Mystery Men (Hombres misteriosos)

Una comedia de superhéroes nada "ortodoxos". Una vuelta de tuerca al mito de "héroe salvador del mundo".
Recomendable para todos aquellos que estan cansados de los típicos justicieros perfectos y sin problemas.
Es un film de culto con todas las letras.

La acabo de ver por tercera vez, esta vez con FilmAffinity después de casi diez años yo creo. Si no recuerdo mal cuando la vi hace tanto tiempo creo que me gustó. Ahora que la he visto después de tanto tiempo me sigue gustando aunque pensaba que era mucho más absurda no lo es pero aun así me sigue gustando.

Es del estilo de «Zoolander» y todas las de ese tipo así que si te gusta ese tipo de humor absurdo te va a gustar. Incluso diría que es superior a alguna de «Scary movie» solo que no es tan absurda.

Como nota curiosa decir que sale Geoffrey Rush —«El discurso del Rey»— o Tom Waits —cantante bastante conocido en EEUU—.

Es comprensible la protesta de Ben Stiller, cuando en una epifanía descubre que las supuestas frases de sabiduría de los gurús onda Maestro Yoda, se basan en la fórmula de plantear una cuestión y contrastarla con su opuesto:

“Para aprender mis enseñanzas, primero debo enseñarte a aprender”
“Si dudas de tu crecimiento, la duda crecerá en ti”

En la década del 80, la novela gráfica de Alan Moore “Watchmen” introdujo una idea novedosa en el mundo comiquero de los superhéroes: la idea de los vengadores sin poderes sobrehumanos, gente común que se calzaba un traje ridículo y salía a defender la justicia armada solamente de buena voluntad. La influencia de Watchmen produjo varios vástagos, algunos serios y otros en joda, como la película en cuestión, que pertenece al segundo grupo.

Mystery Men se adelantó a lo que una década más tarde haría Mark Millar con el cómic “Kick Ass”: la lectura paródica de los clichés de superhéroes, encarnados por vigilantes torpes y sin poderes, que luego se alían con personajes que realmente los tienen. Pero el resultado en esta irregular película no alcanza el nivel que luego tendría Kick-Ass y su popular adaptación cinematográfica.

En la metrópolis ficticia de Champion City, un grupo de “héroes” con poderes que dejan bastante que desear, se ven en la situación de tener que salvar la ciudad. Así tenemos a William H. Macy cuya habilidad es golpear con una pala de obrero, un hombre invisible que – asegura – solamente se puede volver invisible cuando nadie lo está observando, El Rajá Azul que no usa nada azul y es un maestro en el dominio de los cubiertos de cocina, otro que se tira terribles flatulencias que desarman al enemigo, una lanzadora de boliche cuya bola mágica guarda en su interior el cráneo (y el espíritu) de su padre fallecido, The Spinx que es una parodia de los mentores de superhéroes, y finalmente Ben Stiller como Mr. Furioso, cuyo supuesto poder es enojarse como loco (aunque no logre absolutamente nada con eso).

Tiene sus momentos, y los puntos fuertes son muchos diálogos graciosos, como la línea del título de la review, o revisiones ingeniosas a los lugares comunes de las historietas, pero también tiene algunos baches aburridos y otros llanamente estúpidos.

http://www.videovengador.com.ar/

Un intento fallido de hacer una parodia sobre superhéroes. Es una pena porque posee una buena dirección de arte -la ciudad parodia a Metrópilis (Superman) y además se parece estéticamente a Gótica (Batman)-, y hasta se toma la molestia de mostrar signos de crítica social, más específicamente al marketing con todo el rollo de los auspiciantes que posee el Asombroso (Kinnear).

El problema es claramente el guión. Intenta basarse en el escepticismo del personaje de Furioso (Stiller) quien es el único que parece "razonar" y se da cuenta de que Lane y Asombroso son la misma persona -guiño a Superman y Clark Kent, con y sin lentes-; y en un tono autoparódico constante donde los propios héroes son conscientes de que probablemente no tengan "los dones" que creen tener. Pero el guionista se enreda sólo, no sabe a donde dirigir a sus personajes y más allá de definirlos bastante bien, luego no sabe qué hacer con ellos; de esta forma se saca de la galera -traicionera galera diría yo- a la Esfinge (Studi) y de esa forma crea un -innecesario- conflicto entre Furioso y los demás para luego reunirlos en la mansión del malo en un ataque que si bien es delirante no tiene demasiada justificación narrativa, y lo de las armas es otra licencia de guión bastante floja. Lo peor es que para sostener sus largos 110 minutos se abraza demasiado al humor fácil y escatológico que no le funciona nada bien.

Cómo sea, pese a algunas escenas interesantes como el ataque a la mansión, el hecho de que se cargue al Asombroso sin remordimientos, o el tener unos personajes gamberros bastante bien definidos; este es un film que se queda sin ideas justo después de que aparece La Bola (Garofalo) en ese desaprovechado casting. Incluso se pierde de jugar con la dualidad moral de Asombroso quien es un superhéroe capaz de violar la ley con tal de "seguir teniendo trabajo" y auspiciantes.

Lo mejor: los personajes bien definidos -probablemente más mérito del cómic que del guionista-, los mejores son La Pala (Macy), La Bola (Garofalo) y Furioso (Stiller), el Rajá Azul (Azaria) tiene un buen nombre pero poco más, Asombroso (Kinnear) y el malo Casanova Frankestein (Rush).
Lo peor: un guión carente de ideas y que sólo tiene recursos aislados que no sabe como enlazar.

El género de los superhéroes da mucho de sí. Hay espacio para historias espectaculares, subproductos o parodias, sin que eso signifique que sean malas películas 'per se'; esta 'Mystery Men' entra dentro de ese producto paródico donde no pretende tomarse en serio a los superhéroes sin necesidad de humillar el concepto en sí, sino hacer que el público se ría con ellos y sus chorradas y las situaciones por las que van pasando.

Kinka Usher debutó (y, por ahora, sigue siendo su única película) como director de largometrajes con esta historia de personas de a pie que son más inadaptados que adaptados a la sociedad que quieren ayudar a su ciudad, Champion City, y esos superhéroes llevan los rostros de Ben Stiller, William H. Macy, Hank Azaria, Janeane Garofalo, Paul Reubens, Kel Mitchell y Wes Studi. Unos intérpretes que, por buenos que sean, sacan a flote a duras penas el filme.

El pilar del largometraje es el humor, y dicho humor no es que sea precisamente una fuente de chistes para caerse al suelo de la risa. Su tono es más bien tirando hacia lo infantil y limita la calidad y la cantidad de espectadores a los que podía llegar esta historia de inadaptados justicieros. Tanto los actores citados como los secundarios (donde destacan nombres de la talla de Tom Waits, Geoffrey Rush, Greg Kinnear o Claire Forlani) hacen lo que pueden, pero sus ocurrencias son pocas y el guion en sí tiene poco a destacar. Tiene la virtud de mantener el ritmo narrativo, mas poco más me quedaría de la cinta.

Kinka Usher intentó realizar una caricaturización de los superhéroes que dejase huella. Seguramente para mucha gente haya funcionado y hasta los tengan en sus colecciones personales -hay que aprovechar lo que se pueda que el formato físico puede tener su fin más pronto que tarde- y en opinión de un servidor es una obra entretenida y ya. Con otro tipo de humor más inteligente y algunos personajes mejor desarrollados como los de Rush y Kinnear que despegan a duras penas, podríamos estar hablando de una comedia gamberra; se queda en el intento honroso.