La boda de mi mejor amigo

Por eso, y porque siempre hay una Cameron Díaz que se lo lleva sin merecerlo, porque el amor es así de caprichoso, el realismo de esta película me ha dejado mal sabor de boca.
Prefiero una buena comedia romántica al uso con su final feliz.
Siempre nos quedará Notting Hill: "Recuerda que solo soy una chica delante de un chico pidiendo que la quieran ..."

El novio (no muy guapo ni muy rico ni muy inteligente ni muy fiel) atesora todas las características para que cualquier mujer con menos autoestima que la escobilla del váter le eche el ojo. Y eso pienso, que la industria cinematográfica desprecia olímpicamente a sus telespectadoras femeneninas. ¿Como es posible, por dios, que nos pongan a este petardo en plan galanazo cuando ni le es fiel a su noviecita supersexy ni cinco segundos?...para partirse la caja.
La novia (muy guapa, muy rica, en cuanto a su inteligencia ni se la busca ni se la espera, lo cual es peor que ser estúpida, y eso síiiii tope fiel) es un remiendo de muchas cosas, que a los guionistas se les fueron ocurriendo por aquí y por allá para que no los tachasen de...de buenos guionistas y también de “no machistas” claro, claro. En fin, que no sabemos, este personaje es de chiste y también es de chiste que se lleve al novio al final...para partirse la caja.
La madrina (guapa, clase media, inteligencia mediana, y soltera) es un proyecto de personaje. Está a medio camino entre el “feminismo” de Mary Poppins y el de Rita Barberá. Yo la coloco en un “pufismo-pseudo andrógino". Siendo crítica de platos carece de pudor, de autoironía, de autocrítica y de autoestima. Francamente no entiendo porqué le dan la razón todos los personajes, como si su conducta de “persigue a tu amigo que nunca te dio ni la hora” fuese aplaudible en alguna dimensión que desconocemos. Es decir, se supone que esta pobre mujercilla está enamorada, pero es tan “liberal” que no se lo confiesa a su mejor “amigo”, el cual empieza a dar señales de interés amoroso por ella cuando se compromete con la rubia, y le da señales a la pelirroja porque está enamorado de la rubia. Me he perdido algo. A mí me olería a besugo podrido desde lejos, y a ella no, ¡y se supone que es la más lista!
El amigo guay (guapo, clase media-alta, inteligencia notable y gay) es el único personaje rescatable de entre el elenco principal. Mantiene la calma. Y parece la voz moralista del guionista diciéndole al expectador (sí es con x) lo que cada uno es en la película. “Mira tú eres un zorrón, estás en medio de una relación”. Memorable, si no fuera por sus intervenciones tan acertadas no sabríamos quién es más zorra o quién engaña más a quién pero ete aquí que la voz susurrante a través del ultramóvil nos avisa a quién tenemos que señalar como pecadora de la pradera. Pos vale, ¿y a mí qué?
Y por último tenemos, tarán la joya de la corona:
Las mujeres lloronas (no son guapas, no son inteligentes, no son ricas y están solteras) son la representación de cómo Jolibu ve a las mujeres en general. Son el público. Por eso esta película y muchas más como ella. Por la gloria de las madrinas.
"Quiero ESE MIGUEL ÁNGEL YA EN MI JARDÍN" cómo me reí por dios.
Salud.