El pacto

Thriller sobrenatural de habitual premisa en este tipo de productos, la protagonista descubre un secreto oculto durante mucho tiempo a través de la aparición de presencias, ruidos e incluso ataques invisibles. "The Pact" no destaca en su originalidad, ni tampoco le ayuda su bajo presupuesto, así como la siempre sobreactuada presencia de Casper Van Dien en el reparto... Aún así, el producto termina siendo efectivo con algunas escenas logradas, inesperadas e inquietantes visualmente. El film consigue su cometido, aunque sea con aprobado justo.

"El pacto" es el debut en el largometraje del cineasta Nicholas McCarthy, y visto el resultado, creo que se puede tener fe en el de New Hampshire. Pero tampoco nos vengamos arriba, creo que aún no se deben tirar cohetes. Hay mucho que pulir.
La película es tan contradictoria como destacable. Es un producto serie B que, según avanza, juega a ser más que eso; lográndolo. El film abraza con acierto y sin pudor la temática de fantasmas y casas encantadas.
Aun con el grato recuerdo que ha dejado en mi "El pacto" creo que es, cuanto menos, una ópera prima contradictoria. Una joven recibe, por parte de su hermana, la noticia de la muerte de la madre de ambas. Hecho que le hace volver al hogar de la infancia, un lugar que no le trae lo que se dice buenos recuerdos. Pero tener que destapar el tormentoso pasado solo será el primero de una serie de contratiempos que se le presentarán a Annie, empezando por una misteriosa presencia que se cierne sobre ella. A partir de aquí Nicholas McCarthy desarrolla un muy decente drama de terror alejado en todo momento del abuso del jump scare.
En temática "The pact" hace un viaje curioso. Tenemos dos primeros tercios enmarcados en lo sobrenatural, parte del film que nos muestra a un Nicholas McCarthy dubitativo. En cambio durante el último tercio la cinta se desnuda por completo de lo sobrenatural dando paso al horror realista, y ahí McCarthy resurge de sus cenizas.
Durante los dos primeros actos, predominados por lo sobrenatural, el director solo se muestra interesado en el thriller, y en el último acto se adentra de lleno y con gran acierto en el terror justamente cuando el factor sobrenatural ha desaparecido de la trama. Queda patente que Nicholas McCarthy es de esa nueva hornada de cineastas que están interesados en el horror pero desde su faceta más dramática. "El pacto" funciona mejor cuando abraza lo tangible, enfatizando el generar horror desde el drama realista. Los dos primeros actos me han deparado sensaciones más que dudosas por culpa de ello, cosa que se ha esfumado satisfactoriamente en el tercero.
En "El pacto" Nicholas McCarthy maneja una estupenda atmósfera, jugando con las casas encantadas, otra virtud parece ser del cineasta. La familia, el peso y el legado de esta se rebela como interesante fondo de una película muy recomendable aun no siendo ni mucho menos redonda.

Apunta maneras la manera de dirigir de este director. Desde luego no es una película que vaya a recordar el espectador mucho después de haberla visto, pero sí que es cierto que entre líneas se puede ver un manejo del tiempo, del suspense y de la acción que, puesto al servicio de mejores guiones, dará, sin lugar a dudas, mejores resultados.
El guion no permite mayores lucimientos, una floja historia que daría un corto aceptable pero que, convertido en largo, no deja de ser una de muchas idioteces con fantasmas y esas cosas.
No hay mucho más, unos cuantos sustos y unas cuantas caras bonitas pero la verdad no hay mucho más de que hablar si no fuera por la dirección.
El reparto es flojo, Caity Lotz tiene presencia para esto del cine, pero debe mejorar mucho y rápido porque de lo contrario su encasillamiento puede ser definitivo igual que su propensión a arruinar escenas por no saber muy bien qué hacer con la cara.

Película menor sobre casas encantadas, o mejor dicho, apartamentos encantados. Una chica acude al funeral de su madre y coincide que su hermana desaparece al mismo tiempo. En la casa donde creció ocurren fenómenos misteriosos con la desgracia de que allí no conocen a Íker Jiménez.

En primer lugar ¿por qué se llama "El Pacto"? ¿Cuál es el pacto? Yo me quedé sin saberlo, pero algo que titula un film debería ser explícito, nada arcano ni medio sugerido. En fin, ya entrados en harina los sucesos poltergeist nos sitúan en una cinta de terror sobrenatural, aunque el recurso de las bombillas que se apagan y se encienden apesta más que el sobaco de un estibador. Sin embargo, la tensión ambiental generada, sin ser espectacular, cumple con su cometido. Aunque hay algún pasaje grotesco, como el momento ouija. A ver, si los espíritus pueden manipular la materia ¿no es mejor comunicarse con ellos con un portátil en lugar que la tontería esa de las letras? ¿A ellos qué más les da?

El giro hacia otros derroteros narrativos llegado el final aporta más sustancia; virar hacia senderos más terrenales siempre supone un plus, en mi opinión, aunque contribuye a cierta confusión. No podemos decir que estemos ante una gran producción, pero resulta eficaz dentro de sus discretas pretensiones. Eso sí, al que eligió la música para los títulos de crédito finales deberían meterle cuatro cebollazos. Qué manera de cargarse un clímax.

Interesante propuesta de terror, que logra sacar petróleo de una historia humilde. Son numerosos los aciertos que definen este film y lo convierten en un más que decente entretenimiento.

Primero, se crea un misterio que engancha con facilidad, entremezclando lo sobrenatural con lo terrenal, el presente con el pasado, llevado con soltura y midiendo el goteo de información, para que nadie descubra el pastel antes de tiempo.

Segundo y puede que más importante: la protagonista actúa con lógica. Puede parecer una tontería, pero las películas en las que realmente se actúa con coherencia son mínimas, y es una satisfacción encontrarse con una de ellas. ¿Qué harías en una situación así? Pues lo que hace ella. Buena interpretación de Caity Lotz, por cierto.

Tercero, ninguna sobreexplicación. No hay personajes recitando en alto obviedades o intercambiando diálogos artificiales donde describen lo que ya percibimos con las imágenes. El respeto hacia la inteligencia del espectador siempre es algo positivo.

Y por último, la habilidad para reformular una historia ya vista, juntando todo lo anterior, para que resulte fresca, casi novedosa, y dotarla de un mal rollo en el ambiente que te mantiene en constante tensión.

Un ejemplo de como se hace mucho partiendo de poco. La recomiendo.