French Connection. Contra el imperio de la droga

Un clásico poco conocido, y eso que ganó cinco oscars de los más importantes. El que sería el director de «El exorcista» nada más y nada menos nos brinda un thriller policiaco con el tráfico de drogas como telón de fondo.

Dos policías de Nueva York luchan de modo implacable contra las drogas en los barrios más degradados de la ciudad hasta que, de repente, se topan con la posibilidad de desmantelar una trama relacionada con la conexión francesa. «The French Connection» tiene un estilo urbano, seco, desafinado, desmadejado que está bastante bien. Friedkin no se preocupa por perfilar nada, sino que deja a los actores, a los viandantes, a los coches, a las imágenes desfilar por la pantalla y darle así un toque sucio a la cinta, tan sucio como la historia que nos cuenta.

Gene Hackman se llevó el Oscar, siempre merecido, pero no entiendo bien por qué ha triunfado tanto el personaje de Popeye. Este Jimmy Doyle tiene la presencia de matón y el carácter rudo de Hackman, que sabe transmitir lo tirado de la vida y lo obsesionado que está con su trabajo, pero ¿no es una figura un tanto plana, como el resto a decir verdad? Así, «The French Connection» tiene más estilo cinematográfico que contenido, con un guion que comete algunos errores en la historia y un final que no me ha gustado nada de nada. Lo mejor, la planificación del seguimiento a Fernando Rey; creo que debería ser un clásico.

Me tiene un poco desorientada en cuanto a la nota. Entre el cinco y el seis no me decido. Por ahí anda la cosa.

William Friedkin pasará a la historia del cine por haber hecho dos notables películas: El exorcista y The French Connection. En el caso de esta última, destacan las escenas de acción que se llevan a cabo entre los policías (caracterizados por los siempre solventes Gene Hackman y Roy Scheider) y la banda del refinado Fernando Rey. Ese juego del gato y el ratón es el que vertebra la película, muy especialmente la espectacular persecución que lleva a cabo el rudo G. Hackman del tren en el que viaja Fernando Rey. Hoy en día esa escena se convertiría probablemente en una sesión de fuegos artificiales que aturdirían al espectador. Pero en la virtud de esta película también estaría su pecado porque a veces el director parece olvidarse un poco del guion para ceder todo el protagonismo a las persecuciones.
Cabe señalar la influencia obvia de Bullit, pero el personaje de Hackman recuerda en determinados momentos, sobre todo hacia el final, al detective enfermizamente obsesionado con su trabajo que años antes había interpretado en La conversación, de Francis Ford Coppola. Además toda la parte de las escuchas y el realismo sucio con el que es presentada la ciudad de Nueva York puede que hubiese influido en la serie de hace unos años The Wire, como ya ha comentado acertadamente algún usuario de Filmaffinity, aunque esta se ambiente en Baltimore.
En definitiva, Friedkin realiza un notable film policíaco y, sobre todo, de acción que aún hoy en día llama la atención por la intensidad de sus persecuciones.

Gran clásico del cine policiaco y muy reconocida por una famosa persecución.

French Connection tiene algún que otro problemilla de guión pero lo que la hace tan grande es la crudeza de su realización. El uso de la cámara en mano y el uso de una película de textura más granulada y sucia con un toque casi documental dotan a la intriga policial de mayor veracidad y una inmediatez al ritmo y a la acción que juegan a favor de la experiencia. Eso sí, pueden también resultar molestas.

Otro gran problema es ese final tan abrupto y casi sin sentido que parece querer dar algo a entender cuando realmente no lo hace.

Viendo el año y las películas similares que vinieron después, sin duda esta es una de esas películas con gran influencia en la historia del cine. La dirección de William Friedkin es sublime, en las persecuciones andando, esas miradas, el seguimiento de la cámara...
Posiblemente sea la mejor actuación que le he visto a Gene Hackman.
También lo cuidado que está el sonido. Y destacar la escena del metro (de las pocas veces que he aplaudido sin querer). Brillante.
En general, Muy buena.

Interesante película de género policíaco que no deja de ser bastante normal en el apartado técnico de la época (utilización de amplísimos zooms o giros de cámara brutales) pero que tiene un toque mas gamberro sobre todo en la interpretación de Gene Hackman como ''Popeye Dole''. También la historia tiene su punto de elegancia con la presencia de nuestro Fernando Rey que, acompañado de la animadversión que tiene hacia Popeye, hace que el cruze de ambos sea de los más sugerente e incluso graciosa (la escena de la persecución en el metro). Por ello pienso que está película merece estar donde está por méritos propios ya que, a día de hoy, se hecha de menos esta clase de películas con estilo y suciedad a la vez que tanto caracterizaba al género en los años 70.