El último atardecer

Cantaba "La Paloma" su cucurrucucú y se atreve con ella también, ¡cantando en español!, nada menos que Douglas el grande. Y no se queda ahí la cosa, el poderoso actor volverá más tarde a entonar una nueva balada, ahora ya en su idioma. Hasta se atreve con algunos versos que desgrana y con la explicación de fenómenos meteorológicos como el fuego de San Telmo.
Se deshace en elogios la crítica con el guion de la película, para nosotros deslumbrada en parte por su firma. No creemos que sea para tanto, al fin y al cabo estamos ante la adaptación cinematográfica de una novela. Una de tantas.
Y, sin embargo, que quieren que les diga, el personaje de Brendan O'Malley (Douglas) parece sacado directamente de la conocida canción "El Jinete" de José Alfredo Pérez. Vean sino el arranque de la cinta cuando "Por la lejana montaña va cabalgado un jinete, vaga solito en el mundo y va deseando la muerte", como luego veremos.
Y es que estamos en México, con sus galleras y su refugio de viejos oficiales sudistas que esconden en el alcohol su cobardía. Es el caso de John Brekenridge, un gran Cotten que allí ha formado un pequeño rancho y un remedo de familia con su esposa Belle (Malone) y la hija de esta Melissa (Linley). Magníficas ambas.
Y precisamente esta Belle es la herida que Brendan lleva en su pecho, que su alma destroza hasta el punto de desear perder la vida para reunirse con su amada.
Como el viejo militar es el primer descarte de la partida, para formar las necesarias dobles parejas que precisa el drama sentimental, aparece en escena un joven sheriff, Dana Stribilng (Hudson), que viene a ajustar antiguas cuentas pendientes.
Y es que, seguramente, lo mejor de la cinta es la profundidad de los personajes con Brendan a la cabeza. Sólidos, de acusadas personalidades, firmes. Tal vez Dana quede un poco eclipsado ante el elenco que lo rodea.
El resto es decorado accesorio: los cuatreros, los indios, la venganza ... todo es anécdota frente al drama amoroso que se plantea y que culmina cumpliendo al pie de la letra la citada canción de "El Jinete" que dejamos en spoiler.
A destacar también las reflexiones de los antiguos amantes: "Si uno pierde las noches, pierde media vida", o "Ni soy joven ni inocente". Lo mismo que la ambientación tormentosa que acompaña los momentos más dramáticos, suavizada luego con las bellas canciones que los criados mexicanos entonan guitarra y armónica en ristre. Por cierto, la música es también excelente.
Resumiendo, sin encontrarle tantas virtudes como otros le han visto, un interesante western con una fuerte carga dramática, romántica y musical.

Bien, aquí sí que rompo un canuto en favor de Motta.

El fan del pop español la recomendó airadamente hace un tiempo, y yo recogí su guante. Y no sólo eso, en un guiño a Spinal Tap, también lo olí.

Crepuscular, oscura y bizarra, pero a la vez con un romanticismo exacerbado, Manolo Lama y Don Hoyuelo comandan una historia perfectamente trenzada, llena de calma tensa, y con una relación de amor extrañamente truculenta e incorrecta para este tipo de cine, pero que sintoniza a la perfección con el espíritu freak y maldito de la película.

A destacar también el personaje de Joseph Cotten, apabullado por el alcohol y la desubicación.

Otra película que apesta a rayas rojas y blancas, por cierto.

Muy grande, desde luego.

A pesar de lo que había oído por ahí hace ya mucho tiempo, se trata de una extraña mezcolanza de western, y de drama (o tragedia) clásico. Lo cierto es que esperaba que me gustase mucho más, y por contra me decepcionó un tanto, aunque no digo que sea mala, ni mucho menos.
El guión es de Dalton Trumbo, uno de los diez de Hollywood, que se negaron a declarar contra sus compañeros acusados de comunistas, allá en la época de la infame Caza de Brujas hollywodiense.
El papel de Hudson, al principio, no era muy extenso, pero la Universal, productora donde trabajaba y que deseaba convertirlo en una estrella (cosa que logró de sobra) obligó a darle más protagonismo, añadiéndole diálogos. Lo hizo bien.
Sin embargo la relación entre Hudson y Douglas no fue fluida. Dialogaron poco y Douglas no supo (o él creyó saber) hasta años más tarde. Exactamente cuando se supo que Hudson era seropositivo. Según Douglas, un tanto creído, creo yo, a Hudson le gustaban, sobre todo, los hombres rubios, con ojos azules, y rudos. O sea, exáctamente como él. Sin comentarios...

http://filmsencajatonta.blogspot.com.es/2016/09/robert-aldrich-1918-1983.html

Un western muy peculiar, espléndidamente dirigido e interpretado, con buenos diálogos y diversidad de "situaciones", ahora bien es un western muy melodramático, demasiado en mi opinión, siento como si estuviera cogida por un invisible lazo rosa.
Las partes que más me gustan de la obra son cuando Kirk Douglas se pone a cantar y a bailar o con los Mexicanos (vaya temazos se marcan) o con las mujeres, y esto es bastante preocupante.
Es una buena película, no hay duda, pero a mi no ha terminado de conquistarme del todo.
Mi nota: 6,5.

Decepcionante. forzado, ilógico, chapucero, increíble, sorprendente, dramático, tramposo y absurdo western que presenta y desarrolla una historia forzada e insostenible, desde el momento que dos hombres con cuentas pendientes entre ellos, participan en un trabajo común de trasladar ganado, en un viaje en el que van a estar expuestos a numerosos peligros..
El último amanecer, se beneficia de la presencia estelar de figuras del cine clásico, como: Rock Hudson y Kirk Douglas, para ofrecer un relato de aventuras entretenido en el que hay espacio para amores, ilusiones, celos, traiciones y riesgos de vida o muerte.
La premisa de la historia puede resultar interesante, pero todo el interés va decayendo a medida que se van tomando mayores libertades, haciendo que todo se antoje forzado, insostenible e increíble.
Es una película que no vuelvo a ver, puesto que no me ha convencido en absoluto con determinadas situaciones que se van dando a medida que se aproxima a su desenlace. Primera y última vez que la veo.