Another Year

2 horas eternas de los mismos diálogos que no dicen nada entre 3 personajes que se hacen odiosos por momentos:
Un matrimonio de maduros acaramelados, perfectos sabelotodo y pagados de sí mismos (por cierto, la permanente sonrisa de ella se hace odiosa), y el tercer personaje una secretaria insegura que habla mucho y no dice nada (o mejor, siempre dice lo mismo); a su alrededor más personajes que se saludan y se preguntan qué tal estás.

Diálogos empalagósamente británicos que en la versión original pueden servir para practicar los saludos de un cursillo de esos de "inglés en 24 horas" :
-Hola Jerry, cómo estás?
-Bien Merry, y tú, te encuentras bien?
-muy bien gracias, eres muy amable?
-alcánzame una cerveza por favor Tom.
-Claro Jerry, aquí la tienes.
- Gracias Tom, qué tal estás?
-Bien Jerry gracias por preocuparte, y tu Tom?

...... y así durante 2 horas que no sólo representan un aburrido año en sus vidas sino que parece que realmente llevas un año dando cabezadas.

El plano final es muy hermoso, tiene todo lo que el resto de la película no tiene: es simple, sencillo, medido, transparente, dice todo sin decir nada. La primera parte funciona muy bien, los personajes son interesantes, llenos de vida. Luego todo se transforma en una serie de escenas muy manipuladas, iguales, repetitivas. Nadie crece o cambia, porque desde el principio todos ya están al 100 por ciento de sus desarrollos. Lesley Manville es un amontonamiento de tics sensibles; es una gran actriz, pero tan crispada que no deja respirar a nadie al lado de ella, me refiero a otras actuaciones. El amigo que llega ya en el tren viene bebiendo como una cuba y comiendo a rajacincha, y luego nunca para, lo que se me volvió demoledor, aburrido y sin sorpresas. El matrimonio perfecto es tan perfecto que no tiene vida, y ese error creo que es el más grave que comete Mike Leigh como director. Ni siquiera les critica el evidente desamor por sus amigos. Bradley también compone un personaje sin sorpresas. El hijo me pareció lo más interesante de la película, es tan transparente que no necesita gimotear de aquí para allá. Otra cosa: es increíble que un matrimonio de dos seres así, cultos, bebedores sociales, conectados con la tierra, no tengan ni siquiera un amigo algo más reflexivo y consciente de lo que le pasa: parecen todos hamsters encerrados en una calesita enloquecida vaciando cientos de botellas de buen vino.

Después de la simpática "Happy: un cuento sobre la felicidad", Mike Leigh vuelve a ponerse serio para contarnos el año que viven Tom (Jim Broadbent) y Gerri (Ruth Sheen). Un año marcado por las varias reuniones que organizan con varios conocidos y familiares. Pero, a parte del protagonismo del matrimonio maduro, en ellas encontramos otro nexo común: la presencia de la compañera de trabajo de Gerri, Mary (Lesley Manville), una mujer divorciada, alcohólica, no muy avispada, sola, que necesita constantemente la compañía de la pareja.

Mike Leigh nos brinda un retrato maduro sobre la madurez con el que nos podemos llegar a identificar. La maestría de Leigh en los diálogos llega a envolverte dentro de la conversación y consigue hacerte partícipe de los sucesos en el año de Tom y Gerri.

El reparto, encabezado por el siempre excelente Jim Broadbent y la notablísima Ruth Sheen, cumple a la perfección. Pero, la que se lleva la palma es la interpretación devastadora, emotiva y extraordinaria de Lesley Manville. La sra. Manville llega a destrozarte el corazón con su personaje tan desgraciado que es demasiado. Ella se come la pantalla cada vez que aparece. Me parece indignante que Manville fuera ignorada en las nominaciones a los Oscar, puesto que hasta me atrevo a decir que merecía ganarlo. Realmente, la única que creo que tenía el derecho de quitárselo fue, precisamente, la ganadora, Melissa Leo por "The Fighter", en otra genial actuación.

Técnicamente, sigue muy el estilo propio del director, con un tono visual muy intimista y cercano. Destaca la delicada banda sonora.

"Another Year" es una película muy cercana al cine de Eric Rohmer y, probablemente, la cinta más madura de su director hasta la fecha. Sin llegar al nivel de su obra maestra, "Secretos y mentiras", "Another Year" es, como bien han calificado, una película próxima, realista y, sobre todo, muy humana.

Lo mejor: La magistral actuación de Lesley Manville.

Lo peor: Que le falta algo para llegar a ser redonda. Que la gente la encuentre un coñazo cuando es, en realidad, una delicia cinematográfica.

8'5/10

Lesley Manville, deslumbrante, fastuosa, en una interpretación sublime, donde acomoda el texto a todos los registros interpretativos posibles. Su nerviosismo contagioso, la elocuencia de sus miradas, ese continuo despropósito de vida que narra sin percibir la ironía, la ternura o el hartazgo en el otro... Al margen de cualquier consideración, Mary tiene una vida y la vive como puede, le dejan o ella se permite.

Su armoniosa banda sonora, se desliza rodeando las escenas, de una extrema sensibilidad creativa. Un trabajo delicado y sincero.
Acabo de verla y aún estoy impresionado. No puedo calificarla con un 10, porque en conjunto no lo merece, pero mi nota será alta...

Y así pasa la vida: día a día, bebiendo con los amigos, sintiendo al lado de los hijos, escuchando a unos y otros, cuidando la habitabilidad del nido, aprendiendo, sufriendo con los hermanos, tropezando con los convencionalismos, riéndonos de nosotros mismos....; así pasa la vida, sumando años.

Repaso de Mike Leigh a la cotidianeidad de las cuatro estaciones, que con el paso del tiempo ponen de manifiesto el deterioro o desgaste de cuanto nos rodea; reflejado, la mayoría de las veces en los otros, los que nos caen más cerca, los espejos en los que nos resistimos a mirarnos.

En el tramo que va del Otoño al Invierno de sus existencias, el plácido matrimonio que forman Gerri y Tom ven transcurrir desde el oasis de su huerto, y al amparo de su hogar, a viandantes fatigados, heridos, sin motivaciones......A veces ofrecen a los menesterosos té, cerveza y un sofá; pero ellos, tan aparentemente equilibrados, tampoco sabrán nunca si están haciendo lo que deben o se equivocan. Y mientras, los años se acumulan, como ladrillos amontonados sin argamasa, desconociendo la solidez de la montañita.