Erin Brockovich

Es imposible no comenzar esta crítica sin nombrar a Julia Roberts, básicamente porque ella es el film entero, ella es la que le da el valor para convertirlo en uno de los mejores del 2001 y en uno de lo más logrados melodramas de denuncia de los últimos tiempos.
El film es básicamente la cruzada de Erin, una madre divorciada, con un carácter y una presencia demoledora, que al entrar a trabajar en una firma de abogados empieza a investigar múltiples casos de contaminación acuífera en un pequeño pueblo y a atacar de lleno a una gran compañía con la ayuda de su jefe.
Ágil, fuerte, cómico, dramático, entretenido, solvente y cumplidor, el film es realmente un entretenimiento garantizado, a la vez es un film que nos posiciona ante el tema de los poderosos y lo que no lo son, mostrándonos los abusos que muchas veces e ejercen sobre nuestras narices.
Es muy solvente la dirección de un Steven Soderbergh que sabe como atrapar con sus pelis; con un guión sólido: no glorificando a los estadounidenses, con casi pocas arbitrariedades y estereotipos, enfocando el el hecho de contar y con un humor excelente y necesario. Destacando también unos rubros técnicos muy buenos.
Como ya dije Julia es la función, no sólo dando la mejor labor de su carrera, sino demostrándonos que tan buena es, los elogios son más que entendibles, su personajes contiene una fuerza, matices y una carnadura humana avasallante y admirable. A su lado esta el extraordinario Albert Finney iluminando cada escena en la que aparece y un correctísimo Aaron Eckhart como el soporte emocional de Erin.
En fin, recomendable, muy, muy buen film, para ver y dejarse llevar por una historia que llega a apasionar, al igual que la admirable composición de Julia Roberts

Erin Brockovich es un homenaje a los clichés del cine Hollywodense, es una película muy superficial y nada inovadora, sin embargo los guionistas y el director supieron mezclar muy bien los ingredientes de la efectiva fórmula y como resultado tenemos a una de las mejores películas del año 2000 y la mejor interpretación femenina de ese año.

La película no es nada compleja, es sencillamente un producto para disfrutar en familia y relajarse, para ver una historia optimista y contagiarte de ese optimismo y simpatía que emana la película, además de hacer énfasis en el mensaje del filme, nunca te rindas y lucha por lo que quieras lograr.

Lo que destaca a este filme de muchos otros es que sabe jugar muy bien con todos sus elementos, la personalidad de todos los personajes esta muy bien trazada (sobretodo la de Erin, hay momentos en los que se te olvida que estas viendo una película, pues podría parecer que están siguiendo con una cámara a la protagonista), la historia esta contando con ritmo y logrando el interés del público en todo momento, además de fusionar las dos tramas que sigue la historia: la vida personal de Erin y el caso que investiga. Todo esto esta narrado con picardía y carisma, que te termina contagiando el optimismo y coraje de Erin Brocovich, tanto que celebras cada triunfo de Erin como si fuera tuyo.

En general el filme es bueno, el guión es muy ingenioso, simpático y pícaro, además de que es un gran acierto no exagerar las escenas de drama o intentar hacer una película desgarradora, sino que las escenas dramáticas están bien repartidas a lo largo del filme y no hacen más que conmoverte. No podemos dejar de halagar la labor de Steven Soderbergh (que ese año obtuvo merecidamente doble nominación al Oscar por Mejor Director, estuvo nominado por su labor en esta película y en Traffic, aunque lo terminó consiguiendo por la segunda película), Soderberh hace un excelente labor imprimiendole ritmo al filme, inyectarle el carisma y el drama necesario así como brindarnos escenas sencillas, pero de gran calidad. Uno de los problemas del filmes es que por momentos tratan de alargarlo y el final es bastante precipitado y carente de ilusión, eso es imperdonable si tenemos en cuenta todo lo que tuvo que pasar la protagonista.

La labor de los actores es muy buena, Aron Eckart y Marg Helgenberger estan muy bien en sus roles secundarios, Albert Finney también hace un gran trabajo (las escenas que comparte con Julia son buenísimas) y no puedo terminar mi critica sin antes halagar el esplendido labor de Julia Roberts, magistral y soberbia a la vez, una de las mejores interpretaciones de la pasada década, se adueña de la pantalla en todo momento y se convierte en Erin, todo es natural en su interpretación, está simpática en las escenas cómicas y desgarradora en las escenas dramáticas.

Erin Brockovich (Julia Roberts) es una madre que cuida a sus tres hijos y trabaja como abogada.
Puede resultar exagerado pero para mí la película estuvo excelente, magistral actuación de Julia Roberts, muy entretenida, Julia Roberts ganó el Oscar a la mejor actriz por esta película y muy bien merecido, la vería de nuevo, de nuevo, de nuevo y muchas veces. Para comprarla en Dvd.

Erin Brockovich es una de esas películas que te hace emocionarte, sentir amor y odio a partes iguales, querer luchar y ser mejor persona. Es conmovedora, muy real, y sin duda es una de las mejores películas que Julia Roberts ha hecho en su larga carrera cinematográfica.
Si ya la has visto y te gustan este tipo de películas, te recomiendo que veas Jerry Maguire (Tom Cruise) y 28 Días (Sandra Bullock)

Erin Brockobitch entra de lleno y por derecho propio en el colmado saco de las americanadas. Totalmente y sin remisión. La película cumple con todos los clichés propios del género: aboga por el individualismo empecinado, en esta ocasión trufado de un feminismo bastante chabacano y sospechoso; desarrolla una vez más el síndrome de David arremetiendo contra un Goliat gigantesco, corrupto y desalmado; continúa arrancando la sensiblería más lastimosa y lastimera de la enfermedad de los ciudadanos inocentes y los niños; encumbra al dios dólar en el trono de una jurisprudencia inaceptable y maniobrera, como si hacer justicia fuera sinónimo de hacer caja; monta una trama tramposa que salva los asuntos segundos antes de sonar la campana; y así. Todo encaja en un esquema muy manido que, para colmo, viene presentado como basado en hechos reales, por lo que la verosimilitud de la historia viene amortizada de antemano, aunque cueste mucho aceptarla.

Es cierto que la Roberts (bravo) borda un papel hecho a su medida, y eso eleva el nivel general de una cinta que sin ella quizá no habría llegado tan lejos.