Y así pasa la vida: día a día, bebiendo con los amigos, sintiendo al lado de los hijos, escuchando a unos y otros, cuidando la habitabilidad del nido, aprendiendo, sufriendo con los hermanos, tropezando con los convencionalismos, riéndonos de nosotros mismos....; así pasa la vida, sumando años.

Repaso de Mike Leigh a la cotidianeidad de las cuatro estaciones, que con el paso del tiempo ponen de manifiesto el deterioro o desgaste de cuanto nos rodea; reflejado, la mayoría de las veces en los otros, los que nos caen más cerca, los espejos en los que nos resistimos a mirarnos.

En el tramo que va del Otoño al Invierno de sus existencias, el plácido matrimonio que forman Gerri y Tom ven transcurrir desde el oasis de su huerto, y al amparo de su hogar, a viandantes fatigados, heridos, sin motivaciones......A veces ofrecen a los menesterosos té, cerveza y un sofá; pero ellos, tan aparentemente equilibrados, tampoco sabrán nunca si están haciendo lo que deben o se equivocan. Y mientras, los años se acumulan, como ladrillos amontonados sin argamasa, desconociendo la solidez de la montañita.