Haz click aquí para copiar la URL

Muerte en el Nilo

Intriga. Thriller Basada en la novela de Agatha Christie, publicada en 1937. "Muerte en el Nilo" es un thriller de misterio dirigido por Kenneth Branagh sobre el caos emocional y las consecuencias letales que provocan los amores obsesivos. Las vacaciones egipcias del detective belga Hércules Poirot, a bordo de un glamuroso barco de vapor, se ven alteradas por la búsqueda de un asesino cuando la idílica luna de miel de una pareja perfecta se ve truncada ... [+]
<< 1 7 8 9 10 22 >>
Críticas 106
Críticas ordenadas por utilidad
15 de diciembre de 2023
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si hay algo delicioso en las novelas de Agatha Christie, en concreto en su libro «Muerte en el Nilo», es su ambientación y su carácter británico, dos ideas fundamentales si queremos hacer cualquier película de época con éxito.

Yo no me explico que el mismísimo Kenneth Branagh, que es británico (irlandés, para más señas), permita estas barbaridades históricas, estas concesiones woke y demás basuras que empuercan absolutamente todo, hasta las novelas escritas en los años treinta.

El río Nilo, el África colonial, gente chic, británico, belgas y viajeros de todo el mundo, ricos, no tan ricos y un crimen. La clase que desprende el libro se pierde en esta adaptación hecha a base de cromas con personajes multirraciales y diversos desubicados, un Poirot completamente inventado con una historia falsa y churro, y todo made en el siglo veintiuno. El historicismo ha desaparecido y ahora no puede haber un personaje de los años treinta que hable, piense y se comporte como en los años treinta. No es difícil: solo tienes que coger el libro y copiarlo, nada más, pero esto es carca, ya lo sabemos, así que a usurparlo todo.

Sobre el crimen, creo que es imposible llevarlo a cabo, los tiempos no cuadran de ninguna de las maneras. Además, como me lo sé de memoria, me fijo más en todo lo demás: en los personajes, las relaciones, el vestuario, recreación, etc., y por eso me molesta tanto que hagan esta porquería.

Con todo, Agatha Christie tiene su encanto.
Kaori
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
26 de enero de 2024
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
A finales del S.XIX el método científico empieza a popularizarse entre los europeos y nace la novela detectivesca. El investigador usa el método científico, el análisis, profundiza en los hechos, observa el detalle, se fija en nimiedades que el resto de personas, hundidas en el orden común, no ven. Ante los crímenes más insólitos y desconcertantes, los disciplinados detectives desvelarán los entresijos ocultos que perturban el orden y la paz.

Junto a Sherlock Holmes, H. Poirot es uno de los representantes más exitosos de esos ideales racionalistas. Estos sabuesos se caracterizan por sus capacidades analíticas y sus métodos que aplican fría e imperturbablemente. Sus autores confiaban que, con la razón, la ciencia y el método, los problemas humanos, los misterios y los crímenes podrían ser resueltos y todos viviríamos felices.

Esa época, con sus prejuicios y beneficios, colonialismo, racismo, clasismo, cientificismo, racionalismo, etc. pasó y dejó sus ideas, sueños, fracasos, aciertos y… sus novelas. Como muerte en el Nilo, la versión cinematográfica que nos propone Branagh.

Sin embargo, el binomio Poirot-Branagh no cuaja. Branagh no pone atención en los pequeños detalles ni parece ser un gran amante del análisis lógico que su personaje defiende. Contrariamente, busca el impacto, el espectáculo, la grandilocuencia sin escrúpulos. A Poirot no lo quiere por su trabajo con “sus células grises”, sino por su nombre, por su fama, por su reputación y porque los guiones ya están escritos. En manos de Branagh, Poirot, además de cambiar de aspecto, expone algunos titubeos afectivos que no aportan nada a la historia, pero que deforman la idiosincrasia y el temple del personaje original. Las escenas que permiten entrever los afectos del protagonista, no lo hacen más humano, sino menos fiel al carácter original, que ya estaba bien definido y que no necesitaba estas prótesis. Un personaje tan obsesivo y controlador como Poirot, probablemente reaccionaria con más autocontrol y disciplina, se pondría mucho más en guardia ante la “amenaza” del cariño o el flirteo, no daría pasos en falso.

Era también la época en que nacía el psicoanálisis y se expandía la psiquiatría. En ese tipo de novelas, era sumamente importante representar una imagen sólida de la organización social, fiel a las apariencias y las “maneras civilizadas”. Por ello era necesario contar con un reparto de personajes que urdían una telaraña de relaciones e intereses. De golpe, un crimen impactante, usualmente sangriento, irrumpía brutalmente, rompiendo ese orden aparentemente tan controlado. Frente a la razón y el progreso aparecía la sombra irracional de la animalidad humana. El detective debía resolver esa rotura y devolver el orden al mundo mediante la razón. Con ese fin investigaba de forma fría e imparcial. Eso llevaba a descubrir que bajo un superficial orden disciplinado se escondían toda clase de problemas humanos, pasiones, envidias, chantajes, engaños conyugales, corruptelas, odios de clase, deseos sexuales, ambiciones de poder y dinero, etc. Todo ello oculto, negado y reprimido bajo las formas. En este film las tensiones y rigideces de ese mundo quedan desdibujadas, irreconocibles. Pierden todo el protagonismo y valor original.

Tampoco se profundiza en los personajes, que a penas se molestan en presentar. Ni se urde con paciencia el entramado de relaciones interesadas que los unen. Despiertan poca atención, son como borrones en segundo plano, nos quedan lejos y hemos de imaginar sus intereses y motivaciones a partir de un par de frases aisladas: “Estuvieron a punto de casarse”, “le lleva los asuntos financieros”, etc. No disponen de hilos argumentales atractivos y sus motivaciones son demasiado básicas, sin raíces.

La reunión excesiva de actrices y actores majos, tan uniformemente bien disfrazados, hace que los personajes pierdan personalidad y ves una selección calculada de actores. Como si al público solo le gustaran los personajes cuando están interpretados por caras bonitas. Los actores no tienen nada que salvar.

Otro problema del film son los escenarios y los paisajes artificiales y pretenciosos. Se abusa de ellos innecesariamente. En ocasiones son poco creíbles e impiden una buena inmersión en la trama. La escena del mercado y la de la serpiente son demasiado postizas.
El paisaje y la fotografía han de ser un apoyo, una ayuda para la inmersión del espectador, lo han de envolver sutilmente. Pero en nuestro caso hay una molesta insistencia en enseñarnos detalles paisajisticos, como si se regocijaran de lo bien montados y lo bonitos que han quedado. Pero provocan el efecto contrario. Hacen que uno sienta la presencia externa y la intención del titiritero tratando de guiar nuestra atención mediante imágenes demasiado fascinantes, pulcras y megalomaníacas.
Todo ello nos empuja fuera de la trama. No sientes la película, sino la presencia de esa intención de impresionarte entre bambalinas. Al final todo es tan forzado que pierde consistencia y carácter, volviéndose pura superficialidad. La película pierde su credibilidad y se malogra.
Sin polvo, sin peso, sin arrugas, sin rastro del tiempo y el calor, desincrustados de la época y con un Poirot desconocido, todo va perdiendo sustancia.

Toda esta plétora de artificios ahoga su único punto fuerte, la trama del asesinato que elaboró A. Christie. Finalmente, sientes que han asesinado el alma de la obra y en su lugar han tratado de impresionarte con un montón de artificios fastuosos. Pero consiguen causar el efecto contrario.

En resumen, las aportaciones de esta versión, cuando no empeoran el film, son gratuitas. Es una película vacía, superficial, aburrida, artificial y pretenciosa que mata el alma original de la obra sin aportar nada nuevo y que solo responde a demandas comerciales.

Es curioso ver como un personaje que nunca se deja engañar por las apariencias, se ha convertido en el protagonista de un film donde todo es pura fachada.
MiqBala
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
28 de febrero de 2022
13 de 26 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ya con Asesinato en el Orient Express quedé muy satisfecho con esta nueva versión del famoso detective Poirot, pero con esta secuela creo que Kenneth Branagh ha sabido afianzar y consolidar aún mas la fórmula usada en su anterior película. En su conjunto se siente y se nota una película construida mas sólidamente que la anterior, sabiendo esta vez si dedicar el tiempo necesario en la presentación de todos y cada uno de los personajes antes de que las cabezas comiencen a rodar, y por lo tanto notándose una mejor distribución de los tiempos empleados para narrar la trama.

Kenneth Branagh vuelve a rodearse un reparto de actores excepcional como Gal Gadot, Letitia Wright, Armie Hammer, Annette Bening, Ali Fazal, Sophie Okonedo, Tom Bateman, Emma Mackey y Dawn French por mencionar algunos, y todos y cada uno de ellos están explendidos interpretando a sus correspondientes personajes.

Respecto al personaje de Poirot me ha gustado más que en la anterior película, aquí se profundiza mucho más en él, incluso se nos presenta el origen de su famoso bigote y se nos cuentas sucesos de su vida pasada. Esto ha conseguido que uno como público empatice bastante más con el personaje y todo lo que le rodea. Así mismo le he notado mas comedido y menos estrafalario y creo que eso le aporta un toque mas humano y cercano.

El argumento que guía la historia esta bien, lo suficiente para mantener al espectador dando vueltas en la cabeza sobre quien es el asesino y por que se están cometiendo esos crímenes, así mismo los giros de guion están garantizados y hay ciertas escenas que uno no se las espera tal cual suceden. Se ha sabido construir una historia sólida y que mantiene el interés de principio a fin.

Los escenarios son espectaculares, ya con Asesinato en el Orient Express se hizo un muy buen trabajo en este aspecto, y aquí al igual que en aquella película es una delicia moverse por ese Egipto que visualmente entra por los ojos el solito. El barco al igual que el tren se convierte en prácticamente otro personaje más y se hace muy buen uso de las distintas instancias del mismo.

La dirección de Kenneth Branagh es magistral, realiza cada movimiento con la cámara que son dignos de elogio y de quitarse uno el sombrero. Además sabe muy bien dónde enfocar la acción para captar el máximo de información posible de cada fotograma. La fotografía de Haris Zambarloukos me ha parecido brutal, una delicia de planos continuos dignos de enmarcar. Y la música de Patrick Doyle es de notable alto. Todo ello elevan la película aún mucho más haciendo que técnicamente sea una delicia audiovisual y que entre ella sola por los ojos.

En definitiva, una película incluso mejor que la anterior, que consolida una fórmula que en posteriores historias si se deciden a seguir puede dar mucho de sí. Con un Poirot fantastico y rodeado de un reparto de autentico lujo. Además la película no da lugar alguno al aburrimiento y sus mas de dos horas de duración se pasan en un santiamén.

Lo mejor: Poirot como personaje se crece mucho en esta película. El reparto es espectacular. La fotografía los paisajes son impresionantes. La historia mantiene el interés de principio a fin.

Lo peor: Prácticamente nada. Si acaso alguna situación que me he visto venir con antelación pero nada más.

Es por todo ello que mi nota final es de un 8.5 sobre 10. Por mi que Kenneth Branagh continúe con mas películas sobre Poirot, se nota y se siente que disfruta interpretando y dando vida al personaje y eso se nota en pantalla. Si continúa contará con mi entrada.
aragornn
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
18 de febrero de 2022
5 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Kenneth Branagh retoma el hilo que su personaje dejó en 2017 en Asesinato en el Orient Express. Sigue fiel a su compositor de cabecera Patrick Doyle, con Ridley Scott de nuevo como productor y con Haris Zambarloukos como director de fotografía, con quien trabajó en la anterior adaptación de Agatha Christie y en Belfast.

El conjunto de su propuesta cumple con las expectativas de una traslación literaria tan popular como esta: elegancia formal, ambientación detallista, dirección de actores impecable y un ritmo propio de otras épocas, como la que retrata.

No obstante, Muerte en el Nilo sí que se atreve a contemporizar y a alterar un poco el tono en algunos pasajes más sensuales, que forman parte del subtexto de la película. Y es que, en cierto sentido, lo que Michael Green hace en el guion es un repaso, ligero, a los diferentes tipos de amor y las pasiones que los condicionan: los prohibidos, los subyugados madre-hijo, los dominantes e injustos, los platónicos, los lésbicos y los despechados.

Como se ha dicho, la trama se construye con una estructura muy análoga a las narrativas del siglo XX. Por un lado, el arranque es pausado, transcurre lentamente a modo de llamada al espectador para que se fije y cree hipótesis antes, incluso, de que lleguen los crímenes. Parece una llamada a que el público se convierta en un Poirot, sosegado y secundario, de mirada personalista y personalizadora.

Por otro lado, sin embargo, el relato se acelera y corre quizá demasiado deprisa en el último tramo: algunas acciones pueden resultar incluso confusas en la vorágine final. Esta mezcla es curiosa, pero no impide disfrutar con las conjeturas, los giros y el drama apoteósico.

www.contraste.info
Revista Contraste
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
22 de febrero de 2022
4 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando Kenneth Branagh nos presentó hace unos años su 'Asesinato en el Orient Express', no solo dirigida sino también protagonizada por él mismo; recibió críticas muy ásperas en comparación con la fascinación que a mí me produjo la película. Si bien es cierto que fue mi primer acercamiento a las andanzas de Hercule Poirot en cualquier medio, y las sorpresas de la historia tenían en mí un blanco fijo para dejarme atónito; no deja de parecerme un film de intriga muy logrado, una visión cautivadora de la historia de Agatha Christie plasmada en la pantalla con una dirección muy, muy cuidada por parte de Branagh, que no hace sino ganar con cada vez que la vuelvo a visionar. A mi juicio una de las mejores películas de 2017, y de las más infravaloradas de la pasada década.

5 años después, y con una pandemia de por medio, nos llega 'Muerte en el Nilo', un nuevo misterio en el que Poirot se ve envuelto tras su travesía en el Orient Express. A este punto nos podríamos parar a preguntar seriamente si no será gafe este elegante detective, porque parece ser el crimen quien le persigue a él y no al revés. Sea como fuere, estamos de nuevo invitados a acompañarle en otro viaje que le deparará desempolvar sus tácticas detectivescas.

Al igual que le sucede a la obra de Christie, el principal pecado que comete 'Muerte en el Nilo' es estar a la sombra de 'Asesinato en el Orient Express'. Al menos en mi caso no ha logrado igualar la sensación de su predecesora, ni me he sentido tan absorbido en el Karnak como lo estuve en el Orient Express. Da la impresión de que la mejor historia de Poirot ya la hemos visto, y no tiene pinta de que volvamos a encontrarnos con otro fenómeno igual. Sin embargo, el relato que aquí se nos propone es también sumamente entretenido y disfrutable.

La dirección vuelve a ser, de nuevo, impecable. El exótico y milenario Egipto se convierte en un inigualable telón de fondo para que se desarrollen los enredos. Todos los planos han sido cuidados al extremo, casi cada uno de ellos podríamos usarlo de postal o wallpaper. Sin embargo, esta perfección de su filmación juega en ocasiones un tanto en contra de la propia película, y es que tanto de manera consciente como inconsciente el espectador llega a percibir que esos paisajes tan perfectos son físicamente imposibles de rodar, y por ende delatan su creación por ordenador, desvelando el conejo bajo la chistera que suponen los efectos visuales, que por otro lado no tienen nada que envidiar a los de otras superproducciones.

En resumidas cuentas, 'Muerte en el Nilo' sigue siendo una película tremendamente sólida y bien construida, que tiene todo lo necesario para que nos dejemos seducir por las intrigas de sus personajes. Y aunque le cuesta arrancar y esa "muerte" que da nombre a la historia se hace esperar más de la cuenta, cuando pone todas su cartas sobre la mesa y da inicio al verdadero espectáculo se convierte en una obra de suspense tan suculenta como su predecesora. Así que aunque no volvamos al Orient Express, yo me quedo con ganas de más aventuras de este Hercule Poirot con Branagh delante y tras la cámara.
PirataDelEspacio
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
<< 1 7 8 9 10 22 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow