Los comancheros

El último largometraje dirigido por Michael Curtiz tiene muchos tiros y mucha acción, pero resulta algo decepcionante, porque lo único realmente interesante es el pueblo habitado por los comancheros del título y gobernado por Nehemiah Persoff. La intermitente relación amorosa que se entabla entre Stuart Whitman e Ina Balin es un tanto incomprensible, y además lna Balin me parece una actriz espantosa, por lo menos aquí. Destaca poderosamente Lee Marvin, todavía en un papel secundario, y destaca la forma en la que el centro de la acción pasa de Stuart Whitman a John Wayne, al comenzar la película, para luego reencontrarnos con el personaje de Whitman.

La última película de uno de los directores clásicos del cine americano. Al parecer murió mientras la rodaba. Es un Westher bastante pasable, no notable, pero sí muy bien estructurado, aunque con algunas lagunas, quizá de montaje. Wayne, como siempre, en el papel que ha hecho toda su vida, hasta con la misma ropa que El Dorado, o Rio Bravo, por ejemplo, camisa roja cruzada, pantalón pesquero y ese andar como si le escociera la entrepierna, probablemente típico caminar de los que montan mucho a caballo.
Me parece una película decente, no espectacular, pero sí bastante razonable.

El genial Miachael Curtiz se despidió del cine y de la vida, con esta película,
Excelente western con John Wayne en su papel, respaldado, por un extraordinario elenco de actores. Buen contrapunto de Stuart Whitman y corto pero brillante el papel de Lee Marvin.
Buen guión con frases ingeniosas, indios y blancos malos, muy malos (comancheros) y los rangers de Texas para oponerse a tanta maldad.
Excelente, como siempre, la música de Elmer Bernstein (cuantos westerns llevan su música).
Imprescindible la camisa rosa de John Wayne, alguien sabría decirme en cuantos westerns aparece?.

- "¿Hará dos años que murió tu esposa?"
- "2 años, 2 meses y 13 días"
Epitafio cinematográfico del gran Michael Curtiz a través de un western irregular con buena música de Elmer Bernstein, una hermosa actriz con poco relevante carrera y unos actores pidiendo mejor guión. Demasiado corta intervención de Lee Marvin.

Arde a lo lejos un rancho en humo y se escucha decir con voz grave: "¡Señal de indios!" (la policía no es tonta, ve colillas ...). Es todo el comentario que se permite Jack Cutter (Wayne) capitán de los Rangers, cuando acompaña camino de la horca a un atildado preso de origen francés, Paul Regré (Stuart). Y es que arrecian en la zona los ataques de los comanches a los ranchos indefensos. Alguien les está suministrando armas a cambio de whisky y otros suministros. Rehabilitado el preso en una preciosa escena en Sweetwater, cuando todos los rangers perjuran ante un abogado poco escrupuloso, junto a su antiguo captor se adentran en "territorio comanche".
Otras escenas interesantes las tenemos en las grandes cabalgadas y persecuciones por aquellos accidentados terrenos, el choque frontal entre los indios que asaltan uno de los ranchos con los rangers que llegan veloces en su defensa, choque que vuelve a reproducirse al final cuando, huyendo del refugio de los comancheros, acuden en su ayuda los rangers otra vez.
Eso sí, los indios son pintados como auténticos bobalicones que se lanzan a lo loco y a pecho descubierto sobre sus enemigos que los esperan bien parapetados, o bien son borrachines y botarates manejados a su placer por los malvados comancheros, todo a cambio de unos tragos de mal whisky. Aquí se ha cargado un poco la mano en contra de los indios.
Mientras tanto, en las primeras escenas en un barco que navega por el Mississippi tiene lugar un fugaz encuentro entre el jugador Regré y la bella Pilar (Balin) que, por motivos que no se explican, ya le había echado el ojo con anterioridad. Vuelven a reencontrarse hacia el final de la cinta para consolidar aquel idilio. Idilio que, como vemos, está cogido demasiado por los pelos, resulta bastante forzado y artificial. En cualquier caso, buena interpretación de ambos. Como también de Wayne, hasta el punto de recordar sus grandes papeles bajo las órdenes de Ford. Y fordianos son también los paisajes donde se rueda gran parte de la obra.
Película buena y entretenida en su conjunto, con una fugaz aparición de un desaprovechado Lee Marvin que parece llevar los mismos pantalones gastaba cuando era Liberty.