Zona libre

Esta peli empieza en Jerusalén, continúa hacía Jordania y finaliza entrando en Palestina. Protagonizada por la maravillosa Natalie Portman, la cual, sigue creciendo y evolucionando prodigiosamente. Y dirigida por Amos Gitai, uno de esos realizadores con voz propia, que se aleja de los circuitos comerciales habituales y que suele escribir sus propios guiones.
Me encontré ante una road movie de libro, vamos de manual, que además transita por unos paisajes poco habituales en las pantallas del cine y bastante habituales en las pantallas de televisión y en los telediarios. Una road movie donde las mujeres son las protagonistas absolutas pero no con el estilo salvaje de Thelma y Louise sino que su amistad y relación es mas pausada y creativa e incluso contradictoria, por el tema generacional.
Teníamos pues unos mimbres de lo más atractivos que nos deberían deparar una película deliciosa, sin embargo, algo no funciona. El ritmo narrativo de Gitai para mi gusto es demasiado pausado y lento. Una cosa es que quieras que la evolución de los personajes sea bien percibida por el espectador a través de sus conversaciones, gestos y miradas. Y otra muy diferente es que te recrees en los pensamientos y silencios, provocando un tedio y distanciamiento excesivo.
Nos encontramos con momentos verdaderamente intensos como la charla entre Natalie Portman y el americano. Imágenes potentes como la del pueblo en llamas. Secuencias muy intimas como la de las tres mujeres en el coche vibrando con la música. Pero le falta continuidad en la emoción y a veces incluso se hace demasiado obvia.
De todos modos, es necesario que entre tantos Supermanes de diseño y Scaries Movies veraniegas, se haga este otro tipo de cine que busca la emoción, la mirada y la palabra. Un cine intimista y comprometido con los personajes y que presta más atención al contenido que al continente. Cine eso sí minoritario y arriesgado pero que hace crecer al séptimo arte. Lástima de todas formas que esta “Zona libre” prometa más de lo que finalmente nos da.

A mi también me gustó mucho el personaje interpretado por Hanna Laslo.

Me chocó el absurdo final y un principio bastante inmovilista en la escena primera de Natalie Portman.

Me gustó la presentación de los créditos de apertura, algo que muchas veces se descuida y en este caso de una manera muy sencilla agrada.

Quizás la parte que más disfruté fue en el camino de ida, cuando cruzaban las fronteras.

Finalmente cansa tantas tomas a la carretera y un poco al contorno de la misma, el juego excesivo de tomas a los actores o muy de cerca en escenas que requieren una mayor amplitud de plano, o desde un punto ladeado para no encuadrar directamente a la actriz, como si se intentara premiar algun sentimiento más que a los personajes.

Este conflicto concreto es uno de los que más se han alargado en la historia actual, de la que oigo retazos de la misma en las noticias, en la prensa, sin sacar una comprensión amplia. Me gusta de esta película el que muestre el cansancio de los personajes por esta situación. Qué dificil parece una paz duradera, un entendimiento de las partes.

De lo único que me alegro aún es que cuando pienso en Israel, pienso antes en dátiles de alta calidad, en su desarrollo industrial (por ejemplo en componentes de riego) que en este duro enfrentamiento.

La película se desarrolla tal como estas actrices por la carretera, una película que no va a ningún sitio. Tres buenas actrices salvan algunas de las tediosas escenas que no van a ningún lado, buenas intenciones, buenos relatos pero una película que se desarrolla de una manera un poco desastrosa.

Interesado en el conflicto Israel-Palestina y después de haber pisado estos territorios, me interesan todas esas cosas que hablan y critican la situación actual que se lleva arrastrando durante mucho tiempo.

No se quien es el bueno y quien es el malo pero estas películas proponen soluciones muy sabias, diálogos que parecen que nunca se llevarán a cabo.
Los relatos son sabios, las historias inteligentes, la película es mala, pretende ser diferente, artística pero todo es monótono y aburrido, simplemente, no funciona.

Las intenciones son muy buenas, el conflicto es real y crítico pero nada que ver con la película, ésta resulta muy aburrida y con un guión perdido.

Lo peor, el comienzo, casi diez minutos de una mujer llorando, llegué a pensar que estaba ante una película de la India o Irán.

Una idea que podría ser muy interesante para hacer una especie de muestra del conflicto mostrando tres personas diferentes cuyos países están implicados. La idea, buena, el desarrollo malo.

No entiendo el papel de Natalie Portman, se supone que se cansa de todo o algo así y se pira corriendo porque no aguanta más discusiones. Pues vale.

Zona Libre es una película prometedora cuando lees su argumento, sin embargo el guión no da de sí. Es una especie de sándwich, comienza con ocho minutos de un primer plano de Rebecca (Natalie Portman) y termina con otros diez minutos de discusión en el interior de un automóvil entre Leila (Hiam Abbass) y Hanna (Hanna Laslo). Lo demás es puro trámite que no lleva a ningún sitio.
Me esperaba algo más de este road movie pero resulta tremendamente aburrido. Las tres mujeres protagonistas, una cristiana, otra musulmana y otra israelí quieren cambiar el curso de los acontecimientos, aunque el resultado es decepcionante.