Amor y amistad

Amor y amistad (Friendship)

“No deberías haberte casado con ese hombre. Demasiado mayor para que lo manipules y demasiado joven para morirse pronto”. Lady Susan.

"Amor y amistad" es una elegante y original versión que el director y guionista irlandés Whit Stillman ha filmado basándose en "Lady Susan", una novela de juventud de Jane Austen. No tendría nuestra mordaz escritora más de 24 años cuando dio vida en forma epistolar a esta pícara y transgresora obra, aunque no encontró editor hasta más de cinco décadas después de su muerte, lo cual habla muy bien del desarrollado instinto que preserva el olfato de mis entrañables colegas de profesión.
Esta divertidísima comedia es una verdadera delicia para todos aquellos que deseen paladear un cine visualmente deslumbrante y situarse durante hora y media -que se hacen tan breves como una arrebatada cita amorosa- entre la refinada, distinguida y envidiablemente aburrida nobleza inglesa de la época georgiana en la que a Austen le tocó vivir.
Chispeantes diálogos se suceden tan vertiginosamente que no permiten al espectador un solo segundo de distracción y deberá de estar muy atento si no desea perderse en el torbellino de este veloz tiovivo. Hay ironía y cinismo a raudales y una buena dosis de hilarante crítica en esta sugestiva e inteligente adaptación de Stillman.
A traves de una modélica y muy academicista fotografía, la ambientación ha sido cuidada con el máximo rigor; resulta fastuoso y pleno de colorido el vestuario así como el mobiliaro de interiores, que reproduce a la perfección el estilo y la moda del momento. En cuanto a los exteriores, Stillman se permite algunas licencias que no empañan en absoluto el brillo de su trabajo. Aun tratándose de la húmeda Inglaterra, retrata una campiña donde la luz del sol tiene continua omnipresencia. Ni la lluvia, ni siquiera la sombra de una nube inofensiva, amenazan con ensombrecer el lujo y la vida apacible de sus personajes. No veremos una mota de polvo en la ostentosa indumentaria de los amos o en los impolutos uniformes de la servidumbre. Tampoco la cochambre de las cuadras o las sombrías estancias en donde malviven los criados. A la vuelta de una jornada de caza, ni las lustrosas botas de los jinetes ni los cascos de sus cabalgaduras han sido mancillados por el barro o salpicados por el agua sucia de los charcos; tampoco las ruedas de los carruajes parecen haber atravesado caminos de lodo después de un largo y fatigoso viaje y los nobles pasajeros descienden tan frescos como una lechuga recién cortada de sus aristocráticos huertos, sin una sola arruga que denigre la estampa de su linaje.
Dispónganse a disfrutar de las refinadas y perversas maniobras que una bellísima Kete Becklinsale, en el papel de la atractiva viuda Susan Vernon, urde para lograr sus fines. Desata la tormenta allí donde llega, manipula, envuelve e inmoviliza a sus víctimas, tal es el irresistible influjo de su encanto y la endiablada seducción que despierta en ellas. Sibilina, embaucadora y peligrosa como una coralillo, pero retorcidamente seductora, no dudará en inocular su veneno, sin importar la lista de dammificados, a cuanto bicho viviente se cruce en su camino hasta conseguir sus objetivos.
Por último, pues estoy dilatando demasiado esta crónica, la música que suena a lo largo de la cinta ha sido seleccionada con un gusto exquisito por Mark Suozzo; primorosas sonatas, marchas, arias, o chaconas nos acompañan constantemente en composiciones de Purcell, Vivaldi, Mozart, Handel, Boyce, Bach, Fremart o Charpentier y el chelo de Beethoven eleva sublime su queja al cielo mientras se desgarra en llanto por los elegantes jardines y salones de la fastuosa Mansión de Churchill.
No son los ojos severos de la crítica los que han de ver esta cautivadora película sino la mirada risueña, distendida y benevolente con la que el alma busca el placer de las cosas bellas.

Emilio Castelló Barreneche

En su momento, cuando el estreno de Metropolitan, Whit Stillman fue saludado, un poco exageradamente, como un nuevo Woody Allen. El estreno de Barcelona puso las cosas en su sitio. No había para tanto, ni muchísimo menos. En su quinta película para la pantalla grande, pasa de la gran ciudad en el siglo XX a la Inglaterra victoriana. Con escasa fortuna, diría yo.
Basada en la primera novela de Jane Austen, la acción gira en torno a las intrigas de lady Susan para conseguir fortuna y un lugar entre la nobleza, aunque para ello deba sacrificar la felicidad de su hija o casarse con un imbécil. Con la ayuda de otra intrigante como ella, la señora Johnson, irá tejiendo sus redes indiferente al dolor que pueda causar a su alrededor. Ése es el meollo de la cinta. Decir que aburre hasta provocar sueño es quedarse corto. Los pomposos diálogos, extraídos literalmente del relato corto en que se basa, no ayudan a digerir el menú orquestado por Stillman con escasa gracia y menos agilidad. Es como asistir a un desfile de ropajes decimonónicos y situaciones apolilladas. Kate Beckinsale, muy lejos de su acrobática heroína de la saga Underworld, está mona y luce bien los modelitos. En honor a la verdad, su interpretación es bastante mejor de lo esperado, al igual que la de la tragasables (véase The Brown Bunny) Chloë Sevigny, musa del cine indie. En cambio, las prestaciones de Xavier Samuel en su papel de Reginald DeCourcy son absolutamente deficientes e impresentables. El resto del reparto está bien, sin grandes alharacas.
En definitiva, sólo para amantes de la Austen, las Brontë y similares. Inane y poco trabajada.

Adaptación de una de las novelas menos conocidas de Jane Austin, "Lady Susan", posiblemente escrita hacia 1794 pero no publicada hasta 1871, muchos años después de la muerte de su autora. Desconozco el motivo de esa demora pero todo parece indicar que se debe al carácter poco moral del libro y no digo más. Sea como fuere, "Amor y amistad" transita por el mismo universo humano y social de todas las novelas de Austin pero en esto caso con un grado más de brusquedad que no sé si está en el texto principal o en la mirada de Whit Stillman. Como alguien comenta por aquí, esta adaptación carece de la naturalidad, la ternura y la humanidad de la que rezuman las grandes obras de Austin. A ésta se la nota más estridente, tensa, cínica y exagerada, con sus principales figuras demasiado estereotipadas.

Formalmente, la película toma unas decisiones cuestionables. La presentación de personajes es original pero genera confusión y hace que los primeros veinte minutos cueste seguirlos. Luego, "Amor y amistad" no termina de acertar con el tono, demasiado plúmbeo para el material irónico y corrosivo que maneja, dejando escapar las muchas opciones para una comedia de cierta altura si hubiera sido más desenfadada y menos acartonada. Por último aunque relacionado con esto último, peca de un exceso de diálogos, de narrar en vez de mostrar lo que está sucediendo. Aunque la trama sea pobre tampoco se desarrolla, siendo en este sentido brusca, artificiosa y poco creíble en su evolución y conclusión. Además, ese carácter inmoral, frívolo y que toma a los hombres por tontos peleles terminan por condenarla.

AMOR Y AMISTAD es una muy conseguida comedia de época dirigida por Whit Stillman adaptando una novela de JANE AUSTEN.
El film proporciona desde el principio hasta el final un gran divertimento, ligero e inteligente, lleno de diálogos chispeantes y de sentencias snobs y nos muestra la modernidad y sagacidad de la autora inglesa. La protagonista Kate Beckinsale, espléndida, se come al resto de un mas discreto casting donde no falta, Chloë Sevigny,actriz fetiche de este director (Barcelona, Last days of disco, Metropolitan ..) Comedia blanca para ver con las madres que aprecian tanto poder reirse sin tener que escuchar chistes escatológicos con una realización y una apuesta en escena modestas pero muy solventes.

Veo en DVD "Amor y amistad", la película irlandesa que, dirigida por Whit Stillman (quien es también autor del guión), supone la adaptación del relato de Jane Austen "Lady Susan". Indignada por la manía que hay de titular todos los films basados en obras de la novelista, con dos palabras (por ejemplo "Sentido y sensibilidad", Orgullo y prejuicio",...) y maravillada por un atractivo comienzo (los personajes miran a cámara mientras se sobreimpresiona su nombre y relación con la trama), he disfrutado de un buen film ambientado en la alta sociedad inglesa de 1790, donde los brillantes diálogos, el tono de refrescante comedia, la conseguida actuación de Beckinsale como Lady Susan Vernon, las ágiles secuencias y un sutil encanto, hacen de esta película una obra elegante y de buena realización (es innegable la excelente labor del director al trasladar las cartas de la novela a diálogos) a la que le doy un 6,5.