La delgada línea roja

La he visto 5 ó 6 veces, ahora no recuerdo bien; pero cada vez que la veo le encuentro matices nuevos y no soy capaz de apartar los ojos de ella: es cautivadora. Con una fotografía excelente y una banda sonora muy emotiva, la película reflexiona sobre la crueldad de la guerra y la maldad a la que es capaz de llegar el ser humano. Para mí, el mejor trabajo de Malick con diferencia. Película que no ha recibido el reconocimiento debido; sin duda, una obra maestra destinada a convertirse en un clásico de referencia.

Este es el mensaje que mejor me llega de "la delgada...", película de casi tres horas que contiene muchos más elementos para la reflexión.
Tiene el sello de Malick, no cabe duda. Esos planos largos, ese ritmo pausado, esos flashes luminosos...todo para contarnos una historia, en este caso usando el tema de la guerra, pero evidentemente nos quiere hablar de otra cosa. Me sorprende que haya gente que la considere una buena película bélica. No digo que las escenas de batalla no estén bien logradas, pero la historia que nos quiere transmitir va por otro lado.
También me sorprende que la productora le financiara esta película, yo creo que los que pusieron la pasta se quedaron con la espectacularidad de las imágenes y de la fotografía, un film que desnuda tan claramente el comportamiento de la sociedad (su falta de entendederas, su borreguismo, su simplismo, etc.) y la tiranía de los mandantes pienso que normalmente no pasa la censura.
Malick salpica toda la película de abundantes frescos: una fotografía maravillosa, llena de color, sosegada, que transmite constantemente la belleza y la serenidad. Esos verdes intensos, esos paisajes rugosos de la hierbas mecidas por el viento, esas constantes tomas viradas hacia el cielo, con torrentes de luz atravesando las hojas de los árboles. Es como si nos recordara en todo momento que, junto a la barbarie, al miedo, siempre está la posibilidad de contemplar la belleza de la vida que nos rodea; y junto al plano terrenal, más crudo, siempre podemos sentir la presencia de lo otro.
Es valiente el reflejo que hace Malick de la cuestión social. Al igual que en nuestras sociedades, en el ejército funciona la escala piramidal de mando. Los de arriba viven en su mundo, ajenos a la realidad del populacho, utilizan a estos últimos para acrecentar su poder. El populacho no se entera de nada, va al matadero por la cara, viven entontecidos, mueren sin saber porqué. Los seres con conciencia son escasos. Y los hay que están como a medio camino. Los hay que son sensibles pero viven en la ensoñación.

Film que puede considerarse duro, no por las imágenes de guerra, sino por la desazón que produce el reflejo de la especie humana, seguimos tal cual que hace 3000 años, yo diría que peor, el sinsentido de la existencia viene muy bien reflejado.

Habría muchas otras cuestiones a destacar, por ejemplo la sensación claustrofóbica de tener que andar todo el rato agachados a ras de suelo que acontece a los soldados, el no ver al enemigo, el uso de la voz subjetiva, etc. Se podrían analizar estas y otras cuestiones, tienen un peso y un significado mucho más allá de lo aparente.

Los actores tienen una actuación muy mesurada, aunque en general más que a soldados he visto a ciudadanos normales y corrientes, lo cual apoya la idea de que el director tenía intención de contar otra cosa. Cuando digo que no veo soldados me refiero que en realidad en la guerra no se apreciarían tan claramente las debilidades mentales de los guerreros, se mostrarían más rudos siempre, ésta es una percepción mía que la dejo ahí. Lo contrario que el coronel (Nick Nolte) que sí saca su lado más castrense.

En definitiva, puede que película bélica pero recomendable a quienes busquen algo más que unos disparos de rifle y unos bombardeos ruidosos. Un 8 desde esta perspectiva.

Si este tipo supiera dosificarse, hasta diría que esta obra es muy buena, a pesar de ciertos regodeos sangrientos aunque no son gratuitos, cumplen con el objetivo de antibeliscista, perdonando casi todo lo que hizo anteriormente que en su mayoría es... delirio barato. Pero no. Se excede, y se excede en demasía. Supongo que también hay intencionalidad en ello, pero... pasó la linea roja. De todas maneras, la película es buena, y... más que una película de guerra.

Reparto excelente, dirección estelar y un guión de una profundidad sin límites. Se puede decir sin miedo que ésta es una de las mejores (para mí la mejor) películas sobre la II Guerra Mundial, e incluso la mejor película bélica de toda la historia a pesar de la gran competencia que, sin duda, hay en este género.

La mayoría de películas bélicas tienen un mensaje anti-belicista. "La Chaqueta Metálica" tenía un mensaje anti-militarista y anti-belicista. El mensaje de La delgada línea roja es de anti-belicismo y, además, pacifismo, el origen a nuestras raíces (como seres humanos), nos hace preguntarnos por qué nos enfrentamos entre nosotros, aquí nadie quiere luchar, pero aun así lo hacen, lo cual trae consecuencias negativas para todos y cada uno de ellos. Por cierto, a pesar de que para algunas personas pueda quedar un poco inverosímil en unos soldados de infantería su continuo uso de la lírica y de cultismos, para mí no lo es, puesto que con estos recursos literarios, muestran lo que verdaderamente sienten.

En resumen, una película sobresaliente en todos y cada uno de sus aspectos, que todo el mundo debería ver y, sobretodo, de la cual deberíamos aprender su mensaje.

'Días del cielo'...y después la nada. Terrence Malick rodó esta película en 1978 y después no se supo nada de él profesionalmente hablando. Hasta que en 1997 rodó 'La delgada línea roja' y el público supo que no estaba muerto, que estaba de parranda.

Esta vez pasaba de los campos de Texas de su película anterior a la isla de Guadalcanal para contar una historia del género bélico, pero a su personal forma.

Rodeado de un reparto de estrellas (Nick Nolte, Sean Penn, Woody Harrelson, John Cusack...) y de actores en ciernes (Adrien Brody o Jared Leto), el director nacido en Ottawa (Illionis) narra la batalla de Guadalcanal; pero con Malick no todo son tiros y sangre y soldados agonizando antes de partir al más allá. Con una película de este realizador, uno debe estar preparado para reflexiones filosóficas, imágenes de la naturaleza y una bellísima fotografía. Estas tres cosas se dan en este largometraje dando un tono original a un género que normalmente apuesta por la acción directa.

¿Y qué tal es una cinta bélica pasada por el filtro de Terrence Malick? Pues, en mi opinión, le sienta bien. Apostar por los personajes y que sienten cuando son soldados u gente con cargo mayor en un conflicto como el que ocupa la película en lugar de ser otra película al uso hace ver una propuesta diferente que siempre como espectador se agradece. En esta obra hay sitio para conflictos personales, reflexiones filosóficas o preguntas que se lanzan a un ser superior (Dios, no Florentino Pérez, aunque algunos llamen así al presidente del Real Madrid).

No todo es filosofía. También hay sitio para la acción, del que hay más del que se espera en un principio, y una fotografía que como ya dije antes es bellísima. El amanecer, el agua, unas plantas o un árbol son unas cosas que nosotros tomamos por cotidianos, pero que pasado por el ojo de John Toll se realzan de una forma maravillosa.

Como película se puede hacer algo cargante pasado un buen rato, es un riesgo que uno debe asumir cuando se ve una película de este realizador. Por fortuna, su admisible duración no la transforma en un lastre aún más grande. Pude terminar de ver la película medianamente satisfecho con un filme que no me llega a emocionar como otras historias del mismo género, pero reúne méritos suficientes para considerar que el visionado ha merecido la pena.

Nota real: 7.5