Trece vidas

Pedazo drama basado en hechos reales que se ha calcado en bueno de Ron Howard.
Está todo tan bien contado e hilado, e incluso tan fácil de seguir, que pareciera mejor que cualquier documental explicativo sobre la hazaña.
Incluso sabiendo como acaba, ya que es una historia real, la tensión y lo claustrofóbico de su tratado están impecablemente filmados.
Supongo que como fué un evento bastante reciente, la emoción se palpa más atrayente y conmovodera. Hay que señalar que la trama no queda pomposa, ni con las míticas heroicidades sentimentaloides de bolsillo, todo resalta muy real y directo.
El plantel protagonista de diez, tanto Farrel como Mortensen son prácticamente un seguro.
Dos horas y media que se pasan volando, no hay ni un solo momento en el que bajes la guardia, te mantiene firme y espectante sin que te sobrevenga el cansancio, y eso sin artificios ni espectacularidades tiene doble mérito.
Increíble la proeza que llevaron a cabo, un verdadero trabajo bien hecho que genera esperanza de lo que puede sentir y realizar la raza humana, tanto colectivamente como emotivamente.

Muy buena película, tanto por sus aspectos técnicos, destacando su delicada y artesana dirección, como por los interpretativos, con un casting muy bien elegido y unos actores que se lucen y están correctos en todo momento, sorprendiendo Colin Farrell en un registro poco habitual en él.

Historia basada en hechos reales que todos en mayor o en menor medida conocemos, pero nunca como después de ver la película, ya que seguramente desconocíamos muchos entresijos como el verdadero peligro que corrieron todas aquellas personas que formaron parte del equipo de rescate o la gran cantidad de voluntarios que se prestaron a ayudar o las características del terreno y de la cueva donde quedaron atrapados los niños. Todos estos aspectos están muy detallados y nos hacemos una idea muy realista de la dimensión de la tragedia que estuvo a punto de suceder y de los asfixiantes y angustiosos momentos vividos.

No he visto el documental del que se habla en muchas de las críticas, por lo que no puedo compararlo, pero la película parece ser un documental en sí mismo, aunque echo de menos el punto de vista de los niños y su entrenador. Tenemos varias perspectivas, desde los buzos, policías, militares, hasta las familias de los niños, pero no sabemos nada de cómo llegaron hasta allí (a muchos kilómetros de la entrada de la cueva) ni qué pasó en los días sucesivos, su estado anímico, etc. Es como si nos contaran "Viven" a partir de su rescate, por eso no le he puesto más nota, ya que creo que falta esa pieza para que sea redonda.

Otro punto que me gustó es que la emoción no es desbordante, no es una película lacrimógena (ésto va en los gustos de cada uno, sé que hay mucha gente que la ha criticado precisamente por ser un tanto fría y no llegar más al espectador) porque si se hubiera hecho así hubiera desvirtuado un poco el relato y lo que se pretende es mostrar la solidaridad y humanidad de todos aquellos que se vieron involucrados en ese suceso, pero de una manera sólida, sin caer en la lágrima fácil.

A los que nos gusta un poco el cine nos ponemos películas según el estado de ánimo o según lo que nos apetezca, unas veces aventura, otras acción, otras veces terror etc...
Pues bien,hay películas que son necesarias hacer, porque hay historias que son necesarias que sean contadas, esta es una de ellas.

Cuenta la historia de los 13 chicos de Tailandia que se quedaron atrapados en una cueva y cuenta con bastante detalle cómo los sacaron de allí, esto es por todos sabido, ya no así el cómo lo hicieron.

Más allá de si está bien técnicamente o no (que sí lo está, siendo yo un ignorante sobre el espeleobuceo) es una historia que merece ser contada, porque en cierta manera te hace recobrar la fé en la humanidad.

Ron Howard al mando de un buen plantel consigue que pese a conocer el desenlace te mantengas en tensión y te emociones a partes iguales.

Esta historia merece ser contada. Merece ser vista.

Combinar drama, ritmo cinematográfico y vocación documental para pasar a la ficción unos hechos reales como estos, no es tarea fácil, y menos si el resultado es tan contundente como este. Un ejemplo muy comparable es “Los 33”, que cuenta una situación parecida, pero como película no le llega a esta ni a la suela de los talones.
Pero Ron Howard no es un director cualquiera, pues ya demostró ser un gran narrador de accidentes y catástrofes en “Apolo XIII”. En esta ocasión, cuenta con un reparto principal de lujo, pero ojo que también tienen mucha importancia los tailandeses, así que vamos a leer muchos subtítulos, pues se ha mantenido el idioma original para mayor realismo.
Ignoro cómo habrá sido el rodaje, pero si no está hecha en Tailandia y en la cueva de marras, desde luego les ha quedado completamente conseguido.
El desarrollo de la película entretiene y emociona, descubriendo todos los entresijos y problemas logísticos de este rescate, a lo largo de dos horas y media que no se hacen pesadas lo más mínimo.
No hay profundidad de personajes, porque no es necesario. Solo importa la supervivencia y el rescate.
Técnicamente es impecable, y nos meteremos con estos buzos en esa cueva inundada como si fuera sencillo obtener esas secuencias y ese realismo. Tiene secuencias verdaderamente agobiantes y claustrofóbicas.
Lo único malo es que no se haya estrenado en cines, aunque no siendo así, Netflix tendría que aprender mucho de lo que ha logrado aquí Prime Video. No hay color comparada con los estrenos de producción propia de esa otra plataforma.

Las críticas buenas buenas que he leído destacan el realismo de la historia, y las malas, que por suerte son pocas, reprochan precisamente eso. Supongo que les gusta más el rollo "Pánico en el túnel" y cosas de esas.

Pasa exactamente lo mismo con "Everest", sólo que ésta tiene aún más críticas negativas y por la misma razón, supongo que esperaban un "Límite vertical" y mierdas de esas.

No tengo mucho más que aportar, ambas pelis son serias, sin tonterías ni frasecitas graciosas en momentos límites, y son perfectamente creíbles y entretenedísimas.