El padre de la novia

El día de la boda es una función única, de una sola sesión en la que los protagonistas se convierten por unas horas, sin serlo, en los actores principales que serán estrechamente vigilados por la totalidad de los invitados que a su vez no ocuparán el patio de butacas de ningún teatro sino, en doble acto, el duro banco primero de una iglesia y finalmente una cómoda silla en un restaurante.

Vicente Minnelli nos recuerda muy acertadamente como se desarrollan todas las fases de una boda, desde la comunicación inicial por parte de la novia dejando sin habla a sus padres, la petición de mano, la confección de las listas de invitados, de regalos, la ropa, los detalles, la reserva de la iglesia y del banquete.

Son prolegómenos instaurados desde hace ya muchos años en la sociedad occidental y que normalmente se siguen al pie de la letra.

Muy humano, sincero y directo Spencer Tracy, como en él es habitual, llegando con la risa al espectador en las situaciones cómicas y al corazón en las emotivas.

Deslumbrante Elizabeth Taylor, sin duda, una de las caras mas bonitas que ha dado Hollywood y muy elegante y en su papel una extraordinaria Joan Bennett completando un elenco familiar absolutamente redondo.

Es sin duda el cine de otra época, las comedias románticas de los años cincuenta, realmente muy diferentes a las de ahora, pero más profundas.

Si hoy se hiciera algo así, sería algo muy cutre y sería un fracaso en taquilla pero si vemos ahora la película, tiene estrellas de la época, auténticas estrellas, hoy son mitos del cine y es lo que hace que hoy en día se pueda llegar a verla otra vez sin caer en la cursilería.

No es una película para mi, simplemente la vi porque la segunda parte si que me gustó hace muchos años y pensé que la primera me gustaría también, pero lo que es cierto, que me sigue gustando mucho más “El padre es abuelo”, quizás es porque me tocó en ciertos aspectos que en esos momentos vivíamos en nuestra familia.

Lo que me parece pasado de moda es ese mundo de las bodas, un mundo muy muy cutre, realmente nada tiene que ver conmigo y por eso esta película no me gusta tanto, simplemente la temática es muy lejana para nuestra mentalidad actual, es cierto que muy pocas mujeres de nuestra sociedad actual están muy lejos de una boda así y al verla pensarían que esta mujer es una niña mal criada.

De todas maneras son estrellas de otra época y por lo tanto, comedias de otra época.

Una historia bastante normalita y ligera con pretendido humor pero sin éxito. La trama me pareció toda una recopilación de tópicos de los más típicos. Predecible hasta la médula y apenas destacable en nada.

Si le pongo un cuatro es porque los actores he de reconocer que no lo hacen nada mal, pero es que el argumento no da para más. Y porque algunas escenas tienen cierto encanto. Considero que esta películas está muy sobrevalorada. Quizá por quién es el director o quizá por los protagonistas de lujo. Pero todo esto no garantiza una buena película.

Para mi no es una comedia... sólo una historia que se cuenta, que pasa sin pena ni gloria y que al poco se te olvida. Hay mejores comedias y hay mejores películas tanto de Spencer Tracy como de Elizabeth Taylor. Así que diré que no es recomendable... sólo si no tienes mucho donde elegir.

Saludos!!!

Quizás esta película hay que verla en un ambiente muy favorable, y quizás hoy no lo tenía para una comedia de este tipo.

Para empezar, Tracy, tiene su papel perfecto, de un hombre serio pero cómico a la vez, y Elizabeth Taylor con 18 años, hacía por fin, una aparición en la gran pantalla, ya de adulta y de un papel, más o menos importante.

Tracy quería a Katharine Hepburn como su esposa, pero los veían demasiados románticos los dos, para el papel, así que fue designada a Joan Bennett, que se mantiene bastante fría.

Comedia, que tuvo un gran éxito en taquilla, que hicieron una secuela, y bueno, aprovecharon también la tirada de que pocos días después del estreno, Taylor se casara de verdad.

Nos cuenta de pé a pá todo lo que envuelve a la planificación de una boda. A mi se me ha hecho larguísima, a pesar de que solo dura 90 escasos minutos, menos mal. Soy un gran aficionado del cine clásico, de ahí que le de un 3. Ninguna de las actuaciones me ha dejado huella, y no he visto ningún motivo como para defender la película.