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Los renegados del diablo

Terror Continuación de "House of 1000 Corpses". Una historia de asesinatos, locura y venganza. Los Firefly, la familia de homicidas, emprenden una sangrienta huida escapando de un sheriff con sed de venganza. (FILMAFFINITY)
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Críticas 94
Críticas ordenadas por utilidad
1 de mayo de 2009
4 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
En esta secuela Rob Zombie le otorga más sentido al ultragore inmoral utilizado para atraer e impactar desde la sordidez e incorrección que irradia el filme.
Ya no estamos en presencia de una cinta extravagante donde lo morboso redunda y hastía, aquí al menos toda la bestialidad sigue una interesante historia de venganza donde hasta los “buenos” asustarían al diablo mismo.
Es una película frenética de principio a fin, donde los personajes transpiran perturbación por todos sus poros, donde lo macabro y lo demencial inundan cada fotograma de la cinta.
Seguimos en la misma línea de agresividad y provocación sensual de la primera entrega, donde la inmoralidad realmente repele y logra afectar al espectador de tanto salvajismo desquiciado.
Claro que la obra está llena de licencias y exageraciones para causar polémica con su aire enfermizo, pero insisto en que el mayor acierto comparada con la original “House of 1000 Corpses” es que no se despliega tanta truculencia sin ton ni son, sino que aquí al menos se traza un esquema básico narrativo donde una cacería vengativa por parte de la ley trata de poner algo de justicia ante tanto desquicie asesino.
Bien por Sid Haig repitiendo su psicótico personaje del “payaso”, gran trabajo de William Forsythe como el comisario que paga con la misma moneda para lograr justicia, Sheri Moon Zombie aporta la cuota de sensualidad al mostrar su desinhibido personaje que combina seducción con perversidad.
Buena estética visual que recrea la época de los setenta y que bebe obviamente de la obra “La matanza de Texas”, sucia y rancia ambientación que exhibe la podredumbre más miserable que puede emerger de un ser humano.
En fin, tan ultraviolenta como la primera parte, pero con bastante más consistencia narrativa para captar la atención del público.
Pasatiempos Digitales
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23 de septiembre de 2007
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
He de reconocer que la primera obra cinematográfica del polifacético Rob Zombie (La casa de los 1000 cadaveres), me pareció un delirio de mal gusto de este, sin sentido ni originalidad, llena de tópicos y con ningún tipo de atractivo para el espectador, donde eso sí, la violencia gratuita y el mal gusto eran la esencia de la película. Ahora bien al hablar de su secuela "Los renegados del diablo" nos encontramos con un film totalmente diferente a su antecesor, claramente se observa como Rob ha aprendido de sus errores y en esta ocasión nos presenta una Road Movie en toda regla, donde lo peculiar y original, es que los perseguidos por el polí malo son la familia antropófaga y macabra que con tanta dedicación nos presenta en su primera película. La historia se desarrolla con un ritmo trepidante, que engancha siendo coherente en todo momento con la trama. El film cuenta con un guión aceptable (teniendo en cuenta el género del que hablamos), la interpretación de los actores es creible cuanto menos y cuenta con un desenlace a la altura. En definitiva film entretenido, bien hecho y donde sin ninguna duda Zombie nos muestra un destacable potencial tras la cámara.
shinigamike
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7 de septiembre de 2011
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Los Renegados del Diablo" es ostensiblemente la continuación de "The House of 1000 Corpses", aunque el tono y ritmo es tan distinto que podría considerarse una película diferente. El argumento se desarrolla en 1978, y sigue a tres feroces asesinos seriales en un pesadillesco viaje por el sur de los Estados Unidos, matando por placer y torturando tanto física como emocionalmente a sus víctimas. Pero, para bien o para mal, el temible Alguacil Wydell (hermano de un policía que fue asesinado de estos criminales) los persigue incansablemente, alimentado por su deseo de venganza y por su perversa obsesión religiosa.

Digamos que no es tanto una película de horror, sino una cruel experiencia que no teme perturbar al espectador con su subversivo sentido del humor, el cual contiene una sádica veta que sin duda molestará a muchos espectadores. Ciertamente hay una línea muy delgada entre el humor negro y la llana perversión, y dependerá de cada espectador el saber de qué lado queda esta película.

En lo personal, no me molestó el mencionado sadismo. Zombie tiene perfecto control sobre sus actores y sus recursos técnicos.
Porque, a fin de cuentas podría verse como un pastiche de escenas, conceptos y personajes copiados de cintas clásicas como "The Texas Chainsaw Massacre" (la original de 1974), "Last House on the Left", "The Hills Have Eyes" y hasta la grotesca "The Texas Chainsaw Massacre 2", de 1986, en la que también aparece el actor Bill Moseley.

Por cierto, el elenco también es parte de ese homenaje que Zombie hace al cine trasgresor setentero. En lista de íconos del género que aparecen en también están Sid Haig, Ken Foree, Michael Berryman, P.J. Soles, Ginger Lynn Allen, Priscilla Barnes y la gran Mary Woronov, por no mencionar otros actores que quizás no tengan esa “reputación”, pero que por derecho propio son figuras de semi-culto, como Robert Trebor, Danny Trejo y el gigante Matthew McGrory.

Todos sus aspectos, excepto el narrativo, son sobresalientes (¿mencioné el perfecto uso de música folk y rock tradicional de aquella década?), pero su deficiencia cae en el elemento más importante: la historia. Entiendo que se trata de un homenaje, pero eso no debería ser excusa para presentar una trama repetitiva.

"Los Renegados del Diablo" no es una de esas antisépticas cintas de horror moderno, repletas de actores y actrices jóvenes y atractivos, con predecibles sobresaltos y efectos digitales genéricos. Esta cinta es genuinamente perturbadora y cruel, y su empleo de humor negro quizás sólo amplifique el efecto repugnante. Pero para quien aprecie este tipo de cine, no hay duda de que Rob Zombie ofrece una fiel réplica, adornada con un estilo visual muy apropiado y atractivo, y conducida por la irrefrenable energía de su director.
Anthony Gojira
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22 de diciembre de 2013
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Secuela sorprendente la que nos entregó Rob Zombie en el 2005 con los renegados del diablo, que recogía los personajes principales (que en el fondo lo eran) de su primera película (La casa de los 1000 cadáveres. 2003) para ofrecer un cóctel que sin embargo difiere de la colección macabra de imágenes así como la galería de Freaks y escenas tortuosas que nos ofrecía la primera entrega. Los actores son los mismos, aunque se le da más protagonismo al capitán Spaulding, interpretado por Sid Haig (ya en la primera película se veía que la enorme interpretación de Haig y el jugo tan interesante que se le podía sacar a semejante personaje quedaba en segundo plano por culpa del guión, cosa que no sucede en esta segunda parte).

Si en la casa de los 1000 cadáveres teníamos un desfile de imágenes ultraviolentas presentadas siempre de una manera estilizada y con el sello de Zombie en cada uno de los fotogramas, en Los renegados del diablo, la familia protagonista abandona su hogar para que el desarrollo del film se convierta en una especie road movie macabra a lo más puro estilo Bonnie and Clyde, pero sin abandonar el gore y la violencia típica del director.

Algunos sin embargo, no han entendido muy bien que precisamente Zombie juega con la sensibilidad del espectador, entregándonos un relato en que es difícil posicionarse respecto a sus personajes. Y es que Zombie precisamente nos presenta a la familia causante de mil y una atrocidades como si fueran inocentes (con una escena final que recuerda enormemente a la de dos hombres y un destino). No es que el director este a favor de los criminales, sino que la película juega precisamente con esta ambivalencia moral, y sólo hay que ver la venganza que toma por su propia mano el sheriff de policía, desobedeciendo cualquier ley. En resumen, a Zombie le gusta provocar al espectador, y no sólo se sirve para este fin con la transgresión de imágenes violentas (que por cierto, respecto a la violencia de la primera película se reduce bastante, cosa que tampoco era muy difícil) sino también con los recursos argumentales comentados. Incluso se sirve de un rescate en el último minuto digno de D.W.Griffith en que explora la psicología del propio espectador, porque, siendo sinceros, ¿Quién deseaba la tortura que comete el sheriff con tan odiosos personajes? ¿Es el ser humano, el espectador, un defensor en el fondo de la doctrina del ojo por ojo? Zombie sabe bien cómo aplicar estos deseos de venganza en unas secuencias que hacen que el espectador mismo quede reflejado en un espejo. ¿Acaso no hay una liberación en el espectador cuando ve que los personajes han sido capturados y que van a ser finalmente ajusticiados? Sin duda lo políticamente incorrecto es el tono dominante en toda la película.

Y es de esta manera, como Rob Zombie elabora un thriller repleto de ironía y mal gusto que contiene escenas de enorme suspense y tensión.

En parte, gracias a que el montaje y la dirección de la película son casi impecables. Es cierto que formalmente la película no llega al nivel tan paroxístico de la primera entrega de la película, en la que Zombie intercalaba imágenes que incluso no tenían nada que ver con la historia, pero igualmente Zombie reafirma su estilo con los planos más arriesgados posibles. El formalismo tan interesante que demuestra Zombie en la película, por otra parte, consigue tapar los defectos del desarrollo del guión, que en su mayoría quedan bastante cojos. Y es que una vez planteado el argumento, a Zombie le cuesta desarrollar los hechos, que adolecen de no avanzar en una dirección clara, como también hay que recordar que le ocurre al noventa y nueve por ciento de Roads Movies. El director saca petróleo de situaciones totalmente desquiciadas (el asalto al personaje del motel), violentas (durante casi todo su metraje). eróticas (para eso está la mujer del director, Sheri Moon) e incluso humorísticas (la secuencia del cinéfilo y los hermanos Marx), de su tensión del aquí y ahora, pero no plantea un argumento de futuro, y eso acaba cobrando factura una vez finaliza la película.

Zombie, sirviéndose de mucha música del sur de los Estados Unidos (como los Lynyrd Skynyrd y su canción Free Bird) y ayudándose de una recreación fotográfica sucia y polvorienta, en la que gran parte del metraje se ambienta en paisajes donde la civilización subsiste con violencia ante la inquietud de un paisaje agreste y árido, donde la vida humana es casi un milagro, Zombie define la esencia de la película. Casi una alegoría de la vida humana cuando ha de convivir con gente como la de la familia protagonista. Cuando la sociedad ha caído, cuando las leyes ya no tienen sentido y aparecen monstruos como estos, es el momento en que gente como Zombie nos entregan cuentos tan terroríficos como los renegados del diablo, donde cualquier atisbo de moralidad ha desaparecido de manera irremediable. Zombie no deja de ser un científico apasionado que radiografía la cara oscura de una cotidianidad que la sociedad occidental teme que salga a la luz.

http://neokunst.wordpress.com/2013/12/22/los-renegados-del-diablo/
Kyrios
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24 de agosto de 2010
4 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Desquiciante, incómoda, agotadora e impecable a nivel visual. Sí, Rob Zombie sabe como filmar y también como firmar sus trabajos; en este caso, hasta el punto de exprimirte algún que otro sentido. Y es que su habilidad con las camaras no se limita a plasmar sobre el papel una buena caligrafía. Además, logra que las palabras se perfilen tan hermosas que su significado te llegue al subconsciente de ipsofacto, llegando a situarte en numerosas ocasiones en la piel de sus personajes.

¿Cuál es el problema entonces? La excesiva superficialidad que a veces adquieren estos "casi carísmaticos" personajes -quienes por desgracia no terminan de aprovechar sus minutos de gloria - , al igual que un guión - por momentos "tarantiniano" - que se me antoja original pero al mismo tiempo poco espontáneo y demasiado sujeto a una rígidas reglas que el director es incapaz de saltarse. Zombie intenta sorprender con tanta insistencia, que al final se vuelve predecible. Advinas que va a pasar lo que en teoría sería más sorprendente si llegase a ocurrir.

Por eso, mientras veía la cinta, no he podido dejar de percibir la obstinación del director por transgredir a la primera, la segunda, y la tercera de cambio. Y al final quieres que no pase nada inesperado. Que alguien apriete el puto gatillo, como parece que va a suceder, porque en el caso de esta película, hubiera sido lo más inesperado.

Por otra parte, la influencia del clásico de la motosierra de Tobe Hooper es tan aplastante que por momentos apesta. Y soy de los que defiende que en cualquier arte que se precie, la influencia y la inspiración son herramientas imprescindibles a la hora de crear, pero si te pasas usándolas, no consigues la integridad necesaria para brillar con luz propia.

En definitiva, "Los Renegados del Diablo" es una delicia para devorar con la vista, una absoluta locura de 100 minutos que consigue incomodarte si eres de los que se deja envolver por lo que sucede en la pantalla, pero que dista bastante de ser una obra maestra del cine de terror. Y por lo que había leído en las críticas, era lo que esperaba.

Rob Zombie sobrevuela el climax sin llegar a aterrizar de pleno, aunque reconozco que durante la última escena de esta road movie se queda muy cerca. Situado tras las cámaras, es capaz de transmitir emociones con pulso firme, pero el impacto visual y el montaje ni pueden, ni deben cargar con todo el peso de una narración. Sí, queda patente que debemos o podríamos sentir empatía, cariño o al menos comprensión por una familia de psicopatas; ponernos de su lado. Y muchas escenas lo sugieren de manera descarada, pero uno termina pensando: "Vale, se lo que quieres decir, pero me faltan razones para compartirlo y no me las estás dando.

Quizás si un dia Rob Zombie se deja llevar, si se olvida de no decepcionar a sus mentores y a sus seguidores, logre tocar el cielo.

No consigo entender la parte "poco ética" que algunos encuentran en la película.¿Qué tipo de cine de terror ve la gente?
Vixen666
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