El señor de los anillos

... y no sólo eso: a diferencia de la famosa adaptación posterior, esta primera busca provocar un sentimiento de mal rollo y momentos de miedo (consecuencia de los tonos y atmósferas sucias que caracterizan al director) si eres bien joven, que, en mi caso, fue lo que me pasó a los 11 años, cuando mis padres me trajeron el VHS con una portada que más me recordaba al Rey Arturo que a otra cosa. Aún recuerdo el primer espectro y el miedo que me dieron sus movimientos y ronquera, los orcos con su rotoscopia y ojos rojos en Moria, a Saruman sobre un fondo rojo vistoso apocalíptico dirigiéndose a su ejército de orcos, y a Gollum dotado de un extraño carisma. Sí, estoy orgulloso de haber visto esta rareza. Los clásicos son clásicos, pero cuando una película no lo es, necesitas otro acercamiento y opinión, sobre todo porque para cuando Peter Jackson llegó, el terreno de las adaptaciones ya estaba demasiado trillado.