El planeta libre

Sorprendente que haya 15 críticas y sólo una no se deja llevar por la influencia de ideología o ensoñaciones de sus autores. Tiene 1200 votos con media de 7; o la mayor parte se deja tomar el pelo o puntúan cualquier cosa menos la película en sí. Es el bodrio con la nota más alta que recuerdo.

Se trata de valorar cine, no de aprobar ideas o deseos; en todo caso cómo lo hace llegar la película y en este caso mal no, peor. Demasiada ideología cándida; de cine nada. Por una vez coincido con un crítico profesional, es una película ridícula en su conjunto.

Para quien no quiera leerse mi ladrillo, resumo mi opinión: muy mala.

Escenas estúpidas y algunos diálogos especialmente irritantes; "gags" tipo -Aterriza como puedas- fuera de lugar, revoltijo muy torpe insertado en pastiche francés de conciencia social.
No cometan el error de ver aquí algo de "ciencia-ficción”; aquí ciencia no se ve por ninguna parte, ficción sí, ¿ausencia de innecesarios efectos especiales?, más bien parece que la escasez evidente de medios (planos reutilizados) obliga a los actores a pasarse la película haciendo el payaso.

Guión paupérrimo muy poco trabajado, como el montaje, las contradicciones son continuas.

En el planeta idílico-divino de la muerte, la música ya no existe (argumentando la apreciación del silencio en contraposición al ruido urbano), pero "a veces" cantan y saben tocar el violonchelo por ciencia infusa.

Los habitantes de Utopía son sabios telépatas, se comunican instantáneamente y viajan por los confines del universo con el poder de la mente, pero no saben que el agua se escapa por los agujeros del fondo de los recipientes, y en general parecen estúpidos.

Los utópicos son humanos todos blancos para así evitar el racismo. Odian la Tierra y su diversidad, aunque la desconocen por completo describen los pormenores de la vida moderna terrícola sin que nadie vivo lo haya visto jamás; y la siguen odiando.

Son vegetarianos claro (comer carne es malísimo), quizá porque en el planeta Utopía a parte de hierba, no hay nada, ni árboles. Los utópicos hacen gala de la planificación de la natalidad sin condón: ¿abstiencia?, menudo paraíso.

No tienen casas (a parte de ellos mismos, no hay signos/rastro de vida, inteligente o nó), el clima es ideal y no les importa mojarse mientras duermen, pues lo hacen al aire, se despiertan cuando sale el sol, se bañan, juegan y comen. Nadie trabaja, la comida vegetariana se facilita sola: frutas, verduras, y legumbres. ¿Quién las siembra/recolecta?. Nadie. Trabajar no cabe en Utopía pero comer, comen.

Una historia que presenta ésto con acierto y coherencia, donde también los habitantes del paraíso se encontraban siempre la comida encima de la mesa y nadie trabajaba, dedicándose exclusivamente al ocio bañándose y jugando: La Máquina del Tiempo. La única explicación es que los habitantes del paraíso eran ganado, y les cebaban para que la raza superior trabajadora y carnívora se los comiesen a ellos.

Cuando descubrí esta película simplemente quedé fascinado. Aun con algunas fallas de argumento, su estructura sencilla está bien planteada, después de la obertura donde se introduce al "donde estamos" y "quienes son", pasamos a la realidad donde los protagonistas van apareciendo poco a poco, como ocurre en la mayoría de cine europeo.
Es de destacar la comparación que realiza Serreau entre su mundo y el nuestro, donde cualquier atisbo de naturalidad e instintos parecen haber sucumbido a la inevitable caverna de Platón.
En aspectos pedagógicos, sinceramente creo que en todas las aulas de instituto debería exhibirse este film, a más de un adolescente se le abriría la mente y se daría cuenta de muchos valores de los que nunca podría haber pensado.

El mensaje ludista de esta película es llevado al extremo cuando, en el año 6000 una civilización milenaria ha encontrado su cenit al convertir su planeta en una zarrapastrosa comuna hippie en la que la evolución consiste en la tan anhelada vuelta al trueque y en vestirse con trapos en la cabeza (eso sí, en el año 6000 los peinados siguen siendo los mismos que en los años 90 del siglo XX). Una civilización que ha obviado al sistema capitalista como la macabra y sangrienta gestión que es de los recursos de la humanidad, y que ha optado por intercambiar lana por clases de telepatía empleando una gestión más que dudosa ("no habrá medicamentos para todos"). Una civilización cuyo significado de progreso consiste en haber suprimido todo atisbo de progreso tecnológico salvo, que sepamos, esa burbuja con la que viajan a otros planetas y hacer lo que tanto ha soñado siempre el indignado vegano de herboristería y clases de yoga, controlar mentes por arte de magia.

Pero no es progre todo lo que reluce. Resulta que a Serreau no se le ocurrió mejor crítica hacia el racismo que la de crear un planeta sin razas. No sin discriminación racial, qué va, ¡sin razas! ¡Viva la supremacía blanca! Y digo yo que, Coline, ya que has creado tu idílico planeta en medio de una pradera llena de gente despeinada, ¿qué te costaba haber metido entre tu blanca multitud a cuatro morenos y a un par de asiáticos, por lo menos? ¿Seguro que es por el clima único y no porque los mandasteis a todos en una burbuja derechos al sol? Porque 6000 años dan para mucho...

En definitiva, una película mediocre ambientada en un planeta como Pandora pero en 2-D, yermo y sin criaturas azules. Una comedia idealista con muy contados momentos que verdaderamente divierten, escasa originalidad y lucidez nula. Una pretendida cinta de denuncia en la que la tan "profunda" crítica no pasa de denunciar males como la polución, el dinero, la burocracia y el consumo de cárnicos, o lo que es lo mismo, la epidermis de un sistema genocida que la pequeña-burguesía bienpensante siempre ha pasado y pasará por alto.

Film sencillo e idealista que nos muestra el mundo que podría ser y que el “incuestionable” razonamiento moderno no permite. Una reflexión sobre la dictadura del dinero, la contaminación, el consumismo, las jefaturas…, narrado en clave de comedia de ciencia ficción sin necesidad de estridencias. Coline Serreau ("Caos" -2001-, "Solutions locales pour un désordre global" -2010-) buscó un futuro ideal en valores, organización y forma de relacionarnos, y le salió una sociedad libertaria. No se lió con elaborados discursos teóricos (el espectador, en este sentido, llega a las mismas conclusiones sin necesidad de que se las remarquen, lo que es de agradecer), adoptando un tono de comedia (por momentos infantil) que le permite alejarse de las pretensiones intelectualizadoras en las que otros hubiesen caído.

Puede que parezca ligera e intrascendente pero tras ese envoltorio consigue que su discurso se haga más asequible desarmando las resistencias a cuestionar la importancia real de las cosas, los valores que hemos adoptado por inercia, y el empeño en resignarnos a ver un futuro cada vez más deshumanizado.

"El planeta libre" pasó desapercibida tras su estreno, ha sido gracias al boca a boca (y a la cinefilia de internet) que ha podido ser recuperada, convirtiéndose en la actualidad en un referente para todo aquel que guste del cine comprometido, con mensaje y entretenido.

El planeta libre comienza con fuerza, reflexiva, con un toque de humor irónico en el cual se debate sobre la estupidez del ser humano que habita en La Tierra. Es buena esta parte en la que otros seres humanos de otro planeta donde están mucho más evolucionado y viven en armonía con la naturaleza discuten sobre la evolución torcida los terrícolas, algo que en este Planeta Libre ya han superado hace mucho tiempo.

Tras una buena puesta en escena comienza el viaje de la protagonista, que al tener mezcla humana tiene curiosidad por visitar la Tierra y conocer a la familia sus antecesores. Hasta ahí, perfecta. En la Tierra la película se limita a mostrar una sucesión de tópicos nada profundos de la sociedad actual en la que se ridiculiza al ser humano terrícola y esto puede tener un punto... pero no existe la dualidad que nos pertenece como especie racional por muy evolucionado o involucionado que esté el ser humano. Además el humor es del malo, del absurdo francés, no del bueno francés y a veces da vergüenza ajena seguir viendo una película que apuntaba muy alto y termina hundiéndose bajo el plomizo peso de su humor insoportable.

¿Qué no he entendido y analizado la película?. Por supuesto que sí. Palmo a palmo, y tiene sus reflexiones buenas por supuesto, pero creo que caen por su propio peso. En primer lugar, estos seres humanos evolucionados de otro planeta... se casan. ¿¿¿Se casan???. Si, se casan. Insólito. Seres evolucionados que se atan en un matrimonio y osan decir que viven en el Planeta Libre suena bastante irónico. ¿Qué en el Planeta Libre vivimos 250 años?. ¿Pues qué se puede hacer en ese tiempo aparte de dar volteretas y jugar a la telepatía?. Atarse, por supuesto, y pasar 200 años de tu vida atado a alguien significa libertad y evolución, claro. Esto era por poner un ejemplo. Estos seres evolucionados tienen tanta sed de ser humanos que los hermanos ven a un par de tías buenas y se las llevan a su planeta a decirles que los perfecto es lo suyo, no lo de los demás, no te jode... . O un ejemplo más... comer carne es de salvajes... imagino que porque en su planeta no existen los depredadores y supongo que castrarán a los herbívoros para que no se coman todo el verde de su verde planeta, que es lo que sucedería en cualquier lugar.

Los personajes principales no se desarrollan en absoluto y los secundarios dejan mucho que desear.El desarrollo de la película es muy lineal y las sorpresas brillan por su ausencia. La fotografía no destaca en ningún momento ni en su estética ni en su uso del color. Creo que al final por cosas así y su humor absurdo la película no llega a funcionar como debiera, porque es una bella idea feamente desarrollada. A su favor tiene la idea, la primera media hora y algún diálogo brillante. En su contra tiene que se ridiculiza a sí misma y no profundiza absolutamente en nada mostrando los tópicos del fútbol, la carne o el típico hombre estresado que discute por el tráfico. Películas como K-Pax tratan mucho mejor el tema de los seres evolucionado y además te hacen pensar y reflexionar largo y tendido.

Un 5 por ser diferente en lo bueno, pero igual que las malas en lo malo.