Las normas de la casa de la sidra

Por donde se quiera mirar, Lasse Hallström nos brindó un film merecedor de más oscars. Por cierto, Tobey Maguire está bestial, pero es que el resto no le va a la zaga. Se me queda un gusto muy bueno, un sabor a cine clásico, con una ambientación entre una finca de manzanas y un orfanato (de los que no dan miedo). Me transmite paz, veo incapaz a Tobey Maguire de ser malo; si defiende un papel de malo igual de bien, que lo cosan a oscars a este chico.

Son 2 horas cortísimas en las que un niño huérfano criado por el director del orfanato, decide un buen día descubrir que hay más allá de esas cuatro paredes, a pesar de la oposición de Caine. Quizás no entiendo el título, no tiene mucho que ver con el contenido en si.

Muy buena película, que trata distintos temas, todos con sus encrucijadas, y con sus dificiles decisiones. Todo aderezado con unos cuantos momentos susceptibles de lagrimillas.

La fotografía y la música muy acertados, al igual que sus actores, aunque Tobey Maguire podría haber sido sustituido perfectamente, ya que todo su papel se basa en esa sonrisa de bobalicón que le caracteriza.

Lo mejor de la película: Michael Caine, su orfanato y sus mentiras piadosas.

A mi juicio sin ninguna duda fue la mejor película del año del cierre de siglo.
Es un film que emociona. Un guión sencillo y muy cuidado donde no dejan nada al azar . La fotografía , la banda sonora, la ambientación son una maravilla, de Oscar.
Se merecía más está película, mucho más interesante que la gran vencedora ese año American Beauty.
Pero claro tocar un tema como el aborto es muy difícil y sabes que siempre tendrás críticas.
Para nada es una película pro-abortista, de hecho no es una clínica abortista, es un orfanato donde abandonan a los niños en una época tan jodida como el ecuador de la segunda guerra mundial. Con muy pocos medios logísticos subsiste, siempre ven la misma película, los propios huérfanos mayores son becarios y hasta el bueno de Caine tiene que fabricar al niño hijo de la alcohólica un aparato casero para que respire bien...
Trata el tema de una manera muy sutil y delicada. Sin ninguna frialdad nos pone a la Theron y el militar como una pareja de buenas familias que dicen que van de boda en vez de a abortar.(no se vanaglorian de ello). Dudo que una pareja después de abortar siga igual...
En la película como en la vida misma hay plenitud de mentiras e hipocresías, como algunas que se leen en las críticas. Todos mienten, las hay gordas y pequeñas, las hay piadosas e hirientes...
Lo que no entiendo es como Leo di Caprio no aceptó este papel, imagino que sería porque es muy amigo de Maguire o que estaba secándose todavía de Titanic.
Estoy seguro de que esta película ganará con el tiempo.

De vez en cuando uno se encuentra con películas en las que dos actores, en estado de gracia, aunando esfuerzos, la experiencia y la juventud, se compenetran, lo bordan. Esta es una de esas películas en las que ocurre el milagro. Merece ser mencionada la presencia de la belleza de Charlize Theron. Pero son esos dos actores, Michael Caine, y Tobey Maguire, los que brillan en esta oda a la vida, donde es esta la que se abre paso sin dejar de lado las tradiciones, pero donde se queman las reglas impuestas. Todo esto, amen de una excelente fotografia y una banda sonora perfecta y presente en todo momento, hace de su visionado una experiencia gratificante.

"En cualquier circunstancia, intenta ser útil", parece ser la moraleja que queda flotando en el aire, lo mismo que "establecer nuevas normas", cuando las que hay no sirven para resolver el problema. Controvertido el tema central de la película, aunque el tratamiento dado por el director lo coloca al lado de las otras pesadumbres que aquejan a los protagonistas, sin darle más o menos peso que a ellas. Solventes los actores, particularmente, Delroy Lindo (el señor Rose), pero, sobremanera, portentosa la actuación de Michael Caine (el doctor Larch), que obtuvo el óscar de ese año al mejor actor secundario. Como siempre, magnífico el doblaje de Rogelio Hernández.