Homicidio en primer grado

Hacía tiempo que quería ver esta película por la historia que cuenta, el caso a juicio de un preso que intentó fugarse de Alcatraz, y por el reparto de actores. El desconocido y ya fallecido director Marc Rocco realizó su proyecto más ambicioso con este efectista alegato en contra del maltrato a los presos de la famosa prisión. La película se ve con interés y no resulta aburrida.
Pero si le doy un notable es sobre todo por las interpretaciones de los actores. En esos años a principios de los noventa, Christian Slater tuvo su mejor etapa, aunque es cierto que para su papel de abogado quizá hubiera sido mejor un actor más experimentado (pero el film incorpora la amistad entre abogado y preso por tener una edad semejante). El camaleónico Gary Oldman también está estupendo como responsable de la cárcel de métodos atroces. Pero por encima de ellos, destaca la desequilibrada y emotiva interpretación de Kevin Bacon, en una de sus mejores actuaciones, que está más allá del elogio y del esfuerzo físico y que hubiera merecido una nominación al Oscar. Este actor nunca ha sido candidato y precisamente por este papel, del gusto de los académicos, hubiera sido justo distinguirlo, aunque sí ganó el Critic Choice. Pero ya sabemos que muchas veces el hecho de estar en las nominaciones es trabajo de las productoras y ese año pesaron los roles de Nicholas Cage ("Leaving las Vegas") o de Sean Penn ("Pena de muerte).
Además, la puesta en escena y la banda sonora es aceptable y tiene un sensible desenlace que hasta llega a humedecer los ojos si estás muy metido en el caso del preso.

El problema de las películas basadas en hechos reales es que el acontecimiento histórico puede acabar lastrando tanto el guión como la dirección, en especial cuando no cae en manos de gente con talento. Es lo que le pasa a esta obra de Rocco, que partiendo de planteamientos difícilmente criticables desde un punto de vista moral e ideológico, como es la denuncia de la brutalidad y la tortura en la penitenciaría de Alcatraz , acaba realizando una película sin pegada, demasiado académica, con un guión plagado de tópicos y giros más que previsibles. El reparto tampoco está muy afortunado. Bacon no es el mejor actor del mundo y Slater es bastante limitado, por no decir malo, demasiado blando para un personaje como el que encarna. Y Oldman está de un sobreactuado que por momentos irrita. Una lástima, porque la historia se prestaba a un resultado mucho más suculento. Aunque partiendo de presupuestos bastante diferentes, me sigo quedando con el Alcatraz de Siegel y Eastwood, que es, de largo, mucho más entretenida. Esto a Rocco le viene demasiado grande.

Les invito, a partir de ahora, a fijarse en todas-y-cada-una de las películas de Christian (ojos de serpiente) Slater, les parecerá curioso encontrar en todas-y-cada-una de ellas un plano, más o menos cenital, de su generosa cabeza, lo que nos permite admirar el bonito pelo y complicado peinado del susodicho.

1 punto para ese pelo guapo.

Horrible drama carcelario en el que tan sólo se rescatan ciertos tintes de clasicismo cinematográfico bien entrelazados con algún movimiento de cámara moderno, de esos que traspasan paredes y techos.

1 punto para el director, Marc Rocco, que filmaba su tercer y último (hasta la fecha) largometraje.

No se puede hacer exposición de unos hechos reales de manera tan distorsionada de la realidad sin parecer un atracador de palomitas, tan sólo tienen que buscar Henri Young en la web, comprobarán de qué les hablo y de qué manera se torna en pastel y sensiblería facilona con algún tinte macabro y final desorbitado.

Me hubiera bastado una historia totalmente ficticia para darle un 4 a este híbrido de pastelería, pero no acepto tanto engaño gratuito.

La definiría como una película dura, en ocasiones brutal, crítica, comprometida y muy necesaria. Así era Alcatraz y así estaba el sistema judicial, así sigue y permanece con injusticias incomprensibles. Tres años estuvo en una mazmorra un hombre que robó 5 dólares. Si, así se mueve Estados Unidos, con esos "Alcatraz y Guantánamos", inhumano. Lo inhumano se lleva a cabo por parte del humano, es la realidad, y la historia lo plasma.
Centrándonos en la parte de creación técnica de la película hay que destacar una muy buena dirección de un "Marc Rocco" que solo hizo este largometraje, sorprendentemente. Es un drama carcelario de gran altura en el que sus interpretaciones aprovechan el guión y la temática para poner toda la carne en el asador. Siempre me ha gustado Oldman, Slater no lo hace mal, y como no, perfecta interpretación del magnífico actor, en mi opinión, Kevin Bacon. El sufrimiento de su personaje es transmitido de forma excepcional, realmente emociona. Lejos de llegar a ser una obra maestra, la película te compromete a verla, engancha, entretiene, emociona.
Es emotivo que se hagan este tipo de películas, críticas, comprometidas y necesarias contra las grandes injusticias que todavía nos devoran.

Buena película, con una magnífica actuación del genial Kevin Bacon y el camaleónico Gary Oldman. Les acompaña un actor correcto como es Christian Slater. Dura, muy dura película, aún más sabiendo que está basada en hechos reales, increíble que algo así puediera pasar.