Zona libre

Amos Gitai mezcla escenas sensacionales con otras aburridas e innecesarias en una trama que podría haber dado mucho más de sí, con algo más de dinamismo.

Se agradece que el mensaje sea antimilitarista y antifanatista (por tanto, antisionista), pero eso no justifica que un plano fijo de 6 minutos en los que un personaje llora (aún no sé el porqué) sea buen cine. Estamos hablando de narrativa, la lírica exclusiva, para la poesía, en este arte se requiere mucho más que belleza fotográfica: hay que contar una historia y captar la plena atención del espectador, pensando en el espectador.

Por otra parte, cuando la historia comienza a tener conflicto, el narrador decide que el discurso finalice. No sé a ustedes, pero a mí me dejó la sensación de que cuando mejor se ponía la cosa, es cuando acaba. Una pena. Excelentes actrices desaprovechadas y una historia poderosa manejada con poca agilidad.

Sonaba interesante una producción israelita con Natalie Portman y Carmen Maura entre sus filas, pero una vez visto el resultado, sólo me cabe decir una cosa: Qué decepción de película y qué aburrido he estado durante todo el metraje.

Antes de nada, absténganse a leer la sinopsis que se ofrece de esta película porque lo que cuenta es todo lo que ocurre en hora y media de estiradísima duración.

Si no fuera porque he tenido la impresión de viajar desde Tel Aviv hasta Jordania en coche observando los curiosos paisajes que se nos ofrecen, pensaría que he perdido un tiempo valioso.

La película empieza con un primer plano de diez minutos de Rebeca (Natalie Portman) llorando y debatiéndose con sus propios sentimientos. Pintan bien las cosas, estamos ante una historia profunda. Aunque ese plano es excesivo, llega a cansar, pero nos augura una buena historia. Después vamos viendo como no ocurre nada, como los planos tomados desde el interior del coche se convierten en la base del rodaje mientras las dos actrices principales desarrollan de una manera poco animosa su pasado más reciente hasta que entendemos por qué están de camino a la Zona Libre.
Luego vemos de refilón una cara conocida, pero... ¡si es Carmen Maura!. Efectivamente, lo intuimos porque aparece durante un minuto y de perfil.

El mensaje puede que sea interesante para el que le apetezca ver películas pesadas, aunque se queda más en lo que el director pretende mostrarnos a lo que realmente se muestra.

En resumen, es todo tan lento y tan aburrido que si la pusieran en televisión estaría deseando que llegaran los anuncios, algo de movimiento.

Curioso reparto para una película con buenas intenciones, pero que se queda ahí, en intenciones. Llama mucho la atención que la protagonista sea Natalie Portman, y que aparezca (aunque muy poco tiempo) Carmen Maura. Nunca imaginé que fueran a coincidir en un mismo film.

Normalmente en este tipo de historias la realización es limitada, pero el argumento interesante. Pues aquí las interpretaciones son bastante potables, y la dirección no es mala, aunque el director tenga algunos detalles que echan a perder la película, como que el principio sea ver a Natalie Portman llorando durante cinco minutos mirando a través de la ventana de un coche, o que se superpongan imágenes del pasado con el presente haciendo el anacronismo más extraño.

En cuanto al argumento, se trata de mostrar la manera de actuar ante diferentes situaciones de la vida de una estadounidense, una israelí y una palestina. Entre ellas se hacen diversas reflexiones sobre el conflicto de Oriente Próximo, el día a día de los pueblos afectados, etc. Sin embargo, he suspendido "Zona Libre" por ser excesivamente lenta y aburrida en algunos tramos. Parece como si cada vez que se quiere hacer algún trabajo con cuatro perras y comprometido, siempre haya que meter de por medio escenas plomizas. Pasa algo parecido con "Vodka Lemon" (de Armenia) o incluso con "La Soledad" (española). Para películas de este estilo, creo que la ideal es "Paradise Now", y tampoco dista tanto de "Zona Libre", pero es infinitamente menos aburrida

Aunque hay un monólogo magnífico de un hombre, y brevemente aparecen otros de distintas características esta es una historia de mujeres: israelí de origen alemán, norteamericana "medio" judía y jordana. Una historia sensible, políticamente audaz y emocionante, rodada como es propio en este director de una manera atípica: primeros planos, largos planos-secuencia, montaje sonoro y musical singular...

Aunque otras películas de Amos Gitai me han exigido exagerada paciencia para llegar al final, he de reconocer que esta vez me cautivó sobremanera desde el comienzo-homenaje a Natalie Portman con 8 minutos de perfil, llorando de diversas maneras mientras se escucha una canción popular con importante mensaje y música envolvente.

Las tres actrices son excelentes y entre ellas hay que destacar la valentía de Natalie Portman al atreverse a hacer algo tan diferente a lo que suele; aquí, despojada de atributos externos, abandonada a sus propias fuerzas y aspecto "corriente" adquiere una belleza muy superior a la acostumbrada.

Película breve e intensa, exige paciencia: es muy distinta a lo que solemos ver, pero mucho más amena que otras de este director y sobre todo muy emocionante: lo que dice es clave en política y en meras fórmulas de relaciones humanas: lazos de amor en un mundo violento.

Me quedo con la escena final, plano fijo, de Israel y Palestina discutiendo eternamente por algo que ya, evidentemente, nisiquiera existe. El resto es puro impresionismo, a mi modo de ver. Habrá quien diga que la película no se sostiene por carencia de argumento, pero a mí nunca me había parecido tan cercana la Palestina de Gitai, casi parece que pudiera tocarse. Quizá su idea no fuera valerse de un sólido argumento para contar una gran, gran historia, sino sólo contar una historia normal y corriente, un querer vivir como cualquiera, con el día a día de tres mujeres normales y corrientes en la zona más conflictiva del mundo. Lo hace sin dramatismos, e inclusive con humor. Sabemos que la alerta de atentado seguirá sonando cada día. Luego, vuelta al música... y a seguir viviendo. Como todos los días.