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La llorona

Drama. Fantástico. Terror Con las palabras "si lloras, te mato" resonando aún en sus oídos, Alma y sus hijos fueron asesinados en el conflicto armado de Guatemala. Treinta años después, se abre una causa penal contra Enrique Monteverde, un general retirado que estuvo al frente del genocidio. Pero el juicio donde es condenado es declarado nulo y él es absuelto. Entonces, el espíritu de "La Llorona" se libera para vagar por el mundo como un alma perdida entre los ... [+]
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Críticas 21
Críticas ordenadas por utilidad
17 de marzo de 2021
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
-"El pasado te perseguirá". Un fantasma recorre América Latina: el fantasma de las dictaduras (militares), y la Madre Patria llora desconsolada por sus hijas e hijos ultrajados, torturados, masacrados, desparecidos; y sólo unos cuantos la escuchan, y otros tantos la ignoran, la creen un mito, una falacia. 'La Llorona' (2019), tercer largometraje del guatemalteco Jayro Bustamante (director, guionista, productor, editor) con el que cierra su 'Trilogía del Desprecio', sincretisa el mito de la Llorona con el caso genocida de Efraín Ríos Montt, llamado Enrique Monteverde en este filme, logrando mezclar toda la atmósfera tenebrosa del genero de suspenso rayando en terror, con la denuncia social que da lugar a la memoria y testimonio de las víctimas.

El punto de vista de la historia es desde el interior de la familia Monteverde: blanca, católica, con servidumbre indígena, protegida, 'educada'; donde el patriarca cada vez más senil y con estrés postraumático, comienza a desquebrajar la fachada de 'familia bien' ante los ojos de una hija y nieta que cada vez descubren la verdad sobre su padre-abuelo, y sobre los fantasmas que lo persiguen, corporeizados en el personaje de Alma (compartiendo con Natalia, la hija del general, una ausencia en común); nombre nada gratuito pues como alma en pena, creará una atmósfera inquietante al interior de la casa que en realidad son producto de los demonios internos de general Monteverde.

Demonios que lejos de exorcizarse, trastocan cada vez más la hasta entonces tranquilidad de la casa volviendo del hogar un lugar intranquilo, pesadillezco (gracias a un excelente trabajo de iluminación y diseño sonoro), proclive a la tentación donde un uniforme ceñido exuda los instintos más básicos, o donde un charco de agua altera los nervios de un exgeneral incapaz ya de discernir entre los peligros reales y los imaginarios. Una familia mermada por los reclamos de un pueblo asesinado (perdone las molestias que este genocidio le ocasionan), y que en su desesperación olvida su vena católica para pedir a los rezos prehispánicos un poco de ayuda.

Mención especial la presencia de Rigoberta Menchú como soporte moral de la cinta, en la escena del juicio donde una de las víctimas (especie de alter-ego) da testimonio de la afrenta y abusos de los que la misma Menchú y su pueblo fue objeto por parte del ejercito guatemalteco. Gesto simbólico que hacen del cine de Jayro Bustamante un arte filosamente comprometido, para no olvidar, y que junto a sus otras dos cintas, Ixcanul (2015) y Temblores (2019), invitan a no errar en el desprecio a lo marginado, a lo diverso, a lo diferente, donde lo humano se debería sobreponer a lo ideológico, religioso o económico. Master piece.
Josué Cinéfago
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3 de junio de 2021
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
La llorona, de Jayro Bustamante, viene a llenar un hueco que estaba vacante, que es el del cine de terror (o el thriller psicológico, por lo menos) mezclado con el cine social y la denuncia de las violaciones de derechos humanos y el genocidio de Guatemala.
Como tal, es un experimento de lo más interesante, interpretado por grandes actores, y que causa un impacto importante. Sin embargo, quizás hubiera sido mejor que apostara más fuerte por la parte de terror, que la tiene, pero parece haber un cierto temor a resultar quizás... ¿más comercial? ¿más fácil, en ese sentido? Y es una pena, porque Bustamante pierde la oportunidad de hacer una gran película de horror de fantasmas, sumado al ya sabido y muy superior horror del genocidio del pueblo maya.
Con todo, notable esfuerzo y original propuesta.
Sibila de Delfos
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18 de mayo de 2022
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
De Asia me vine para América Central y ver esta, aburrida y fea, película guatemalteca. Una especia de terror en conjunto con un hecho histórico real como fue el genocidio de países originarios en Guatemala.
Ya sé, empecé con los tapones de punta contra este film, pero la verdad que siento que fueron los 97 minutos peor malgastados de mi vida. No se si los peores, pero están dentro del top 5.

Desde el momento cero no me logró atrapar, el idea y vuelta entre escenas oníricas sin sentido y las escenas del juicio, que fue real, al genocida Monteverde. Casi nada parecía tener un concordancia con lo otro.
Quizás era yo quién estaba distraído, pero si me hubiese atrapado un poquito creo que podría hacer una crítica un poco más larga, esta quizás sea la más corta que he escrito hasta ahora.

Las actuaciones son tan absurdas como la película. La mezcla constante entre el idioma originario y el español también desentonaba. Y en ningún momento me dio miedo, esta supuesta película de terror. Solo me daba lástima.

La supuesta llorona que no llora solo solloza un poco para hacerse notar y creer que está loco el General. Los saltos entre escena y escena con poco sentido. Un sinfín de cosas que están mal.

Al parecer es parte de una trilogía por parte del director guatemalteco que toca mucha de la historia de su país, pero hubiera sido bueno haber elegido un género para este film, porque no es terror, no es drama, no es docu-ficción…no es.

Mi recomendación: No te voy a mentir, para mi mirarla sería una perdida de tiempo, pero si te interesa un poco (muy poco) de historia de Guatemala…mirala, que se yo.
Un Poeta Crítico
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18 de noviembre de 2020
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El tercer largometraje dirigido por el guatemalteco Jayro Bustamante, el cineasta actual más importante de su país, es una historia dramática con elementos de terror y como en sus trabajos anteriores con mucho de crítica social, que pone su punto de mira en las víctimas del conflicto armado en su país, que terminó con la implantación de un régimen dictatorial, y que una vez que se restaura la democracia muchas familias quieren saber lo que pasó con sus seres queridos de los que no saben nada.
La película se presentó en la sección Giornate degli Autori del Festival de Venecia de 2019, una sección de cine independiente que se celebra en paralelo y en asociación con la Biennale, y en nuestro país se pudo ver por primera vez en el Zinemaldia de ese año integrada en la sección Horizontes latinos en donde se proyectaron el segundo y tercer largometraje de Bustamante: "Temblores" y "La llorona".

La propuesta gira en torno a Enrique, un general que tuvo su protagonismo durante la dictadura, y que está pagando por sus actos del pasado, con un juicio pendiente de celebrar, y con las familias de los guerrilleros que se concentran en los exteriores de su domicilio para exigir justicia. Este hombre de avanzada edad y con un delicado estado de salud escucha voces durante la noche de una mujer que llora (De ahí el título del proyecto) y en esas escenas nocturnas es donde se encuentran los elementos de cine de terror, aunque muy alejados de los tópicos del cine de género. El inexperto Julio Diaz interpreta al protagonista, y lo hace bastante bien en un papel que no es sencillo, ya que interioriza su sufrimiento y angustia sin exagerar sus movimientos.

La actuación más destacada es la de Margarita Kenéfic, que interpreta a Alma, la mujer de Enrique, en el que es el personaje más enigmático y que está presente en las escenas de una mayor carga dramática. La totalidad del reparto femenino cumple, ya sea en papeles más pequeños como el de María Telón que interpreta a Valeriana, la criada de la familia del protagonista, o en otros de mayor peso como los de la mujer del protagonista y el de Sabrina De La Hoz que interpreta a Natalia, la hija del matrimonio protagonista. El personaje más enigmático, junto al de Alma, es el de Sara, una niña cuyos movimientos descolocan a Enrique, y que está interpretada por Ayla-Elea Hurtado.

Una película que va de menos a más, que avanza de manera coherente hasta un final que no sorprende, pero que cierra bastante bien esta historia de sufrimiento de muchas familias que quieren saber lo que ha pasado con sus seres queridos, y que contrasta con el comportamiento de ese antiguo general que está enfermo y que está pagando por sus actos del pasado. A nivel técnico la película destaca por el trabajo en la dirección de Jayro Bustamante, que mueve la cámara con naturalidad y solvencia para presentar de manera adecuada a los personajes, y con un sonido destacado que funciona muy bien en situaciones de "supuesto terror", sin necesidad de emplearse de manera excesiva.

El guion aporta los elementos necesarios para que las dos historias avancen de manera paralela, tanto la personal de Enrique como la de los que denuncian sus supuestos crímenes, y en esas situaciones en donde el llanto de una niña atormenta al protagonista. Una película de obligado visionado para los que quieran conocer, aunque sea a modo de pinceladas, lo que sucedió en ese país de América Central, y que también puede gustar a los que disfrutan con historias dramáticas familiares o con un cine de terror poco convencional.

LO MEJOR: La actuación de. La dirección.
LO PEOR: Algunas situaciones no están bien desarrolladas.

Pueden leer esta crítica con imágenes y contenidos adicionales en: http://www.filmdreams.net, http://habladecine.com y https://www.estrenosdecine.online/
WILLY74
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16 de octubre de 2023
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La "Llorona" es una de las leyendas mexicanas más conocidas, que relata la historia de una mujer despechada que decide ahogar a sus hijos en el río por venganza, y al darse cuenta de la atrocidad cometida, vaga como espíritu atormentado por la noche en busca de redención.

En la película guatemalteca "La Llorona," el director y guionista Jayro Bustamante, junto a Lisandro Sánchez, emplea esta icónica leyenda mexicana para presentarnos a una "Llorona" quien busca venganza ante la injusticia cometida por los tribunales guatemaltecos al declarar nula la acusación de genocidio contra el general guatemalteco Efraín Ríos Montt.

Quisiera empezar destacando el mérito de Bustamante quien ha sabido sobresalir en la escena cinematográfica internacional, a pesar de surgir de un país con una producción cinematográfica limitada. Sus películas han obtenido reconocimiento y nominaciones en prestigiosos festivales y premios. La que nos ocupa, por ejemplo, fue nominada como mejor película internacional en los Globos de Oro, los Goya, o los Ariel. Pero Bustamante ya es un habitual también en la Berlinale y San Sebastián.

En cuanto al guion, aunque la película logra un enlace efectivo entre las dos historias, la evolución narrativa parece oscilar entre dos géneros, el social y el terror sobrenatural, sin destacar plenamente en ninguno de ellos. Sin embargo, más allá de la trama, quisiera enfatizar elementos como la impresionante fotografía, con tomas notables que incluyen la multitud pétrea frente a la casa del dictador, los primeros planos de la indígena declarando en el juicio contra Montt o las escenas nocturnas. Por otra parte, el sonido envolvente agrega una dimensión adicional a la atmósfera de la película. Y para finalizar, la actuación de Margarita Kénefic como la esposa clasista del general es notable.

En general, una buena película que nos da una enfoque distinto a esta historia prestada mexicana.
Alberto M Laguía
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