La mirada invisible

Un acercamiento bastante interesante por lo menos como premisa, a la última dictadura militar, sin centrarse en los guerrilleros, ni en los militares, sino en una gris preceptora, que empieza a sentirse atraída por uno de sus alumnos y que para poderlo espiar tranquila, inventa la excusa de que quiere atraparlo fumando en el baño, por lo que se encierra todos los días allí para espiarlo.
Agarrándose de esa anécdota mínima, la usan como metáfora de la sociedad, sobre todo de la clase media, por lo que María Teresa es victima y victimaria o en su caso, victimaria y luego victima, de un sistema represivo que en parte aprueba y del que es participe, pero el cuál termina alcanzándola a ella.
Película muy desigual, estéticamente, es excelente, una muy buena reconstrucción de época, en cuanto a su narrativa, pues tiene sus fallos, es monótona, tal vez quería retratarnos lo repetitiva de su vida, tanto laboral como personal, pero por momentos se hace insoportable.
La forma en la que retratan al rector del colegió se me hizo bastante patética, o sea solo le faltaban cuernos para ser el diablo en persona, no creo que toda persona de ideas conservadoras tenga que ser un ser brutal, pero bueno, la película es políticamente maniquea.
El final es confuso, podrían haberlo pulido más.
Destacar la interpretación de Julieta Zylberberg.

Una película bastante muerma para mí y con un final atroz, y eso que suelen gustarme las películas argentinas, pero aguantar ochenta minutos de metraje hasta llegar a su epílogo, requiere de bastante estoicismo, la verdad. Quizás su lectura en libro -“Ciencias naturales” el título- pueda digerirse mejor, pero visto así en pantalla el horizonte opresivo de ese colegio severo, peca más bien de cansino y no logra comunicar lo que se cuece debajo en toda su dimensión. Las imágenes resultan más acartonadas, por lo rígidas, que expresivas y convierten el mensaje, que es profundo, en plúmbeo. Lo mejor, para mi juicio, el peinado patricio de la prota, que ya vale por sí mismo lo que acota su cabeza; lo malo es que al director del tremendo internado (país o situación) no podamos descubrirle su absoluta indignidad aplicándole, a priori, el mismo sistema capilar.

(De todos modos concedo que puedan haber espectadores que entren mejor en su código…)

Muy buena película que ahonda en la peor época que se recuerde de Argentina, la dictadura (1976-1983). Sin adentrar de lleno en el tema en si, y con un estilo minimalista e introspectivo, se presenta la vida de una joven (una muy buen actuación de Julieta Zylberberg) que ingresa a trabajar en un estricto colegio, donde rápidamente hará buenas migas con su director (un excelso Osmar Nuñez). La relación entre ellos, junto con los pedidos del director hacía la joven, nos muestran un claro reflejo de lo que fueron aquellos tiempos.

Es una película que se cocina a fuego lento, pero consiguiendo un interés en la historia que no consigue altibajos. De lo mejor del director Diego Lerman.

Las películas y series sobre la dictadura o que suceden en esa época siempre me atraen, me dan ganas de saber esa parte de la historia de mi país que es tan dolorosa. Esta película sucede en esa época, pero no parece ser lo más relevante de la historia. Lo estructurado y “moral” de los militares se nota en ese colegio donde nuestra protagonista es preceptora. Una película que está contada de una forma lenta, con un mensaje de fondo interesante.

Esta joven preceptora trata de cumplir con su trabajo a rajatabla, ser una de las que manda y obliga a hacer cosas a los adolescentes, que estén bien vestidos, que cumplan con las reglas, que no fumen en la escuela. Esto último es lo que hace que Marita termine escondiéndose en el baño de varones para atraparlos con las manos en la masa.

A medida que pasan los días conocemos como se maneja Marita, vemos el vínculo con su madre y su abuela, vemos cómo de a poco el jefe de ella comienza a verla con otros ojos, la película pareciera que transcurre en una semana, pero es tan lento por momentos el relato que parecieron meses de seguir la vida de Marita. Vemos cómo a Marita le van sucediendo otras cosas, no solo quiere vigilar a esos adolescentes.

Creo que el contexto sociocultural en el cual está la película no es relevante, si hubiesen hecho que sucedía en los años 50, tendría el mismo sentido todo lo que sucede. Ese espiar a los adolescentes, esa excitación que va creciendo en una joven y aparente “virgen” Marita. Lo sexual está constantemente dando vueltas varias situaciones que suceden, una tensión unilateral en varias de estas situaciones.

Al ser tan lenta y aburrida la película pareciera que no pasara nada, por momentos era lo que sentía, estar viendo una la vida de una mujer, siguiéndola en su trabajo, en sus vínculos y nada más. Lo mejor de la película está en el desenlace, el cual está muy bien realizado e interpretado, pero solo eso.

Hablando de interpretaciones, una vez más Julieta Zylberberg nos vuelve a demostrar que es una gran actriz, logra captar a la perfección el carácter estoico y a la ves juguetona y curiosa de esta preceptora, su interpretación en la escena final es lo que para mí le suma puntos al film. El resto del elenco está bien.

Podría haber sido un film más interesante y llevadero si no nos contaran algunas historias que no suman al total de la película, un guion que flaquea en varios momentos, dando ganas de adelantar la película o ponerla en una velocidad más rápida.

Mi recomendación: Regular film nacional que utiliza un contexto sociocultural para atraer más vistas, pero en realidad no es lo importante.

Mi puntuación: 4/10

Años 80, dictadura y represión en Argentina. En un estricto colegio de Buenos Aires, una mujer (Zylberberg) vive y trabaja obsesionada con que las rígidas reglas se cumplan absolutamente, sin que nada ni nadie escape a su mirada. Aceptable y no del todo convincente drama que habla sobre la frustración sexual, el deseo estoicamente reprimido, la mala educación, la libertad y el honor. Unos años más que oscuros en la siempre atormentada Argentina (qué decir de lo que les viene encima ahora con semejante personaje en la presidencia...).