Reeves vuelve al cine americano y con fuerza.

John Wick arranca con una premisa, admitámoslo, algo estúpida; que sin embargo es el pistoletazo de salida y excusa para ofrecernos una de las mejores películas de acción de 2014 (con respeto de The Raid 2).

Si hay algo que el guión si que hace interesante es crear esa pseudo sociedad secreta de asesinos que tiene su propio elíseo donde refugiarse y donde las acciones contra otros o los negocios están totalmente prohibidas, y todo se articula mediante monedas de oro. Una idea que me gustaría volver a ver en una posible secuela, u otra película diferente.

Es también interesante ver a estrellas como Dafoe, MacShane o Leguizamo prestando sus servicios y dando empaque a un reparto con caras que se están dando a conocer en el mundo de la acción como son las de Adrianne Palicki (Agents of S.H.I.E.L.D.) y Lance Reddick (The Guest). Eso sí, Reeves defiende bien su papel, a pesar de su falta de expresividad.

Aunque la estrella del filme es sin duda las escenas de acción brillantemente coreografiadas y rodadas con un estilo más clásico, que no recae en la "shaky cam" de estos últimos años. Sumándole una fotografía que busca un estilo propio en el uso del color y un montaje que sabe como administrar los tiempos de relax con los de acción.

Toda una sorpresa.

Nunca he cambiado tanto de opinión en el transcurso de una película. De estar gustándome, a aburrirme como un "cabrón", a entusiasmarme una vez más. Menos mal que Housebound acabó con esta buena nota.

No estamos sin embargo ante una película original, muchos de los elementos que nos ofrece la trama están más que vistos en cientos de películas de terror e incluso en la "comedia-terror"; pero al final encuentra una forma de hacerse interesante con los continuos giros de guión que no son tan sorpresivos, pero suponen que la experiencia sea una montaña rusa emocional. Bien hecho.

El problema principal reside en que para ser una comedia terrorífica, la parte humorística es más bien escasa. Lo intenta, pero se queda a medios. Menos mal que la última media hora parece que las diferentes situaciones ya se volvieron mucho más favorables para esta bis cómica y sus creadores supieron aprovecharla mejor.

Aunque cinematográficamente es bastante buena, especialmente en el uso de su fotografía de colores apagados y tonos grises; lo que más destaca de la película es la actuación de las dos protagonistas, madre e hija, que conforman una de las parejas más interesantes que he visto en el cine de terror y que bien vistas podría llegar a resultar tan atractiva como las que Pegg y Frost han llegado a crear.

Tendremos que estar atentos a lo que a continuación Gerard Johnstone.

Taika Waititi me deja otra vez boquiabierto con otra cinta que es al mismo tiempo hilarante y emotiva.

Cierto es que tiene ese toque de las comedias indies de los últimos años que ya hace tiempo que huele a viejo y usado, pero no sé porque en este caso, no es algo malo. También es cierto que por líneas generales me gusta mucho ese humor seco y extraño de Waititi, el cual me recuerda un poco también a Wes Anderson (sin ser TAN histriónico).

Pero es que además la cinta está rodada de forma excelente, con una fotografía que sabe aprovechar los precisos entornos de Nueva Zelanda, y con unas actuaciones que están muy por encima de la media. Hacía tiempo que no veía a un Sam Neil tan genial, Julian Denison es todo un descubrimiento y creo que podría tener un gran futuro en la comedia, Rima Te Wiata está tan divertida y genial como siempre (o más), y una de las que roba el espectáculo (como suele ser habitual en los villanos) es Rachel House con esa hipervólica agente de servicios sociales. Magnífica.

Sin duda una de las cintas del año que espero que mucha gente la descubra, porque de momento podría convertirse en todo un sleeper...

Una de las joyitas del cine de género de los setenta que más está olvidada por la crítica y público, pero que sin embargo es bastante curiosa.

Una historia que te atrapa, contanda de forma algo torpona, pero que al menos sabe mantener la tensión y el misterio durante todo el metraje y con unas actuaciones que aunque son histriónicas juegan perfectamente con lo que la trama necesita.

Y al mismo tiempo también se atreve a navegar por temáticas que podrian incluso a llegar a discusiones de cierta profundidad, lo cual no está nada mal para una película que podria ser poco más que un protoslasher para saciar a los más morbosos.

Una joyita que los amantes del género deberían ver si o sí.

Para mí es imposible decidir cual de las dos primeras películas de la saga Alien es la mejor, pero sin duda esta es mi favorita. Aliens es el ejemplo perfecto de como deberían de ser muchas secuelas: ampliación de la mitología del microuniverso de la película, ofrecer una experiencia similar y al mismo tiempo totalmente diferente, hacer la historia aun más épica...

Cameron demostró con esta película que lo suyo es el blockbuster, pero con sustancia y calidad. Esta secuela se aleja de su predecesora, sí, pero se convierte en su propia entidad y ofrece toda una experiencia de acción desenfrenada con ligeros toques de terror, convirtiéndose además en todo un referente para las películas del género (de la misma forma que lo hizo la anterior).

La historia y los personajes que la pueblan son interesantes y lo mejor es que el guión y la dirección se toman el tiempo necesario para desarrollarlos, incluso a la ya perfectamente perfilada Ripley.

Lo más increible es como después de casi 30 años esta película sigue manteniéndose tan actual y no ha "malenvejecido", salvo en ciertos detalles técnicos obvios e insalvables. Eso sí, el trabajo de Stan Wilson a los efectos especiales plásticos es inmejorable.

Toda una película de ciencia ficción digna a tener en cuenta y una de las mejores en su género.