Haz click aquí para copiar la URL

Único testigo

Intriga. Thriller. Drama. Romance En su primer viaje a Philadelphia, el pequeño Samuel Lap (Lukas Haas), un niño de una comunidad amish, presencia por casualidad el brutal asesinato de un hombre. John Book (Harrison Ford) es el policía encargado de proteger al chico y a su madre Rachel de quienes quieren eliminar a Samuel, unico testigo del homicidio. (FILMAFFINITY)
<< 1 6 7 8 10 12 >>
Críticas 59
Críticas ordenadas por utilidad
31 de marzo de 2013
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me gustó. Así de simple. La historia de amor estaba muy bien lograda, la trama policíaca es sólida y tiene su intriga. Además, Ford está muy bien en su papel de policía duro, pero que descubre como vive el resto de gente humilde.

Me parece una muy buena película que habla de la diferencia entre dos mundos, un amor imposible, además de una gran trama policíaca.

Sin embargo, me parece un poco exagerado que llegara a los Óscar como Mejor película. Está muy bien, con una historia bonita, pero no de Óscar.
petropicapiedra
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
11 de enero de 2016
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Peter Weir sigue siendo, en mi opinión, el más prestigioso cineasta del cine australiano que tras sus primeras películas, todas interesantes y prometedoras, dio su gran salto a Hollywood. Allí debutó con este thriller sobre corrupción policial que tiene su originalidad al mezclar su trama con la arcaica comunidad “amish”. Son adventistas que se rigen por una férrea moral y unos hábitos cotidianos directamente heredados del siglo XIX, de indumentaria sencilla y escueta, nobles y pacíficos que rehúyen la violencia y las armas. Dos miembros de esa comunidad, un niño y su madre aguardan un tren que les llevará de Filadelphia a una pequeña villa de Pennsylvannia, pero el destino decide que el pequeño asista involuntariamente a un crimen en los lavabos de la estación.

De la investigación se cuida el rudo agente John Book (Harrison Ford) que como en las más genuinas tramas de Hitchcock, deberá huir y esconderse para proteger a su único testigo, siendo perseguido por sus propios colegas hasta lograr demostrar que todo es una conspiración. Evidentemente, la mezcla de elementos policíacos con la descripción sociológica de una comunidad adventista deriva inevitablemente hacia la atracción entre la joven viuda (Kelly McGillis), madre del niño y el policía que los protege, provocando serios conflictos morales. Pues “Witness”, es también la historia de una amistad, de un amor cimentado sobre dos bases culturales totalmente dispares y antagónicas.

El personaje de Harrison Ford, me parece ajustado y muy humano, de lo mejor que le he visto, con su torpeza para integrarse en la comunidad religiosa, su ingenuidad romántica (el baile en el cobertizo con Rachel al son del tema “Wonderful love” de Sam Cooke), y su determinación moral y nobleza, gracias a la gran dirección de Weir que consigue extraer del tantas veces inexpresivo actor, su perfil más interesante y cautivador. Lo de la bella Kelly McGillis fue una actriz desaprovechada por la industria de Hollywood, pues aquí nos muestra una mujer que transmite todo con su mirada y sus gestos, sin necesidad de palabras.

Ganadora del Oscar al guion original y al montaje, goza de una excelente fotografía del gran John Seale y la evocadora y romántica música del maestro Maurice Jarre, alcanza su cumbre en el célebre tema de la construcción del granero por todos los lugareños. Peter Weir mantiene un gran tono narrativo, con una economía de planos que recuerda a los maestros Ford y Vidor, un elegante sentido de la elipsis en la selección y tratamiento de determinadas escenas, son los elementos de un film inteligente y redondo que estimula a recuperar el gusto por la narración descriptiva y el espectáculo.
Antonio Morales
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
16 de julio de 2017
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Vendida como un thriller de Harrison Ford, Witness es en realidad un film costumbrista, un drama sobre el conflicto cultural y una de las películas más hermosas de los 80. Weir consiguió uno de sus trabajos más perfectos y depurados, una obra maestra que sigue oculta para muchos que se han quedado en su engañosa publicidad o como una simple curiosidad documental sobre la comunidad amish. Partiendo del sencillo y poco original planteamiento inicial, el director limita al mínimo la trama policíaca optando por un tratamiento íntimo de unos personajes aislados del mundo, geográfica, social y psicológicamente por distintos motivos. Y los actores saben captar esto a la perfección, con especial mención a un Harrison Ford sorprendente que estaba, sin lugar a dudas, en su mejor momento, consiguiendo posiblemente su mejor trabajo (junto al de Blade Runner). El magnífico guion esta indudablemente bien escrito, destacando por su capacidad de sugerencia, dejando unos cimientos enormemente sólidos a Weir, un director de talento narrativo y visual incuestionable y que le da la oportunidad de dar rienda suelta a todo su talento. Y el director australiano lo aprovecha a conciencia, rodando largas escenas sin diálogos pero enormemente expresivas y de gran fuerza visual, como esa extraordinaria escena inicial o la celebrada escena de la construcción del granero, de una fascinación insuperable. La brillante partitura de Jarre busca a través de los sintetizadores aislar aún más a la comunidad amish, logrando una atmósfera de irrealidad que contrasta y a la vez se complementa con la fotografía semi-documental que busca un sentido realista. El efecto es muy atractivo, aportándole una singular personalidad al conjunto. Además una maravillosa historia de amor imposible y otro de sus habituales y brillantes retratos de los conflictos ideológicos y culturales. Witness es una obra maestra que sigue enterrada bajo la etiqueta de película de Harrison Ford que debe ser rescatada como un film esencial en la década, un rotundo ejercicio fílmico de exótica belleza.
cineoptero
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
8 de junio de 2013
7 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Thriller policíaco que se transforma bruscamente en una insípida, aburrida y patética historia de amor prohibido, por diferencias culturales, entre el poli sex symbol y la amish. La intriga que promete en un principio Weir se diluye en el momento que Ford pisa la granja. Una pena porque el comienzo y el final son buenos para un film de acción policial, pero todo lo que sucede en el medio es una chorrada desfasada que nada tiene que ver con lo que anuncia su "prólogo".

En vez de utilizar la cultura amish para generar un policial, se genera un film sobre la primera a partir de un policial, el niño no es un testigo amish es un amishtigo. A mí no me molesta que Weir prefiera mostrar las costumbres de esta población, me molesta que para hacerlo se monte un circo de thriller policíaco.

Si nos centramos en esa narración sobre las costumbres amish, adornada por una historia de amor, tampoco es que sea para tirar cohetes. Hay un abuso de escenas tontas y edulcoradas como en la que Ford enciende la radio y se ponen a bailar, o el momento en que ella se está bañando y él descaradamente la espía y a ella no le importa. Todo bajo las notas de la BSO más insignificante en la carrera del gran Maurice Jarre, creador de genialidades como el score de "Lawrence de Arabia" (David Lean, 1962).

Ford hace más o menos lo mismo que en los otros tantos thrillers policíacos que protagonizó en esa época -empezando por Jack Ryan-, y no lo hace mal pero es que al final esto no es un thriller policial. Convengamos que McGillis, quien sería la Srta. Top Gun y luego la abogada de Foster en "Acusados" (Jonathan Kaplan, 1988), no es una gran actriz y es tan amish como Madonna virgen. Curioso el ver a Viggo Mortensen como amish del montón.

Rescato algunos buenos planos como cuando -sobre el final de la peli- el trío de polis corruptos baja del auto con escopetas, muy similar a "La pandilla salvaje" (Sam Peckinpah, 1969). Pero a excepción de estos detalles el resto del trabajo de Weir me parece mediocre, casi tan insípido como la historia de amor.

Lo mejor: la escena del comienzo en la estación.
Lo peor: la clara pérdida de homogeneidad del guión.
Ketty Analfer D
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
19 de abril de 2011
6 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
La película se divide en tres etapas.
La primera trata de como un niño de lo más inocente, presencia un asesinato, y pasa a ser el único testigo del mismo, para proteger tanto al niño como a su madre designan a un policia, y este termina lledose a vivir con ellos a la comunidad a la que estos pertenecen, los Amish.
La segunda (y más extensa) parte, trata de como el policia trata de adaptarce a las costumbres de los Amish.
En la tercera retoman la ya olvidada trama policial.
Lo malo en esta película es que te vendan un thriller que no es tal, solo por que hay un muerto al principio, y algunos tiroteos, no la hace un thriller, y lamentablemente hay muchos supuestos thrillers que no lo son, en Único testigo, nada tiene que ver la segunda parte, con el resto de la película, es como sí fuera un mediometraje al que a la mitad le incertan otro.
No podes seguir el hilo policial, por que simplemente desaparece por una hora, en fin sera muy interesante para un documental, o un drama, la vida de los Amish retratada de la forma en que este film lo hace, pero no si lo que esperas es un policial.
Manuel
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
<< 1 6 7 8 10 12 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow