Big Fish

El destino tiene una forma misteriosa de envolverte y de asomarse por sorpresa.
Lo que más me gusta de Big Fish es la manera que tiene de envolverte y de sorprenderte, desde el principio hasta el final, en cada minuto de su duración. Big Fish es una historia, o quizá mejor dicho un cuento, o es una historia a la vez que un cuento, ya que de nuevo el genial Tim Burton nos vuelve a dividir entre dos mundos, esta vez, el mundo real, y por otra parte, el mundo de la fantasía, de la imaginación, donde todo es posible.
Big Fish cuenta la historia de un hombre que está a punto de morir y recibe la visita de su hijo, con el que apenas se habla porque su hijo está harto de que su padre sólo le haya contando mentiras. Y es que su padre no es un padre cualquiera. Su padre es un hombre que perdió el miedo siendo muy joven, viendo en el ojo de una bruja cómo sería su muerte.
Pero en eñ mundo en el que el protagonista realmente vive, nos encontramos con su hijo, un personaje que es incapaz de comprender por qué su padre cuenta esas historias y por qué él no puede conocer la realidad de los hechos que le ocurrieron a él y a su padre. Su hijo se interpone constantemente en el camino del padre para demostrarle que sigue en el mundo, y que el mundo no es como él lo cuenta.
En esta película todo es bonito, todo es feliz, todo es de cuento de hadas: tenemos una princesa, un príncipe (o un mendigo), un malo que se convierte en bueno y muchas moralejas. Yo me quedo con dos (de entre todas las que se puede elegir): que si dejas a un lado el miedo a caminar, a ir más allá, podrás lograr grandes cosas, y que serás capaz de lograr grandes cosas si realmente crees en ellas, porque cualquier persona es capaz de lograr cualquier cosa si realmente la desea.
El protagonista de esta película deseaba ser un pez, pero no un pez cualquiera: quería ser el pez más grande del estanque, y el pez más grande es aquel que ha vivido más tiempo, es decir, aquel que no se ha dejado pescar. Y lo deseaba tanto que finalmente lo consigue. Y su historia llegó a ser contada por generaciones que ni siquiera lo conocieron. Tal vez él no hubiera hecho mucho en su vida, pero lograba emocionar a la gente contando grandes historias que siempre serán recordadas.

Y de este modo el hombre se hace inmortal

A continuación, he reproducido un pequeño texto que me inspiró Big Fish.

MÁS ALLÁ DE LO REAL:

- A ver, tiene que estar por aquí, ima…, ima…, si aquí está, imaginación.

“Actividad mental basada en la percepción, la memoria y el pensamiento, mediante la cual se reproducen imágenes y se crean asociaciones entre éstas”.

La verdad, no he entendido absolutamente nada.

Madame Fairy, tú eres una dragón rojo, se supone que los de tu raza son seres muy inteligentes, ¿no?, ¿podrías explicarme que quiere decir esto?, por favor.

- De acuerdo, lo haré.

Imaginar, que es hacer uso de la imaginación, supone, fundamentalmente, la posibilidad de crear, de construir mundos de ensoñación sin límite alguno.

Nadie debería poder despojar a un semejante de tal cualidad, de tal don. Ni siquiera uno mismo debería perseguir coartar dicha facultad.

La capacidad de imaginar es algo que pertenece a los seres racionales, entre los que no sé si incluir a los hombres, por el simple hecho de serlos y, sin estar, por regla general, necesariamente unida a la razón, más bien, todo lo contrario.

¿Nunca has vivido una fantástica aventura sin moverte de tu cubil?, lo siento, no sé por qué, a veces olvido que eres un humano… ¿sin moverte de tu cama?.

La imaginación es una puerta abierta a la esperanza, a la consecución de nuestro anhelo más profundo, a la felicidad sin más. Deshacerse de ésta, equivale a perder una opción de ser felices. O lo que es lo mismo, ser un poco más infelices.

Un ser sin imaginación vive inmerso en un constante debate: ser o deber ser. Un ser cuando hace uso de la imaginación, simplemente es.

- Creo que lo entien-…un momento, un troll está llamando a la puerta.

Me asombra la gran cantidad de sobresalientes que ha conseguido esta cinta. En mi opinión es una manida historia que pretende ser original sin conseguirlo en ningún momento. Porque lo que percibe el espectador son las pretensiones del director pero no los efectos esperables en el espectador, el cual asiste a una sarta de elementos a cual más impactante para Burton, pero no para nosotros. Si bien los otros ejemplos de su cine tampoco son sobresalientes, ya que se enmarca dentro de un cine comercial mayoritario e infantil, con esta película de adultos Burton resbala como un pez, que no es ni mucho menos gordo. A destacar la escena de freaks reunidos en un bosque porque es pura fachada comercial sin profundidad ninguna.

Son muchas las ocasiones en las que uno se ve contando anécdotas de su vida, ya sea por que no se aburra el personal, o porque siempre es bonito compartir gratos recuerdos, etcétera. El caso es que, a la hora de contar historias, exageramos los datos con el afán de que sean más interesantes, bien para aumentar nuestro ego, bien porque de verdad eso es lo que creemos que hemos visto (la mente, que juega malas pasadas), o quizá, por acentuar el toque literario y añadir algo más de magia a la vida. El caso es que exageramos las acciones, añadimos elementos inexistentes y nos inventamos algunas cosas. Y quizá, después de contar así las historias y creérnoslas, vemos la vida mejor, más fantástica.

Y en esta magnífica peli, Burton nos cuenta un cuento. Un cuento que es la vida de un hombre desde sus propios ojos. Y a pesar de lo fantasioso que resulta, lo falso... podemos ver a través de él una historia real, a la que, al contarla, le añade una magia, una ternura y un preciosismo increíble.

Una de las historias más bonitas que se podrían contar, llena de aventuras, romanticismo y mucha, mucha fantasía. Y complementado por un apartado técnico de excepción. ¿Se puede pedir más? Será casi imposible no soltar alguna lágrima al final.

Creo que es una de las mejores de Tim Burton (aunque la mejor sigue siendo "Eduardo Manostijeras"). Pero, como casi todas sus otras películas, ésta es demasiado infantil para mi gusto.

Pero ésta vez no es para tanto. No es como "La Gran Aventura de Pee Wee". Esta la pueden aguantar tambien los que no llevan un sonajero en la mano y un chupete en la boca.

Además si no fuera ligeramente infantil no podría ser tan imaginativa y la gracia de la historia esta ahí, en la imaginación que le hecha el yonki de trainspotting contándole a su hijo y a su yerna sus hazañas, sus aventuras y sus desventuras.

La conclusión de la película supongo que es que lo mejor es exagerar un poco las anécdotas porque así tienen más gracia y quedas mejor en las fiestas. Quedas como un señor y follas seguro.

Pero dejando de lado eso, es una buena história con personajes interesantes y está muy bien dirigida.