Posada Jamaica

Posada Jamaica es una estimable y a la vez olvidada producción británica dirigida por el maestro del suspense Alfred Hitchcock antes de exiliarse a Estados Unidos.

Cuenta la historia de un juez de paz de un pueblo costero en Cornualles, que financia su elevado ritmo de vida robando a las víctimas de los naufragios que él mismo provoca junto a sus esbirros.

Charles Laughton encabeza el reparto junto a una debutante Maureen O´Hara, en una película de intriga cuya trama está ambientada a comienzos del siglo XIX y en la que Hitchcock demuestra su conocimiento del ritmo cinematográfico, su capacidad para crear suspense y su irónico sentido del humor.

No está entre las mejores pero sí que merece la pena darle el reconocimiento que merece.

Obra menor de la filmografía del maestro del cine del suspense con la que presenta un relato de piratas más próximo al cine de aventuras y alejado de la temática habitual de su cine, aunque deja pinceladas de su humor y su capacidad para generar suspense, en pequeñas dosis.

En el reparto podemos encontrar a grandes figuras del cine como Charles Laughton, sin duda la estrella principal del relato y a una jovencísima Maureen O'Hara, en su primera película. Charles Laughton llena el relato encarnando a un personaje perverso que se esconde tras la protección de la justicia, logrando robar todo el protagonismo al resto del reparto, ya que, su presencia, carisma y el humor con el que trata el personaje son fabulosos. El aparatoso maquillaje empleado en la caracterización del personaje interpretado por Charles Laughton, con unas cejas muy pobladas y torcidas, resulta excesivo, por momentos extravagante y extraño, aunque ayuda a potenciar el gesto de maldad.

El director logra ofrecer su toque distintivo a la película, dejando espacio para pequeños momentos de suspense y humor. Trata un relato de aventuras con un toque próximo a los relatos de espionaje y dobles identidades, donde nadie es lo que parece ser. Este punto de engaños, traiciones e intereses, hace que se desarrolle un curioso y atractivo juego, lleno de ingenio y plagado de artimañas que hacen que no decaiga el interés por su desarrollo.

El desenlace y cierre del relato se antoja precipitado y poco cuidado, algunas situaciones se resuelven de la forma más simple posible, algo poco habitual en el cine de este director que cuidaba hasta el último detalle. Hitchcock no se mostró nunca satisfecho del trabajo realizado en esta película, venia de arrastrar problemas con su productor y siempre renegó de la misma. Como curiosidad, decir que en esta película Hitchcock no hace uno de sus cameos habituales, algo que ya deja entrever lo insatisfecho que estaba del producto que estaba ofreciendo.

La Posada Jamaica fue una de sus últimas producciones británicas antes de dar el paso a los grandes estudios de Hollywood, donde encadenó numerosos trabajos notables y se ganó el prestigio del público. De esta forma e irónicamente, La Posada Jamaica se convirtió en un pequeño lugar de reposo, para ofrecer, posteriormente, sus mejores trabajos como director, haciendo que ésta pueda ser considerada una obra menor y anecdótica.

Es una película bien realizada, bien construida, engancha desde el principio con un Charles Laughton irreconocible que hace un papel magnífico, un canalla como pocas veces vista, capaz de ser educado, generoso, bondadoso, pero al mismo tiempo avaricioso, sin escrúpulos, un canalla en toda regla. Y una Maureen O'hara realmente bella. Me llamo mucho la atención la sobreactuación de muchos de los actores y eso es un problema bajo mi punto de vista en esta película. Buena película que cumple con su cometido. Un placer.

Las posadas en la antigüedad no siempre eran establecimientos honrados para que los viajeros descansaran de las largas jornadas a caballo o dentro de los carruajes, en ocasiones eran lugares de encuentro de bandidos y forajidos, centros de operaciones en los que poder confabularse para planear nuevos robos o asesinatos.

Alfred Hitchcock dirigió esta oscura película de bandidos en las costas de Inglaterra, lo monótono de la trama, la ausencia de intriga, las deficientes actuaciones de gran parte del casting y el abuso de escenas oscuras fueron elementos suficientes para hundir este film poco representativo de la merecida fama de Hitchcock como gran director.

Tan solo la bella Maureen O´Hara consiguió salvarse agarrada al tronco de su buen hacer.

Entretenida película de intriga con mucho ritmo, diferentes escenarios, algunas sorpresas en el guión, tensión y buenos momentos de suspense. Entretenimiento inteligente y de calidad. Un placer inocente.

Ambientada con acierto en la desolada costa de Cornualles. La fantástica descripción de la inhóspita región, de sus acantilados y rocas encaja con la miserable vida de los saqueadores de naufragios. El contraste a esta vida patética y miserable lo pone el pintoresco juez de la zona y su exorbitante nivel de vida. En medio de los dos extremos está la protagonista. Como es habitual en Hitchcock, una inocente atrapada accidentalmente en una peligrosa intriga.

Fotografía muy buena: la escena del ahorcamiento, la de la cueva de la playa, en la mansión, en las rocas de los acantilados...se ofrecen buenas imágenes jugando con las perspectivas y las sombras.
Unos efectos especiales que hoy no engañan a nadie pero que son dignos.
Buenas y muy profesionales interpretaciones. Siendo el mejor Charles Laughton, que interpreta con acierto al histriónico juez de la zona.

Una gran película con una gran ambientación que conjuga de forma sobresaliente la aventura y la intriga.