El hombre bicentenario

Magnífica, encantadora y fascinante historia de Isaac Asimov para reflexionar sobre el paso del tiempo. Hace ya 20 años de ésta película y la habré visto como unas 7 u 8 veces y desde el minuto uno hasta al final no puedo desengancharme de ella. Pasarían 200 años y me seguiría fascinando en todo su metraje. No se que tiene, desde que la vi por primera vez en el cine con 15 años que me fascina el paso del tiempo vivido por el androide de nombre Andrew, interpretado por el ya desaparecido Robin Williams. Ha de ser una pasada la vida vivida por el androide, es un canto a la vida en toda regla para cualquier espectador de ésta cinta. Es imposible no derramar ni una lágrima (yo nunca puedo contenerme) en muchas de las escenas. Creo que nunca me cansaré de verla, es una de esas películas que todos tenemos y que hemos visto un montón de veces y que nunca nos cansamos de verla con el paso de los años.

Un robot que por un problema en la linea de fabricación tiene sentimientos humanos y ves poco a poco su evolución, su curiosidad, su búsqueda de la libertad y su camino en la vida.
Tiene algo esta película que me hace verla entera, creo que es que transmite mucha humanidad. Además ves la evolución humana y la evolución tecnológica a lo largo de 200 años, es muy curioso y muy entretenido.
Produce mucha tristeza el trasfondo amoroso que hay en la película y que te pases toda una vida sin ser correspondido pero aún así te conformes con tener a esa persona cerca o que simplemente forme parte de tu vida.

Lo mejor: ver la evolución de los personajes a lo largo de los años.
Lo peor: me hubiera gustado saber que sucedió con otros personajes.

Chris Columbus es especialista en cine familiar y bonitas historias con valores humanos, pero aquí mezcló todo eso con la ciencia ficción robótica, un vehículo muy apropiado para explorar los sentimientos y la condición de nuestra especie.
En un papel atípico que sin embargo le sienta muy bien, Robin Williams está tan genial como siempre, aunque más comedido en lo que a gesticulación se refiere, como no podía ser de otra forma. Por cierto, su aspecto habitual no entra en escena hasta bien avanzado el film.
Aquí hay más vis dramática que cómica, tanto en el personaje como en la película en general.
Vemos su aprendizaje y desarrollo desde el estado de mente artificial fría a un comportamiento cada vez más humano. No sabemos por qué le pasa esto, pero eso no tiene la más mínima importancia para una historia más reflexiva que fantástica. Pero Columbus tiene los pies en el suelo y no llega a la profundidad filosófica y metafísica de otros títulos clásicos del género (“2001”, “Blade runner”, etc.). La película es totalmente comercial y apta para todos los públicos.
El drama de este robot, al que no le permiten desarrollar todos los sentimientos, creatividad e inquietudes que tiene dentro, me parece muy interesante y emotivo.
Algunos diálogos, además, son divertidos y ocurrentes, como cuando habla de sexo con Oliver Platt. Así que el resultado es recomendable.
Pero también tiene pegas. No creo que sea un film como para verlo muchas veces. A pesar de sus virtudes, el desarrollo es lentísimo, y quizás más largo de lo necesario. El tramo final es el menos interesante, a pesar del sentimentalismo, y uno puede llegar a cansarse a esas alturas.
Por cierto, James Horner en la música habría hecho un trabajo tremendo, si no fuera porque constantemente se empeña en plagiarse a sí mismo con piezas sacadas de “Braveheart” y “Deep impact”. También pensaba que los títulos de crédito suenan igualitos que los de “Una mente maravillosa”, pero eso no es autoplagio, porque la de Russell Crowe es posterior a esta.

Interesante en un principio pero finalmente descafeinada y fallida adaptación de la novela de Isaac Asimov.
Un robot llega a una familia como sirviente y empieza a desarrollar sentimientos humanos, creatividad e ingenio, toda esa primera parte es bastante interesante, en parte gracias a la actuación de Sam Neil, pero una vez el robot se independiza la película empieza a ir cuesta abajo y cuando aparece Robin Williams en su forma humana la película se convierte en la típica cinta de un domingo por la tarde donde la ciencia ficción desaparece. En cuanto las actuaciones, Robin Williams hace lo que puede pero se nota a la legua que no esta nada cómodo en este papel, y es una lastima porque adoro a este actor, sin embargo Sam Neil si que esta fantástico en el papel de padre de familia, Embeht Davidtz esta correcta aunque a la hora de la verdad interpreta al mismo personaje las dos veces y por ultimo Oliver Platt es un estupendo alivio cómico. La dirección de Chris Columbus es correcta, pero no le da el ritmo ni la energía suficiente a una película que lo necesita. Tiene algún momento contado que llega a emocionar pero en general la historia de amor se hace bastante cargante y los temas humanos no están llevados con mucho interés. Otra cosa es el apartado visual, me sorprende que una película futurista que ha costado 100.000.000 de dolares tenga tan poca imaginación visual, las oficinas y la central de NorthAm Robotics parecen una atracción de Orlando, y es que toda la pasta se la pulieron en la confección y diseño del maquillaje del robot, el cual por cierto parece más un Actión-Man gigante que un robot. Por ultimo la banda sonora de James Horner esta muy bien, pero parece una versión 1.0 de Casper. Una película cargada de buenas intenciones, pero bajo mi punto de vista con un guión muy trillado y una falta de emoción y ambición en su realización, una lastima.

Impresionante película larga, compleja y muy muy emotiva, sobre todo en su etapa final.

Buenos actores, muy buenas actuaciones, sobre todo de Robin Williams, que toda la parte de robot está magnífico, una historia familiar que desemboca en otra de amor y de superación, buenos aunque escasos (y no hacen falta más) efectos especiales, y un ambiente muy muy currado en las distintas épocas, en donde vemos los cambios culturales y las modas. Muy recomendable.