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El visionario fotógrafo Yann Arthus-Bertrand nos invita a ver nuestra casa desde arriba. Desde el cielo. La casa de todos. Logra desde el principio que, desde una perspectiva nueva, todo nos parezca mucho más bello de lo que creíamos que era. Es nuestro. Lo conocemos. Pero desde el cielo parece menos nuestro. Y entonces debe ser cuando se nos hace más deseable... no sé. Podemos apreciarlo todo mucho más bello mientras la voz de la bella Salma Hayek nos alerta acerca de peligros y amenazas frente a las que parecemos impasibles. Nos estamos jugando todo lo que es nuestro, ¿con demasiada sangre fría?, ¿por qué?

El alado fotógrafo no cesa de mostrar belleza en peligro y belleza ya perdida por la desidia y la falta de información. Por los intereses económocos de unos pocos y por las desigualdades crecientes en una sociedad diversa y heterogénea que parece dejarse someter a una globalización mal entendida.

Salma narra la realidad con la calma y la falta de efectismo con la que parece que todos esperamos el lento-rápido desastre...

Y entonces, cuando la fría realidad hace que la belleza se haga algo impersonal, la película gira y se fija en los que ya han empezado a reaccionar. Y entonces, este precioso y preciosista documental llega a emocionar, porque te permite apuntarte en la lista de los que no se conforman. Te deja recuperar tu casa, tu "home", tu hogar, todo lo que es tuyo. Lo que es nuestro. La tierra.

Si quieres, claro.

Un documental de hora y media, rodado desde el cielo. No lo duden. Pasa volando.

Documental estrenado en el 2009 mediante difusión libre a través de youtube; polémico a raíz de la multitud de comentarios en la red que genera, de los cuales resaltan en mi retina algunas palabras como "amarillismo ambiental", "la pirámide capitalista", "deja de amar al Dios Dinero", "los que queremos un futuro mejor creemos que hay que bajar la entropía", "Socialismo para volver a vivir como los ancestros, con lo mínimo", y así un sinfín.

En si, la película me recordó a Baraka, pero con una voz en off que durante una hora y diez minutos abofeteó mi conciencia de habitante del "primer mundo", para en los últimos veinte minutos evitar mi suicidio insuflándome algo de esperanza, algo de fe en la humanidad. O será simplemente un anestesiante para volver al día siguiente a conducir el coche consumiendo seis litros diarios de petróleo, a mi portátil y al móvil enchufados al carbón que se quema, y a los tomates en invierno regados con agua desalada.

Cambio climático, acceso a agua potable, energía del sol, agricultura, ciudades, refugiados. El homo sapiens al que Salma Hayek se refiere no sobrevivirá al mundo global, para superar todo debemos evolucionar al Homo Conciencius... o tal vez sea suficiente con dominar la fusión nuclear.

Se trata de un documental de 12 millones de euros financiados por un grupo de empresas que dirige Francois-Henri Pinault, esposo de Salma Hayek.

El encargado de sacar el proyecto adelante el famoso fotógrafo Yann Arthus-Bertrand, conocido por sus fotos aéreas, que son la base de unas imágenes que pertenecen a la nueva escuela de sensibilización medioambiental haciendo hincapié en el cambio climático.

Durante un año y medio esta película se formó con la intención de golpear del mismo modo que lo hizo Una verdad incómoda de Al Gore, pero de forma más altruista, siendo su gratuidad en todo el mundo su seña de identidad.

Poco cine, aunque sí buena fotografía, que la distinguirá de otros films ecológicos similares o con intenciones parecidas.

Un entusiasta esfuerzo por cambiar un sistema que acabará con nosotros mismos.

Un documental brillante. Me asombra leer críticas de espectadores a los que el documental les aburre por ser repetitivo, como si le faltase cierta creatividad o ficción para animarnos el asunto. Para estos, explicarles que los datos y la información siempre suele ser la misma, de ahí que la podamos empezar a considerar VEROSIMIL.
Dejando a un lado estas criticas, decir que el documental consigue cambiar la mirada egocéntrica natural del ser humano por una perspectiva global de nuestro sitio en la tierra.
La idea no es mostrarte los síntomas del calentamiento global, contaminación y demás desastres naturales que el hombre genera, que también, pero esto se hace para hacerte consciente de la absurdez de sus fines.
Me quedo con la imagen de esos campos de cultivo y de ganado masivos paralelos al excedente de productos innecesarios y completamente absurdos de cualquier multinacional europea. Sobreproducción destinada a ser basura, que sostenga este orden que nos hemos inventado.
El ser humano en sus funciones diarias por mantener la supervivencia en su entorno, en su espacio, no es capaz de ver su función global en la tierra. Mi determinación por el 10 es por los minutos que he conseguido poseer esa mirada.

Conclusión final: el de ahí arriba se lo debe estar pasando pipa

La mejor colección de imágenes del planeta y de la vida humana que jamás he visto. Con gran colorido y belleza se van sucediendo a lo largo del metraje y con una música de fondo inspiradora.
El problema es que una película es mucho más que una colección de fotos bonitas y una música guapa.

Lo que falla es el mensaje de la película, o no llega, que puede resumirse en esto:

1º parte: "Mira qué feliz y equilibrada era la tierra y los animales que vivían en él antes de que llegáramos los humanos."

Este punto es bastante discutible. La naturaleza evoluciona a través de ley natural: la competitividad feroz e incompasiva entre seres vivos y la lucha despiadada por la supervivencia. Por lo tanto, la visión inicial del documental del paisaje idílico de la Tierra, en equilibrio permanente, mostrando la tierra Humanizada usando la teoría de Gaia, entendiendo el planeta como un todo coherente y autorregulado que tiende al equilibrio es muy sugestivo artísticamente, pero muy difícilmente creible científicamente en la actualidad. Y no pega mucho en un documental que lo que pretende, al parecer, es acabar denunciando una situación económica, social y política injusta entre las distintas comunidades que habitan la Tierra.

2º parte: "Mira qué malos somos todos los humanos y cómo destruimos la Tierra." Este punto es poco discutible. Esto es lo que hemos hecho.

3º parte: "Voy a dar un par de números y porcentajes genéricos sin explicar nada como para dar más credibilidad a todo." Esta serie de datos genéricos merecen su explicación, y no simplemente que los pongan al final del metraje en plan efectista sin explicar más sobre ellos, cómo los han obtenido y ahondar más en el tema.

4º parte: "Voy a dar unos pocos ejemplos en 5 min para dar optimismo." Está muy bien, pero aportas unos pocos miniejemplos en los últimos 5 min de la película.

El mensaje de la película no acaba de llegar, más bien por qué no tiene. ¿Qué grandes cambios propone? Porque no creo que los pocos miniejemplos de los últimos 5 min de la película se puedan considerar grandes cambios de mentalidad y de paradigma y que puedan verdaderamente cambiar nada.

Vayamos al centro del meollo. ¿Estamos dispuestos a vivir peor? ¿Con menos comodidades? ¿Estamos dispuestos a ir andando a trabajar en lugar de en coche? ¿Estamos dispuestos a dejar de votar a la misma bazofia política que nos ha gobernado en el último siglo? ¿Estamos dispuestos a vivir peor para que en otros paises puedan vivir mejor? ¿Estamos dispuestos a decrecer en PIB sostenidamente en el tiempo para aminorar la locomora de crecimiento desenfrenado y exterminio del planeta al que nos hemos acostumbrado?

Por favor, seamos realistas, ¿qué partido político ganaría las elecciones diciendo todo esto?