiéndose en una parte característica de su personalidad. Y además, su carácter es bastante peculiar porque no es “mala” pero tampoco es “una santa” y no es tan retorcida como el personaje de Amy Elliot en la película Pérdida (Gone Girl), a la que, a ratos, también nos recuerda toda la película.

Una de las cosas que más me llamó la atención y que más me gustó fue el consejo que le da a su amiga Stephanie: “no pidas perdón“. No tienes porque hacerlo continuamente (y es algo que también tendría que poner en práctica yo misma) y no sentirte mal por hacer o no hacer algo.

Y Stephenie es totalmente lo contrario a Emily. Es una madre sencilla, que ama a su hijo por encima de todas las cosas. Quiere todo lo mejor para él y que sea un niño feliz. Siempre está haciendo cosas y los padres del colegio la toman como la “rarita”. Es dulce, tierna, bondadosa y a ratos tímida. Pero nos acaba sorprendiendo con sus dotes para la investigación y con algún que otro elemento “picatón” de su vida adolescente. Una cajita de sorpresas pero no tan explosiva y fulminante como Emily.

Las conversaciones entre ellas son un acierto y hacen que poco a poco se conozcan un más y de una manera natural, espontánea, divertida y desinhibida vayan creando una amistad bastante peculiar. No se ven forzadas, cosa que, en otras ocasiones, podría ocurrir, al ser ambas dos personajes totalmente opuestos y que, en un principio, podrías pensar no tienen nada en común y por lo tanto no podrían ser amigas.

La investigación y la búsqueda del personaje está muy bien realizada. Y consigue su finalidad: mantenernos con la curiosidad y querer saber dónde está Emily, qué ha pasado con ella y por qué ha desaparecido. Nos vamos haciendo nuestras propias teorías. A ratos parece que estamos dentro de un videoblog y a ratos somos parte de una investigación policial a lo Sherlock Holmes.

Y la guinda del pastel, es la BSO con las canciones en francés, le aportan un toque elegante, distinto, glamouroso, original, gracioso y muy sesentero. Un gran acierto, sin lugar a dudas, para hacerla aún más interesante, atrayente y atractiva.

Recomendada 100%.

No dudéis en ir a verla, os va a sorprender.

Mi valoración: 8/10

retalesdeacetato.wordpress.com
retales_de_acetato
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8 de octubre de 2018
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
A simple favor está dirigida por Paul Feig, dotada de una estética afrancesada y pop, vistosidad de colores y una elegancia sin par gracias a dos actrices que logran hipnotizar casi siempre al espectador. Stephanie (Anna Kendrick) es una madre soltera que se desvive por su hijo, participa activamente en todo lo que ocurre a su alrededor, justo lo contrario que Emily (Blake Lively), cuyo hijo va a clase del de Stephanie. Ambas entablarán una corta pero intensa relación que evolucionará de forma un tanto inverosímil. Comienza como una comedia ligera y acaba siendo un thriller de desapariciones. Por medio dos horas que se hacen largas, sobre todo porque parece estirarse en exceso y el desarrollo final de la trama no acaba de convencer, quizás ya está muy visto.

En todo caso, la magnética interpretación de una desatada Anna Kendrick (sí, es una de mis actrices favoritas), y la elegancia imponente de Blake Lively (otra que tal), hacen más soportable un película que, como ya he dicho, tiende a alargarse en exceso. Aparece también el marido de Emily (Henry Golding), para acabar de completar el elenco de actores y situaciones surrealistas. UN PEQUEÑO FAVOR tiene bastante humor negro entremezclado entre la candidez de Anna Kendrick y la arrolladora fuerza de Blake Lively. No sé si acaba de funcionar el conjunto, pero lo que sí sé es que el espectáculo de colores y vestidos que ofrece el filme es de un buen gusto exquisito. Y nadie como ellas para lucir vestidos afrancesados con toques pop.

En definitiva, UN PEQUEÑO FAVOR es una comedia negra con toques de thriller que quizás se queda a medio camino en todo. Sin embargo, y a pesar de su metraje, no acaba de hacerse pesada y tiene tintes de originalidad. Obviamente, sin Anna Kendrick y Blake Lively sería una película del montón. Paul Feig no narra una historia demasiado interesante y dará la impresión de que el guion ya lo habéis leído o visto en cualquier otro momento. En todo caso, no es una mala película. Echadle un vistazo.
XuCoOo
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