Haru en el reino de los gatos

Se trata del primer trabajo de Hiroyuki Morita, en el cuál nos cuenta una historia amena, sencilla y bonita. La principal diferencia de esta película con el resto de las obras de Ghibli (excepto Mis vecinos los Yamada) es que la animación en esta ocasión es algo más flojilla (pero igualmente muy buena). La historia como ya he dicho es sencilla y en poco más de una hora concluye, es una historia sobre el amor y la adolescencia enfocada para un público más infantil muy bonita. Los personajes están bien, cada uno hace su función, quiero decir con esto que ninguno es flojo. En definitiva, que es una película menor dentro del estudio ghibli pero que se disfrutará mucho si la ves con la idea de lo que es: una película para niños". Recomendada si eres un enamorado del estudio Ghibli y si te gustan las historias de fantasía.
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De las películas más flojas que he visto de Studio Ghibli, aunque no por ello mala. Con un estilo de animación más propio de Isao Takahata que de Hayao Miyazaki, Hiroyuki Morita se mueve con gracilidad por la zona de confort y casi sello de identidad del mítico estudio japonés: los animales y la naturaleza. A través de una chica ingenua y de buen corazón, el director nos conduce por una senda de la búsqueda del yo utilizando la bondad desinteresada como motor de arranque para el planteamiento y desarrollo de la película, plasmado de forma eficaz mediante la inocencia y las buenas intenciones de la protagonista (Haru Yoshioka, interpretada por Chizuru Ikewaki), una estudiante que lleva una vida corriente pero que concatena infortunios debido a una actitud despreocupada, idea que se acentuará hasta auxiliar a un gato en peligro que desencadenará su partida hacia 'el reino de los gatos' obligada por el séquito del rey de los gatos en señal de agradecimiento tras haber ayudado a ese gato en peligro, con una compañía poco convencional. Utilizando ese hipotético reino, Morita recrea de una manera bastante banal la escala de poder e incluso las distintas religiones de una forma bastante arquetípica e infantil, repleta de tópicos impropios en las narraciones que suele manejar su estudio, rasgando mínimamente una superficie para observar un contenido insulso y vacío. Aún así, todo ello es bastante secundario, centrándose en lo verdaderamente importante: el componente de aventura y lo que ella simboliza para la evolución personal y psicológica de la protagonista, la cual, a pesar de mostrase bastante perezosa en profundidad y recursos, expone de manera clara el cometido principal que es esa búsqueda del yo, esa necesidad de las personas de ser ellas mismas para encontrar la verdadera felicidad. apoyándose en los momentos difíciles de las personas (o gatos y cuervos) que te tienden la mano para ello sin tener ninguna clase de prejuicio, solo por caridad. La paleta de colores empleada es muy propia de la época después del 2000 para el estudio; muy alegre, con colores muy armoniosos en ciertos tramos de presentación de personajes 'buenos' y situaciones tranquilas (generalmente azules y verdes, alegoría hacia la naturaleza, bonita y serena) y colores más chillones fundidos con marrones representando alboroto, bullicio y problemas. Siendo una película tan corta (únicamente 72 minutos) es imposible pedirle una complejidad y profundidad exhaustivas a sus personajes, mostrándose todos muy planos y estereotipados pero que sirven para reforzar el mensaje principal de la obra al no opacarlo con subtramas innecesarias, aunque no habría estado de más usar acotaciones o pequeñas elipsis para no quedar tanta cantidad de cabos sueltos y no forzar a sus personajes hasta el punto de apresurar la acción rompiendo el ritmo marcado de manera tan anticlimática y tosca. Como podréis imaginar, tiene un guión muy básico que no permite utilizar mucho lenguaje cinematográfico, aunque la banda sonora compuesta por Yuji Nomi suple bastante bien esa carencia en gran parte de las ocasiones, tapando o, mejor dicho, disimulando aquellas partes de metraje que necesitan algo más que diálogo y movimiento para crear el énfasis que reclama. En general, es una aventura bastante divertida y entretenida de ver, que es de gatos, tierna y bienintencionada, aunque se me queda en un 'quiero y no puedo' principalmente por la ausencia de carisma en sus personajes y la carencia de estilo de su director. Aún así, la recomiendo a aquellos que les gusten los gatos, Ghibli o ambos.

En 1995 Ghibli estrenó Susurros del corazón una película en la que aparece la figura del Barón, un gato vestido de frac, la protagonista se ve maravillada por esa figura hasta el punto que decide escribir y crear una obra de ficción basándose en un mundo donde pueda vivir este personaje. La película sabe darle importancia y carisma a esa figura y ver como la protagonista se interesa por ella, incluso está ese relato en el que su dueño cuenta como el barón tenia una pareja y como se separaron. En Susurros del corazón hacen muchas cosas bien y, gracias a momentos como este, saben como convertir el mundo de la protagonista en algo mágico y especial.

La respuesta fue clara, no solo la protagonista, sino que los espectadores y los trabajadores del estudio también se quedaron maravillados con la figura del barón y ese mundo gatuno que crean, así que 7 años después de esta película se estreno Haru en el reino de los gatos, un rara avis dentro del estudio pues Ghibli nunca ha realizado ni secuelas, ni remakes, ni obras derivadas de otras obras suyas. De forma que esto convierte a esta película en algo especial y algo único dentro del estudio.

Lastima que aquí se acaben las cosas que la hacen especial, pues esta es una obra muy flojita, tanto a nivel de guion como de animación. Sin ser mala es claramente inferior al resto de obras, el mundo que crea esta bien pero todos los personajes son muy arquetípicos; el rey egoísta, el héroe, el amigo del héroe, la protagonista es casi una princesa en apuros, incluso el mundo gatuno que presentan no aporta nada especial.

Y la historia es, básicamente, un chica salva un gato, el gato la lleva a su mundo, allí la quieren convertir en princesa y deberá huir de allí. Una historia muy tradicional, casi de cuento europeo. Lo dicho, lo más especial es todo lo que tiene que ver con el Barón, que aquí acaba siendo un héroe de manual, muy carismático pero que su papel acaba siendo muy típico, salvar a la chica, derrotar al malvado...

Y si hablamos de la animación, hay que reconocer que esta bastante bien, el problema es que venimos de El viaje de Chihiro (2001), Mis vecinos los Yamada (1999) y La princesa Mononoke (1997) tres obras que son visualmente espectaculares y aquí no tenemos nada de eso. Estando bien es como bajar uno o dos escalones respecto al nivel de las obras previas. Sí que es cierto que hay un par de momentos donde se ve la grandeza del estudio, con algunas apariciones de los gatos o de su mundo y alguna del final pero en general no es comparable.

En definitiva, la película no es mala, pero pierde en cualquier comparación con otras obras del estudio, no tiene nada especial, sigue siendo entretenida y si queréis ver gatetes en pantalla aquí tendréis un monton pero como película de Ghibli se queda muy floja.

Para más críticas:
https://criticosamurai.blogspot.com/

Empezando por que el tema me llamaba mucho decidí ver esta película, la cual pensaba que iba a hacerme disfrutar lo mismo que por ejemplo el Castillo ambulante o El viaje de chihiro, ésta última una autentica obra maestra. Pero en cambio me encuentro con una pelicula que es bonita, pero que empalaga. Ya sé que son dibujos pero llegó en algunos momentos a hacerse pesada. Reconozco que si no hubiera visto una semana antes el viaje de chihiro seguramente mi nota hubiera sido de un 7 pero lógicamente al haber disfrutado tanto de la anterior película ésta me supo a poco.

En ocasiones buscamos relación entre films para ver una u otra película. A veces nuestro sentido común nos falla, y allí donde parecía haber magia, sólo existe la certeza de que ya no somos niños.

En "Haru en el reino de los gatos" buscaba "El viaje de Chihiro". Los dos son films de animación japoneses, y además los dos son del Studio Ghibli. Además las historias parecían estar relacionadas. Dos niñas que se adentran en un mundo de fantasía diferente al suyo, un mundo lleno de cosas extrañas, un mundo del que quieren huir. Ante tanto parecido la opción de seguir a Haru en ese mundo gatuno me parecía bastante acertada.

El directo de este film, Hiroyuki Morita, no es el maestro Hayao Miyazaki, eso es evidente. El film protagonizado por Haru es mucho más infantil que el que protagoniza Chihiro. Este guión felino es mucho más pobre, más infantil, con menos misterio, trama, intriga, con menos y peores personajes. En definitiva, un film infinitamente inferior, no sólo a "El viaje de Chihiro", sino a cualquier film del apreciado Miyazaki.