Nevada Express

Interesante cinta de Western. Con un guion de Alistair MacLean, el mismo de Estación Polar Cebra y El Desafío de las Águilas, nos muestra rasgos propios de sus novelas: misterio, una misión secreta, y parajes en la nieve. Bien interpretada por Charles Bronson, y la que en el futuro sería su esposa, Jill Ireland, tras separase de David McCallum. Secundarios de buen nivel y una puesta en escena de gran factura. Fue producida por la misma dupla de "El Desafío de las Águilas": Jerry Gershwin y Elliot Kastner.-.

El poco conocido director Tom Gries dirije este Western de una manera poco habitual, pues se nota sus orígenes de la TV. La historia es interesante, y mantiene la intriga hasta el final, desarrollándose ésta a bordo de un tren a través de la montañas. Los encuadres un tanto raros, y el excesivo uso del zoom en algunos planos dan un tono extraño a este western, junto a secuencias bastantes oscuras.
El reparto es sobradamente conocido, lo cual da atractivo a esta producción de Metro.
Presencié este western a través de un canal de TV, y la copia emitida tenía una calidad de imagen nefasta, por la nitidez, el color y en formato 4/3, dando la sensación también de imagén mutilada, lo cual restó atractivo al film. Supongo que la copia disponible en DVD tendrá mejor calidad de imagen.

Extraño western. Algo confuso, tanto en su trama como en su planteamiento.
Charles Bronson está completamente inexpresivo en todo momento reportando una de sus peores actuaciones. Ni siquiera la presencia de su mujer le hace levantar una ceja.
Ben Johnson, en cambio, es un icono perfecto del western, a la altura de John Wayne (en la versión doblada además cuenta con su doblador habitual)
Desgraciadamente Tom Gries, autor de las magníficas "El más valiente entre mil" y "La casa de cristal" no pudo hacer más con tan descabellado argumento y giros narrativos. Por suerte la doto de suficiente ritmo como para no traspasar la hora y media y poderla consumir con rapidez.

Western ferroviario con las paradas imprescindibles para cargar agua y para recoger o reconocer los muertos que van cayendo uno tras otro a lo largo del camino.
Se trata de un tren militar que lleva suministros médicos al Fuerte Humbold donde parece haberse desarrollado una epidemia de difteria, enfermedad infecciosa aguda epidémica producida por el bacilo de Klebs-Löffler. Vamos, el "garrotillo" de toda la vida.
Pero nada es lo que parece. Además de una compañía de soldados, van un montón de civiles todos con bastante pinta de mafiosos. Y menos mal que los acompaña John Murray (Bronson), un preso de lo más curioso pues lo desatan y anda por el tren o por los andenes como Pedro por su casa. Como que se lleva a la amiga del gobernador, Marica (Ireland).
Pronto queda claro que allí no hay nada claro. Mientras tanto van apareciendo los cadáveres de los "Diez negritos" de la gran Agatha. En el tren, no en ninguna isla.
El guion es complejo y mal explicado. Espeso como la nevada que ha caído. Hay tanto muerto que no da tiempo a saber quien es el que la palma en cada momento. Tampoco dispone de mucho tiempo la realización para mostrar la personalidad de los personajes, fuera de Murray que pronto ocupa el centro de la escena.
La acción desde luego es continua, lo mismo que la intriga y la tensión por conocer el desenlace y algunos culpables, otros lo llevan señalado en la frente desde el principio.
A destacar las escenas del ferrocarril con su penacho de humo blanco por los campos y montes nevados, o las cabalgadas de los indios por aquellos bellos paisajes. Espectacular el puente aunque sale tres o cuatro veces. Regular la caracterización de los indios con el jefe Mano Blanca vestido con lo que parece un chándal de butanero.
Además del Dr. Moliné que es de los primeros que se cargan aparentando un "ataque de apoplejía", resulta que Murray es un antiguo estudiante de Medicina y certifica alguna de las muertes.
Película interesante y distraída que puede verse.

Esta película del Oeste es como una versión irónica y retorcida de un relato policíaco de Agatha Christie: el más sospechoso de los personajes, el interpretado por Charles Bronson, empieza a investigar qué es lo que pasa en ese tren, y los demás empiezan a convertirse en sospechosos...Desde luego, aquí no te puedes fiar de las apariencias. Bronson repite el rol de héroe encubierto u oculto que encarnó antes en "Mr. Majestyk" (Mr. Majestyk, 1974), de Richard Fleischer, y está secundado por un gran elenco de actores secundarios, entre los que destacaré a Ed Lauter y a Richard Crenna.

Pese a algunas incongruencias del guión (que Bronson se desate y luego le dejen desatado, pese a ser, aparentemente, un criminal), es una película muy entretenida, con una gran banda sonora y un estupendo uso de los paisajes naturales, que realzan la dimensión espectacular de la acción.