Pollock: La vida de un creador

La película es muy buena a la hora de presentarnos cómo se realiza una obra de arte. La actuación de Harris y Gay Harden es magistral (merecedora del Óscar mucho más que el hombre de la careta de Gladiator). El personaje de Kilmer es bastante fallido, no ves a de Kooning sino a Val Kilmer en todo momento. El último tramo de la película, cuando ambos protagonistas se separan físicamente, es a mi parecer lento y sobrante, pero posiblemente por ese motivo es también necesario. La familia Pollock tampoco me llega a convencer. En resumen, buena película para aproximarse al arte moderno, y mejor película para entende la relación artista-obra de arte. Recomendable.

Es importante resaltar antes de iniciar la reseña de esta película, que apreciar el arte de las pinturas no es mi punto más fuerte, por lo que mis conocimientos son muy banales, incluso ni siquiera recuerdo como llegué a conseguir esta película, pero bueno, la procedí a ver y paso a comentar.

El film muestra el desarrollo artístico de Jackson Pollock (Ed Harris), como inició con pequeñas exposiciones, con obras diferentes y revolucionarias, logrando poco a poco sobresalir y ganarse un nombre. Sin embargo, todo esto acompañado de un grave alcoholismo que, salvo durante una época, le afectó toda su vida.

Así vamos viendo la evolución artística y personal de este individuo, su relación con sus allegados, con su esposa y su hermano principalmente, hasta llegar a un punto que prácticamente no tiene retorno, con una flaqueza en sus trabajos, y donde básicamente pasaba borracho todo el tiempo.

La película tiene dos horas de metraje, duración que se antoja excesiva, esto porque el film en muchos tramos se antoja repetitivo, como que no avanza, en especial en el trastorno alcohólico de Pollock (que ya entendemos que el hombre estaba enfermo), por cierto Harris lo hace muy bien, en especial antes de que se metiera la barba.

Seguramente, alguien que siga la carrera de este artista estadounidense pueda disfrutar en mayor medida de un film como este, que no digo que sea malo, ya que es una biografía bastante correcta pero que sin embargo, es una obra que no creo que repita alguna vez, puesto que no da para más, y todo lo que tenía que ver lo vi.

Ed Harris debuta en la dirección con este biopic de uno de los pintores americanos más influyentes del siglo pasado junto con Basquiat y Warhol: Jackson Pollock. Yo de arte entiendo lo que viene siendo bastante poco así que no puedo hablar de los hallazgos pictóricos de este artista o de si la combinación de colores y la contraposición de planos es así o asá porque no tengo ni idea y mucho menos del expresionismo. A mí me parece un señor que salpica un lienzo con pintura y ya está pero no tengo ni idea de arte moderno.
Lo que sí puedo decir es que Ed Harris capta realmente bien el ambiente tormentoso que rodea al personaje, la personalidad arrebatadora e imprevisible que está dentro de la cabeza de un ser considerado como genio, de esa sensibilidad extrema que plasmó en su arte que es inversamente proporcional a la frialdad (por no decir crueldad) con la que trata a los seres que lo aman; el camino de autodestrucción progresiva que va tomando irremediablemente Pollock debido a sus adicciones y a su personalidad que rebosa aflicción. Parece una forma de aseverar que el genio creador va aparejado con un dolor y un ansia dañina irremediable.
El reparto está espectacular empezando por Ed Harris que hace un retrato portentoso de Pollock, de sus miserias y de sus virtudes, Marcia Gay Harden como su sufrida esposa casi logra eclipsar a Harris y se come la pantalla. Están acompañados de insignes autores como Jennfer Connelly o Val Kilmer.

Pollock (Pollock: La vida de un creador), es una película de Ed Harris dirigida en el año 2000. No sorprende, ni deja de ser paradójico, que muchos de los artista pintores llevados al cine, lleguen bajo el brazo con un plus de dramatismo biográfico: la sumisión en Rembrandt, el rechazo y la duda en El tormento y el éxtasis, el abandono del incomprendido Modigliani en Los amantes de Montparnasse, y tantísimos otros títulos en los que siempre, o casi, el proceso creativo del artista se relaciona o minimiza inexcusablemente al drama personal que por lo visto funciona cinematográficamente.

¡No está mal, nada mal! el resultado como director de carismático Ed Harris un actor que nos ha regalado sendas interpretaciones como la que protagonizó en su debut cinematográfico en Coma (1978), Abyss (1989), Poder absoluto (1997) o la carismática Pollock (2000) pasando generosamente de la centena de títulos en los que ha participado. En su faceta como actor Harris siempre nos ha devuelto desde la pantalla una imagen sobria, entera, dramáticamente creíble y sobre todo una característica común en su forma de actuar utilizando el mimetismo y la empatía con el personaje correspondiente y su historia hasta el punto de hacerlo totalmente creíble en su doble vertiente interpretativa y de realización.

Así las cosas, Ed Harris nos muestra su verdadera entrega y pasión, como corresponde al personaje que interpreta el carismático Jackson Pollock, un artista que se atrevió a ver la creación pictórica como algo diferente, trágicamente diferente y por supuesto nuevo, un nuevo lenguaje pictórico donde accidentalidad y deseo queda reflejado de forma abrupta (armonizada después) en la intervención del proceso creativo.

No debemos olvidar la influencia emocional en Pollock de Lee Krasner (Marcia Gay Harden), su pareja, artista que se movía en el terreno del expresionismo abstracto. Hasta qué punto la obra final de Pollock estuvo supeditada a la apasionada fe y entrega de Krasner sobre las posibilidades artísticas y creativas de nuestro protagonista, es algo que queda suficientemente demostrado en esta interesante película mediante las sendas interpretaciones de Ed y Marcia.

Pollock no es un caso aparte, el realizador acierta con total credibilidad en la representación de los fantasmas personales del artista que tanto influyeron en su obra basada en la búsqueda y el inconformismo en su proceso creativo dando como resultado un lenguaje pictórico nuevo, novedoso y atrevidamente provocativo que no dejó indiferente a nadie.

No me ha terminado de fascinar. Hay tramos que se siguen con relativo interés (sobre todo en la primera mitad y cuando pinta), pero el conjunto se hace un tanto pesado, siento que no conecto del todo.

Podría apelar a la confusión que puede generar una narración que no es seguida sino un mero relato de episodios distribuidos en el tiempo, pero eso ocurre con todos los biopics, y muchos sí me gustan. Mi impresión desfavorable tampoco tiene que ver con la temática, pues me sentí muy atraído por 'Mr. Turner'. De hecho es de lo poco que salvaría de esta peli, las turbaciones del personaje producen inquietud pero no me terminan de decir mucho, es como si las observara a distancia, el autor no se muestra capaz de acercarme a su personaje lo suficiente como para que yo también pueda sentir su dolor y desazón. Ni siquiera hace falta ahondar en explicaciones (sobre todo si estas no son conocidas o muy basadas en las suposiciones), si se tiene el poder de transmitir es suficiente. Una interpretación personal de los huecos por rellenar de la vida de la personalidad adaptada supone una aportación propia, a modo de sello de identidad por parte de un director, y en este caso la mayor parte de la película me deja algo frío, la monótona dirección tampoco ayuda a avivar el entusiasmo.

No es una película mala, sino decepcionante. La cruz para mí es el personaje de Marcia Gay Harden, una actriz con la que simpatizo, pero que aquí veo sin matices la mayor parte del tiempo. Así será su papel y probablemente será una gran actuación, a nivel técnico no entiendo mucho de eso, pero su personaje es muy plano, me sugiere poco.

Tengo la impresión de que se trata de un trabajo difícil de construir, adaptar una vida, condensarla de tal modo que quede un relato claro, coherente y honesto, sin olvidar que lo que se está haciendo tiene que resultar interesante para el espectador. En este caso la empresa no ha sido del todo lograda, la película no me terminó de llegar, pero la doy un cinco porque me parece meritorio cualquier intento de plasmar los demonios humanos en una película aunque esta no figure en mi lista de favoritas.