Mil maneras de morder el polvo

Película con muchos cameos estelares, con un humor mejor del que esperaba, de comentarios modernos y con algun que otro homenaje a otras películas. He descubierto el talento de Seth MacFarlane en el humor ácido y me ha gustado.

A medio camino entre los sketches y la comedia de trama, A Million Ways to Die in the West es una parodia de las películas de vaqueros que tanto llegaron a gustarnos y en las que la hombría se ponía de manifiesto en duelos que parecían rituales de despedida para los cobardes. El resultado ha sido de mi agrado, con todo lo bizarro y grotesco que se puede esperar de Seth MacFarlane, lo que podría caber para decir que su comicidad raya en el mal gusto, en lo ordinario, en lo ramplón. Sin embargo, esto no le resta la risa a algunos de sus más finísimos "disparos".
A quien me da más gusto encontrar en el filme es a Neil Patrick Harris: ¡vaya papel el que se hace este actor! sus intervenciones le conceden a la película una particular forma de ironía y burla ante todo lo que su cuna podía ser. Y otra pareja que llevó la batuta, más incluso que Neeson Theron, ha sido la de Ribisi-Silverman, como para despertar al enamorado que todo hombre lleva adentro.

A Million Ways to Die in the West es una película divertida, con el claro humor zafio y grueso de MacFarlane y que sin duda es una experiencia palomitera agradable, pero tiene algunos problemas.

El principal es su trama. Mientras que MacFarlane usa los tópicos y hechos reales de la vida en el Oeste como objetivo de sus bromas, no lo hace para la historia que nos cuenta y al final los acontecimientos que viven su personaje, Albert, y el de Theron, Anna, no es más que la típica historia de comedia romántica que hemos visto un millón de veces...podría haberse fijado en los viejos spaguetti western para crear una parodia más inteligente (obviamente recurre a algún que otro cliché).

Otro problema es que McFarlane parece haber perdido mordida, o se ha visto coartado por sus productores en cuanto a la "mala baba" de los chistes se refiere.

Eso sí, algunos de los chistes relacionados con la muerte, ese rollo de contraponer nuestra cultura pop con la del momento y ciertos cameos inesperados al menos nos sacarán una sonrisa de vez en cuando.

En conclusión, no llega al nivel de Ted, pero es entretenida.

Viendo las críticas me esperaba lo peor y joder, ni de coña es mala. Parece ser que por aquí todas las películas de humor o acción son una basura y no se merecen ni el aprobado.

Es verdad que hay unos cuántos momentos de humor burdo y tosco, pero por lo general las 2 horas de película se hacen amenas y tienen buenos puntazos.

La película hace referencia a la época del Oeste y sus vivencias de modo cómico. La película no pasará a la historia como unas de las mejores comedias, pero vamos, mínimo entretiene y te ríes. Que es lo que suele buscar una persona con este tipo de películas.

Con su éxito logrado gracias a su programa de televisión, Family Guy, el comediante logró llegar al cine escribiendo, protagonizando y dirigiendo sus propias películas. Tras Ted, su paso es con A million ways to die in the West, una película que se burla del western y que sirve más que nada para el lucimiento de su comediante, que a veces tantos minutos en pantalla se sienten que sobran.

Es que si hablamos de la película desde el guión, no sólo no es novedosa, sino que es tan simple y predecible que aburriría. Un pastor de ovejas bueno para nada, que odia el lugar y la época en que vive, y a quien su novia lo abandona, pero luego conoce a una bonita mujer nueva en el pueblo que termina siendo la mujer del delincuente más peligroso, interpretado por el gran Liam Neeson. Sin embargo como lo que menos le importa a él es la idea de contar una buena historia es que la película se basa en una serie de gags que funcionan de manera más televisiva que otra cosa. Lo cierto es que Seth MacFarlane es divertido pero su imagen no tiene el peso suficiente para llevar toda una película a cuestas. Aun así, A million ways to die in the West es entretenida, más allá de que algunos chistes funcionen más que otros. Algunos chistes son más obvios, otros inesperados, irreverentes, algunos escatológicos. Hay todo lo que un admirador de MacFarlane espera. Quien no es devoto de su humor, se aburrirá en esta película.

Pero sin llegar a ser tan graciosa como Ted, A million ways to die in the West tiene sus momentos gloriosos. Además de estar bien secundado, ya mencionamos al villano Liam Neeson, por actores algunos asiduos a la comedia como Sarah Silverman y Neil Patrick Harris y otros no tanto como Charlize Theron, que refleja no sólo su belleza innata sino mucha soltura en las escenas graciosas que le tocan protagonizar, el film cuenta con varios cameos (atentos, y quedarse hasta el final de los créditos) y sobre todo uno que todo fanático del cine apreciará con mucha alegría. Tampoco faltan los números musicales que tanto le gustan.

Resumiendo, es una película que los más asiduos fan de su creador disfrutarán porque lo conocen y lo bancan. Yo lo quiero a MacFarlane, me hace reír, me cae bien, aunque protagonizar una película en persona (a diferencia de Ted, donde pone su voz, su famosa y conocida voz) parece quedarle grande y por momentos todo rememora más a un programa de televisión con diferentes sketchs, que por separado funcionan pero en conjunto no aportan mucho más.

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